Capítulo nueve ¿Lo arruino?


Shouto miró el plato y estaba a punto de tomarle una foto y mostrarsela a sus hermanos como la acción que más empeño y orgullo ha tenido.

Lo iba a hacer, en verdad, pero si su hermana se enteraba seguramente moriría en sus manos o le quitarían el soba por años. Aún no aprendía cómo hacer los fideos, Shouto es tan cuico que los instantáneos le saben a plásticos y tiene la necesidad de solo comer los caseros.

Si que das asco —. La voz de su hermanastro repitiéndole las náuseas y asco que le daba al solo ver su platillo estrella.

Solo suspiro, ese chico aun no entendía que el que se comería esa cosa era el desgraciado de su padre y no él. Sin pensarlo mucho más sacó de su mochila un lápiz que tenía tirado en su interior y le quitó una hoja a su libreta que no tenía ningún rayón.

Con la mejor caligrafía que podía hacer para no demostrar lo enojado que se sentía al escribirle a su padre.
Escribió la excusa de por qué debería comer esa comida.

"Nosotros ya comimos, solo calienta el almuerzo y no nos llames".

Directo y preciso, pensó Todoroki para después sonreír.

Si su viejo padre no se rompía un diente comiendo esa hamburguesa no sabe qué haría para romperle esa sonrisa que tanto repudió le daba desde niño.

No sonrías, siento que planeas una muerte y si lo haces de nuevo me lo confirmaras —. Oh no, aún no quería matar al asqueroso y estúpido de su padre.

Aún debía sufrir y ser humillado por todo lo que le hizo a su familia.

¿Qué podríamos hacer después si el maldito sigue con ganas de formar parte de tu familia? — Preguntó, mientras sacaba su libreta para buscar algo hartante.

Tengo una idea —. Eso le sorprendió en sí, no esperaba que Katsuki diera una idea —. A un extra le envolvieron su moto en papel aluminio, fue jodidamente gracioso verlo hacer un berrinche —. Ya, el extra debe significar un compañero. ¿Verdad?

Es una buena idea, al llegar lo que más destaca es ese innecesario automóvil — Informó, mientras recordaba lo más llamativo de toda la maldita cuadra.

¿Verdad? Si el cabello de mierda lo viera seguro se enamora del auto —. Escupió con enojo.

¿Cabellos de mierda? — Okey, ese chico y sus apodos son demasiados. Apenas se conocieron y el tipo ya tenía uno que lo describía de una forma muy literal.

Observó el reloj para ver la hora ya que ni sabía cuánto tiempo llevaba en esa casa.

Al ver que eran las dos de la tarde sintió la necesidad de hacer algo, pero ya hizo el plato. ¿Qué le faltaba?

Ahí lo recordó, debía llamar a su hermana para no hacerle un almuerzo a la una y media, de forma rápida buscó su celular que debería estar en su bolsillo trasero.

No estaba.

Mierda.

¿Dónde podría estar?

Salió de la cocina para dirigirse al salón, buscó en el sofá dónde estuvo sentado más de una vez. Hasta de una forma muy salvaje sacó un cojín por si pasó entre los costados hasta quedar profundamente escondido.

El maldito no estaba.

¿Puedes llamarme? No puedo encontrar mi celular —. Le pidió ayuda a Bakugo ya que no investigaría tan descaradamente la casa de unos ¿conocidos?

Al ya tener su teléfono suspiró alegre y tan satisfecho. Enseguida llamó a su hermana, primero disculpándose por su demora en llamarla e informarle que no comería en casa.

Aunque tampoco creía comer en la casa de los Midoriya y ¿Todoroki? Ugh, que asco imaginar algo así. (A la escritora le dio náuseas, es por esto o las empanadas del 18).

La llamada se alargó demasiado, habló un poco con sus otros hermanos de paso. Además, el otro Midoriya parecía inmerso en una conversación de WhatsApp, hasta que el puso un audio en alto y logró divisar que eran sus compañeros.

Aún se preguntaba porque el chico se fue si parecía tan relajado hablando con sus ex-compañeros.

Al final ambos terminaron sentados en la cama del mayor mientras estaban muy al pendiente de sus celulares para no escuchar como las puertas se abrían y pasos sonaban por la casa.

Al final se despertaron de su burbuja al escuchar un grito llamándolos.

¡Todoroki-kun! ¡Kacchan! ¡Vengan!

La voz de Midoriya llamándolos ¿tan rápido llegó? Apenas llevaban dos horas aproximadamente sin él.

¿Le pasó algo para que llegara tan rápido? Según Todoroki los amigos se quedaban hablando por muchas horas y hacían fiestas.

Preocupado corrió por las escaleras para bajar rápido. Igual, no es como si fuera exagerado. Katsuki también corrió con una mirada de preocupación pura.

¿Qué sucede, Midoriya? — Preguntó de forma rápida y lo más fuerte que podía con su tono de voz tan serio como siempre.

¡¿NERD DE MIERDA?! ¿Por qué llegaste tan rápido? — Sí, ambos estaban preocupados por lo mismo.

El chico de cabellos verdes estaba ahí, mirándolos con extrañeza. Sus ropas bien cuidadas y sin ningún raspón, herida, con tierra o sangre.

Perdón, creo que los asusté —. Soltó una pequeña risa para después ponerse nervioso —. Llegue antes por cosas de Ochako-chan, y aproveche. Traje pizza porque no creí que llamaran o por lo menos le dejaran a Eiji-san —. Eso lo dijo mirando a su hermano para que captara la indirecta —. Pero, no sabía que iban a cocinar, lo siento —. Se disculpó — pero, creo que le echaron al puré azúcar en vez de sal y le faltó leche —.

Katsuki soltó una inhalación dramática mientras Shouto miraba todo con la mente en blanco.

¿Te lo comiste todo? — Preguntó rápido Shouto.

No —.

Ya, todo estaba bien.

Todoroki se relajó y casi lo estropea por segunda vez.

Estropea, de la nada es como si una idea extraña surco su mente.

Midoriya Izuku fue el que recibió el balde con agua salvando a Enji. Midoriya fue el que trajo pizza justo cuando la comida en la que tanto esfuerzo puso para ser asquerosa.

¿Acaso? No, imposible. Ese chico no debía saber del plan, ¿cierto?

Lo observó por unos minutos mientras el chico soltaba risas nerviosas.

Tal vez y solo tal vez su obstáculo más grande no sea idear los planes, si no alejar a Midoriya y que los arruine sin enterarse.


¡Feliz navidad! Ahora si volví, tengo compu nuevo, después de tanto tiempo :'D

Intentare hacer una futura maratón jsjsjs.

Gracias Myu por editar este capitulo nuevamente <3.

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