Flashback POV Mery.
    Pasó un tiempo desde que le dije todo a Auden. Me hice novia de Justin, pero solo jugó conmigo. Fui otro juguete sexual suyo. A pesar de la pelea con Auden, me salvó de las puertas de la muerte. A pesar de que pensaba el que yo no lo sabría, él me donó un trozo de hígado. Me convertí en una alcohólica y me jugué la vida, después de la operación no tomé casi nada de esa sustancia. Después de la operación, corté con Justin, diciéndole la verdad, al principio no lo tomó a mal, espero que no lo haga. ¿De verdad? Hay que ser muy imbécil para tragarse esto. Es cierto que caí en la bebida y Auden me donó hígado, pero no corté con Justin, todo es un maquiavélico plan que he ideado con él para vengarme de Auden, por no querer recuperarme cuando me perdió hace años, demostrando así no quererme.
  Estoy en el parque esperando a Auden, cuando lo veo aparecer. Me lanzo a él, juntando nuestros labios y llorando.
  -Lo siento... Por favor, lo siento.
  -Mery, tranquila.
  -Es que es muy difícil que me perdones después de lo que te he hecho.
  -No te preocupes.-dice acariciado mi pelo y secando mis mejillas llenas de lágrimas.-Eso ya pasó.
  -Bueno, bueno, mira quien tenemos aquí.
  -¿Justin?
  -El mismo, que sepas que tu muñequita me ha dejado a mí, el popular, por tí, pero que sepas que esto no acabará así.-dice y se va.
  -¿Justin me ha seguido?
  -Eso parece Mery.-me da un casto beso en los labios y me da la mano, en seguida correspondo y la entrelazo.
  -Auden.
  -¿Sí?
  -¿Quieres ser mi novio?
  -Sí, Mery, quiero ser tu novio.
  Sí, señoras y señores, me he enamorado de Auden Scott. De su sonrisa, de su manera de ser, de actuar, de reír... Ojalá me hubiera dado cuenta de este hecho antes.
  -Mi amor.-digo.
  -Mmm.
  -Te amo, tú y yo, lo nuestro...
  -Será para siempre cariño mío.
  Nos besamos y nos dirigimos a mi casa. Nos montamos en el coche y Auden conduce, pero hay un semáforo que se va a poner en rojo, pero no frena.
  -¡El coche no frena!
  -¡Acelera a tope!
  Conseguimos pasar el semáforo sin que se pasara a rojo, suelta el pedal del acelerador poco a poco y activa el freno de mano cuando llegamos a un lugar aislado.
  -Mi coche estaba bien hoy, miraré que pasó.-revisa el coche por todos lados y al poco vuelve a aparecer.-Me han cortado los frenos, por suerte estamos bien, sin accidentes.
  Sonrío, pero pronto mi sonrisa se desvanece.
  -¿Cómo volveremos a casa?
  Él ríe y marca algo en su móvil.
  -Servicio de grúa 24 horas, verás me han cortado los frenos, por suerte he podido parar el coche en un descampado cercano de la casa de los Scott, me llamo Auden Scott, hijo de Hardin. Gracias le espero.-cuelga y me mira.-Ya vienen una grúa y un taxi, podremos volver a casa.
  Cuando llegan, se llevan el coche de Auden y le decimos al taxi que primero vaya a casa de su hermana, y más tarde a la mía.
  Cuando llego a mi casa, el taxista no me deja pagar, según tengo entendido que Auden ya lo ha pagado, me bajo y subo corriendo a casa, pero mi papá me dice:
  -Tienes dos cartas hija. Qué solicitada jajajaja.
  -Papá... Jajajajajaja, era imposible no reírme contigo.
  Ahora sí, entro a mi habitación y leo la primera carta, la de la universidad.

  Señorita Davidson:
  El motivo de esta carta es para comunicarle que su habitación en el campus se admitió. Su compañero de cuarto será Auden Scott, habitación 214, 7° planta.
  Atentamente, la universidad de Nueva York.

  Empiezo a saltar en mi cama, loca de alegría, así que llamo a Auden.
  -Mi amor, compñros de cart tú y y...
  -Cielo, no es por ofenderte pero no te he entendido.
  -Vamos a ser compañeros de habitación en la universidad, estoy atacada.
  -Mi amor, ya lo sé, vi las listas hace unos días.
  -¿Qué? ¿Y por qué no me lo has contado?
  -Te recuerdo que hasta tan solo 3 horas no nos hablábamos.-unas lágrimas escapan de mis ojos y al final suelto un gran sollozo.-No, mi amor, no fue mi intención, no llores.
  -No pasa nada Auden. Oye tengo que colgar nos llamamos después.
  -Vale mi amor te amo no lo olvides.
  -Yo más.
  -No digas "yo más" por favor.
  -¿Qué?
  -Es que parece que me estás dando la razón.
  -Ah vale ya entiendo, pues mi amor, te amo, lo nuestro será infinito, por los restos de los restos.
  -Te amo mucho.
  -Te amo mucho mucho.
  Después de unas palabras más, colgamos a la vez.
  Abro la segunda carta y me quedo helada al ver quién es el autor.
  Justin Walker.
Pues lo que estaba diciendo, todo esto que ha ocurrido era un plan muy calculado, y merezco un Óscar a la más zorra de todas. El momento del parque en el cual llega Justin jurando venganza fue para ver la fuerza de voluntad de Auden de tener una relación conmigo, y he de reconocer que flipé cuando no siquiera tembló. Yo no quiero matarlo ni mucho menos, por lo que la escena del coche y los frenos no me la esperaba para nada, aunque cuando Justin me dijo que era para una venganza más suculenta lo entendí. Con lo de la habitación, tengo que reconocer que si me hizo ilusión, pensé que podría acabar pronto con el plan de pacotilla, incluso pensé en dejar a Justin y perdonar de verdad a Auden, pero luego comprendí que eso es lo que él quiere, confundirme de tal manera que me engatuse y se me olvide su traición. Al recordar todo lo pasado, el corazón me dolía bastante, pues de esta manera se me pasó este sentimiento de perdón. Y si es cierto que me quedé helada al ver la carta de Justin, porque pensé que podría ser algo malo.
-¿Qué pasa mi amor?
-Nada, déjame.-me tumbo en mi cama y me pongo como un ovillo de lana.
-Algo te pasa.
-Pues sí.-me giro.-Me ha tocado hacer el trabajo más significativo del curso con Justin, si no lo hago me suspenden, si los hago tengo que hacerlo con él y para colmo...
-¿Qué?
-Me quiere recuperar, y yo quiero estar contigo. Se ha obsesionado conmigo, y yo no quiero estar con él, lo odio.
-Antes lo querías.
-¿Qué me estás diciendo?
-Nada Mery. Nada.
-Sí, algo has dicho.
-Es que resulta que antes lo querías y estábais juntos, y ahora lo odias.
-Por esto no te lo quería contar.
-¿Por esto el qué?
-¡No quería que discutiéramos, no quería esto, no lo quería, quiero estar tranquila contigo porque te amo!
-¡Yo también te amo joder pero es que está situación me cabrea! ¡A la mierda!-sale de la habitación.
-¿¡Dónde vas!?-digo.
-¡A solucionar nuestros problemas!-sale de la habitación.
Lo del trabajo es cierto, era muy importante. Lloraba de verdad porque Justin no lo quería hacer y me veía desesperada, pensé que iba a suspender. Le mande un rápido mensaje a Justin en ese momento diciéndole que lloraba porque no quería hacer el trabajo con él y que Auden iba hacia allí, yo misma me sorprendí de mi velocidad al escribirlo.
Regresa a la habitación y me ve dando vueltas con una foto en la mano.
-¿ Y esa foto?
   Se la tiendo y es una foto nuestra de hace unos pocos años. Estábamos bailando en una fiesta, en la de un amigo creo pero no estoy muy segura la verdad.
  -Auden. Estoy lista.
  -¿Estás lista?
  -Sí.
  Se acerca a mí muy despacio y me besa lentamente, pero ambos queríamos más velocidad.
No es un misterio para nadie que en ese momento no era virgen pero reconozco que sentí mucho al follarme a Auden, y este momento no tendría que haber pasado nunca, no estaba en nuestro plan, pero creo que tenía ganas de hacerlo.
¿Os acordáis de la carta que me mandó Justin, cuando me hice novia de Auden? A día de hoy no la abrí todavía, pero me estoy planteando abrirla para ver que quiere decir. De modo que antes de ir a casa de Auden, cojo la carta donde la tenía escondida.
Examino el sobre, hasta que empiezo a despegar la solapa. Cojo la carta, la desdoblo y la leo.

Querida Mery:
Soy Justin. Sé que me odias, sé que no tienes las ganas de leer esta carta, ni siquiera sé si algún día la abrirás. Sí has recibido esta carta es porque has cortado conmigo. Pero que sepas que tú eres mía. Tarde o temprano todo llega, todo llega.
Sin decir nada más, me despido. Así, que adiós Mery.

Tengo miedo, sé que Justin querrá hacer algo en contra de Auden. No sé qué hacer al respecto, de modo que cojo el coche y voy a casa de mis suegros. Auden me abre la puerta y me lanzo a sus labios.
Sus padres estaban en la cocina, de modo que le doy la carta y la lee atentamente.
-¿Cuándo te ha llegado esto?
-El día que empezamos a salir, pero la he abierto hoy cuando estaba recogiendo el cuarto.
-Joder. ¿Qué haremos?-me pregunta.
-No lo sé.-digo sinceramente.
-La comida está lista. ¿Donde está tu hermana?-dice Tessa.
-Está al caer mamá.-ella asiente y va hacia la cocina.-Bueno vamos a olvidarnos de esto por el momento y disfrutemos de la comida.
Minutos después entra Emery y Harry cogidos de la mano, lo que nos hace ver que ahora son pareja. Nos llega a todos los de la mesa un mensaje.
Es un audio de un número que no conozco, pero aún así me han metido en ese grupo, junto con todos los integrantes de la mesa y algunos números más que tampoco conozco.
-Puesto que parece que todos hemos recibido este audio, lo pongo yo misma.-dice Emery.
Lo conecta. Al principio hay un pequeño silencio, pero empieza a sonar una voz [...] El sonido cesa, indicando que el audio ha acabado.
  -¿Que acaba de pasar?-dice Hardin.
  -No lo sé.-respondo sinceramente.
  Terminamos de comer la deliciosa comida que han preparado Hardin y Tessa, y Emery dice:
  -Creo que ya sé lo que ha pasado. Tenemos que ir a casa de Melissa, ahora mismo.
  Nos montamos en los coches, y seguimos el coche donde va Emery. Llegamos a una casa bonita y grande. Emery sale como un cohete y toca a la puerta. Se ve a una chica de la edad de Emery, llorando a moco tendido. Me bajo del coche y mis sospechas y las de Emery se confirmaron. Mila se ha suicidado.
La carta escrita por Justin era invención mía, es decir, la escribió él con su letra pero yo le dije lo que debía poner. En cierta manera si tenía miedo de lo que le pudiera pasar a Auden por las repercusiones legales que todo esto conlleva. El suicidio de Mila no nos lo esperábamos, de modo que nos puso a todos bastante mal aunque no la conociera tanto, cuando se lo dije a Justin se quedó rayado y mal porque él sí la conocía.
-No sabía que fueses novio de Mila.-dije cuando Justin estaba saliendo por la puerta.
Todos estaban distraídos haciendo café, de modo que aproveché la ocasión para dejar clara mi duda.
-Yo no sabía que saldrías con Auden, estamos a mano.-dijo Justin.
Me dio pánico oír esas palabras en los labios de la persona que amo, pero más tarde me pidió perdón, diciéndome que ya sabe que le estoy ayudando con su plan. Con nuestro plan, recalqué yo.
  ¿Justin se cree que yo soy tonta? Me ha querido drogar para hacerme algo, lo que no sé es con qué motivo. Seguro que os preguntaréis qué ha pasado ahí dentro.
  Cuando iba a coger la lata de Coca Cola, él sacaba una bolsita de droga, cree que no la he visto, pero si lo he hecho. Pensé que algo iba mal, de modo que cogí otro vaso de agua, y lo puse tras mi espalda. Le tendí la lata y cuando la estaba abriendo no me miraba, de modo que rápidamente puse el vaso con la droga al fregadero mientras que ponía el otro vaso cerca mía para beber. Justin no se da cuenta de mis movimientos. Antes de beber de su lata, me mira y después bebe, así que yo hago lo mismo. Nos dirigimos al salón y comenzamos a hacer el trabajo. Él me dictaba y me decía algún dato curioso y yo lo copiaba en el portátil. Durante el trabajo me hacía la mareada. Al terminarlo, me hice la desmayada. Digamos que me tienen que dar un Goya a la mejor interpretación, pues se lo creyó. Me posó en sus brazos y me llevó a la cama. Me posó sobre ella cuidadosamente, para más tarde montar la estructura para poner una cámara. Mientras lo hacía, lo observaba cuidadosamente, pero cuando le dio al botón REC me volví a hacer la dormida. Se acerca a mí y me besa. Mi plan inicial era resistirme, pero decidí cambiarlo. Le seguí el beso. Sí, sé lo seguí. Le empecé a quitar la sudadera, y después me quité la mía. Justin me coge posesivamente de las caderas, de modo que le doy un rodillazo justo allá abajo, cojo mi sudadera y me la pongo. Acto seguido, me acerco a la cámara y la rompo. Por último salgo corriendo de allí y llamo a Austin.
  -Austin, no sé qué ha querido hacerme Justin. Pero ya he salido de allí, ¿dónde estás?
  -En la cafetería de la esquina, estoy con...
  La llamada se corta de repente, me quedo extrañada, pero decido ir a la cafetería de la esquina. Cuando llego allí, sale a la vez una persona con una capucha negra. En el fondo estaba Austin, pálido peor con una sonrisa. Decidí no hacer preguntas, no por ahora.
  -Mi amor te eche de menos.-dice con una extraña sonrisa.
  -Yo igual mi amor.-digo seria.
Este momento del plan fue muy divertido. Se pensaba Justin que Auden nos vigilaría y por eso quería hacer como que me quería drogar, en realidad ese polvo blanco era azúcar y pues fue bastante divertido de dramatizar. Casi se me va de las manos y me follo a Justin pero recuperé la compostura y seguí el plan.
-¿Me estás escuchando?-digo.
-Sí.-miente.
Ella rueda los ojos, se levanta de la silla, paga su café y sale por la puerta de modo que me levanto furioso y voy a su encuentro.
-¿Qué pasa?-me dice.
Volteo a su encuentro con los ojos llenos de lágrimas falsas.
-Estoy en uno de los momentos más importantes de mi vida y tú... a tí parece no importarte nada.-digo sorbiendo por la nariz.
  -Lo siento Mery, me importa más de lo que crees, yo te amo y lo sabes perfectamente así que te pido que no digas que no he comprendo o que no me importa porque sí, eres sencillamente lo mejor que ha pasado en mi puta vida y no podría vivir sin tí.
  »No puedo pensar en una vida sin tí pues sencillamente de una manera u otra estamos juntos desde los 11 años, así que eres mi novia y mi mejor amiga, no te puedo perder porque no sabría que sería de mi, y ya está.-acaba el discurso sin respiración.
  Le miro con ojos llorosos y me acerco a él. He de reconocer que su discurso me llevó al corazón y sentí algo muy fuerte. Cuando nos íbamos a besar, me extraña que solo me rozara y luego se separara. Después escucho un disparo pero no sé exactamente de donde proviene.
  El resto de acontecimientos pasaron muy rápido. Me toco el estómago, donde sangro. Me separo la mano, la cual está llena de sangre, después le miro y pierdo el sentido.
Abro los ojos levemente, los vuelvo a cerrar y vuelvo a abrirlos. Abro los ojos como platos hacia arriba, los vuelvo a cerrar y a abrir pero de repente mis ojos se cristalizan. Me dan la mano la aparto.
  -¿Quien es?-pregunto.
  -Mery, soy Auden. ¿Qué te pasa?
  -No... no veo nada, veo en negro.-empiezo a llorar lo más fuerte que puedo.
Ahí pensé que sería mi fin, que ahí ya todo acabaría.
  -Tienes que descansar mi amor.-me dice.
-No estoy cansada.-digo algo molesta, pues que esté ciega no quiere decir que tenga que descansar todo el día.
  -Lo sé, bueno al menos hablemos un rato. ¿De qué quieres que hablemos?-dice.
  -De que por qué razón estabas tan rato en la cafetería.-digo franca con el ceño ligeramente fruncido.
-Me ha sorprendido con una cosa.-dice.
-¿Qué cosa?
-Antes de contártelo tengo que hacer que me prometas que nunca jamás de los jamases lo contarás hasta que todo esto se solucione.
-Te lo prometo.-le juro dándole las manos con la mirada en dirección a las sábanas de la cama.
  -Verás, antes de que me llamaras, vi a una chica que está compinchado con Justin, y me sorprendió quien era esa chica.
-¿Quién era?-le pregunto intrigada.
-Era...-es interrumpido.
-¿Mery?-dice alguien, y me entristece no saber quien es.
  -¿Quién eres?-digo.
  -Soy Emery, tu cuñada.
-Ah hola Emery.
  -¿Qué tal?
-Bien, aquí andamos, ¿y tú? ¿Y cómo está Harry?
-Yo estoy bien, y Harry también, ha superado por completo el cáncer y está un poco mosca todavía por la noticia pero nos alegra profundamente en el alma la noticia de que está bien. Hoy sin ir más lejos quería venir a verte pero tenía que trabajar y no ha podido.
-Me alegro, en cierto modo es lo mejor que me podían decir hoy, y te agradezco mucho que me des buenas noticias.
Emery se acerca a mí y me abraza muy fuerte. Hundo la cabeza en el hombro de mi cuñada y suelto un suspiro muy profundo.
-Bueno, y cuéntame cómo te ha ido con el médico.
-Pues de la ceguera me van a operar porque por si sola no va a volver, pero no tengo ninguna lesión muy grave, pues estoy bien, digámoslo así.
  -Pues me alegro de que no tengas lesiones graves.-dice Emery-He hablado con el policía que ha peinado la zona donde ha pasado esto. Dice que el sujeto estaba a una distancia de 8 metros vuestra aproximadamente, lo que no sé explica es que Auden haría de muro para que no te diera pero sin embargo te dio. En fin, siguen investigando la zona y los alrededores.
  -¿No se sabe si es chico o chica quien disparó?
  -No hay pruebas concluyentes para saber eso, pero dicen que comprobarán si hay huellas o algún fallo, aunque dicen que el sujeto es una persona sin escrúpulos dispuesto o dispuesta a volver a atacar.
  -Vamos, que perfectamente estoy en peligro.-digo asustada.
  -Mi amor, no te preocupes, estaré siempre a tu lado intentando protegerte.
  -¿Y si viene al hospital? ¿Y si mata a mis seres queridos? ¿Y si hace que no me operen?
  Unos segundos después noto una aguja intentando inyectarme el brazo y lo consiguió.
  Aquí es cierto que tenía mucho miedo, en ese momento no recordé que Justin es el que iba ya a matar a Auden. Seguro que aún estáis en duda con la persona implicada en todo esto quitándonos a Justin y a mí. Pues es... ¡BRIANNA! Sí, ella misma, hace sus gestiones muy bien desde su paradero.
-No me voy a andar con rodeos, podemos operarte hoy mismo Mery.
Me levanté ilusionada de la cama, pero el doctor me frena.
-La operación tiene sus riesgos y debemos explicártelos con cuidado. Vayamos a mi despacho y te lo explico. Veamos, os voy a explicar todo con detalle. El "ojo biónico" o "implante de retina" proporciona la estimulación eléctrica de la retina para aumentar la percepción visual en personas ciegas. El implante consta de una parte interna, que es la pedicular e intraocular, y una externa que se basa en unas gafas que tienen una pequeña cámara en su parte frontal con la que pueden seguir las imágenes que se aparecen ante usted.
»Las gafas, que llevarás quince días después de la operación, capturará las imágenes y las enviará a un pequeño ordenador del tamaño de un teléfono móvil, donde se procesan y transforman en instrucciones, y se transmiten de forma inalámbrica a la antena del implante de retina. Los impulsos que recibirás estimulan las células sanas que quedan en la retina y transmiten la información al cerebro a través del nervio óptico para crear la percepción de patrones de luz, que los pacientes aprenden a interpretar.
»La visión que recuperarías es en blanco y negro y por medio de contrastes, puedes distinguir elementos como una puerta, una persona delante o un bulto, pero no detalles finos como reconocer a alguien por sus facciones, tienes que volver a aprender a ver de esta forma; hay que educarlo para esa nueva visión.
-¿No hay otra solución?-digo.-Es decir, quiero ver cómo antes, con colores y perfecto.
-Bueno, hay otra solución.
-La que sea.-digo rogando una nueva solución.
  -Intentaremos una operación de retina. Veamos, los desprendimientos de retina graves requieren de una cirugía más avanzada. Los siguientes procedimientos se llevan a cabo en un hospital o en un centro quirúrgico ambulatorio:
  »El método de indentación escleral dobla la pared del ojo hacia adentro, de tal forma que se encuentra con el orificio en la retina. Este procedimiento se puede hacer usando anestesia mientras usted está despierto (anestesia local) o cuando usted está dormido y sin dolor (anestesia general).
  »El procedimiento de vitrectomía utiliza dispositivos muy pequeños dentro del ojo para liberar tensión sobre la retina. Esto permite que la retina vuelva a su posición apropiada. La mayoría de las vitrectomías se hacen con anestesia mientras usted está despierto.
  -Prefiero estar dormida mientras me hacen la intervención.-digo triste.
  -Perfecto, anestesia general.
  -¿Hay riesgos?-dice Auden.
  -Todas las operaciones conllevan sus riesgos.-dijo.-Os voy a explicar algunos por encima: sangrado, desprendimiento que no queda completamente fijo, que puede requerir cirugías adicionales, incremento en la presión ocular, infección, reacciones a los medicamentos y problemas respiratorios.
  -¿Después de la operación que se haría?
  -Las probabilidades de una reparación efectiva de la retina dependen de la cantidad de orificios, de su tamaño y de si hay o no tejido cicatricial en la zona.
  »En la mayoría de los casos, los procedimientos NO requieren una hospitalización de un día para otro. Es posible que necesite reducir la actividad física por algún tiempo.
  »Si la retina se repara mediante el procedimiento de la burbuja de gas, usted tiene que mantener su cabeza hacia abajo o volteada hacia un lado durante varios días o semanas. Es importante mantener esta posición para que la burbuja de gas empuje la retina hasta su lugar.
  »Las personas con una burbuja de gas en el ojo no pueden volar ni subir a grandes alturas hasta que la burbuja de gas se disuelve. Esto casi siempre sucede en algunas semanas.
  -¿Con esta operación recuperaré la vista por completo?
  -Hasta que no se te quiten las vendas no podemos saberlo. ¿Entonces, intentamos esta operación?
  -Sí, ¿cuándo me operarán?-dijo Mery apretándome la mano muy fuerte.
  -Pues mañana a primera hora, hoy podríamos pero tienes que estar descansada.
  -Perfecto.-digo.
Tenía mucho miedo con la operación pero lo que fuera por curarme, y acabar de una vez por todas todo lo ideado. Durante mi estancia en el hospital, fue cuando Justin me pidió matrimonio y dije que si.
-¿Como estás?-me pregunta poco después de que despertase de aquella operación.
-Mal Auden, pero no es culpa tuya, cambiemos de tema.-le digo con un tono muy borde.
-No, no voy a cambiar de tema. ¿Qué pasa?-le digo con el mismo tono borde.
  -Auden, ¿qué piensas que me pasa? Estoy ciega, al menos hasta que me quiten estas mierdas que llevo por vendas y me digan si estoy lista para volver al mundo o no.
  -Ya estás en el mundo. Solo notas que como no ves, ya no admiras la vida ni el mundo, y permíteme decirte que no eres la única que estás en esta situación. No lo eres, pero te comportas como tal.
  -¿Eso piensas?-suspiro pesadamente.-Vete, Auden, de verdad quiero que te vayas de mi vida.
  -Me estás dejando.-admite para sí.
  -No es que te esté dejando, es que parece que me estás echando la culpa de que algún psicópata me disparara.
-No te estoy echando la culpa de eso, pero te niegas a hablar las cosas conmigo y eso me da la sensación de que no me tienes confianza, o que me estás culpando del balazo, ¿piensas que es culpa mía eso?
  -Mejor no te contesto a eso último Auden.
  -O sea que si, que lo piensas.-ríe amargamente.
  -No lo pienso, Auden pero...-me quedo sin palabras.
  -Necesito un tiempo separados Mery, te amo y eso pero no puedo más. Tú solo miras por ti misma por esto que te ha pasado y créeme que tienes motivos para enfadarte pero también tienes que tener en cuenta que estoy desaprovechando mi vida, mis estudios y todo porque te amo y quiero estar contigo, pero claro como sólo miras por ti no piensas en el daño que le estás haciendo a los demás. Tú sabes lo unido que he estado siempre a mis padres, y desde tu estadía en el hospital me he separado abruptamente de ellos.
  »Emery ya me avisó de que no podía desaprovechar la oportunidad que tenía para ir a la universidad y graduarme en lo que quisiera, no le quise hacer caso pero tiene mucha razón, y espero que entiendas que no es por ti sino por los dos, para que esta relación tan herida pueda arreglarse con el tiempo. Sabes que te amo, con todas mis fuerzas, pero yo ya no tengo más amor que darte, lo siento Mery, gracias por todo y espero que pronto podamos volver a juntarnos.
  -Gracias por todo Auden, te amo yo también y no me gustaría eso de darnos un tiempo pero pienso que tienes razón.
  Entra el doctor por la puerta y nos avisa que va a proceder a la retirada de las vendas, cuando ya por fin las tengo retiradas y me quita una especie de vendas cuadradas que tengo alrededor de los ojos, los abro, y en seguida unas lágrimas se derraman por mis mejillas.
  -Auden, ya veo, veo bien, veo excelente.-dije llorando y mirándolo con una sonrisa en los labios.
  -Me alegro mucho Emery. Creo que lo mejor es que me vaya, voy a llamar a tus padres para que vengan. Hace dos dias que no vienen y tienen que estar desesperados. Adiós Mery, mucha suerte y ya hablaremos.
  -Adios Auden, te quiero.
  -Yo más.-me dico y sale por la puerta.
Estamos llegando ya a la última parte del plan, y pronto degustaré mi querida delicia.