Rusia
Las hermanas soviéticas desayunaban con tranquilidad en la casa de su hermano hasta que vieron bajar con aura depresiva a a hija del presidente (t/n) ruso.
–(t/n)¿Te encuentras bien? –la voz de la Ucrania hizo que la chica levantara levemente la cabeza para después desplomarse sobre la silla.
Natasha se moría de ganas de molestarla quitándole la silla, pero la chica no parecía estar para bromas.
–Si Ucrania estoy bien...
–Deja de hacerte la interesante (t/n) y dinos de una vez que te pasa.
–Esta bien... Me gusta alguien... Pero esa persona solo me ve como a una niña, es más creo que me considera su propia hija.
La hermanas se miraron comprendiendo al instante a quien se refería la menor.
Era más que obvio que estaba enamorada de su hermano, desde muy pequeña la joven siempre se pegó a la representación del país ruso en la ausencia de su padre.
–¿Estas segura de que la persona que te gusta te ve de esa manera (t/n)?
–Mas que segura Belarús... Al parecer le gusta su nueva secretaria y no me extraña... Buen cuerpo, lista y habilidosa.
Comparada conmigo ella es una verdadera mujer adulta y yo solo una adolescente hormonada... –tras decir esto (t/n) se metió una tostada en la boca, cogió un zumo y se retiró de la sala con un aura deprimente a su alrededor.
–¿Belarús?
–Si, hermana.
–¿Tu a quien prefieres a (t/n) o a la chica rubia?
–Por preferir te refieres a...
–Si.
–(t/n), sin duda. Si he de entregárselo a alguien, la única será ella
Tras comerse la tostada y beber se el zumo, la joven se acurrucó en su cama hasta quedarse dormida. Antes solía ir a buscar al ruso pero desde la llegada de su nueva secretaria Anastasia apenas había podido hablarle o simplemente salir a algún lado con él. Poco a poco se había sentido excluida por ambos y se había ido apartando, llegando incluso a evitarle cuando podía.
Mientras las hermanas soviéticas debatían abiertamente sobre aquél pequeño dilema sin darse cuenta de la llegada de Iván.
–¿Debemos ayudar a (t/n) a confesar sus sentimientos?
–No Yekaterina, si le ama debe hacerlo sola y dejar de estar deprimida por todo...
–Pero Bela...
El ruso se quedó helado al oír aquellas palabras «confesar» «(t/n)», entro en la sala sin importarle ya nada. (t/n) se había estado comportando raro los últimos días, se había alejado de él hasta tal punto que en muchas ocasiones se sentía completamente solo y más cuando intentaba salir con ella y solo recibía excusas de su parte...
–Yeka, Belarús... (t/n) ha estado rara últimamente, ¿es porque está enamorada de alguien?
La simple idea de que su pequeña y dulce (t/n) estuviera en brazos de alguien más le desagradaba, ella siempre había estado hay para el y si la causa de su «separación repentina» era un chico... El sujeto no tendría suficiente tierra por la que huir.
–Sí
–¡¡Natasha!!
–¿Que? ¿Acaso no podía decirlo? –la ucraniana suspiro resignada.
–¿Acaso ella os ha dicho que no me lo contéis? –alrededor del ruso se formó un aura morada que denotaba su creciente enfado.
–¡No!
–Si.
–¡Natasha! –el ruso se retiró de la sala con una sonrisa que aterraría a cualquiera dispuesto a sacarle la verdad a la joven...
–Natasha, Rusia-chan se veía muy molesto...
La ucraniana se levanto preocupada por su hermano e intento seguirlo pero la bielorrusa la sujeto del brazo.
–Dijiste que debíamos ayudarles ¿no? Pues le he dado una clara ocasión para hablar...
–Si tu lo dices Bela-chan... –la ucraniana temía por ambos, conocía bien a su hermano... Lo suficiente para saber que si (t/n) le soltaba algún comentario hiriente,el ruso se lo tomaría realmente mal...
El ruso subió hasta la habitación de (t/n) y entro sin llamar dispuesto a sonsacarle la información que tanto le intrigaba.
Se acercó a un pequeño bulto en la gran cama y encontró a la joven hecha un ovillo con pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos. Al ver el estado de la chica le invadió la rabia, algún idiota se había atrevido a hacerla llorar y lo pagaría con su vida.
Ivan le acarició el rostro y apartó las pequeñas lágrimas de sus mejillas, se acostó a un lado y la envolvió en sus brazos, el olor a menta de su cabello lo embriagaba y conseguía tranquilizarlo.
La abrazo con más fuerza pegándola más a su cuerpo, había echado de menos su calidez, el leve escalofrío que sentía cada vez que ella le abrazaba o le deba un simple beso en la mejilla.
Conseguiría de cualquier modo que su pequeño girasol recuperará aquella deslumbrante sonrisa que tanto le gustaba... Con ese único pensamiento rondando por su cabeza cayó en los brazos de Morfeo.
Tras una larga siesta (t/n) intento levantarse sintiendo como unos cálidos brazos la envolvían, levantó la cabeza y se encontró directamente con el rostro de ruso que yacía dormido a su lado... En seguida su rostro se puso completamente rojo por la cercanía, no sabía cómo había acabado en esa situación pero no le disgustaba...
Respiro hondo y estiro la mano para acariciar sus cabellos rubios casi plateados, su cabello era tan suave como lo recordaba. De pequeña solí hacerle coletitas y peinado ñoños a los que el ruso nunca se negó, siempre la complacía en cualquier capricho incluso más que su propio padre...
–(t/n). –la voz del ruso sonó fría y firme, provocando que la joven retirara las manos de su cabello.
–Yo...Perdón yo solo... –Iván no respondió se acurrucó en el pecho de la chica y entrelazó sus piernas con las suyas.
–Quiero saber una cosa... Y quiero la verdad. ¿Da~?
La cercanía del ruso estaba provocando una explosión de emociones dentro de la joven que estaba a punto de sufrir un colapso por el nerviosismo.
–¿Porque te has apartado de mi? ¿Acaso prefieres pasar el rato con el chico que te gusta antes que conmigo?
Esas preguntas le habían enfadado un poco, ella se había alejado porque Ivan apenas tenía tiempo para ella...
–Siempre estás ocupado y al parecer no necesitas mi ayuda para nada...
–Niet, te necesito a mi lado tú eres muy...
–Ivan ahora tienes a alguien que está contigo en todo momento y que puede ayudarte en todo tu trabajo...
–¿Que estás insinuando (t/n)?
(T/n) intento separarse del agarre del ruso, consiguiendo que este sujetará sus brazos con una mano y la inmovilizara debajo suya.
–Solo soy un estorbo para ti, además ahora estás muy bien acompañado...
–Nunca has sido un estorbo, siempre he apreciado tu compañía.
–Ahora mi compañía es lo que menos te importa... Suelta me ya Ivan debo irme. –aquella respuesta enfado al ruso.
–¿Irte? Jajaja ¿A verle, no es así? –sin mediar mas palabras agarro su rostro con su mano libre y le planto un beso en los labios, esperando una respuesta de ella que nunca llegó...
Se separó de su rostro apenado por aquel rechazo y quitó su agarre de sus brazos, nada más hacer esto recibió una bofetada en la mejilla izquierda que le giro la cara.
Ante el golpe llevó su mano a su mejilla y sorprendido por aquello se giro a verla. Sus ojos (c/a) estaban inundado en lágrimas y su cuerpo temblaba como una hoja.
Extendió la mano para acariciar su cabello pero al momento de rozarla apreté el puño y lo alejó de ella, no se merecía tocarla... Ya no.
Se levantó de la cama y se retiró de la habitación con un portazo.
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Holis, este One-shot fue escrito solo por Shiba16 así que darle las gracias y los halagos a ella, no a mi.
Y por si alguien pregunta... NO tiene continuación, somos malévolas y muy vagas por lo que queda así.
Ciaoooo~~~(*'▽'*)♪
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