La llegada

-Rin!, Rin!! ¿Donde estas?- Con un velocidad algo extravagante para una chica demonio, Kira corrió por casi toda la cafeteria de la orden buscando al otro demonio de las llamas azules, pero... sin exito. -¿Donde se habrá metido ese niño?-

-No seas asi Kira- Detrás de ella y sirviéndole de "ayuda" estaban el pájaro y el tigre en sus formas humanas, y aunque intentaban seguir a su maestra, solían ser detenidos por estudiantes que caminaban por los alrededores.

-No digas nada Luck- Replico su maestra con enojo- Gracias a ustedes dos nos vemos atacados por sus fans, sin ustedes lo encontraría mas rápido- Aquel comentario se clavo como fuego en los dos ayudantes.

-Si es asi entonces- Ryuji fue el primero en actuar y termino transformándose en un pequeño tigre blanco.

-Eres un buen chico- Quién diría que por aquella acción se llevaría la apreciación de su dueña.

-No es justo Ryuji...- El pájaro no tuvo de otra que tragarse los celos cuando su dueña abrazo con fuerza al tigre.

-Si estas celoso entonces hazme caso- Kira se lo quedó mirando por unos segundos y el pájaro no tuvo de otra que asentir; se convirtió en un peluche y llegó a los brazos de su maestra.

-Son unos buenos chicos- Kira sólo los miraba sonriendo -Pero, aun asi serán castigados- La sonrisa se convirtió malévola haciendo temblar a los chicos.

-¿Huh?-

...

-¿Enserio me puedo quedar con ellos?- Shura trataba de aguantarse la felicidad mientras que los chicos temblaban de miedo.

-Claro, te ayudarán en cualquier cosa ¿verdad?- La mirada que les dedico fue algo... asesina.

El pájaro y el tigre no tuvieron de otra que asentir y ser arrastrados por la energética peliroja a tal vez un entrenamiento intensivo.

Después de ignorar las suplicas de sus ayudantes, kira soltó un resoplido y emprendió camino a los aposentos del único demonio que tal vez la iba a ayudar.

-¿Kira?- A pesar de su prisa en el camino se encontró con otra "molestia" como ella los llamaba.

-Amaimon ¿Qué haces por aquí?- El demonio menor se quedó en silencio por unos minutos mientras la veía de pies a cabeza.

-Lo mismo te pregunto-

-Necesito encontrar a Rin y creo que Samael-sama sabe donde esta-

-¿Nii-san?- Kira sólo asintió -Sígueme entonces- Sin esperar respuesta tomo rumbo a la sala del director, aunque deberíamos agregar que aumento un poco la velocidad.

Al final los dos demonios terminaron en una de sus típicas carreras.

Mientras tanto un profesor, algo joven para ello, firmaba papeles con una rapidez inusual, en una de las oficinas de la gran orden, esperando más papeleo y que algunos exorcistas tomaran la responsabilidad de sus destrozos.

-¡Yuki-chan!- Fue hasta que su labor fue interrumpida por la voz de una rubia.

-Shiemi ¿Te encuentras bien?- La chica asintió mientras entregaba unos papeles.

-Estos son las personas que faltan- Yukio sostuvo las hojas al tiempo que las leia para luego soltar un suspiro de alivio.

-Cada vez están disminuyendo- Miro a la rubia con una sonrisa -Te lo agradezco- Shiemi le devolvió el gesto.

-Yuki-chan-

-¿Qué pasa?- El menor de los Okumura se quedó casi de piedra al ver la seriedad de Shiemi.

-Cuando le vas a decir- Pasaron los segundos para que Yukio se diera cuenta de lo que eso significaba.

-No lo se- Suspiro -En ese momento intente, pero las circunstancias me obligaron a callarme-

-¡Ahora ya nadie te detendrá!- Las intenciones de Shiemi eran alentarlo, sin embargo sólo logró que Yukio colocara una expresión de dolor.

-Ya no tengo miedo de que me interrumpan- Respiro hondo -Tengo miedo de que me rechacen- Un silencio llenó el lugar hasta que Shiemi rompió el hielo.

-Sólo dicelo- Exclamó -Lo que pasará después nadie lo sabe- Le dedicó una sonrisa y desapareció en un santiamén dejando a Yukio con algo de esperanza

-Esa batalla nos dejo con demasiadas cicatrices- susurro.

Habían pasado meses desde que la pelirosa había evitado una guerra contra otro de los líderes del inframundo, meses que se habían ido volando y los recuerdos de la batalla sólo se veían en los escombros de la orden.

A pesar de eso, aquellos meses habían sido una tortura para el exorcista; sus sentimientos lo estaban matando.

-Tal vez sólo tenga que hablar- Suspiro y se dejo caer en su escritorio, seguía indeciso -En fin, será mejor que vaya con Mephisto- Con un aura similar a la depresión salio de la oficina y se encamino al encuentro que estaba esperando, pero que no se imaginaba.

Ambos chicos llegaron con prisa, pero digamos que la suerte del maestro era un poco... Diferente.

Kira término llegando con algo de ventaja a los aposentos del director, incluso después de una carrera.

-¡Samael-sama!- grito abriendo la puerta con un estruendo.

-¿Que sucede Kira?- el director había quedado sorprendido por tan repentina aparición, aun así alcanzó a mantener su postura.

-¿Sabes donde está Rin?- Preguntó con una expresión de molestia, no quiera molestar a su superior, pero Rin siempre la obligaba a realizar acciones innecesarias.

Mephisto mostró una pequeña expresión de sopresa, la demonio pelirosa por alguna razón había estado más interesada, de lo normal en Rin y aquello dañaba sus "planes"

Con un gesto "Sacó" a la persona que estaba atendiendo y, acomodándose, no dudo en preguntar.

-Kira ¿Te gusta alguno de los Okumura?- La reacción que esperaba no la recibió, La pelirosa no mostró signos de molestia, nisiquiera de duda, sólo respondió rápidamente sin saber las consecuencias.

-Me gusta... Rin ¿Por que lo dice?- Un minuto de silencio y, al tiempo, el sonido de un corazón rompiendose.

Pues, aquel maestro sólo había llegado segundos antes y sin que ninguno lo notara se había instalado al lado de la puerta, esperando, y ahora sin razones, para hablar con el director.

-Esto no puede ser peor- susurró para sí mientras intentaba escapar, fue hasta que sintió la mirada de Mephisto en él y se vio obligado a detenerse.

Mephisto sabía que Kira no había entendido el significado de "gustar" y tenía que dejárselo claro al menor de los Okumura.

-Al parecer no me entendiste- soltó una risita -"gustar" no es lo mismo de "a quien te pareces" o "con quien te llevas mejor"-

-¿Entonces?- al parecer Samael había acertado, la pelirosa ahora sólo se encontraba confundida y Yukio con una leve esperanza.

-"Gustar" es "Con quien quieres pasar el resto de tu vida"-

-El resto de mi vida...- analizandoló por unos minutos la pelirosa cayó en la vergüenza -Pues... Yo... Si es así entonces...- tartamudeó hasta que finalmente recogió fuerzas para ello.

-Yo... Quiero- Se quedó en silencio por unos segundos- Que Yukio este a mi lado- en casi un susurro el director recibió la respuesta que tanto buscaba -Pues ¡Me retiro!- grito ya completamente sonrojada dándose la vuelta y notando finalmente a el Okumura que no podía hablar de la sorpresa.

-¿¡Y-Yukio!?- Declararsele a alguien a sus espaldas, literalmente, era lo mas extraño que la pelirosa había hecho en su vida, pero que aquella persona estuviera escuchandola...

Sin saber que hacer, decidió lo mas fácil, salir corriendo.

-¿Que esperas Okumura-sensei?- Yukio se había quedado estático y Mephisto sólo pudo soltar una sonrisa maliciosa -¿Acaso esa no era la respuesta que deseaba?-

-Nunca comprenderé tus métodos pero, supongo que esta vez te debo una- Finalmente aquel maestro estaba feliz.

-No te preocupes, sólo síguela- el chico asintió y se retiró casi de improvisto, dejando al director algo solitario... Algo.

-Muy bien ahora ¿Qué necesitas Amaimon?-

...

-¡Que fue lo que hice!- en lo más alto de una azotea una pelirosa dudaba si saltar o no para ver si su vergüenza terminaba.

-Oye no lo hagas, te harás daño- Un escalofrío recorrió por la espalda de Kira al escuchar "esa" voz.

-Perdón- sin más se sentó en su puesto y empezó a jugar nerviosamente con sus manos.

Escuchó pisadas y finalmente silencio.

-Sabes, me acostumbré a lidiar con demonios desde que era pequeño-Comenzó de la nada Yukio -me preparé para combatirlos y al mismo tiempo para proteger a mi hermano- enfoco su mirada en Kira.

-Sabia que encontraría a muchas personas que serían amigos o enemigos, pero... Bueno apareciste de improvisto-

-¿Acaso eso es malo?- Kira hizo pucheros, no quería pensar que Yukio sólo la veía como un obstáculo.

-No- sonrió borrando sus preocupaciones -Fue una sorpresa que nunca ví llegar, y más cuando me di cuenta de lo que sentía-

Su cola de demonio se tenso al escucharlo, Yukio había...

Sintió un peso en su espalda, y no tardó en   darse cuenta de que, él se había recostado en ella.

-Yo también quiero estar contigo- Musitó -Me gustas, Kira-

Silencio por unos minutos hasta que la pelirosa se recostó en él.

-No estas... Mintiendo ¿Verdad?- Yukio soltó una risita.

-¿Lo hice alguna vez?-

-No... Es sólo que- Kira fue interrumpida.

-¿Parece un sueño?-

-Si...- susurró.

-Que tierna- Musitó Yukio, aguantando una carcajada.

-¡Oye!-

Y así siguieron discutiendo, los dos exorcistas que finalmente encontraron una oportunidad... entre tantos obstáculos.

Tristemente talvez no notaron aquella melodía, tocada en piano, que sólo avisaba...

Los problemas futuros.

...

-Enserio Nii-san- El demonio de cabellos verdes tenía una extraña mirada seria.

Ambos hermanos caminaban por el corredor, esquivando gente, maestros y exorcistas.

-Sigo sin creerlo, si ella vino del vaticano entonces...- Mephisto guardo silencio por unos segundos -Ve a llamar a Rin-

-¿Rin?- el director asintió.

-Preferiría a Okumura-sensei pero... Está ocupado, por lo que no tengo de otra- Amaimon pareció comprender y tomo un rumbo completamente diferente.

Mephisto siguió hasta toparse con aquella melodía, sin más soltó un gruñido, eso solo aseguraba sus problemas.

Terminó en la sala mas lejana de aquella institución, para encontrarse con un gran piano y una chica de cabellos oscuros y ojos verdes... Su querida Mitsuki.

-¡Padrino!- Exclamó la chica al reconocer a Mephisto quien sólo trato de mantener su típica risa sarcástica.

-A mi también me alegra verte- Aunque intentará ocultarlo sentía mas "preocupación" que "alegría"

-No mientas- Su risa cambio por seriedad fulminando de golpe al director -Aun así tus preocupaciones son ciertas, hay un gran problema que nos acecha-

Mephisto se quedó completamente en silencio, y la habitación hubiera quedado en tensión si no fuera por cierto pelinegro que llegó gritando a los cuatro vientos un "¿Por que yo?"

-Nii-san- Amaimon apareció primero que el exorcista. Rin se adentro con algo de molestia y estaba preparado para refutarle a Mephisto, sin embargo perdió las palabras a penas vio a la chica.

Mitsuki lo miraba con curiosidad y los ojos de esa chica eran algo... Atractivos.

-¿Su-sucede algo?- Musitó por fin después de reponerse.

-Escucha con atención lo que dirá y memorizalo, necesito que se lo digas a tu hermano al pie de la letra- Rin trago fuerte por la supuesta "presión" aún así no se quejó y fijo su mirada en Mitsuki.

-Bueno- comenzó- como les decía... El vaticano encontró una pista de su localización, y por lo tanto, sabemos que están dispuestos a atacarnos-

-¿Estas hablando de...?- Definitivamente la actitud del director había cambiado por completo. Mitsuki lo interrumpió.

-Asi es- susurró.

-Los gemelos han regresado-

....

-Es algo tranquilo- susurró la demonio mientras se recostaba en el pecho del exorcista.

-¿El que?-

-Saber que sientes lo mismo- le dedicó una sonrisa sincera provocando que sus esfuerzos de auto-control se desvanecieran por completo.

Sin pensarlo se adelantó y, agarrando el cuello de la pelirosa, terminó quitándole el aliento.

Unos minutos de silencio y después un quejido de vergüenza.

-Y-Yukio... ¿Po-por qué hiciste eso?- Su corazón latía a mil y sabía que el color de su cara se había asemejado a su cabello, aunque no era la única, el menor de los Okumura no sabía cómo explicar sus acciones.

-Per-Perdón- Musitó Intentando recuperar el aire, sin que ninguno de los dos se diera cuenta (o tal vez no querían aceptarlo) aquel contacto había durado mas de lo normal.

Kira se quedó mirándolo durante un tiempo, hasta que terminó suspirando y regresando a su posición original, acostada en él y mirando el cielo.

-La...- intento esconder su mirada -La próxima vez será con el consentimiento de ambos, ok?- susurró.

Un sentimiento, como una burbuja que subía a su pecho, fue la explosiva felicidad que sintió Yukio al escuchar esas palabras, sin mas asintió.

Tal vez no sabían que les esperaba, pero, en ese momento no les importaba. Podían aparecer los próximos demonios o incluso aquellos gemelos que tanta tensión trajeron al propio director.

No les importaba.

Había momentos que no se podían romper, y ese era uno de ellos.

-Kira-

-Si?-

-¿Qué piensas?- Un risita por parte de ella fue lo que lo saco de sus pensamientos, pero que se podía decir, aquella demonio todavía tenía muchos misterios. Sin embargo, la aceptaría así.

-¿En qué?- sonrió, alguien que en su verdadera naturaleza la mataría, un romance con un chico que empezó como su tutor, no se lo esperaba pero ¿Que podía decir? Ella lo quería.

-Es fácil- Musitó finalmente Kira-Simplemente pienso en...-

Nuestra próxima aventura.

-(9-9)7

Buenas noches amigos que siguen está obra!!!!

¿Como estáis?

Vine aquí sólo para agradecer, se que no me esforce mucho con esta obra, se que no publicaba con frecuencia, pero aún así había leídas, y aún así  había votos.

Gracias.

Llegamos al final de este libro y su apoyo fue lo que me permitió terminarlo

No se,  ¿tal vez vaya a haber segunda temporada?  Ni idea pero me tienta mucho la idea.

Dedicó este cap y toda la sería a _Mxki_ mi Nee-chan y la que más me inspiró con sus obras. Aquí tienes tu final!!

Repito... Gracias!!!

Fin

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top