Todos los semidioses se encontraban durmiendo. Algunos apretujados en las cabañas, por el espacio que usaban los romanos, y otros algo incomodos en su campamento improvisado.

De pronto, se escucho una alarma.

-- Semidioses, levántense -- se escuchó la voz firme de un chico.

Después de una pequeña discusión, que ningún semidiós logró escuchar claramente, se escucho otro grito.

-- Estamos siendo atacados -- grito una nueva voz, pero esta vez de mujer.

Unos minutos después ya se encontraba todo el campamento en el lugar de la alerta, armados. Llevándose una sorpresa al no ver ninguna amenaza sino a los 8 chicos de La Secta esperándolos sentados en el pasto muy relajados.

-- ¿Qué está pasando? -- preguntó Jason que intentaba abrirse pasó entre los semidioses -- ¿Por qué dieron la alarma?

-- Empieza su entrenamiento -- contestó la chica que se presentó como Sirena

-- Necesitábamos que despertarán -- contestó uno de Los Pequeños Demonios.

-- Fue lo primero que se nos ocurrió para que vinieran rápido -- siguió hablando el otro Pequeño Demonio.

-- Y, hablando de eso, -- dijo esta vez Sicario -- tardaron mucho en llegar y, por lo que veo, muchos de ustedes vienen arreglados.

-- Si su campamento está bajo ataque no se deberían tomar el tiempo de arreglarse -- siguió Teniente en forma de regaño.

-- Los primeros que llegaron siguen en pijama -- dijo Tempestad y señalo a los que estaban al principio del grupo, excepto a los inmortales. – ante una alerta de ataque, lo único que de verdad importa es tu arma.

-- Vayan a vestirse y a desayunar -- dijo Tormenta después de un momento de silencio -- los esperaremos aquí en 1/2 hora para empezar con el entrenamiento.

Por el tono de voz tan firme y decidida que usaron, ninguno cuestiono ni contradijo sus órdenes. 

Mientras tanto los semidioses inmortales se acercaron a La Secta decididos a obtener respuestas.

-- Oigan -- atrajo su atención Nico, ya que ellos se encontraban platicando -- ¿podríamos saber cuál es su plan?

-- Ya se los dijimos -- le contestó Sicario -- entrenarlos para que defiendan su campamento.

-- Si, entendemos eso -- dijo Piper -- pero nos referimos a contra Vacío.

Los encapuchados parecieron discutir con la mirada, aunque está no se veía a través de la capucha.

-- Puede que nos pueda ayudar un poco el que sepan -- habló Sirena, por fin, a lo que sus compañeros asintieron.

-- ¿Tienen algún lugar donde podamos hablar en privado? -- pregunto Sicario.

-- Sí, claro, síganme -- le contesto Leo sonriendo y dirigiéndose a la casa grande.

Al llegar se dirigieron a la sala de juntas, seguía igual que años atrás, una mesa de ping pong con algo de botana en medio y los asientos a su alrededor formando un circulo. Ambos grupos se sentaron separados por algunos asientos. 

-- ¿Ahora nos contarán su plan? -- preguntó Jason.

-- Okey, empecemos desde un principio -- contestó Sicario.

-- Cuando Caos se dio cuenta que Vacío era un peligro lo encarceló en la parte más lejana del Tártaro y canalizó sus poderes en una piedra – siguió Tempestad.

-- Se suponía que la piedra debía funcionar como cárcel, pero Vacío era más poderoso de lo que Caos creía, así que, aunque Vacío quedó debilitado, tenía el suficiente poder para adoptar una forma física y uno que otro truco – dijo esta vez Tormenta.

Los semidioses aún estaban sorprendidos, esas dos voces les sonaban lejanamente conocidas, aun así decidieron ignorarlo.

-- Caos guardaba la piedra en su palacio -- siguió explicando Teniente.

-- Hace poco, Ananké, la madre de la moiras, traiciono a Caos -- platico Sicario.

-- Robo la piedra -- siguió uno de los Pequeños Demonios.

-- Y se la entregó a Vacío -- continuo contando el otro.

-- Nuestra ventaja es que los poderes de Vacío no pueden salir de la piedra – les dijo Teniente.

-- Mientras tenga la piedra, tendrá sus poderes – les explico Maddi.

-- Además de que es mucho su poder como para que se adapte a él tan fácilmente -- dijo Tempestad.

-- Le llevara tiempo, el tiempo que usaremos para entrenarlos – continuó Tormenta

-- Cuando salga de su escondite, para lo que no falta mucho, atacara el campamento primero -- dijo Brujo.

-- El cree que son una amenaza menor y algo que le será fácil y rápido destruir -- dijo Sicario sin importancia, lo que molesto a los semidioses.

-- Y en realidad, tiene razón -- dijo Teniente.

-- Pero con nosotros aquí, eso cambiará en menos tiempo de lo que esperan-- siguió contando Sirena.

-- Bueno, cuando venga a atacarlos, ustedes se deben encargar de su ejército -- dijo Tormenta señalándolos.

-- Y nosotros le quitaremos a Vacío la piedra -- siguió Tempestad.

-- ¿Cómo piensan hacer eso? -- les pregunto Piper.

-- Eso será nuestro problema -- contestaron al mismo tiempo los dos Pequeños Demonios.

-- No deben preocuparse por eso -- dijo Sirena sonriendo.

-- Solo les debe preocupar el convertir este campamento en algo capaz de pelear con el ejército de Vacio -- dijo Tormenta.

-- Y si seguimos aquí sentados, no lo conseguiremos -- dijo Teniente

Después el ejército se levantó y se fueron por donde habían llegado, Tempestad se quedó en la puerta viéndolos un momento cuando ya se habían ido los otros 7.

-- Les recomiendo que vayan a desayunar – les dijo con un tono amable que repentinamente cambio al firme de siempre – Si acaba el tiempo que les dimos y aún no han desayunado deberán entrenar así.

Luego solo se fue y, después de un pequeño instante en que los semidioses parecieron confundidos, se dirigieron a desayunar.

Terminaron de desayunar justo a tiempo.

-- Su tiempo se acabó -- grito la chica con capucha rosa, Sirena, haciendo tocar la misma alarma que en la mañana y sonriendo.

-- Reúnan a sus cabañas y cohortes, lo veremos en 5 minutos en la arena -- dijo esta vez la chica de al lado, Teniente. Después todo el ejército volvió a irse

Rápidamente todo el comedor se vacío.

Cuando todos llegaron a la arena se pusieron en bola frente al ejército de Caos.

-- Cada cabaña y cohorte haga una fila -- grito Sicario tan fuerte que todos escucharon y obedecieron.

De un momento a otro, ya se encontraban todos los semidioses en sus respectivas filas.

-- Los romanos ya han visto las fuerzas de Vacío y resultó muy mal -- dijo Brujo

--Tan mal que ahora están aquí para poder defenderse -- siguió Tempestad.

-- No están preparados para una pelea de tal grado -- dijo Tormenta.

-- Pero nosotros haremos que lo estén -- dijeron los Pequeños Demonios al mismo tiempo.

-- Okey, esto será sencillo – dijo Maddi – Necesitamos que refuercen cada una de sus habilidades, por lo cual los dividiremos. Tempestad y Tormenta entrenarán con armas de corto alcance, Teniente enseñara con armas de largo alcance, Los Pequeños Demonios les ayudarán con su agilidad, Brujo y Sicario entrenarán sus poderes y yo les enseñaré combate cuerpo a cuerpo.

-- Ahora, la cabaña de la 1 a la 10, vienen con nosotros -- dijo Tempestad señalando a Tormenta.

-- Las demás cabañas con nosotros -- dijeron los Pequeños Demonios.

-- La primera, segunda y la mitad de la tercera cohorte con nosotras -- dijo Teniente y Sirena paso un brazo sobre sus hombros.

-- Las demás cohortes con nosotros -- dijo Sicario señalando a Brujo.

-- Mañana rotaran, los que están con Tormenta y Tempestad irán con Los Pequeños Demonios, los que están con los Pequeños Demonios estarán con nosotras, los que están con nosotras irán con Sicario y Brujo  y los que estén con Sicario y Brujo irán con Tormenta y Tempestad – les siguió explicando Sirena – Y así serán todos los días ¿Entendido? – todos los semidioses asintieron.

-- Está bien, entonces ¡Empecemos! – les avisó Teniente.

Cada uno se separó a diferentes áreas del campamento: Tormenta y Tempestad fueron a la playa, los Pequeños Demonios se quedaron en la arena, Sicario y Brujo fueron a una parte del bosque, y Sirena y Teniente a la parte contraria del bosque.

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Bueno, aquí ahí otro cap. 

Gracias por leer. 

Comenten cualquier cosa que se les ocurra mientras leen. 

Cambie la portada!!! Me encantó!!! Me costo mucho hacerla pero ame el resultado. 

Díganme a ustedes qué les parece a ustedes la nueva portada

Los quiero 🖤. Bye.