El dolor de las contracciones, la despertó. A su pequeño ya le hacía por conocer el mundo, pero todavía faltaba. Un mes, solo un mes y ya podría tener al pequeño entre sus brazos. Estaba nerviosa, este era el primero y por lo que había estudiado, el más doloroso. Su esposo hace días trato de consolarla al avisarle que irían a Konoha a que se aliviara, que en su país natal había una doctora estupenda que haría que no sufriera tanto y estuvieran a salvo.

Estaba exageradamente emocionada. Ansiaba estar en Konoha. Su hogar natal, que por asares del destino olvido. Partirían en unos días. Sasuke decía que estaba cerca, tardarían a lo máximo cinco horas en llegar, cosa que le sorprendió. si estaba tan cerca, ¿porqué Sasuke no la había llevado antes? Además de que había leído que la Aldea del Sonido fue enemiga de la Hoja ¿Por qué estaban tan peligrosamente cerca? Claro que las rivalidades aun desconocidas por ella, entre la Hoja y el Sonido ya estaban resultas gracias a su marido.

Tocaron la puerta, pero de inmediato y sin permiso entro la pelirroja con cara de fastidio. Era tan bipolar y buena actriz que al principio había pensado que Karin la súper odiaba, pero en pocos días se dio cuenta que solo le era muy difícil expresar sus emociones, sobre todo hacia cierto albino, gracias a su orgullo.

-Acuéstate, es hora de tu revisión - Ordeno.

-Sabe, usted es una doctora muuuuuuy amable. Le deseo lo mejor del mundo - Dijo sarcásticamente y sonreía mientras se recostaba - Púdrase - Susurro.

-¡Cállate! Tu carácter no es el adecuado para ser la primera dama del sonido.

-Ni el tuyo para ser mi doctora personal y perfectamente pagada.

Se miraron intensamente, sin mostrar que por dentro de morían de risa y felicidad al pelear por cosas sin sentido alguno como en ese momento.

Sintió el frio del gel expandirse por su vientre y luego el cálido calor del Chackra, se estremeció un poco ante el cambio de temperatura. Ella ya era una ninja medico buena, gracias a todo lo que había leído, hasta se atrevía a decir que era experta en ese tema, solo le faltaba más de práctica, no entendía porque Sasuke se empeñaba en que fuera atendida por Karin si ella misma podría hacerlo. Pero no quería comentárselo y comenzar una guerra con su marido a esas alturas del partido en la cual ya se empezaban a llevar bien. Aun recordaba la furia sin motivo cuando preguntaba algo sobre su pasado, comenzaban a hablar bien y después de unos minutos ya se encontraban gritando sin control. Después de múltiples y dolorosas riñas comprendió que no debía preguntar nada, aceptar las cosas, no pelear por cosas sencillas y con solución. Aun recordaba muy bien su última pelea, si no se equivocaba fue hace cuatro meses...

-Sasuke... ¿Cómo nos conocimos? - Desvió su atención del plato y la poso totalmente sobre su esposo.

Este se tenso y dejo sus cubiertos bruscamente sobre la mesa, la primera señal de que debió haber parado.

-En la escuela ninja de Konoha, tú eras mi compañera de clase y más tarde de mi equipo.

Torció la boca disgustada. Solo así. ¿Eso era todo? Vio la intensión de Sasuke de retirarse de la mesa. Pero rápidamente formulo otra pregunta, impidiéndoselo.

-mmm ¿Fue amor a primera vista?

-... El tuyo sí, yo tarde aproximadamente cinco años en darme cuenta.

Su pecho se oprimió por la indiferencia de este. Su frialdad le disgustaba.

-Jijiji, y ¿Tu familia? ¿Cómo está conformada? ¿Los conozco?

Su rostro se tenso y rápidamente se incorporo de su asiento.

-Todos en mi clan están muerto... solo tengo a mi hermano mayor...

Aventó la silla y salió disparado a su habitación. Si, a SU habitación de él. Curiosamente no compartían lecho.

Rápidamente lo siguió y antes de que cerrara la puerta, se escabullo. Se acerco hasta él y lo abrazo por la espalda, tratando de transmitirle todo su apoyo. Este la dejo solo unos minutos. Para después ordenarle que se fuera, antes de que sus sentimientos explotaran. Sakura se negó rotunamente. Eso solo lo exaspero y la alejo bruscamente de él.

-¿Qué te sucede, Sasuke? - Pregunto mientras reprimía las lágrimas traviesas que luchaban por salir.

-Nada. Vete.

-¡¡¿Por qué diablos eres tan callado?!! ¡¡Joder, no estás solo. Pensé que yo y mi bebe éramos tu familia!!

-Hmmp, ¿Familia? ¡¡Tú no sabes qué es eso!!

Abrió los ojos sorprendida y sin más, empezó a llorar.

-¡Si tengo familia! ¡Según tu están muertos, al igual que tú! ¡Escucha bien. Mi única familia es mi bebe! - Se toco el vientre - ¡¡TE ODIO SASUKE UCHIHA!!...te...te odio. - Finalizo no muy convencida.

Las lágrimas amenazaron por salir. Pero gracias a Karin, Sakura logro mantener la postura.

-Está perfecto, será...

-¡Np quiero saberlo aun! - Grito rápidamente, provocando que Karin saltara y por instinto de proteger sus tímpanos, tapara sus oídos.

-¡Ya, pero no grites! Están en perfecto estado los dos, loca. Esta listo para nacer. Será mejor viajar a Konoha en unas horas. Te aseguro que se adelantara. - Dijo. Su voz ocultaba la emoción de conocer al nuevo Uchiha, pero también resguardaba la lastima de que el pequeño y su amiga no estaban donde deberían estar. Pero estaba segura que la verdad pronto seria revelada y que todo tomaría el correcto orden en el que debía estar.

-Karin, déjanos a solas

Las dos giraron su vista hacia el azabache que había hecho acto de presencia sigilosamente en la habitación. Ninguna de las dos lo había percibido, por lo cual se asustaron.

Karin asintió y salió de la habitación, no sin antes despedirse de su amiga al enseñarle la lengua y un meneo de cabeza que daba suerte según ella.

-¿Todo va bien? - Pregunto sentando en la cama donde Sakura yacía acostaba. Esta hizo el ademan de pararse, pero él se lo impidió. Y recostó su cabeza en su vientre. Esta era la segunda ocasión que hacia eso, llenándola de dicha y alegría. Por siete meses no se acerco a ella de ninguna manera; no la tocaba, abrazaba, acariciaba, nada de nada. Pero ahora, juntó como en ese momento, inesperadamente la besaba. Movía sus labios suavemente sobre los suyos, mostrando absoluta y pura delicadeza, ternura y amor, y eso la enloquecía.

Había leído millones de novelas en esos meses. Algunas describían lo hermoso que era un beso con la persona que amas. Y al besar a su esposo, persona que se supone que amas, se sentía ir a las nubes. Aunque aun no entendía es opresión en su pecho que le pedía gritar, llorar y por instinto alejarse, aunque nunca le prestaba mucha atención ¿porque cada vez que lo besaba, su corazón se retorcía? No lo entendía. Pero dio por hecho que así se sentía besar a alguien y no se adentro más al tema.

Abrió los ojos y los labios sorprendida ante la inesperada mordida a sus labios y la introducción de la lengua de su marido a su boca. Un calorcillo se apodero de su cuerpo y su corazón paro, pero aun así correspondió tímidamente al caluroso beso. Su corazón cada vez se estremecía más hasta jurar que se había roto.

Sasuke lo noto, y poco a poco fue separándose de ella, haciendo que esta recuperara el aliento físico y emocional. Suspiro cansado. La estaba lastimando y de paso el también resultaba lastimado ante, no obvio pero, rechazo de parte de ella.

Le sonrió falsamente a su esposa antes de salir de la habitación y dirigirse a la oficina donde se resguardaba de su pecaminoso accionar. Solo sometiéndose a inaguantables horarios de trabajo lograba alejar el dolor y soledad que habían provocado sus acciones. Hasta ahora llevaba ocho días sin dormir y medio beber y comer. Pronto se reencontraría con todos. No ponía ni siquiera mirarlos a la cara, mucho menos a su hermano.

Llevaba días reflexionando y sería mejor que Tsunade fuera al Sonido. Ir a Konoha solo traería dolor a todos y a estas alturas era lo que menos deseaba.

Además de que el siempre le estaba vigilando y yendo a Konoha atraería su desconfianza, y la cuarta guerra no se haría esperar.

Suspiro agotado ¨Por Kami Sasuke ¿En que líos te has metido?¨

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¨Por medio de la presente, yo Sasuke Uchiha, Líder del sonido. Solicito su presencia en situación de invitada y doctora oficial, en el parto de mi querida esposa Sakura Haruno, ex alumna de usted. espero contar con su presencia.¨

Atte.: Uchiha Sasuke.¨

Aplasto el papel enojada. Ese mocoso prefería evadir la consecuencia de sus actos y los futuros problemas que esta podría causar.

Debía negarse a tal petición. Pero sabía que ese mocoso era orgulloso e idiota, lo que provocaría que buscara otra medica y ella no pudiera estar presente en el parto de Sakura, lo cual deseaba.

Pero aun así no lo dejaría escaparse de sus problemas, los llevaría a domicilio.

¨Aceptó¨

Escribió en un papel que sería mandado directamente a las manos del Uchiha.

-¡Shizune! - La chica entro a la habitación

-En una hora partiré al Sonido, te dejare a cargo de la Aldea.

-Pe-pero Tsunade-sama... - Trato de quejarse la muchacha.

-Nada de peros, confió en ti. Ahora manda a llamar a Itachi, Naruto y sus compañeros de generación

Titubeo un poco antes de salir. Y fue directamente a lo que se le había encomendado. Con ayuda de algunos cuantos Ambus, los localizo rápido.

-Chicos y chicas, os eh mandado a llamar para informarles que iremos al Sonido, por unas merecidas vacaciones. Además de recibir una hermosa noticia.

Todos empalidecieron ante lo últimas dos palabras, pero sobre todo por el tono dulce y maternal con el cual su Hokage las había pronunciado.

Sabían que nada bueno les esperaba a ninguno.

-Prepárense chicos, tienen solo una hora para alistarse. Iremos al Sonido...

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