¡Acepto su propuesta!

Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

¿Qué tanto llevas aquí?

No mucho —

¿En serio? — comentó sin creerle, las botellas vacías sobre la mesa hablaban por sí solas. Pero el moreno sólo se limitó a encogerse de hombros — ¿Vendrán los demás? — cuestionó tomando asiento a su lado, a la par que este le tendía una cerveza y centraba su vista en las hermosas bailarinas del escenario de enfrente.

Probablemente — si hubiera sido otra persona se ofendería por la escueta respuesta, pero se trataba de Sasuke, un tipo de pocas palabras, a menos que algo en verdad le interesara.

Estaban en un antro popular de la ciudad, conocido por la calidad de sus bebidas y... sus bellas mujeres. Las luces led, que parpadeaban una y otra vez, combinadas con la buena música y cuerpos sudorosos listos para la acción, hacían del ambiente el lugar perfecto para pecar.

Ahh~ — suspiró luego de dar un largo trago a su bebida. Ganándose una mirada interrogante del moreno.

"¿Y a este qué le pasa?" preguntó para sí mismo, era bien sabido por todos que Naruto no era buen bebedor.

Ahhh~ — otro trago largo, otro suspiro. 

Dilo de una buena vez — él no reaccionaba a indirectas, le parecía ridícula la manera en la que el rubio trataba de llamar su atención.

Necesito un consejo Sasuke — divagó frotando sus ojos con cansancio — Después de todo, tu siempre las has entendido mejor que yo 

"Así que eso es" bufó para sus adentros, Naruto en términos de mujeres era bastante patético.

Te equivocas — el rubio lo miró confundido — Hay una gran diferencia entre entender una mujer y sólo acostarse con ella — lo encaró con una sonrisa torcida, esa sonrisa arrogante por la cual era criticado muchas veces — Y yo, amigo mío, soy más de la segunda opción — 

Pensativo, Naruto lo vio palmear el trasero de una morena y poner un billete en su sugerente pantaleta. El Sasuke que tenía frente a él era muy diferente del chico serio y rebelde que había conocido en la secundaria, aquel que se metía en problemas sólo por su actitud, aquel de los círculos cerrados, aquel chico que había cambiado luego de ser traicionado por amor. En momentos como ese, solía extrañarlo, a su verdadero ser.

Sasuke en cambio, volvió a tomar otra botella y se animó a sentar dos chicas a su lado, para empezar a brindar bebidas a sus posibles conquistas de ese día, la noche pintaba divertida para él.

●●●●

Había estado todo el día en pijama encerrada en su cuarto, mientras veía una que otra película y comía helado vainilla que había comprado el día anterior. No importaban las calorías, se merecía disfrutar de un buen postre luego de una semana llena de tensiones, en especial las últimas 24 horas, que habían sido un total martirio para ella.

Y es que luego de la mala broma que le había jugado el Uchiha, o eso quería creer, para ella fue difícil concentrarse, pues no podía parar de preguntarse qué quería ese hombre de ella. Si pensaba que iba a ser otra de sus conquistas lo llevaba claro, ella no se sumaría a su lista... ¿o sí?

"Antes muerta" se dijo convencida. Su teléfono sonó, interrumpiendo su pensar. 
"Nii-san" leyó en la pantalla y se apresuró a tomarlo inmediatamente, pausando la novela que veía en el proceso.

Hinata-sama — escuchó su voz ni bien colocó el auricular en su oreja.

¿Puedes decirme por qué no tomabas mis llamadas? — replicó molesta, el castaño llevaba casi dos semanas sin dignarse a contestar las llamadas y los mensajes, algo muy impropio de él.

Yo... lo siento Hinata — el pesar en su voz hizo que la piel se le erizara, algo no iba nada bien.

¿S-Sucedió algo? 

Es Hanabi — suspiró cansado — No está mejorando — le había ocultado la verdad para no distraerla ni preocuparla, pero al final la situación se le había ido de las manos.

¿Q-Qué quieres decir? — la ansiedad en ella era latente, pensar que algo pudiera pasarle a su hermana siempre lograba afectarla.

Su condición no avanza desde el último mes, los médicos dicen que quedan pocas esperanzas — su respiración le falló, ¿acaso perdería al único ser que le quedaba? — Sólo nos dan dos opciones 

¿Cuáles son? — cerró los ojos para darse valor de preguntar.

Someterla a un tratamiento experimental o... desconectarla 

Elegiste la primera opción, ¿verdad? — estaba al borde de las lágrimas, no quería creer lo malo de su suerte.

Así es, pero hay un problema — tomó una pausa para explicarse — El tratamiento sólo es dado por un hospital y no podemos costearlo 

¿Cuál es la cifra Nii-san? — si quedaba una esperanza, por mínima que fuera, se aferraría a ella con uñas y dientes.

$$,$$$,$$$ —

●●●●

Buenas noches, Uchiha-san —

Buenas noches, Albert — saludó animado al portero del edificio.

Había tenido una velada entretenida junto a dos bellas rubias y sus amigos. Luego de beber hasta morir, pero no lo suficiente como para emborracharse del todo, había abandonado en antro con la más bonita de ellas, dejando a Naruto junto a Lee y los otros, quienes se encargarían de llevarlo seguro a casa. Horas más tarde, y luego de tres candentes rondas de buen sexo, manejó en su moto hasta su departamento. Estaba de muy buen humor.

Brrr... Brrr... su celular brilló dentro de su chaqueta de cuero, avisando de un nuevo mensaje en la bandeja de entrada. Con pereza lo abrió una vez que las puertas se cerraron, encontrando un texto muy satisfactorio.

"Acepto su propuesta Uchiha-san" 

Aquello lo había puesto de mejor ánimo, quizá bebería otra copa más para celebrar que uno de sus tantos problemas se había resuelto. Una vez se detuvo el aparato de metal, bajó de él silbando y haciendo sonar las llaves en dirección a su puerta, la cual estaba extrañamente abierta.

"Quizá la dejé abierta" se dijo sin poner mucha atención. Pero esa idea se esfumó al ver el desastre en su cocina y una figura parada en medio del lugar. Su primer instinto fue acercarse al buró y sacar su pistola en caso de necesitarla, idea que desechó al encender la luz e identificar al intruso.

¿Izumi? — hizo una mueca al verla en ese estado.

Se veía terrible, llevaba el cabello enmarañado y mojado, al igual que sus ropas que aún goteaban sobre su cara alfombra. El maquillaje de su rostro estaba corrido, estos se encontraban rojos e hinchados, sin contar con las manchas de chocolate que tenía por doquier. Era un completo desastre.

"¿Habría llorado en la bañera?" fue lo único que pudo pensar mientras veía como se acercaba a él para luego acudir a su abrazo. 

"¡Ugh!" pensó con algo de desagrado, arruinaría su atuendo Bershka, pero se obligó a dejarlo en un segundo plano, la mujer de su hermano era más importante.

¿Te encuentras bien? — pero ella simplemente empezó a llorar desconsolada — Cuñada entrometida, habla conmigo —

Sasuke, y-yo... sniff... sniff — no paraba de temblar al ritmo de sus sollozos — Y-Yo... —

¿Tú qué, Izumi? — la alejó de su pecho para encararla, y la zarandeó un poco — ¿Tú qué? 

Yo... — sus ojos estaban anegados en lágrimas, rompería en llanto en cualquier momento, otra vez — Yo estoy embarazada 

"Olvida la copa" se dijo mientras se quedaba en blanco, ahogando el berrear desesperado de su cuñada en un abrazo, mientras pensaba que la vida no podía poner en su camino más problemas.


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Megapack 8/?

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