Cap. 1 ¿Y los fondos?
—¿Qué ocurre, Ange?
La dueña del equipo, salió de su oficina al escuchar los llamados de su querida cocinera; despreocupadamente, bajó y entró al comedor. La mujer de mayor edad, tenía abierto el refrigerador y algo de dinero en sus manos.
—Chris, ¿Le has estado pagando a alguien?—aquella pregunta, hizo que ladiera su cabeza—
—claro que no, ¿Por qué lo dices?
—el dinero no alcanza—ante esas palabras, se acercó a ella—mira, apenas y alcanza para unos cuantos muchachos, todos merecen comer algo rico, nunca nos había pasado..¿Qué se hace en estos casos?
—que raro..se supone que teníamos suficiente para mantenerlos, en lo que llegan las próximas batallas, algo está mal..—observando, tanto el dinero, como el refrigerador—
—¿Preparo algo para todos, con esto?
—bueno...ya pensaré en algo, mientras, has lo que sabes hacer, ¿Si?—sonrió, no muy confiada, y regresó a su oficina—
No muy segura de la decisión, Ange, fue a comprar ingredientes con lo poco que tenía en sus manos. La dueña, checó su agenda para verificar que no había invertido en algún empleado extra, ya que, no había necesidad que hacerlo todavía. Precisamente, no había nadie a quien le haya pagado dinero de más, checó a cada uno de sus integrantes, para asegurarse de que era error del sistema o era ella; todo estaba en orden, nadie tenía ni de más y ni de menos.
—esto es raro..—cerrando su enorme libro de cuentas—¿Por qué no alcanza? Estoy segura, de que nos pagaron lo correcto la última vez
Después estar dos horas rompiéndose la cabeza, la cocinera había regresado del mandado e ingresó a la oficina de Chris, le mostró lo que había comprado con lo que tenía.
—haciendo cálculos de cantidades, o comen algunos, o todos, pero con cantidades iguales y limitadas..será dos veces menos de lo que normalmente comen—hablaba, de forma triste—¿Estás de acuerdo?
—pues..ellos tienen su dinero por si quieren llenarse, pueden ir a comprar, tú solo has tu trabajo Ange, no te preocupes, ellos entienden
Asintió, y salió. La pelirosa colocó sus dedos sobre el puente de su nariz, y suspiró pesadamente. Luego de pensar mucho, recordó que había más pagos pendientes, a lo que había un guardado extra para esos casos..o eso pensó.
—haciendo cuentas, será..—checó en su computadora—creo que es suficiente—fue a su cuenta, y abrió los ojos grandemente—¿Qué? No, yo tenía aquí lo necesario para pagar, ¿QUÉ PASÓ?
No gritó muy bajo, a lo que varios de sus integrantes, incluidos Valt y Rantaro, se dirigieron a la oficina de la chica.
—¿Qué pasa, Chris?—preguntó una integrante—
—eh..yo..—dudaba en decirles—bueno, es que..—quedaba corta de palabras, y suspiró—
—¿Qué sucede?—volvió a preguntar, Valt—
—nada, chicos, son asuntos míos, nada más—dijo, con una voz muy apagada—
Se fueron, demasiado intrigados por el comportamiento de la dueña. Chris, no sabía que hacer o que pensar al respecto, nunca le había pasado algo así en cuestión económica, siempre tenía para pagar, estaba entre la espada y la pared.
Era muy raro, ¿Qué pasaba? Fue de un día para el otro, literalmente, el estrés le ocasionó una leve baja de presión arterial, y se recortó en el mueble que tenía ahí mismo; no quería pedirles a sus bladers, era el dinero que ellos habían ganado con su esfuerzo en las batallas.
—la semana pasada estábamos bien, esto es tan repentino..—susurraba—seguramente nos arreglaremos la semana que viene, solo es cuestión que nos manden la invitación para participar en el torneo y si ganamos, nuevamente todo estará normal..si, seguramente..
La indicación de que ya estaba la comida, corrió por los pasillos. Todos se sentaron en la mesa del comedor, y Ange, con una expresión triste, sirvió pequeñas cantidades de comida a cada uno. Muchos, no entendieron porque era tan poco, pero, nadie se atrevía a decirle nada.
—¿Por qué tan poquito?—susurró el rubio con la paleta—
—no lo sé, que extraño, normalmente nos quiere engordar—comentó, Valt—
—tal vez no quiere que estemos empachados, recuerden que la próxima semana es el torneo nacional de equipos—decía, el peliverde—
—no le digamos nada, quizás está estresada, ¿No creen?—dijo una voz femenina, era la de Shasa Guten—
Se escucharon murmullos por el lugar, inclusive de parte de Kit, pero los suyos, eran de duda.
En el transcurso de los días, nada llegaba al buzón del equipo, ni siquiera en Digital que es donde normalmente llegan las invitaciones de los torneos; Kuroda, se comenzó a desesperar. Llamó al lugar donde serían las batallas, pero le dijeron que su equipo había cancelado desde hacía días, razón por la que no fueron invitados a presentarse.
No lo tomó muy bien, y exigió saber quién había hecho tal cosa, a lo que le negaron, puesto que la persona había dicho que fuera confidencial y que tenía pertenencia al equipo, colgó, después de dar las gracias. La joven de 22 años, inmediatamente mandó a llamar a todos sus bladers a la sala de juntas, y no dejó que ninguno de quedara fuera de ésta.
Todos llegaron y tomaron asiento.
—quiero saber una cosa y necesito que sean sinceros—habló muy seriamente—¿Quién ha estado fuera de BC Sol, estos últimos días?
—yo, pero fui a ver a mi mamá
—yo, pero solo iba a comprar cosas personales y regresaba lo más pronto posible
Cada quien decía sus propios argumentos, y nada convencía a la chica, examinar a cada uno de ellos, iba a ser demasiado agotador. Tomó una decisión, que posiblemente no estuvieran muchos de acuerdo.
—escuchen—llamó su atención—hay una falla en las cuentas, y no nos alcanza para pagar la luz de las instalaciones, ni el agua o el internet, tampoco de la comida..sé que sonará descabellado, pero..no sé si quieran dar una cooperación para recaudar fondos y poder pagar, sé que no van a querer muchos, pero-
Sin dudarlo, varios de ellos sacaron sus carteras y comenzaron a ponerle el dinero en su escritorio, aquello, llenó de sentimiento a la dueña, y se le humedecieron los ojos por ver la amabilidad de su equipo.
—gracias, chicos—secando sus ojos con un pañuelo—se los agradezco, de verdad
—no es nada, Chris, sabes que cuentas con nosotros—sonrió el niño maravilla—
Cada quien regresó a su cuarto, y ella hacía cuentas, estuvo feliz de que le alcanzara para lo básico y la comida, parecía que pronto estarían recuperándose completamente.
Lastima que, nada de eso iba a suceder.
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