Nota
Sus azules ojos lo miraron expresando el duelo que sentían en su interior.
-Llegas y me dices que descubriste mi identidad secreta, te revelas y me regalas una rosa ¿Crees que ahora es momento para rosas? ¡No estoy bien, nada lo está! Soy la guardiana y se supone que tengo que saberlo, pero no estaba lista.
Le dijo sollozando mientras hundía su cabeza en sus manos, con su cuerpo temblando tan vulnerable. Sus verdes ojos la miraron con tristeza, aceptando que tenía razón. No era momento para rosas, pero incluso eso era lo que menos importaba en ese momento, ella parecía sentirse realmente mal.
Entonces se acercó a ella temeroso e inseguro. No sabía si estaba haciendo lo correcto o no, solo abrió sus brazos y la rodeó con ternura, dejando que ella llorara en su pecho.
-Necesitas un abrazo, lástima que no hay nadie mejor para dártelo por ahora.
Ella se quedó quieta pero temblorosa, no correspondió al abrazo, ni siquiera respiraba con normalidad. Parecía un pequeño pájaro lastimado siendo agarrado entre las manos de algún cuidador, agitado, asustado, con sus ojos cerrados y casi rogando con la mirada que no le hiciese nada. Fue así cuando él lo entendió todo. Él era la persona que menos ella quería que la abrazara.
No lo aguantó más, saber que su presencia y su abrazo la tenían de esa manera era algo que no podía soportar. Solo se separó de ella con dolor reflejado en sus pupilas y se transformó saltando antes de que sus lágrimas salieran.
Ella lo miró irse mientras se abrazaba a si misma aún sin poder reaccionar con claridad. Su kwami se acercó y posó en su hombro, mirándola preocupada.
-Tranquila, no me voy a akumatizar.
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Sus llorosos ojos azabaches observaron por la ventana de su habitación el pronto amanecer, mientras su mirada se perdía entre el firmamento parisino, con sus confusos pensamientos revoloteando su cabeza. Jamás había sentido tanta debilidad como la que había sentido la noche anterior, no pudo dormir nada.
Esperó que las horas pasaran para arreglarse con un sentimiento insípido en su interior, sintiendo que era un desastre mayor comparado con el que era todos los días.
Sin llanto y sin sonrisa miró sus pies pasar la entrada de la escuela, caminando sin ánimos esa explanada. Alzó la mirada y miró a Adrien caminando hacia ella, igual de ojeroso y triste.
¿Por qué era tan cobarde? No pudo hacer más que esquivarlo y correr, aún cuando ni ella misma quería hacerlo en realidad. Así fue hasta el receso, donde logró escabullirse sin ser vista ni por sus amigos, dentro de un salón vacío.
-No debí reaccionar así. La culpa fue mía, por mi ineptitud como portadora.
Dijo mientras miraba los escritorios apilados llenos de polvo y abrazaba sus piernas intentando reconfortarse. Tikki se posó a su lado, hablando suavemente.
-Eres una grandiosa Lady Bug, no pienses eso, las emociones humanas son un misterio, nunca se sabe como alguien va a reaccionar ante algo.
-Probablemente piensa que lo odio. No lo odio, lo amo Tikki, lo quiero tanto. Pero no puedo ni siquiera mirarlo a los ojos ¡Y cómo podría después de haber reaccionado de esa manera, después de rechazar su rosa y después de esquivarlo e ignorarlo todo el día!
Exclamó agitando sus brazos de un lado a otro, haciendo que su kwami cayera de sus hombros por tanto movimiento.
-¿Por qué no se lo escribes? Una nota en su cuaderno donde diga "Adrien, me fascinas ¿Vamos por un helado en el patruyaje?". Simple.
La azabache negó pero luego se detuvo a pensar en lo que el ser mágico había dicho. Pensativa negaba y asentía hasta que finalmente miró al kwami que traía un color que se había encontrado tirado.
-Tienes razón.
Tikki al ver que su portadora se levantaba decidida, sonrió mientras movía su cola, dando vueltas alrededor de ella tan rápidamente que solo se vio un haz de luz rosado rodearle al mismo tiempo que la empujaba fuera del salón, siendo Marinette contagiada por la alegría de la rojiza.
Entre puntitas sumamente sospechosas la ojiazul entró al salón, no siendo vista por nadie, milagrosamente el salón estaba vacío. Rápidamente se acercó al escritorio del Agreste y tomó el primer cuaderno que encontró, un cuaderno rosado con una pasta que le aceleró el pulso y llevó todo los colores a sus mejillas.
Libro de frases para Marinette.
-Marinette, ese chico está enamorado.
Le dijo Tikki mientras ella leía las primeras frases, escritas cuando él aún no sabía de su identidad secreta.
-Ya le gustaba incluso antes de saber que soy Lady Bug. Oh Tikki, he sido muy mala con él.
Dijo mientras sonreía y daba vueltas en su sitio totalmente feliz, abrazando al cuaderno con emoción.
No perdió más tiempo y de las hojas finales le arrancó un pedazo para hacerla una nota. Tomó el primer lapicero que encontró entre sus cosas y tomó asiento para escribir todo lo que tenía que decir.
Estaba por escribir su declaración, hasta que negó para sí misma.
-No puedo decirle todo en una nota. Tengo que decírselo en persona. Está decidido, hoy me quitaré el miedo y hablaremos de frente.
Y tras eso comenzó a escribir con seguridad, teniendo expectante a su kwami flotando a un lado de sus sienes.
¿Podemos vernos hoy a las 8 en la torre Eiffel?
Lamento haberte hablado y tratado así, no lo merecías. Espero no me odies por eso, porque no lo soportaría. Te quiero como no tienes idea. Mi corazón es completamente tuyo desde el día que nos volvimos amigos.
Marinette.
Completamente sonrojada miró a su kwami quien al terminar de leer asintió con la cabeza. Ella dobló el pedazo de hoja y la dejó debajo de la lapicera, guardó el cuaderno y salió lentamente del salón nerviosa pero liberada al mismo tiempo.
Continuara...
Esto lo escribí desde hace una semana:
Me grabé reaccionando a Ephimeral, pero como wattpad no deja poner video, aquí les muestro mis emociones. Ignoren mi cara, no me iba a maquillar cuando aún ni amanecía.
Si, lloré y mucho.
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Actualización por Gabriel Agreste. Spoiler alert:
.FÉLIX PLUMITA FÉLIX PLUMITA AHHHHHHHHH.
.Si Marinette me trae mal, Marino me tiene a sus pies.
.Gabriel está loco. Literalmente amenazó con matarlo.
.Félix lo sabe.
Y mi teoría es esta: Adrien y Felix son primos pero parecen GEMELOS. Nos están mostrando en el capítulo 9 que Félix es un sentimoustro, donde están relacionados los anillos GEMELOS. En el capítulo 10 (Megalench) nos muestran a Adrien obedeciendo, enfocando directamente cuando Gabriel toca uno de los anillos que tanto estuvo peleando en el capítulo anterior, así que... nos quieren decir algo.
Hay muchos más detalles que ahora no voy a escribir porque tengo sueño, pero probablemente tendré que recordar porque seguramente va a haber algún ridículo en los comentarios que se ponga agresivo solo porque mi teoría no le guste o parezca lógica (les doy permiso de patearlos)
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Exclamó la delicada escritora al terminar de redactar la teoría, ganandose una almohada directo a la nariz gracia de su hermano, quien estaba intentando dormir.
En fin, disfruten.
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