Capítulo 8

Durante la noche, Jazmín se desvío del camino a su cabaña, diciéndole a Maddi que la vería luego. Alguien más la noto y decidió seguirla, explicándole a su compañero que no estaba cansado e iría a entrenar.

-- ¿Estás bien? – le preguntó cuando vio a la chica sentada en el césped con la espalda recargada en un árbol.

-- No te preocupes, Chris, solo quería alejarme un poco.

-- Me preocupo, Jaz – respondió Cristian acercandose un poco a la chica -- ¿Quieres hablar sobre ello?

-- No es importante. En serio.

-- Bueno, entonces hablemos de otra cosa – le dijo Chris sentándose a su lado.

-- ¿Sobre qué? – le preguntó con una sonrisa que hizo que Chris se acercara más a ella, como un imán, le contagiara la sonrisa y se quedaran mirando a los ojos de colores peculiares, unos rojos y los otros totalmente negros.

-- Sobre que es la primera vez que estamos solos desde que vinimos a esta misión – acercó aún más su rostro al de ella y sonrío más ampliamente.

-- Ah, ¿sí? No lo había notado – la sonrisa de ella también incremento.

-- Oh, seguro. Mientras, yo no he podido sacar tu hermosa sonrisa de mi mente – lo dijo mientras acomodaba un mechón de cabello plateado que cubría una la cara de la chica detrás de su oreja – Ni tu preciosa mirada – la distancia entre sus labios ya casi era inexistente – Ni...

Chris se vio interrumpido por Jazmín, quien había terminado con la pequeña distancia y juntado sus labios con los de él, a Chris le costó un momento reaccionar por la sorpresa pero correspondió el beso. 

-- Te había extrañado – le dijo Chris al separarse en busca de oxígeno. 

-- No fue tanto tiempo, ¿o sí? – le dijo Jazmín – Solo unos cuantos meses.

-- Me ha parecido una eternidad – le dijo Chris, colocando un casto beso sobre los labios de ella.

-- Deberíamos dejar de hacer eso.

-- ¿Por qué? – le preguntó intentado volver a besarla, pero ella lo evito al formular su respuesta.

-- Podrían vernos.

-- No te ha seguido nadie y a mí tampoco, Erick sabe respetar mi espacio y Maddi la mayoría de las veces lo hace – ante la mención de su compañera Jazmín pareció disgustada y Chris lo noto, así que se separó un poco de ella, para retomar el tema por el que había venido – ¿Es por la discusión? – Ella solo asintió y recorgo su cabeza en el hombro del chico – Sabes que no eras tú, Jaz.

-- Sí, lo sé. Solo que no me gusto lo que le dije a Maddi, a ninguno en realidad.

-- ¿Por qué no vas con ella? Podrías ayudarla con eso – la incentivó.

-- No, nunca habla conmigo sobre eso, la lastima demasiado como para contarlo en voz alta. Solo haría la situación más incómoda, porque querría alejarse de mí.

-- Sí, hay cosas que Erick tampoco habla conmigo, pero lo entiendo, yo tampoco le cuento todo.

-- ¿Y qué hay conmigo? ¿Me has contado todo? – le pregunto desviando el tema.

-- Responderé si tú lo haces – le respondió sonriendo y Jazmín no se molestó con la evasión, sabía que había cosas del pasado que no se contaban.

-- Y entonces... ¿planeas dormir aquí? – le pregunto Chris.

-- No lo sé. No creo que sea tan malo.

-- Bueno, me quedaré contigo – le dijo Chris poniendo su brazo sobre los hombros de la chica.

-- ¿No crees que parezca sospechoso?

-- No lo sé, pero estoy muy cansado como para pensarlo

-- Sabes que no pueden descubrirnos – le dijo Jazmín.

-- Lo sé, solo tenemos que llegar en tiempo diferente a desayunar.

-- ¿En serio crees que no sospechen? 

-- Creo que habrá formas de desvear el tema, tal vez con planes para el inminente ataque de Vacío o algo así -- dijo Chris sonriendo. 

-- Me parece bien – le contestó mientras acomodaba  su cabeza en las piernas de su compañero para usarlas como almohada.

-- ¿Cómoda? – le preguntó Chris ante su posición, acariciando su cabello.

-- Mucho – le respondió Jazmín sonriendo aún más.

-- Recuérdame, ¿por qué escondemos nuestra relación?

-- Para que los chicos no se entrometan – le respondió Jazmín con una sonrisa – Y porque es romántico, ¿no?

-- Es cierto – sonrió Chris – Hasta mañana – agachó un poco la cabeza para darle un último beso.

-- Hasta mañana

Y ambos se quedaron dormidos en la compañía del otro.

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-- Maddi, espera – llamó Erick a la chica que caminaba delante de él – Tenemos que hablar

-- Está bien, Erick. No tienes que explicarme nada, sé que no dijiste nada de eso en serio.

-- No, Maddi. Escúchame, por favor. 

« Sé que comprendes que no quise casi gritarte cobarde por huir de tu sentimiento, pero quería aclararté que te entiendo, ¿esta bien? Entiendo que necesitas tiempo, entiendo que no estas lista, pero quiero saber si vas a estar bien, quiero saber si superaras. 

-- Yo... yo – contestó nerviosa – No... no lo sé...

-- Maddi, puedo esperar. Puedo esperar el tiempo que sea, meses, años, décadas... siglos si es necesario; pero necesito saber si hay al menos una mínima posibilidad de que esto – junto su mano con la de la chica – sea posible.

Maddi miro sus manos unidas y sonrió:

-- Sí, sí es posible – sonrió aún más – Claro que es posible.

-- Me alegro – sonrió.

-- Ha sido un largo día – dijo la chica separando sus manos – Sera mejor que vayamos a dormir.

-- Te veo mañana – se despidió el chico caminando a su cabaña.

-- Te veo mañana – contesto la chica yendo a la suya.

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-- Oigan, chicos ¿Alguno ha visto a Chris? – Preguntó Erick al sentarse con los demás a desayunar – No lo he visto desde ayer.

Todos negaron, pero Maddi se dio cuenta de algo.

-- Yo tampoco he vito a Jazmín... ¿Creen que estén juntos? – dijo pícaramente.

-- No lo creo – dijo Percy seguro – Solo es una coincidencia.

-- Claro, ambos desaparecen la misma noche por simple coincidencia – ironizó Maddi

-- Exacto – dijo Chris, entrando y asustando un poco a la chica.

-- Entonces... ¿no has visto a Jazmín hoy? – pregunto Maddi.

-- No, no la he visto desde el espectáculo de ayer – aclaró aun de pie en la puerta.

-- Está bien – dijo no muy convencida la chica.

-- Déjalo, Maddi – la intentó calmar Percy – Te traeré un plato, Chris.

Percy caminó hacia la cocina y regresó con un plato que puso frente a Chris.

Unos minutos después llego Jazmín un tanto agitada.

-- Lo lamento, me quede dormida – aclaró sentándose.

-- No importa – la calmó Percy cuando vio lo dispuesta que estaba Maddi a discutir – Te traeré un plato.

Y ninguno de los dos tuvo que dar más explicación de eso, siguieron comiendo con tranquilidad, sin que nadie notará la mirada divertida que compartían Jazmín y Chris.

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Las semanas siguientes continuaron con su entrenamiento, decidieron no repetir ideas como la de Erick.

Una semana después de la llegada de los encapuchados llegaron las cazadoras, lideradas por Thalia Grace. Las chicas tuvieron que unirse al entrenamiento con los demás, muy a su pesar.

A Percy y Annabeth les afecto la llegada de Thalia, era otra de sus amigos a la que le tenían que mentir, pero intentaron no demostrarlo. 

Hablando de amigos, unos dos días atrás, mientras ambos paseaban por el bosque, se encontraron un hermoso y gigante árbol de almendro, con una inscripción:"Grover Underwood. Señor de lo Salvaje". Se entristecieron al enterarse, aunque no fue una gran sorpresa, sabía que no podía vivir tanto tiempo un sátiro. Además, los alegro el título de su amigo.

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-- Repíteme, Nico ¿por qué estamos haciendo esto? – le pregunto Hazel a su hermano, mientras revisaba periódicos viejos que encontraron en la casa grande.

-- Necesitamos saber un poco más de ellos – le contestó el chico frente a una computadora antigua – No confío en ellos, y no puedo quitarme de la cabeza la voz de Tormenta y Tempestad. Estoy seguro que las he escuchado.

-- ¿Por qué no solo se los preguntamos? – preguntó Piper.

-- ¿En serio crees que nos lo contaran? – contestó Nico y no necesitó respuesta.

-- Aun así – objetó Thalia –- no hemos encontrado nada. Son sólo leyendas que ha estado inventando la gente durante más tiempo del que hemos estado vivos.

-- Tiene razón – opinó Jason, un tanto asqueado por lo que leía en uno de los periódicos – Es obvio que Sicario conserva su lengua.

-- Y que Sirena no es una criatura mítica – siguió Will

-- Y que Tempestad y Tormenta no tienen aletas, escamas ni branquias – aclaró Calipso.

-- Y que los Pequeños Demonios no son fantasmas de niños en pena – continuó Hazel.

-- Y que Brujo no es el diablo en un cuerpo humano... ¿anunciando el apocalipsis? – explicó Leo confundido viendo un reportaje antiguo extraño.

-- Y que Teniente no es una... ¿maquina programada para disparar a cualquier objetivo con que se quiera acabar por un precio razonable? – terminó Frank igual de confundido que Leo, leyendo una noticia no tan antigua.

-- Está bien. Tienen razón – dijo Nico, rindiéndose – Son puras tonterías. No sabemos nada real de ellos.

--Sabemos algo: Han estado ayudando a los mortales desde hace milenios – aclaró Hazel, intentado calmar a su hermano – Están aquí para ayudarnos, Nico. Estoy segura de que podemos confiar en ellos.

-- Espero que tengas razón, Haz.

Un sonido a lo lejos alerto a los 8 chicos, interrumpiendo su conversación.

Era una alarma, y luego le siguieron varios gritos.

Por fin había llegado el momento, Vacío estaba haciendo su primer movimiento contra el campamento mestizo.

-- Este es un buen momento para demostrarlo – comentó Nico.

Estaban bajo ataque.

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Nuevo cap. 

Ya están las parejas, me gusta la de Chris y Jazmín, pero debo admitir que en este fanfic se desarrolla más la de Maddi y Erick. Quería darle más énfasis porque la primera ya lleva mucho tiempo junto y la otra apenas va a empezar. 

Además me gusta que Erick se llame como el príncipe de la sirenita, y pues... Maddi es Sirena. No lo planee, pero cuando lo note me pareció lindo. 

Bueno, la semana pasada comenzaron mis clases en linea y puedo decir que no me gustan, pero tampoco las odio tanto como pensaba que lo haria

Cuentenme ustedes ¿siguen en cuarentena en su país? ¿Tendrán un zoom-semestre o zoom-año? Y si es así, ¿que opinan? 

Cuídense, semidioses. 

Los quiero 🖤. Bye

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