XVI: ¡Qué no me lo esperaba!
Pese a dejar de insistir, la duda caló en mi mente cada vez más. «¿Qué pasó esa noche en realidad?», me pregunté cientos de veces. Si Feli decía la verdad, ¿por qué se volvió distante? Desde esa tarde en que hablamos, me forcé a recordar algo más allá del miedo, rabia y nervios reflejados en su mirada aquella noche. Sin éxito. A ratos lo escuchaba exigir que me aleje, pero de nuevo, todo se volvía borroso y confuso.
Agarré mi celular y estuve a punto de enviarle un nuevo mensaje a Felipe para confirmarme lo sucedido, pero no lo hice, había una notificación de Iván que temí revisar. Suspiré.
Iván: Florisvaldo, hablemos después.
Era todo lo que decía el mensaje que había pospuesto revisar durante horas. Un nuevo suspiro dejé escapar. En ese momento deseé tener a alguien con quien compartir mi confusión y me ayudase a ver con mayor claridad qué hacer.
Entonces, observé el listado de aplicaciones, el ícono colorido de esa app que no había visitado desde varios días antes. Un nuevo suspiro se me escapó. Inicié sesión. Entorné los ojos mientras bloqueaba a varios tipos exhibicionistas, creí que podría conseguir un mensaje de Deshojo, pero no.
Verifiqué su perfil, no pensé encontrar fotos nuevas, pero abrí los ojos de la impresión. Sí, se había conectado, solo que en ningún momento me escribió siquiera un saludo. Me sentí tonto. Era consciente de que no teníamos una relación ni nada, sin embargo, ella no abandonaba mis pensamientos, quizás esperaba, siquiera, un "hola" de su parte.
—Deja de pensar tonterías, Florisvaldo —me reproché.
Contemplé sus nuevas fotografías, eran panorámicas tomadas desde lugares altos, salvo por un par de selfis frente al espejo. Usaba una sudadera negra bastante grande, abierta hasta los hombros, dejando en evidencia su cuerpo delgado, firme y de estrecha cintura, además de... ¡Aleluya! Ese hermoso tatuaje floral junto a su ombligo. Al verlo bien, detallé que no era un aro de flores azules alrededor como el de Iván, sino más bien, las ramas de las nomeolvides formaban una especie de media luna al lado derecho y parecía terminar en un escrito, quizás un nombre.
—Ha de ser un homenaje a alguien especial —murmuré sin dejar de ver la fotografía.
Todo su cabello azul caía a un lado por la pose que mantenía y su celular se encargó de guardar el misterio de su identidad. Era una bella toma, protagonizada por una linda modelo que no se atrevía a mostrar la cara. No obstante, lo que me dejó sorprendido, fue reconocer el lugar. Ese color crema pálido en las paredes, las lozas blancas y simples, el gris de los sanitarios «¡mierda!»... un suspiro se me escapó. Estuvo en el Ignis recientemente.
Me sentía tan bajoneado por toda la situación con Iván y Feli que decidí responder a esa fotografía mediante el chat privado. Tuve la esperanza de que se conectara y así, al menos, hablar un rato con ella. Bueno, si quería, ya que no me había escrito en días.
FuckTheFlowers: hola, persona misteriosa, te ves hermosa en esta imagen. Me intriga tu tatuaje, ¿tiene algún significado especial?
Contemplé la pantalla en silencio y esperanzado, anhelaba con locura que su estado cambiase a "en línea". Sin embargo, no fue así.
FuckTheFlowers: Quería hablar contigo acerca de algo. Sé que tú y yo no tenemos una relación como tal, pero me gustas y aunque lo niegues, sé que es recíproco.
FuckTheFlowers: pero la verdad, estoy un poco perdido. ¿Recuerdas que conocí alguien que me hacía pensar en ti? 😮💨 Me gusta mucho este chico, pero creo que le hice daño y ya no querrá perdonarme.
FuckTheFlowers: me aconsejaron darle tiempo y espacio y lo hago, aunque no niego que he tratado de contactar le por mensajes, varias veces y solo he obtenido evasivas de su parte. 😮💨La ansiedad hace estragos en mi interior...
FuckTheFlowers: 😮💨 desearía verte, aunque sea en línea...
DeshojoLaMargarita: disculpe, el usuario que desea conectar no está disponible.
Frunzo el ceño ante esa respuesta y entonces veo la línea verde alrededor de su foto de perfil, indicando que se encuentra conectada.
FuckTheFlowers: ¿Deshojo?
DeshojoLaMargarita: Lo siento, mala broma. 🙈 Supongo que soy especialista en hacer malos comentarios en los peores momentos.😓 ¿Qué pasó?
FuckTheFlowers: 😮💨
DeshojoLaMargarita: bien, vamos por partes.
DeshojoLaMargarita: Gracias por el cumplido.
DeshojoLaMargarita: Sí, ese tatuaje es una forma de recordar a alguien muy especial, a quien tuve que dejar atrás. 😔
FuckTheFlowers: ¿familiar, pareja, amigo? 😕
Deshojo permanece en línea, aun así, demora mucho en responder. La imaginé llorando, tras la pantalla, y quise abrazarla.
FuckTheFlowers: lo siento, no debí preguntar. 😔
DeshojoLaMargarita: tranquilo, galán. 😮💨 Estaré bien, lo prometo. Ese tatuaje es una forma de llevar a mi pequeño conmigo, aunque ya no estemos juntos.
—¿Un hijo perdido? —murmuro, consternado. Una vez más me maldigo por preguntar.
DeshojoLaMargarita: mejor sigamos con el otro tema. ¿Qué pasó con tu chico?
FuckTheFlowers: ¿de verdad estarás bien? Deshojo, podríamos vernos y...
DeshojoLaMargarita: para tu carro, galán. 🙂 Ya te dije que sí. Por favor, solo pasa al otro tema. 🙏
FuckTheFlowers: como quieras. 😮💨
FuckTheFlowers: Todo iba genial en el club, hasta que lo besé y cometí el estúpido error de llamarlo por tu nombre.😔
DeshojoLaMargarita: ¡¿qué?! 😳 ¿Por qué hiciste eso? 🙈
FuckTheFlowers: porque soy un tonto, un gran tonto que solo sabe arruinar sus relaciones. Mi mejor amigo me aconsejó centrarme en las personas reales, como él, pero aquí estoy, suspirando como niño enamorado por ti. 😮💨
FuckTheFlowers: Me siento culpable, dividido. Me importa Iván, pero no puedo dejar de pensar en ti.
Deshojo no dice nada... al menos, continúa conectada. Sin embargo, le toma largo rato responder.
DeshojoLaMargarita: galán, eres honesto y eso es genial. Pero debes resolver tus sentimientos con Iván antes de considerar algo más, quiero decir, ¡no siquiera me conoces!
FuckTheFlowers: Lo sé. Pero cuando hablo contigo me siento diferente. Como si pudiera ser yo mismo.
DeshojoLaMargarita: Eso significa mucho para mí, en serio. Pero es normal que te sientas así, en línea podemos quitarnos la careta impuesta por la sarta de expectativas que suelen tener los demás en nosotros.
DeshojoLaMargarita: Sin embargo, esto jamás va a compararse con una conexión real. Tú lo sabes y yo también.
FuckTheFlowers: entonces, deja que se haga real. Da un paso adelante y permíteme conocerte. Deshojo, podrías ser un alien cabezón y ojón, aun así, me sentiría feliz de verte.
Ella se desconecta sin decir otra palabra. Una vez más vuelvo a hundirme en la miseria y la culpa, no solo por lastimar a Iván, sino por presionarla a ella, después de prometerle no hacerlo. Suspiro cansino y hago el teléfono a un lado.
Me levanto de la cama para buscar una chaqueta en el armario. Si sigo otro segundo en esta habitación terminaré loco. Abandono mi alcoba sin medir la fuerza al cerrar la puerta, e incluso yo termino sobresaltado durante un momento. Quizás eso mismo captó la atención de Felipe porque enseguida se asoma.
—¿Saldrás, Flo? —indaga con cierta preocupación en la voz, desde su puerta, pero solo me encojo de hombros y continúo mi camino hasta el elevador.
Mantengo la cabeza gacha en todo momento. Pensé ir al restaurante, pero cambié de parecer al ver lo abarrotado que se encontraba, sentí escalofríos ante el montón de personas. Entierro mis manos en los bolsillos del pantalón y salgo del hotel. Pese a la proximidad del invierno, la noche, no, el cielo luce despejado, la luna brilla en lo alto. Sonrío porque hace mucho tiempo que ni siquiera le prestaba atención.
Me sumergí entre pensamientos mientras caminaba por los alrededores, sin prestar atención realmente a dónde iba. Deshojo tenía razón, lo primordial era resolver la situación con Iván y para ello, debía darle el tiempo que fuese necesario, aunque al hacerlo, temí alejarnos cada vez más. Encima, mi familia estaba enterada acerca de nuestra "relación" y para no quedar de nuevo como el perdedor ante ellos, tenía que convencerlo de perdonarme.
Ni siquiera noté cuánto caminé, mis piernas se habían movido por sí solas. No hubo dolor o cansancio, pero sí una profunda sorpresa, tras reconocer el lugar hasta el cual fui guiado. Un condominio de cinco pisos con lindo jardín en la entrada me da la bienvenida. Se me escapa un fuerte suspiro. Quizás me centré tanto en Iván que sin más llegué a este lugar.
Permanezco en el frente, con la vista en esa fachada de ladrillos rojiza, meditando, sin atreverme a entrar. «Debes resolver tus sentimientos con Iván», las palabras de Deshojo resuenan dentro de mi cabeza y después de una profunda inhalación, camino al interior. La ansiedad hizo estragos conmigo, conforme el elevador subía hasta el último piso, mucho más mientras caminaba hasta su departamento.
Toco la puerta, nadie sale y estoy a punto de irme hasta escuchar música al interior. Vuelvo a intentar varias veces, entonces Iván se asoma.
—¡Floris! —dice, asombrado.
—Iván, lo siento, sé que me pediste tiempo, pero...
—Floris, ahora no es buen momento, por favor, vete.
Iván parece nervioso, con regularidad voltea el rostro hacia adentro como para cerciorarse de algo. No comprendo su actitud.
—Solo quiero hablar contigo. Necesito que sepas que todo fue un error, yo me confundí, creí que tú eras Deshojo...
—Está bien, Floris, hablamos luego, ahora vete.
—Iván, ¿qué pasa? ¿Tanto te incomoda mi presencia?
—Florisvaldo, créeme que no es buen momen...
—Muñequito, ¿por qué demoras?
Trago saliva con dificultad al escuchar el tono grave de otro hombre al interior del departamento. Siento el tiempo ralentizarse y contemplo a Iván, sorprendido. Él guarda silencio, con los ojos fuertemente apretados, como si temiese mi reacción.
—Lo siento, Floris...
Cierra la puerta enseguida y yo sigo allí, parado e inmóvil, con la madera a escasos centímetros de mi nariz. Pude escucharlo suspirar sonoramente al interior y luego le dice con coquetería al tipo "fortachón" o algo por el estilo, no presto atención, pero de verdad siento un golpe demasiado fuerte.
El descubrimiento me cayó como un balde de agua fría. Aunque tomó tiempo reaccionar, finalmente lo hice. Salgo de regreso. La actitud nerviosa de Iván se repetía y mezclaba con la voz de ese hombre que le llamaba. De sentirme culpable, pasé a hacerlo como todo un perdedor. Las risas y burlas de Nardo resonaron en mi cabeza. Sin darme cuenta, una fachada asimétrica de un tono azul índigo se erige frente a mí.
—¿El Cha cha? —me pregunto sin ser muy consciente de cómo llegué, pero las lágrimas están a punto de salir. Este es el primer sitio que visité con Iván.
Recordé las risas y anécdotas. Un fuerte temblor me azotó, las piernas me fallaron, y habría terminado en el suelo de no ser porque alguien me sostuvo.
—¿Cómo sales solo, Osvaldo? —dice Feli a mi lado— Estás a nada de un ataque de pánico, tonto. Vamos.
No tengo idea de qué hace Felipe aquí, pero me aferro a su cuello para abrazarlo con fuerza. Él responde enseguida y así pasamos muchísimo tiempo. Su aroma a lluvia comienza a calmarme y juntos ingresamos al Cha cha. Le cuento lo sucedido y él suspira con pesar, me dice que ese hombre probablemente sea Tyler, el exnovio de Iván, con quien suele terminar y volver en un círculo vicioso constante.
—Lo siento, bro. —Suspira pesaroso—. Supongo que no debí alentarte a salir con Iván ni a él a hacerlo contigo. De verdad, creí que esta vez sería diferente, que tú le gustarías lo suficiente como para romper el círculo.
—Entonces, experimentabas conmigo.
—No, bro, tú eres genial y dulce. Él, extrovertido y gracioso...
—¡Decidiste hacer de casamentero!
Felipe ríe fuerte.
—Perdón, bro. De verdad, lo siento. Te juro que esta vez, sí, hablaré con él; no es justo lo que te hizo.
Afirmo con la cabeza en silencio al mismo tiempo que llega nuestra comida. Yo pedí una hamburguesa de pollo, Feli, una con carne vegetariana especial de la casa. Volví a mirarlo raro cuando se disponía a morder.
—¿Pasa algo, Flo? —pregunta, intrigado; niego con la cabeza.
—Nada, Feli, había olvidado que eres vegetariano también.
—¿También?
—Sí, como Desho...
—¡Ay, me quemé, carajo! —interrumpe antes de pegarse a su cerveza.
—Perdón, Feli, sé que me pediste enfocarme en lo que tenía en frente, pero no he dejado de hablar con ella.
Felipe estuvo a punto de devolver su jarra a la mesa, en cambio, vuelve a pegarse a ella y bebe con desespero hasta terminarla.
—Soy un tonto, un perdedor y un bobo enamorado de una chica virtual.
—No digas mamadas, Osvaldo —dice Feli, luego de ubicar con fuerza, su jarra sobre la mesa—. Bro, ya bájale, te he dicho que eres genial, porque es la verdad. Comprendo, te gusta esa persona misteriosa, pero no eres un perdedor por lo que ocurrió con Iván, entiéndelo. Ese güey es su debilidad, se mantiene firme en su promesa de ya no más, hasta que el cabrón regresa de alguno de sus viajes y lo busca para disculparse. Es mi culpa por incentivarte con él.
—Bien, ¿crees que debería insistir con Deshojo?
Felipe gruñe con fuerza antes de llamar a un mozo para pedir otra cerveza.
—¿Sabes algo? Está de más que yo te diga cualquier cosa, tú vas y haces lo contrario. —Sus palabras me hacen reír, él blanquea los ojos antes de continuar—: Así que, si quieres seguir atrás de la chica virtual, ¿quién soy para impedirlo? Luego no quiero lloros.
A pesar del dolor que sentí respecto a Iván, me alegra tener a Felipe en este momento a mi lado. Sin duda, valoro su apoyo incondicional y amistad.
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Hola, mis dulces corazones multicolor 💛 💚 💙 💜 💖 espero que hayan disfrutado de esta actualización y si es así, pos cuéntenme qué les ha parecido.
Nos leemos luego, los loviu so mucho. 😊
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