Epilogo
–¡Percy, gracias al cielo despertarte! –escuchó el chico decir a una mujer cerca de él.
–¿Dónde estoy? –intentó levantarse de la cama donde estaba recostado.
–Estás en el hospital –contestó la mujer y fue cuando pudo verla mejor.
–¿Quién eres? –le preguntó el chico confundido –¿Qué hago aquí?
–Soy tu mamá, amor –le contestó la mujer –. Tuviste un extraño accidente... –dudo un instante –. Bueno, en realidad, no estamos seguros de que sucedió. Desapareciste dos días y de pronto apareciste junto a la carretera hacia Long Island con esa otra chica.
«Los doctores nos explicaron que era una posibilidad que no recordaras nada.
–¿Con otra chica? –preguntó, algo le decía que esa chica era importante.
–Sí, no tenía ni idea de quien era y tampoco creo que tú la conocieras antes –le explicó –. Despertó esta mañana y tampoco tenía recuerdos. Sus padres nos contaron que desapareció el mismo día que tú.
«Por ahora será mejor que descanses, nos preocuparemos por tus recuerdos más tarde. Cuando te encontramos estabas herido y muy débil. Me preocupaste demasiado, hijo.
Al chico no le costó demasiado conciliar el sueño de nuevo, una parte de él seguía agotado.
La próxima vez que despertó se encontró con unos ojos grises extrañamente conocidos.
Cuando logró ver por completo a la chica se preguntó si no alucinaba con una princesa.
–Desaparecimos juntos –fue lo primero que le dijo.
–Eso me contaron –contestó el chico –. Entonces ¿no recuerdas nada?
–Ni una sola cosa antes de despertar en el hospital –le dijo –pero tú... –lo miró fijamente a los ojos –tú me pareces conocido.
Los próximos días paso mucho tiempo con aquella chica, intentando recordar qué los había llevado a perder la memoria, pero ninguno había tenido mucho éxito.
Tras unos cuantos intentos, dejaron de intentarlo y se enfocaron en conocerse más.
"Babeas cuando duermes" le había dicho la chica una vez que lo había ido a despertar a su habitación.
"Eres toda una listilla" le dijo él una vez, después de que comento algo interesante sobre un edificio cercano a allí.
"Y tu eres un sesos de alga" le había contestado.
Pronto salieron del hospital y regresaron a sus casas sanos, a excepción de su memoria, que no había regresado.
Unos días después, al regresar a la escuela se volvieron a encontrar.
"Comenzare a sospechar que me estas siguiendo" se burló el chico al verla.
"No te creas tan importante, sesos de alga" le contestó la chica, con una gran sonrisa.
Los días pasaron y los chicos no se separaban casi nunca.
Puede que no recordaran lo que meses atrás hacían con sus vidas, pero sabían que se habían conocido. No había ninguna otra explicación para esa sensación de familiaridad.
De alguna forma el chico termino en el equipo de natación, lo que llevo a Annabeth a ir a verlo a una de sus practicas
"¿Por qué no me ayudas a subir? le dijo el chico extendiendo su brazo.
"¿En serio crees que caería en esa antigua broma?" se ofendió la chica, que estaba agachada en el borde de la piscina.
"Tenía que intentarlo" dijo el chico "Pero no te libraras de darte un chapuzón" le advirtió el chico, tomando su pierna y haciéndola caer en el agua.
Ambos quedaron sumergidos, sus miradas se encontraron y ese momento le fue tan familiar, que el chico no pudo evitar juntar sus labios con los de ella. Annabeth solo tardo unos segundos en corresponder el beso.
"Y ahora despedimos a los graduados" escucharon los dos sentados lado a lado, con las manos juntas, al director frente a ellos terminar su discurso "Les deseamos lo mejor en el futuro que les espera"
Juntaron sus miradas, llenas de todo su amor, dispuestos a enfrentar ese futuro juntos.
"Felicitaciones, arquitecta Annabeth" la felicito el chico al verla recibir su título universitario "Toda una listilla, como siempre"
"No se queda muy atrás, biólogo Perseo" contestó "Aunque puede que tu cerebro lleno de algas haya ayudado un poco, entre especies se reconocen" se burló.
Solo unas semanas después de la graduación, los padres de Percy le regalaron un lindo departamento en la ciudad, en donde no dudo para mudarse con Annabeth.
"¿Vivir juntos sin compromiso? Puede que mis padres no estén de acuerdo" se burló la chica, mientras caminaban en la noche por las playas de Long Island, tras haber tenido una hermosa cena en la playa.
"Ya lo solucionaremos" insinuó el chico, tomando su mano.
"Eso espero"
"¿Y a qué se debe esta ocasión especial?" le preguntó Annabeth a su novio mientras cenaban.
Normalmente solo preparaban algo en su departamento, que ya habían compartido por más de un año, pero está vez habían salido a una cita que había salido perfecta y a un lujoso restaurante.
"Es que está es una noche especial"
"¿Ah, si? ¿Por qué?" preguntó intentando ocultar su nerviosismo por haber olvidado algo.
"Bueno, al menos espero que lo sea" el chico llevó a una mano a su bolsillo un tanto nervioso "Si es que aceptas" completó, rebelando una cajita con un anillo dentro.
"Annabeth Chase ¿Te casarías conmigo?"
"Por supuesto que sí, sesos de alga"
"Ahora pueden decir sus votos" dijo el oficiante de su boda.
"Annabeth Chase recibe este anillo como signo de mi amor y mi promesa de siempre cuidarte y nunca alejarme de tu lado" comenzó a decir el chico, que llevaba un elegante esmoquin negro con camisa azul y una pequeña flor en el bolsillo derecho del mismo color.
"Cuando desperté en aquel hospital no tenía memoria de nada ni estaba seguro de nada, pero al ver tus hermosos ojos grises supe que eras importante. No sé cómo, pero desde ese momento supe que serías el amor de mi vida y que pasaría toda mi vida a tu lado. Y hoy, viéndote aquí frente a mí, estoy seguro de que no me equivocaba. Listilla, ni siquiera la muerte nos va a separar".
"Perseo Jackson, recibe este anillo como signo de mi amor y mi promesa de nunca alejarme de tu lado" comenzó la chica cuando fue su turno, quien llevaba un largo vestido blanco pegado, con una abertura que dejaba ver sus piernas.
"Desde que te vi me pareció que ya había pasado una vida a tu lado. Estábamos tan destinados a pasar que desde nuestro primer encuentro lo sabíamos. No estoy segura de que fuimos antes de aquel accidente, pero desde que te vi aquel día, estoy segura de que lo que quiero es estar a tu lado. Así que concuerdo contigo, sesos de alga, ni siquiera la muerte nos podrá separar"
"Y ahora los declaro esposos" anunció el oficiante "Puede besar a la novia"
Annabeth y Percy tuvieron una hermosa vida juntos.
Percy había conseguido abrir 4 refugios y centros de investigación, para proteger animales marinos en peligros de extinción.
Annabeth había pasado su vida poniendo en pie miles de edificios, desde sus cimientos, ganó varios premios y varios de sus edificios eran conocidos mundialmente o al menos nacionalmente, así como la mujer detrás de ellos.
Habían tenido 2 hijos: Elizabeth y Adam, quienes ahora tenían hijos propios.
Su familia: el mayor proyecto de ambos, criar y proteger a sus pequeños hasta que ya no los necesitaron más, o al menos eso decían, pues a veces aún tenían que solucionar sus problemas.
Habían comprado una casa en la playa para pasar su retiro sin mayores preocupaciones.
Cada noche cenaban juntos y se recostaban en la playa a ver el mar juntos, tomados de la mano. Eso era todo lo que necesitaban, la compañía del otro.
"Nunca me cansaré de esta vista, no importa cuánto la veo" le dijo ella una noche, mirando el mar frente a ellos.
"Es muy hermosa" le contestó, viéndola a ella.
Esa noche, acurrucados por el tranquilo sonido de las olas y el calor del otro, sé quedaron dormidos frente al océano...
Y no despertaron...
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Al abrir los ojos Percy vio a la chica que lo tenía profundamente enamorado a unos metros de él, de la misma edad de cuando se volvieron mortales.
En cuanto ella lo noto corrió a su encuentro y lo abrazó.
–Estamos en lo Elíseos –dijo ella.
–¿Lo recuerdas todo? –le preguntó, a lo que ella asintió –. Yo también.
–¿Cómo? No lo entiendo –preguntó confundida.
Percy encontró una nota en la chaqueta que tenía puesta, así que lo abrió y lo leyó en voz alta:
–"Encontramos la forma de regresarle su memoria. Esperamos que esté bien, chicos." El ejército de Caos. Posdata, Caos lo sabe.
–Me alegra recordar.
–A mi también.
La chica lo miro, con una enorme sonrisa y sujeto su mano.
–¿Qué tal si buscamos a nuestro amigos?
Solo les tomo unos minutos encontrar a sus viejos compañeros del Campamento Mestizo y el Campamento Júpiter.
–Empezaba a creer que ustedes nunca se morirían –bromeo Clarisse al saludarlo.
–Sí, tardaron siglos –coincidió Rachel.
Igual encontraron cerca a Sally, Paul, Estelle y hasta al padre de Annabeth, a quienes abrazaron en cuanto los vieron.
Varios años después llegarían poco a poco los semidioses inmortales, a quienes recibieron contentos.
–Debe ser toda una historia ¿no es así? –dijo Travis.
–Después –dijo Annabeth.
–Tenemos mucho tiempo –dijo Silena.
–Toda la eternidad –continuó Luke.
–Creo que me gustará –dijo Percy.
–Sí, a mí también –dijo Annabeth.
Sus miradas volvieron a juntarse, pensando en la increíble vida que pasaron juntos. Y allí, tomados de la mano con toda una eternidad por delante, un solo pensamiento le vino a la mente:
¿Qué haría sin ti?
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Y bueno eso es todo.
Aquí se acaba.
La canción es más un chiste. La chica y chico que les causa un deja vú es el mismo que el de la situación "original". Talvez no necesitaba explicación, peor es que desde hace mucho que no pensaba en serio en la canción del capítulo.
Los quiero 🖤 (Bye en el siguiente capítulo).
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