XI: ¡Qué no me pasa nada!

De regreso al hotel, vuelvo a sentirme ansioso ante la proximidad de la entrada. Descender del taxi para encontrar a tantas personas alrededor, echa por tierra el modo relajación con que abandoné el departamento de Iván. Sin embargo, pensar en él y esa estupenda cita, evoca en mí una sonrisa, aunado a una cálida sensación que me ayuda a caminar más confiado hacia el interior.

Luego de saludar y, por consiguiente, corregir a la gente en recepción, quienes a lo largo del viaje me han llamado Florencio, Teovaldo, Hernando, Arnaldo, Aldo o últimamente Osvaldo, gracias a Feli; decido subir justo a su habitación para contarle lo genial que ha sido este día. También, debo agradecerle por convencerme del viaje.

Espero la llegada del ascensor con cabeza gacha para evitar las miradas de los otros huéspedes, pero en cuanto este se abre, el mundo se ralentiza, una chica llama mi atención. No veo su rostro con claridad, mantiene la cabeza gacha por ir concentrada en su celular, lo que provoca que esa hermosa y larga cabellera azul con rosa o fucsia caiga hacia adelante como una cascada, aportándole un halo de misterio.

Se desplaza en cámara lenta frente a mí. Pasa tan cerca que la suavidad de su perfume inunda mis fosas nasales. De repente, esas notas herbales, florales y a campo humedecido por la brisa, me embarcan en un viaje a través de un paisaje bucólico en el cual solo cosas increíbles están por suceder.

Aunque la imagen formada en mi mente es de ella corriendo entre verdes praderas, el resonar armónico de sus tacones sobre el mármol pulido del suelo, me devuelve a la realidad. Lleva un pantalón beige entallado que delinea muy bien sus piernas y glúteos, también un suéter de lana color caramelo, a juego con sus botas altas de cuero. Ni siquiera nota que existo, pero yo no puedo dejar de verla, hechizado, mientras se aleja hacia la salida, tras despedirse en forma risueña de los recepcionistas.

—¿Subirá, señor?

Una mujer mayor me habla. En ese momento, soy consciente de que me convertí en piedra a media entrada del elevador. Sonrío, apenado, procedo disculparme por la interrupción y marcar el piso correspondiente.

Sin embargo, más de una vez, medito en la idea de volver abajo para sobornar al recepcionista a cambio de algún dato acerca de ella; es que, Deshojo hizo acto de presencia en mi mente una vez más. Le veía en todas partes, quizás se debió a ese bonito tono de piel, bronce o la colorida cabellera, digna de un anime; tal vez el hecho de que su rostro fue un completo misterio.

Cómo sea, sacudo la cabeza ante la magnitud de tonterías que pasan por mi mente y bajo en mi piso. Toco la puerta de Feli, varias veces, sin ningún éxito y termino de llegar a mi recámara. Apenas entro, hallo la sorpresa de que Rafa me espera, lo cual confirma que él salió por allí, ni para qué escribirle, porque no volverá esta noche.

Cargo a Rafa y nos meto a la cama para contarle mi magnífica cita con Iván mientras la peino. Su serenidad me hace sonreír. En realidad, he estado sorprendido por su actitud durante todo el viaje. Se aleja de aquella huraña que solía mantener conmigo. También le hablo de Deshojo y mi caos mental e imploro un consejo de su parte, como si eso fuese posible.

—¿Crees que debería hablar con Iván acerca de Deshojo y viceversa?

Rafa maúlla, a mí se me escapa una risita tonta al tomar aquello como respuesta. Sin embargo, tras un rato de conversaciones, eso parece. Cada vez que yo le realizo una pregunta, ella emite algún sonido o realiza un gesto. Es gracioso.

—¿Sabes? Hace mucho que no le escribo a Deshojo y ahora siento que la veo en todas partes.

La gata bufa con mala cara. Lo tomo como incredulidad.

—¡Es la verdad, Rafa! Incluso he visto aspectos suyos en Iván. Me estoy volviendo loco por eso. ¿Y si ambos son la misma persona?

Ella se levanta para acomodarse frente a mí, me ve de manera amenazante. Después de un largo rato y al más puro estilo de la Rafa que suele ser, muerde mi nariz antes de huir fuera de la cama a esconderse.

Maldigo a la gata, ha pasado tiempo de la última vez. Me lavo la herida y decido que es el momento de volver a conectar con Deshojo para despedirme antes de desinstalar la app. Felipe lleva razón, no puedo sentir algo real por una persona que ni siquiera conozco; además, cuando le di oportunidad a lo que tenía en frente, me gustó lo que vi: un chico gracioso, amable, divertido y sin filtro con quien me siento seguro, por el que estoy dispuesto a apostar. O eso creo.

En cuanto inicio sesión llueven notificaciones que ignoro enseguida para centrarme en Deshojo. Al presionar sobre ella descubro varios mensajes sin leer, el primero era su respuesta a esa confesión que le envié por error. Según la hora marcada, pasaron varios minutos entre mi mensaje y los suyos porque vaya que escribió.

DeshojoLaMargarita: ¿Yo te gusto, galán? 😳¿Eso quisiste decir?

DeshojoLaMargarita: ¿Por qué? O más bien, ¿cómo? 😅

DeshojoLaMargarita: Espero que no lo tomes a mal, pero ¿no te parece extraño?

DeshojoLaMargarita: No siquiera sabes quién soy! Es decir, me agradas, galán

DeshojoLaMargarita: Me agradas, de verdad, pero cómo podría gustarte cuando no sabes ni siquiera mi nombre o si soy hombre o mujer o... ¡Nada en específico!

El siguiente mensaje llegó durante la mañana, pero ya que sentí mucha vergüenza de mi confesión y luego de escuchar el consejo de Feli, decidí cerrar sesión sin siquiera revisar.

DeshojoLaMargarita: hola, galán, lo siento. Supongo que no contestas porque esperabas otra respuesta.

Me sentí mal por no haber revisado antes. Mucho más al ver los mensajes recibidos a lo largo de aquel último día. El pecho me dolió.

DeshojoLaMargarita: 😮‍💨¡Vaya! No fue necesario revelarme para hacerte desaparecer.

DeshojoLaMargarita: Me alegra haberte conocido y espero que la estés pasando bomba. 😊

DeshojoLaMargarita: Te veré cuando te vea, galán... Espero. 😉

Cerré el chat. Ya no era necesario despedirme de Deshojo, mi silencio fue suficiente para ello. Sentado en el borde de la cama, suspiro con la vista en el suelo con diseño amaderado. Decido revisar su perfil en lo que sería la última vez. Sus fotografías más recientes son una mezcla de comidas, perros, gatos y un ave en la ventana de una habitación que me obliga a utilizar el zoom para detallar.

A través del vidrio consigo divisar parte de la ciudad, no es cualquiera. Siento un fuerte latido al interior de mi pecho.

—San Sebastián —murmuro, incrédulo.

El estilo vanguardista de las edificaciones, los colores y marquesinas llamativas que incluso durante el día captan la atención por doquier. Con ese descubrimiento, empiezo a detallar mejor cada toma, buscando indicios; pero no es nada sencillo, la mayoría de fotos solo muestran algo muy concreto de manera estética.

Sin embargo, cuando empiezo a darme por vencido, veo entre las más recientes una que me sacude. La leyenda reseña: "¡Pronto!", con estrellas, emojis de caritas ilusionadas, perritos y gatitos. Es una panorámica, tomada desde algún punto alto de la ciudad, y consigue divisarse ese centro comercial que Iván y Feli desarrollan.

Me levanto. Camino como loco, de un lado a otro, rebanándome el cerebro. Recuerdo que durante la última visita a aquel sitio, Iván estuvo realizando fotografías en distintos ángulos y lugares e incluso desapareció cerca de media hora con su cámara para buscar planos altos. La sospecha volvió a producirme ansiedad. Quise tomar una captura y enviársela a Feli para saber su opinión, pero el bloqueo de seguridad provisto por la app lo impide.

—¡Maldita sea, olvidé que no se puede!

No pensaba hacerlo, sin embargo, le escribo a Deshojo, esa sería la última vez. De eso intenté convencerme.

FuckTheFlowers: lamento no responder antes.

FuckTheFlowers: acerca del viaje, sí, la paso genial. 😊

FuckTheFlowers: sabes, conocí a alguien increíble que me hace pensar en ti. ¿No es algo loco? 😅

Suspiro con fuerza después de escribirle y hago el celular a un lado para ir a lavarme el rostro. Al regresar, miro el aparato y continúa sin respuesta.

FuckTheFlowers: Sé que aún no quieres un encuentro, pero al menos quisiera saber si estás aquí, en San Sebastián o si son mis ansias de verte las que me obligan a pensar que es así.

FuckTheFlowers: 😮‍💨 Sabes que me gustan tus fotografías. He visto cosas en ellas. Por favor, no me hagas creer que enloquecí. 😔

Abandono la app y opto por jugar para liberar mi cabeza un rato. Sonrío al escuchar a mis fantasmas, están en línea y hacemos equipo para la matanza. Sin embargo, tras varias partidas, aún me siento perdido. Entonces pasa, mientras uso un vehículo como trinchera, consigo verlo: DeathGarden también está en el juego. Ladeo la cabeza, confundido.

Felipe salió del hotel, asumí que estaría en una cita, pero ¿qué diablos hace en el juego? No sé si notó mi presencia, lo que sí resulta evidente es la torpeza de sus movimientos, es extraño. Sin embargo, aprovecho para volarle los sesos.

—¡DarkSoul! —Lo escucho, sorprendido, aunque su tono es raro—. No vi que entraste.

Sin decir más, desaparece. Yo también cierro el juego para escribirle al WhatsApp. No obstante, veo una notificación de la app en la barra de estado que llegó mientras jugaba y se me escapa un suspiro antes de revisarla.

DeshojoLaMargarita: No enloqueciste. 🙈

DeshojoLaMargarita: yo sí por admitirlo. 😮‍💨

Mi corazón se acelera ante ese par de mensajes, mucho más al verle en línea, aunque no me atrevo a escribirle. Siento que mi respiración se detuvo. Deshojo sí se encuentra en la ciudad. Trago saliva con dificultad.

DeshojoLaMargarita: Pero de nuevo, no te ilusiones, galán. 🙈

DeshojoLaMargarita: quisiera aceptar vernos...

DeshojoLaMargarita: No te pasa que sientes una conexión especial con alguien, pero...

DeshojoLaMargarita: No lo sé, temes qué pueda pensar...

Un nudo se forma al interior de mí. Claro que sé cómo se siente eso, porque justo me pasa lo mismo. Desconozco su nombre, sexo o si acaso es una persona real y no alguien que solo quiere burlarse del tonto, aun así...

FuckTheFlowers: Temor y tú son dos cosas que no creí ver en una misma oración.😳

DeshojoLaMargarita: Jajaja, decidiste contestar. Pensé que esto se volvería un monólogo. 🙈😮‍💨 Tontín, creo que tienes un raro concepto acerca de mí.

FuckTheFlowers: Nah, solo admiro tu valentía y libertad. 😌

DeshojoLaMargarita: ¿Valentía? ¿Libertad? Galán, definitivamente, tienes un errado concepto sobre mí.

FuckTheFlowers: 🤔

DeshojoLaMargarita: Si fuese así, mi cara tapizaría el perfil o no tendría que disfrazarme a diario.

FuckTheFlowers: ¿Disfraz? 🤔

DeshojoLaMargarita: Galán, el mundo es hermoso y vale la pena conocerlo, sí; pero cuando quiere, puede ser muy cruel. Quienes me ven con respeto, al abrigo del disfraz, son los mismos que no dudan en burlarse y reír por conocer mi verdad. 😔

FuckTheFlowers: 😮‍💨te entiendo más de lo que crees. De hecho, también recurro a un disfraz para hallar valor y seguridad.

DeshojoLaMargarita: No intentes darme por mi lado, galán, te aseguro que son situaciones muy distintas, quizás hasta te molestes y desaparezcas del chat al conocer mi mayor secreto. 😔

Deshojo se desconectó después de ese mensaje. Un escalofrío me recorre. Ahora lo tengo claro, no se trata de la misma persona. Iván habla sin pelos en la lengua y demuestra con su actitud cuán cómodo se siente consigo mismo, sin importarle las críticas u opiniones de nadie; no es el caso de ella. Aun sin conocerla, me duele, siento un desesperado anhelo de reconfortarle con un fuerte abrazo; pero obviamente será imposible hasta que decida mostrarse.

Suspiro con pesar. Cierro la app para hablarle a Feli y saber en dónde está metido, ya que una cita, definitivamente, no es el lugar.

Florisvaldo: Abandonas a tu hija en mi alcoba y luego te encuentro jugando. 😡

Felipe: Yo tuve a nuestra hija todo el día para que tú pudieses "pasear".😏🍆

Una risita tonta se me escapa.

Florisvaldo: Ya te he dicho que no soy su padre. 😤

Felipe: No es lo que ella dijo. 😂

Florisvaldo: ¡Yaaa! Deja de desviarte, ¿dónde estás? 🤔

Felipe no responde enseguida, de hecho, se desconecta tanto tiempo que prefiero llamarlo. También demora en contestar, pero cuando lo hace, su intento de saludo jocoso suena fingido.

—¿Te ocurre algo, Feli? —indago, preocupado. Pasa un rato en silencio.

—¿Qué pasa, Flo, me extrañas? —responde con una falsa ironía. 

—¿Puedes por una vez solo contestar? Feli, no suenas bien.

Un largo suspiro deja escapar antes de hablar.

—¡Qué no me pasa nada! Lo juro, Flo. —Su voz es pesarosa—. Vine a visitar a mi madre y si recuerdas nuestra conversación en el aeropuerto, sabes lo que eso significa.

—Tu padrastro... —contesto en bajo—. ¿Hay algo que pueda hacer para animarte?

—¿Aparte de ser un bobo?

Aunque parezca masoquista, me alivia escucharlo reír y molestarme porque sé que he conseguido distraerlo un poco del mal rato.

—Este bobo te hizo ver estrellas.

—¡Ya quisieras! Ah, no, me equivoqué, soy yo —responde con la típica coquetería que DeathGarden emplearía en cualquier live, eso me exaspera.

—¡Pendejo, te volé los sesos!

—¡Oh!, ¿ahora me lo echarás en la cara?

Su risa me contagia y así la preocupación se disipa. Sin embargo, Felipe finaliza la llamada abruptamente cuando la voz de otro hombre se escucha al fondo, tras un escueto "hablamos luego". No comprendo del todo qué le dijo, pero me pareció que era algo como "te gusta" con un raro tono. Imagino que se trata de su padrastro o hermanastro con quienes tiene una mala relación.

Ni modo, al menos sé que Feli está bien. Estoy listo para acostarme. Rafa retorna a la cama y juntos nos damos a la dura tarea de dormir, no sin antes desearle a Iván las buenas noches y sonreír por su respuesta cargada de besos. 





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Hola, mis dulces corazones multicolor, 💛 💚 💙 💜 💖 un placer volver a leernos, espero hayan disfrutado el capítulo, nos leemos lueguito, los loviu so mucho.

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