Capítulo 27: Amenazas desde todos lados

Luego de digerir todas esas cerezas y despedirme de Alyssa con un cálido abrazo y bastantes cerezas extra en mi inventario, volví a casa con una sonrisa fija en mi cara. Aproveché y por fin busqué esas ovejas que quería. Eran cinco, y me las llevé a un nuevo cerco que tuve que hacer al otro lado de mi casa. Esta vez por suerte no habían gallinas picoteándome los cultivos. Las hice procrear a todas y ahí las dejé.

Obviamente los chicos se enteraron de que le regalé un árbol a Alyssa. En un momento que salí a revisar mis cultivos y mis animales de hecho vi a Alves y Axel hablando con ella sobre el árbol y seguramente sobre sus cerezas. Yo guarde las mías adentro de un barril. Y al cerco le añadí un techo y un par de fardos de heno para que el burrito y las ovejas comieran, sobre todo después de reproducirlas.

Al cabo de una hora tocaron a mi puerta. Era Austin.

-Ah hola. ¿Qué tal? -Lo saludé.

-Bien, bien. Gracias. Oye, ahora vamos a salir a explorar. Y es mejor si estamos todos juntos como la otra vez, aunque dejemos las casas abandonadas las cosas se pueden volver a conseguir. Así que ¿te sumás? -Preguntó apoyando un pico que traía en su mano sobre su hombro.

-Ah dale, voy.

-Bien, busca tu equipo. Te esperamos afuera. 

Me asomé y Alves, Ryan y Alyssa ya estaban afuera, equipados. Enseguida corrí a por mi equipo. Mis espadas, mi ballesta, mi armadura completa, comida, antorchas, y bloques de madera y piedra por cualquier eventualidad. Lástima no poder cargar las espadas y la ballesta en la espalda a la vez, se estaba haciendo necesario tener una funda para mis espadas, o alguna cinta con un gancho para colgarme la ballesta al hombro. Lo resolvería después de explorar.

Una vez nos reunimos todos cruzamos el río y nos dirigimos al este donde habían unas grandes montañas con puntas nevadas que quizá guardaran algo interesante detrás. Pensamos en cruzar como en Minecraft, escalando. Pero como Axel casi se nos ahoga en nieve en polvo y no teníamos botas de cuero mejor dimos un rodeo, recorriendo la pradera que conectaba las montañas con el bosque oscuro que rodeaba buena parte de nuestro refugio. Cada tanto alguno mencionaba como recordaban haber venido por el oeste, y no habían cruzado nunca estas montañas.

Yo caminaba al frente, justo detrás de Ryan. Empecé a oír unos ruidos como de roca rompiéndose que me pusieron alerta. Alves se dio cuenta también y nos dijo que tengamos cuidado. Al rodear la montaña y subir un poco notamos que creaba una forma como de curva donde se protegía lo que era...

Un castillo. 

Habían ahuecado una parte de la montaña y usado parte de un foso natural para construir una fortaleza oculta para la mayoría, a menos que vinieras por los montes que habían del otro lado de la montaña. De hecho había otra montaña junto a la que ocultaba el castillo, que formaban como una especie de entrada natural gigante. Me recordaban a las puertas de Mordor. La fortaleza no era tan enorme como las montañas que lo protegían pero sí era impresionante. Tenía un gran portón hecho con vallas y dos torres paralelas junto a la entrada, una de ellas aún sin terminar. También habían 2 estandartes enormes con largas tiras negras, rojas y amarillas con un símbolo negro y blanco en el centro, ambos colgados de las almenas de la muralla. Todos observamos aquella construcción de roca asombrados.

-¿Cuánto tiempo lleva esto aquí?- Pregunté al aire.

-Ni idea. -Respondió Austin sin dejar de mirar el castillo.

Habían un par de caballeros cerca de la entrada con sus caballos con armadura con oro cerca, que nos daban la espalda mientras conversaban. Estaban bastante lejos, el castillo estaba bien metido en la montaña, pero igual se veía que tenían armaduras y armas de hierro. De hecho Evelin nos mostró que se había hecho un catalejo ya que la vez que minamos consiguió cobre, y nos confirmó que eran dos personas. Y vio una tercera en las almenas que desgraciadamente también nos vio y empezó a hacer sonar una campana y gritar algo que ninguno de nosotros entendió, pero nos señalaba. Los caballeros voltearon y de inmediato subieron a sus caballos a la vez que el portón de la entrada se abría.

-¡Rápido, mantengámonos juntos!- Dije desenfundando mi espada mientras veía el portón de vallas abrirse.

-¿¿Estás loco?? ¡Tenemos que huir! Corran, corran, corran ¡ahora! -Gritó Ryan siendo el primero en huir.

-¡No somos mas rápidos que un caballo! -Dije sin dejar de ver como se acercaban los jinetes, pero al ver que todos huían no discutí más y comencé a correr dejando mi espada en mi espalda.

Los alcancé enseguida y empecé a rebasar a un par. Aún con armadura podía correr mas rápido que los demás. El bosque techado estaba muy cerca y si nos internábamos los caballos no nos podrían seguir fácilmente pero vi como Evelin apenas nos podía seguir el paso agarrada de la mano de Axel. Me preocupaba que quedaran atrás. Saqué mi ballesta de mi inventario y lancé un flechazo por sobre nuestras cabezas para distraer a los jinetes. Luego la cambié por bloques de piedra que había traido. Me fui al final de la fila e hice un pequeño muro de dos bloques de altura, justo frente al bosque, pero no fue suficiente. Un jinete pasó por encima del muro con un salto y alcanzó a los demás, interponiéndose entre nosotros y el bosque. El otro dio un rodeo para acercarse y rápidamente Alyssa y Alves lo atacaron. El primer jinete amenazaba a Austin y este tuvo que usar un escudo para que una alabarda no lo partiera a la mitad. Viendo la pared que hice tuve una idea y me trepé para atacar por sorpresa al jinete con alabarda. Me tiré contra él y lo tiré del caballo. Forcejee con él hasta que le saqué el casco y le encajé un golpe con el escudo que lo noqueó. 

Enseguida me levanté y asusté a su caballo golpeándolo en la parte detrás de su armadura con mi espada usándolo como ariete contra el otro jinete causando que se choquen y que su caballo lo atrapara contra el suelo. Me alegré de que mi idea funcionó y les grité a todos que huyeran ahora que podíamos. Pero el jinete atrapado tuvo tiempo de sacar una ballesta encantada y disparar a la pierna de Ryan, que con todo y armadura de hierro la flecha atravesó su pierna y lo hizo caer gritando de dolor. Volteé y vi como intentaba recargar por lo que corrí hacia él, pisé su ballesta y le pateé con tanta fuerza la cara que creo que le metí la nariz dentro del cráneo. Me forcé a no mirar para no empeorar mis traumas aunque sí escuché algo como un hueso rompiéndose, y ayudé a Ryan a levantarse pasando su brazo sobre mis hombros. Oía más jinetes acercándose a lo lejos y nos apuré todo lo que pude hasta que se acercó Alyssa y lo cargó en su espalda.

-¿¿Sangra?? -Me preguntó ella mientras lo subía en su espalda.

-Sí. -Miré su herida. -La flecha atravesó la armadura. -Dije preocupado.

-Mierda. Bien, tranqui. Yo lo llevo. ¡Cubre mi espalda! -Me ordenó antes de levantarse y volver a correr.

-¡Sí! -Eché un ultimo vistazo hacia el pequeño muro que había hecho antes de internarme en el bosque con el resto.

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