Nota: Este capítulo no tiene continuidad con la historia principal, por lo cual puedes saltarlo, solo tiene continuidad con los demás especiales 😉. Además de que tendrá contenido para adultos muy subido de tono; sin más que decir empezamos.

💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖

No sabían cómo habían llegado a esto... Era la primera vez que querían algo más que un simplemente un beso sus cuerpos necesitaban la calidez del otro.

Snufkin beso los labios de Moomin algo que ya era normal entre ellos pero esta vez empezaba a subir de tono, un ligero mordisco sobre los labios ajenos se hizo presente. Y el inevitable quejido por la acción de su novio se hizo presente.

Hoy era un día demasiado especial para nuestros protagonistas, era el Día de San Valentín.

Moomin hace unas horas antes se encontraba nervioso pues a pesar de no ser la primera vez que pasaba el día de los enamorados con su pareja era la primera vez que quería intentar algo más íntimo con Snufkin. Pero no sabía exactamente cómo decirle pues sí; tenían confianza ante ciertos temas pero, nunca habían llegado a algo más y no quería que Snufkin le mirase raro por dicha petición.

Hace un tiempo que ellos dos habían formalizado su relación, eran pareja a pesar de que algunos de sus amigos reaccionaron de la mejor manera por ellos aún quedaba una molesta joven de cabellos rubios que no podía creer lo que había pasado con ambos jóvenes.

Pero bueno eso no era lo importante, lo importante era que ambos jóvenes se encontraban juntos. Ambos vivían en un pequeño apartamento que rentaban cerca de la Universidad a la que asistían. Moomin estaba estudiando Biología Marina y Snufkin estudiaba una Maestría en Composición de música.

Desde hace un tiempo ambos había decidido pasar ese día juntos en casa. Y claro que mejor forma que hacer una cena para ambos y preparar el presente que tenía para el joven que había robado su corazón desde niños.

Moomin estaba preparando una pasta a la carbonara acompañado de una una pechuga de pollo a la cordon blue. Y de postre estaba preparando unos chocolates rellenos de licor de café en forma de corazón para su novio.

Y aún así le faltaba preparar el presente; aquel anillo de compromiso de color oro y con una pequeña piedra de color verde en el centro de este estaba más que decidido en pedirle su mano ese día. Ya tenía lista la mayoría de cosas, unas  velas adornaban parte del apartamento y el camino de pétalos de rosas no debía faltar para aquella ocasión.

Moomin suspiro con nerviosismo, esperaba que todo fuera perfecto para ambos, llevo su mano a su nuca haciendo un poco de presión en esta para aliviar el ligero dolor por el estrés que sentía en esos momentos, solo esperaba que no se le cayera el anillo de sus manos o que terminara diciendo una tontería por los nervios.

Sin dudarlo mucho colocó la cajita en el bolsillo de su pantalón y casi como si de sincronización se tratase se iba abriendo la puerta de la casa dejando ver un gorro verde primavera en donde se asomaban algunos mechones de cabello. Antes de que entrara por completo Snufkin miro como este dejaba su gorro y su característica bufanda sobre aquel perchero que tenían en la entrada del apartamento.

–Ya vine.— Dijo Snufkin sin percatarse que el joven que llevaba rato cocinando estaba cerca de él.

– ¿Cómo te fue?— Dijo Moomin dándose cuenta de cómo su pareja brincó del susto.

– Me asustaste...— Dejo sus llaves y su mochila.— Feliz día de San Valentín.— Se acercó a su pareja para dejar un tierno beso sobre sus labios para entregarle un ramo de flores azules.

– Feliz día de San Valentín.— Le devolvió el gesto.— Ven vamos a cenar ya está la comida o a menos de que quieras cambiarte o asearte.— Dijo Moomin con pena.

– Iré en un momento, solo deja me doy una ducha es que hace mucho frío afuera y creo que lloverá.— Dijo para besar la frente de su novio recibiendo una sonrisa de su parte.

– No te tardes Cielo.— Ya estaba por irse pero Snufkin lo detuvo.— ¿Qué pasa?

– ...— Lo había besado de nueva cuenta, un beso más duradero y fogoso.

Los jadeos no se hicieron esperar y de un momento a otro el joven castaño se había apartado un poco de los labios ajenos para besar la rosada mejilla de su pareja.

– Ahora regreso.— Se retiró por un momento Snufkin.

Moomin camino a la cocina para tomar un poco del vino que tenía para la cena era un Sauvignon blanc.

Sentía sus piernas flaquear era la primera vez que lo besaba así.

De nueva cuenta había agarrado las flores que anteriormente había dejado sobre la mesa iba a ponerlas en un jarrón con agua para que duraran más tiempo.

No sabía hace cuanto tiempo había salido de la ducha Snufkin. Pues ya hacía a su lado ayudándole a servir la cena.

La velada transcurrió entre charlas y uno que otro jugueteo por parte de los enamorados.

– Sabes tal vez no sepa cocinar tan bien como tú pero espero que haya sido de tu agrado, prometo que mejorare.— Dijo con pena el albino.

– No te preocupes ya haces lo suficiente.— Tomó la mano de Moomin y dejo un beso en el dorso de esta.

– Tengo algo importante que decirte.— Habían hablado al mismo tiempo.

Moomin hizo un gesto de que continuara.

– Continúa tu...— río con suavidad el castaño.

– Que no habla, amo tu voz...— Mencionó el joven de ojos azules para después ver cómo su acompañante se le teñían sus mejillas de color rosa.

– Moomin... Mí Moomin.— sonrió al ver la reacción de Moomin.— Llevamos muchos años juntos y es por eso que creo que estoy listo para dar el siguiente paso junto a ti ¿Qué me dices?— Se colocó de rodillas frente al de menor estatura y saco una sortija de compromiso de color dorado con una piedra de color blanco.

Por su parte Moomin estaba sorprendido y no pudo evitar el llevarse las manos a su boca tratando de contener el grito por la emoción que sentía en ese mismo instante.

– Cariño; Sí necesitas más tiempo para una respuesta no te preocupes pero solo no te olvides de contestar.— Dijo apunto de guardar el anillo.

– Es solo que...— Suspiro para sacar la cajita que guardaba en el bolsillo de su pantalón.— Snufkin... ¿Quieres casarte conmigo? Prometo siempre estar contigo en las buenas y en las malas...

Ambos estaban felices, tan felices que entre sonrisas risueñas ambos se colocaron los anillos en el dedo anular.

Sin dudarlo mucho ambos se habían abrazado y besado...

Es así como empezó todo...

El beso se volvía intenso y de un momento a otro Snufkin había cargado a Moomin por la cintura mientras aún se besaban.

Moomin no pudo evitar tomar por las mejillas a Snufkin para intensificar el beso que estaban dándose en ese momento entre tropezones habían llegado a la habitación que compartían. El castaño dejó al pecoso sobre la suave cama para colocarse sobre él.

La falta de aliento se hacía presente de vez en cuando, advirtiéndoles que debían tomar aire. Snufkin paso sus besos de los labios por las mejillas y cuello ajeno. Y de un momento a otro no pudo evitar dejar marcas y ligeros mordiscos sobre este.

Un sonoro jadeo se hizo presente en la habitación haciendo que ambos se sonrojaran.

– P-perdón... ¿Te lastime?— Preguntó Snufkin.

– ¿Qué?, no es solo que todo esto es nuevo para mi...— Jadeo Moomin.

– Perdón debí preguntarte si querías hacer algo más y no solo hacer algo por mi cuenta.— Estaba apunto de apartarse de su pareja pero este último se acercó al castaño.

– No te preocupes, es vergonzoso pero es algo que siempre he querido hacer contigo... S-solo si tú quieres hacerlo.— Lo tomo de las manos y lo miro a los ojos dándose cuenta del inmenso sonrojo que invadía su rostro.

– Quiero hacerlo contigo y solo contigo.— Poso sus manos sobre las mejillas ajenas y dejo un ligero beso sobre estos.

Lentamente Moomin fue desabotonando el suéter de su pareja y con sumo cuidado lo aparto de igual manera la camisa de botones que llevaba por debajo de esta y así hasta llegar a la camisa de tirantes que siempre llevaba debajo de sus ropas. Moomin no pudo evitar soltar un suspiro de alivio era la primera vez que veía a Snufkin sin las prendas de la parte superior y eso era nuevo, miro con sumo detalle cada parte de la piel expuesta pudo admirar los lunares que había sobre esta y lo erectos que estaban sus pezones por el frío que empezaba a calar.

– Sí me sigues mirando así me voy a desgastar.— Dijo Snufkin para aliviar la tensión.

– Perdón... Es que no puedo creer que esté pasando esto...— Dijo colocando su mano sobre la piel expuesta de aquel torso para hacer un poco de presión sobre uno de sus pechos.

Snufkin hizo lo mismo que Moomin le quitó el cálido saco que llevaba puesto, retiró su camisa de mangas largas color celeste dejando expuesto su torso.

Cuando Moomin sintió el roce de la mano ajena sobre su piel sintió como una ligera corriente le hizo estremecerse, sentía como su piel se erizaba ante el tacto ajeno, las manos de Snufkin recorrieron cada rincón de su lechosa piel los besos recorriendo cada centímetro de su piel, los mordiscos y marcas de chupones, los jadeos del albino inundaban la habitación que ambos compartían.

Sentía como su pantalón apretaba su masculinidad ¿Era así como se sentía uno en estas situaciones?

Snufkin estaba por desabotonar el pantalón de su pareja pero este solo se limitó a detenerle.

– Espera...— Jadeo.— N-no es correcto que solo yo me sienta así... D-déjame intentar algo para hacerte sentir bien.

Estaba por decir algo el joven castaño pero el rubio ya lo había dejado debajo de él. Moomin era un manojo de nervios ¿Qué debía hacer exactamente?

– Oye mírame.— Le acarició una de sus mejillas.— Tranquilo es normal que ambos estemos así.— Sonrió.

Pero eso lo hizo ponerse más tenso. Snufkin tomó la temblorosa mano de Moomin y llevó uno de sus dedos a su boca para chuparlo y succionarlo. Era la primera vez que miraba a Snufkin de una forma tan lasciva y se veía tan perfecto a sus ojos.

Moomin comenzaba a tranquilizarse aparto con cuidado su mano de la boca de Snufkin y de un momento a otro ya hacía posando sus manos sobre los pantalones de su acompañante. Bajo la cremallera para darse cuenta de que la ropa interior que llevaba puesta estaba ligeramente húmeda y abultada por el miembro del joven. Cuando al fin aparto la estorbosa ropa a su ver, colocó su mano sobre el falo haciendo un ligero movimiento de arriba hacia abajo. Los gemidos del castaño no tardaron es escapar de sus labios.

– M-moomin... Ah... C-creo que...

Y antes de que pudiera terminar su frase Moomin estaba lamiendo la punta de aquella extremidad sintiendo como la punta dejaba salir aquella sustancia preseminal, y sin dudarlo mucho el albino ya hacía metiendo el miembro en su boca. Cuando Snufkin había llegado a su clímax terminó ensuciando un poco su abdomen y el rostro del ojiazul.

– P-perdón no fue mi intención.— Dijo entre jadeos.— Ven deja te limpio.

– No te preocupes, estoy bien.— Dijo el albino.

– ¿Qué?, No deja te limpio.

Limpio el rostro de su pareja con una toalla húmeda, y de un momento a otro ambos volvían a estar en la misma posición de antes Moomin estaba bajo de Snufkin.

Los besos y caricias no hicieron falta ante la situación en la que se encontraban. Moomin sentía como la excitación inundaba cada parte de su ser, los gemidos eran sonoros. Al joven de ojos azules le daba pena soltar tantos sonidos así pero por más que quisiera retenerlos le era inevitable. Pero para Snufkin era tiernos hasta cierto punto.

Cuando Snufkin estaba estimulando a su prometido, puesto que él creía que ya estaba acostumbrado para lo que seguía.

– ¿Moomin puedo?— Pregunto el joven.

Moomin solo se limitó ha asentir de forma positiva. No es que quisiera hablar es que las palabras no salían de sus labios. Estaba nervioso.

– Tranquilo... solo relájate.

Lentamente el castaño empezaba a moverse, su mano entrelazó la suya con la de Moomin mientras este sentía como un extraño cosquilleo se acumulaba en su abdomen.

El rechinar de la cama era una de las cosas que se escuchaban, al igual que los sonidos obscenos que había entre ellos y la fricción de sus pieles.

Esa sería una larga noche...

<<Fin>>

Según yo serían todos los especiales pero bueno en caso de que no termine la historia en este año estaré subiendo más especiales. Espero que les haya gustado nos leemos más adelante

Estaré  preparando el siguiente capítulo de la historia.

Nos leemos ❤️