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Dedicación pa' @-marikisima, aimr04 , @JuanPedroEstafador, @EstrellasYCorazones, @MendesArmyIsAPromise, justlikkev , fangirlarepxs , barbsterspace , slayqueensss y Babylonx5sos
Chamis, comentaron burda, incluso hay nueva people activa y eso no saben cuánto me encanta. Los amo❤️
NOTA:
Estoy publicando a pesar de todo lo que está pasando para liberarme un rato, y dejar de pensar en la situación en la que estamos ahorita. Espero que les sirva para hacerlo ustedes también🥰
Btw, si necesitan hablar con alguien (así no hayamos hablado nunca antes) sepan que aunque me tarde un siglo pa' contestar los mensajes soy buena escuchando.
Así que bueno, para más info llame al 555-555rriente.
No, mentira, al inbox o a WhatsApp.
Bueno, ya, los dejo quietos. Loviu❣️
—Ustedes saben que Michael cumple años mañana —comenzó a explicar el negro de mi corazón.
A la verga, pensé, cayendo en cuenta que se me había olvidado por completo. Qué bolas tengo. La peor amiga del mundo, sinceramente.
—Entonces —siguió diciendo— Ashton y yo hablamos con los chicos para cantarle cumpleaños a mitad del concierto de hoy, como a las diez de la noche más o menos...
—Ajá —le indicó Luke que prosiguiera, mientras yo me moría de la culpa, en parte sintiéndome la peor persona existente por no acordarme del cumpleaños de uno de mis mejores amigos, y por otro lado agradecida con Calumcio por haber evitado que Mike me dejara de hablar por el resto de su vida.
—Pero no tenemos pastel —contestó aquel, haciendo que me rechinaran los oídos al escuchar la palabra "pastel"—, y como ustedes dijeron que iban a salir por ahí a hacer no-sé-qué...
—Nos van a encasquetar lo de la torta a nosotros —terminé de decir por él, haciendo una mueca así como queriendo decirle tanto a the sensation como al resto de su cajita feliz que eran unos trimarditos flojos—. Ustedes sí son arrechos.
—Definitivamente... —Luke negó repetidas veces con la cabeza, fingiendo decepción a la vez que imitaba la expresión de mi rostro.
—Muchas gracias, son los mejores —dijo el chino con una sonrisototota Oral-B, extendiendo sus manos hacia nosotros en exagerado agradecimiento, como dando por hecho que le diríamos que sí—. Bueno, Luke es el mejor, a Lucía no la soporto, pero gracias también.
—Ay, mariquito —lo jodí, al ver que lo que estaba era riéndose internamente por la cara que yo había puesto—. No puedes vivir sin mí, no lo niegues.
—Te voy a decir que sí para que te quedes tranquila —replicó, bajándose de la cama.
Ya, dijo mi subconsciente, eso era todo el beta. Ese menor sí era dramático pa' decir cosas tan sencillas como que le fuéramos a comprar la torta al Maikol. De pana que se pasaba de gafo.
Sí lees esto, Calum, lo de gafo es con aprecio, ¿oíste?
—Tanto rodeo para dos frases que ibas a decir —dio voz a mis pensamientos Lukey, volteándose a la par que yo hacia Cal, quien atravesaba nuestra habitación en dirección a la suya.
Hood se encogió de hombros y luego abrió la puerta que conectaba ambos cuartos. —Que se diviertan comprando el pastel —dijo mientras la trancaba, con una sonrisa cargada de sarcasmo grabada en los labios—. Ah, y que sea de chocolate.
Luke y yo le pintamos una paloma al mismo tiempo, justo cuando la puerta se cerraba y Calum José desaparecía detrás.
—Me cae mal —mintió mi novio, mirando hacia la dichosa puerta al igual que la Yolanda.
—¡Escuché eso! —nos hizo saber la sensación del bloque desde su cuarto.
Yo me reí junto a Luke, escondiendo la cabeza en el pecho de mi novio, mientras éste subía y bajaba rítmicamente al compás de su risa.
Al ir desapareciendo aquel sonidito melódico que salía de los dos, nos dimos cuenta de lo cerca que estábamos del otro, sobre todo cuando levanté mi mirada hacia la suya y nuestros ojos se encontraron.
Qué bello es este man, dije en mi mente, sonriéndole pícaramente.
—Podemos seguir donde lo dejamos —le propuse, levantando una de mis cejas oscuras.
—¿Me lo dices o me lo preguntas? —me siguió la iniciativa él, comenzando a acercarse más a mí.
Riéndome un chin, me tendí sobre la cama, dejando que Lukrecio se posara sobre mí con delicadeza.
—Te lo digo —contesté, bajando mi mirada hacia sus labios mientras llevaba mis manos a su cuello.
Él sonrió todo bello antes de cerrar sus labios sobre los míos, jugando con mi lengua en el proceso sin ninguna pena.
Yo lo atraje hacia mí agarrándole del cuello de la camisa blanca de algodón, tipo Ovejita, para ir bajando poco a poco hasta mi collar con la bandera de Venezuela que Luke llevaba varias semanas poniéndose.
—Tenemos sólo veinte minutos si queremos ver algo de Madrid —le recordé entre beso y beso, mordiéndole el labio inferior antes, con el fin de ir preparando la masa para poner la cosa tan intensa como quería que estuviera.
—Es más que suficiente —me tranquilizó Luke, sonriendo todo sobrao', y me tomó las manos para entrelazarlas con las suyas y extenderlas sobre el colchón a ambos lados de mis hombros.
Y el resto es explicit content, mis amores.
Besos, la divaza se despide.
****
—...y me levanto pensando que tengo que estar soñando si realmente vivo de esto —decía Calum José al público, comentándoles de una de sus usuales crisis existenciales—, de viajar, haciendo lo que amo, conociendo a gente tan maravillosa como ustedes...
Gracias, jalabola, pensé, sonriendo ante el grito generalizado de la people.
Calum sonrió también, acomodándose agarrando el micrófono con ambas manos. —Y... Mmmm... —Se quedó pensando, quedándose el lugar en silencio por completo, tanto por parte de los que estaban tras bastidores conmigo, como del público.
De repente, una tipa entre el público gritó un ¡te amo! en español, tan duro que retumbó por todo el WizinkCenter.
El chillido fue seguido por una larga risa, a la que se unió hasta Esteban, que dirigía las luces en su maquinita al lado mío.
—Estoy de acuerdo con ella —le metió leña al fuego Lukrecio al entender lo que significaba, haciendo que todo el mundo pasara de reírse a gritar un ¡uuuuuuuh! súper marico.
—Vigila lo tuyo —me aconsejó Esteban en español, sin dejar de mirar concentrado los controles de su aparato.
Ese tipo era un beta, porque el carajo seguía sin decirme de qué parte de Latinoamérica era. Y como tampoco era que se extendiera mucho hablando en español, su acento era indescifrable. Cosas que nunca sabremos #872: de dónde coño 'e la pepa es Estabandido.
—Ah, pues —le resté importancia, estando clara en lo claro.
Luke ya me había demostrado que no tenía ni una pizca de marico, por mucha pintadera de uñas y lo que tú quieras. Después de todo lo que habíamos pasado juntos no tenía ni un 1% de duda de que más hetero ese niño imposible.
Aunque así, por mucho que a mí me encantara la jodedera, ya estaban pasaditos con la mariconería. Porque de paso a Luke lo shippeaban con todo el mundo. O sea, no me vas a decir tú que aparte de Cashton, las ships más vendidas de la 5sosfam no son Muke, Lashton y Cake. Otzea jelou.
Luke era como el niño 20 del salón a la hora de hacer los grupos: todos quieren con él.
Pero bueno, me la tenía que calar. Total, eso es puro marketing.
—Y como les decía —continuó Calum con su discurso—: conocer gente tan maravillosa como ustedes, además de convivir a diario con estos idiotas que tanto quiero, parecería imposible de creer.
En eso, una mano se ciñó alrededor de mi hombro, haciéndome voltear para descubrir a su dueño. Al girarme, cámara en mano aún, me encontré con un Mitchy Collins todo sudado gracias a la enérgica presentación de su banda como teloneros hacía menos de una hora. En sus manos, el moreno sostenía la torta que Luke y yo habíamos ido a comprar esa tarde, de chocolate, como el negro aquel la había pedido.
Sonreí, ante el buen trabajo que habíamos hecho mi jevo y yo al escoger el dulce. —¿Vas a subir ya? —le pregunté a Mitchy, quien no había dejado de sostenerme el hombro descubierto.
—Vamos a subir ya —me corrigió, resaltando el "vamos", como queriendo incluirme a mí en la ecuación.
Sí, Luis. Iba yo a ponerme al descubierto delante de ese poco 'e fangirls y fanboys buscando que me lanzaran una silla o alguna vaina loca. No, hija.
—No, no, no, no... —me negué totalmente, moviendo mi cabeza a ambos lados repetidas veces.
—Sí, sí, sí, sí... —insistió él, pelándome los ojos a la vez que enarcaba las cejas—. Luke me pidió que no dejara que te quedarás aquí atrás, y estoy totalmente de acuerdo con él en que no tienes nada que temer. —Mitchy hizo una pausa en la que me miró directamente, queriéndome transmitir sus ideas a lo arrecho—. Te van a amar, Lucía —me animó—. Además, sólo vamos a cantarle cumpleaños a Mike y nos devolvemos; no serán más de cinco minutos.
Uffff. A ver. En parte Mitchy tenía razón: no íbamos a estar mucho rato ahí arriba, y yo iba solamente iba a hacer acto de presencia, aplaudir un chin, y ya está; devuelta al backstage.
Otra cosa, que yo estaba ahí principalmente por ser la fotógrafa, o sea, imagen pública relacionada directamente con la banda. Y te apuesto que sí Andy DeLuca hubiera estado en mi lugar, hubiera subido también.
Cero peo, entonces. Así que ¿qué podría pasar? Cualquier cosa me ponía detrás de Luke pa' que no me fueran a lanzar nada. Listo; resuelto el dilema.
—Ok... —respondí ante la mirada expectante de Mitchy, copiando la típica sonrisa drogada de Michael cuando el moreno me jaló con él hacia la parte del escenario por donde debíamos entrar.
Ahí, nos esperaban Jordan y Sam, esperando la señal de Calum para hacerse visibles en la tarima. Mitchy y yo nos unimos a su grupo, y al verme, Jordan se sorprendió un chin, pero por señas nada disimuladas de Mitchy acabó por dedicarme una sonrisa. Quiso fingir que no le resultaba raro que yo, siendo la novia de uno de los miembros de la banda aquella, fuera a exponerme ante sus fans. Pero la verdad es que aunque estuviera nerviosa, me daba igual. No iba a dejar de disfrutar el último día que tenía —por lo pronto— con algunos de mis mejores amigos, por lo que fuera a decir o pensar la gente. Nanai nanai.
—Y como muchos de ustedes saben —no paró Klum, volteándose un poco hacia nosotros, como dándonos la señal para salir—, uno de esos idiotas está por cumplir años.
La mariscoteca se puso a gritar como loca, grito a través del cual varias personas les lanzaron cosas a los faivsos, entre ellas un gorro de hora loca con velas de cumpleaños en la cabeza y todo que acabó parando a los pies de Maikol. El peliloco lo recogió, riéndose full ya sea por los nervios —cosa que dudo viniendo de Michael, pero bueno— o por lo exagerado que era el gorrito blanco. Después agarró y se lo montó en la cabeza, logrando que media banda y los que estábamos esperando que a Mitchy le diera la gana de salir nos cagáramos de la risa por lo pajuo que se veía.
—Ya casi son veintitrés... —le decía Ashton, saliendo del espacio delimitado por su batería, todo sudado como el resto de sus compadres.
En eso, a Mitchy le dio la puntada de culo de seguir las instrucciones de Calum y dar un paso hacia el escenario. Jordan, Sam y yo le seguimos en ese orden, quedando yo como la última de la fila, al vernos, la gente que antes gritaba le subió mil tonos al volumen.
Yo pude notar el montón de miradas sobre mí, haciéndome sentir súper incómoda con la situación. Tenía ganas de salir corriendo, la verdad, porque sentía que la gente me transmitía una caravana de sentimientos todos negativos, y si había algo que a mí no me gustara era eso.
Lo único que hizo que me quedara, fue la cálida y familiar mirada de Luke, quien se alegró al ver que Mitchy me había convencido y con una sonrisa me llamó para que me llegara junto a él, en todo el medio de la tarima.
Medio a regañadientes, yo lo hice, echándole una última mirada al gentío que me la devolvía.
Y ahí fue cuando la vi, chama: una bandera de Venezuela súper grande tipo las que usan pa' las marchas, rodeándole los hombros a una de las chamas que estaba en primera fila, junto a la valla. La tipa gritaba como loca, mirándome, pero por mucho que intentara no logré escuchar lo que decía.
Aún así, me dediqué una buena sonrisota, articulando con los labios un ¡Viva Venezuela!, que ella me respondió alzando las manos.
Nawebona, pensé, hasta aquí hemos llegado.
En mi mente tomó lugar una frase del chamo rubio oscuro aquel que todos sabemos, el que estaba completamente venezolanizado gracias a su relación con la gemela perdida de mi mejor amiga: "Los venezolanos dominarán el mundo."
Y tenía razón, toda la razón. Así que ¿por qué tenía yo que estar nerviosa ante un montón de gente, fuera cual fuera su actitud?
Soy yo, soy venezolana, me dije a mí misma, me he arriesgado la vida en guarimbas, en manisfestaciones, he dejado de comer, sintiendo miedo de verdad, como para venir a tenerle miedo a gente que ni conozco. No, no. Ya no.
Sonreí ampliamente, segura de mí misma, concentrándome en lo que ocurría en el escenario sin tener que mirar abajo, al menos luego de agradecerle con la mirada a la paisana de la bandera por la subida de ánimos.
—Hey —me llamó Luke por lo bajo, hablándome al oído para que pudriera escucharlo entre tanto ruido—. ¿Ya la viste?
Asentí, mientras Maikol daba su discurso de jalanolismo... mentira, vale, de agradecimiento. —El rubio pintao' de Niall tenía razón.
Luke se rió un chin, recordando lo calidad que la habíamos pasado aquellos días con el ladilla de Niall. Parecía querer decirme algo, pero fue interrumpido por un gran coro formado por el público, que al Mike haber acabado de hablar, había empezado a cantarle Cumpleaños Feliz en español, por si fuera poco.
Yo me reí ante la cara de los 5 Ayuda y de labandaamorosa, que como no sabían ni papa de español tuvieron que quedarse callados. Por mi parte, les eché en cara que yo sí podía cantarla, sacándole la lengua a Calum cuando me miró tipo:
—Gracias, gracias —agradeció Mike a la people después de soplar sus velitas, aún con su gorro de fiesta encima—. Ojalá supiera cantarla, pero como a diferencia de a otros a mí no me dan clases...
Uy, me dijo mi subconsciente, esa punta.
Ah sí, no les dije que Michael andaba celoso últimamente porque yo sólo le enseñaba español a Luke. Kike tenía favoritismo y no-sé-qué. Pero la verdad era que si ya era difícil enseñarle a aquel que tardaba dos siglos en aprenderse una palabra, imagínate a otra persona. Yo iba uno por uno, pues.
Total que aquel andaba activo con la tiradera de indirectas, aunque lo hacía era más joderme que por otra cosa.
—¿Tienes algo que decir al respecto? —me preguntó Ashton, apuntándome con su micrófono directamente. Así, en frente de todo el mundo, súper boleta.
Ay, chiamo. Agárrese.
Mis vidas, sepan que lo del maratón aún está en veremos. Depende del tiempo que tenga y de lo activos que estén, pero bueno, yo creo que sí. Creo.
Y bueno, nada.
Los amo mucho❤️
#🇻🇪
~Camula🥰
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