Capítulo 4

El campamento mestizo seguía siendo el mismo que siglos atrás, parecía que los años nunca pasaran en ese territorio. 

Al menos eso se veía a simple vista, si se observaba más de cerca, se podía sentir un ambiente tenso, fúnebre y deprimente; además de un pequeño campamento improvisado. Esto se debía a la inminente guerra en la que se encontraban, y a la cantidad de semidioses fallecidos en el anterior ataque al Campamento Júpiter.

La mayoría de los campistas, tanto griegos como romanos, se encontraban en el Anfiteatro, donde los hijos de Apolo cantaban canciones de campamento, intentando alegrar el ambiente. Sin éxito.

De repente su intento de fogata se vio interrumpido ante un sonoro sonido de motocicleta que parecía acercarse al Anfiteatro. Ante esto, una parte de los semidioses salieron a curiosear y después los siguieron otros y otros, hasta que el anfiteatro estuvo vacío y todos se encontraron fuera de este observando a las dos chicas encapuchadas que acaban de bajar de la motocicleta

-- Hola, semidioses. -- dijo una de ellas, con una capucha color negra y con borde rojo, el cabello que sobresalía era plateado y tenía una pistola en su mano y otra en su cinturón, en una de ellas podía verse grabado Best y en otra lieutenant (mejor teniente) con una letra plateada hermosa -- Es un placer conocerlos al fin.

-- Nos han contado cosas sobre este campamento-- siguió la otra chica; ella tenía una capucha con bordes morados, el cabello que le sobresalía era lila, tenía un cuerpo delgado y con curvas marcadas y se podía suponer que su cara era hermosa, traía una daga en las manos con la palabra Love en la hoja de la cuchilla y empuñadura multicolor.

-- Creo que no le hacen justicia a sus historias – volvió a hablar la chica con cabello plateado en un tono algo burlón.

-- No los subestimes – habló un chico, asustando a muchos semidioses ya que salió, junto con otro chico, de la nada; él tenía la capucha con borde naranja y la única arma que traía era un puñal con una empuñadura que parecía de fuego.

-- ¿Crees que sean capaces de ganar sin ayuda? -- preguntó el otro chico señalando a los semidioses; su capucha era completamente negra y traía una daga en cada mano con la palabra Death de color rojo en la hoja de la cuchilla, el resto era completamente negra.

-- Tampoco los sobrevalores—volvió a hablar el chico con capucha de borde naranja.

De pronto escucharon otra motocicleta que se aproximaba a una gran velocidad. Cuando llegaron frente a los demás su conductor no se molesto en detener la motocicleta,así que  saltaron de ella dos chicos y termino chocando con un árbol.

-- No vayan a empezar esta fiesta sin nosotros-- dijo uno de los nuevos chicos, tenía la capucha con un borde amarillos y traía una espada en la mano que tenía gravado Antics (travesuras) en la hoja con color amarillo y en la empuñadura una piedra del mismo color.

-- También queremos algo de diversión-- dijo sonriendo el otro chico nuevo con capucha del mismo color que el anterior, él tenía una espada igual a la del chico anterior, pero esta tenía gravado en la hoja Tricks (engaños).

De repente el lago de las canoas comenzó a agitarse y por el estrecho río que lo conecta con el mar podía verse aproximando un barco, sin ninguna dificultad. Cuando estuvo más cerca pudieron ver que era hermoso, parecía un barco pirata, tenía velas de color azul con gris y en la popa grabado su nombre Salvation del mismo color que las velas. Cuando llego al lago de las canoas paró y se pudo ver a un chico y a una chica en cubierta brincando del barco mientras un chorro de agua se acercaba a ellos, los atrapaba antes de que cayeran al agua, los llevaba frente a los demás y regresaba al lago.

-- ¿De qué nos perdimos? -- preguntó el chico nuevo dirigiéndose a los encapuchados; tenía la capucha con borde verde agua y una espada con la palabra Sea (mar) en la hoja de la cuchilla de color azul y con una empuñadura que parecía tener dibujada las olas del mar.

-- Nos cuestionábamos si los sobrevalorábamos o los subestimábamos -- dijo la chica con capucha morada.

-- Pues, tendremos que averiguarlo en otro momento -- dijo la chica que venía en el barco; su capucha tenía el borde color gris, el cabello que sobresalía podía apreciarse rubio, y tenía una daga con la palabra Know (saber) escrita en color gris y un piedra con un búho en la empuñadura.

-- Tiene razón – dijo la chica con capucha de borde rojo – Debemos concentrarnos en lo que vinimos a hacer, no en asustar a los pobrecitos – lo último lo dijo en tono de burla, ya que muchos de los semidioses los veían con miedo y, aunque otros se encontraban dispuestos a atacar, aún se veían asustados.

-- Oh, vamos – dijo la chica con capucha morada – Solo nos divertimos un poco.

-- No pueden negar que es tierno verlos así – dijo el chico de capucha naranja.

-- Pues, ¿qué te puedo decir? – Le contestó el chico con capucha totalmente negra -- Eso sólo dificulta nuestro trabajo.

-- Me parece que será entretenido – siguió hablando el chico con capucha de borde verde agua y, a pesar de que su cara estuviera cubierta, supieron que sonreía.

-- Créanme que sí – dijo uno de los chicos con capucha amarilla

-- Tenemos planes – siguió diciendo el otro chico con capucha igual en tono malévolo.

-- Disculpen pero, ¿van a atacarnos? – les pregunto uno de los semidioses que se encontraba al frente algo temeroso.

-- Ahm... Pues lamentablemente no – dijo el chico con capucha naranja.

-- Aunque eso desearíamos, venimos bajo otras órdenes – siguió el chico con capucha negra.

-- ¿Qué es lo que pasa aquí? – preguntó la voz de una chica que se aproximaba de atrás hacia el frente con otros 7 chicos.

Cuando los 8 chicos fueron visibles para los encapuchados, la pareja que bajó del barco se vio sorprendida al intentar retroceder, y aunque intentaron recobrar la compostura al momento aún se notaban algo afectados.

--¿Quiénes son ustedes? – preguntó uno de los semidioses del grupo que acaba de llegar, de forma agresiva y con su espada desenvainada dispuesto a pelear, igual que los otros chicos que los acompañaban.

-- Primero que nada, por favor bajen sus armas – dijo la chica con capucha morada, y de pronto todos los semidioses guardaron sus armas, sin excepción ni objeción – Mucho mejor.

-- Espera, ¿usaste embrujahabla? – le pregunto una de las chicas recién llegadas desconcertada.

-- Ah sí, no es difícil de aprender – le contestó la chica de cabello lila y aunque se veía segura a simple vista, se pudo notar un atisbo de nerviosismo.

-- Bueno, será mejor que nosotros también guardemos las armas– dijo la chica con capucha roja, y después guardo su pistola al lado contrario de donde tenía la otra.

Los demás encapuchados hicieron girar sus espadas, dagas o puñal, y cada una se convirtió en una pieza de joyería (a excepción de las dagas del chico con capucha negra, el solo las enfundo a cada lado de su cinturón) : la daga de la chica de cabellos lila se volvió un collar en forma de corazón, el puñal del chico con capucha de borde naranja se volvió un pequeño frasco que guardo en su bolsillo, las espadas de ambos chicos con capucha amarilla se convirtieron en pulseras que tenían grabadas las palabras escritas en sus espadas, la espada del chico de capucha verde agua se volvió un anillo con forma de ola, y la daga de la chica de capucha gris se volvió un arete con forma de búho.

-- Bueno, regresando al punto ¿Quiénes son? – volvió a preguntarlo el mismo chico.

-- Pues, somos quienes evitarán su extinción – le dijo el chico con capucha de borde naranja.

-- ¿Así que vienen como aliados? – Preguntó ahora una chica -- ¿cómo sabemos que no mienten?

-- No lo saben – le contestó la chica con capucha roja.

-- ¿Podríamos saber de dónde salieron? – les pregunto otra chica.

-- Oh, claro. Venimos de parte de Caos – dijo el chico con capucha totalmente negra.

-- Somos su élite – dijo la chica el chico con capucha naranja.

-- Los mortales nos llaman La Secta – continuó el chico con capucha negra

Los semidioses se sorprendieron, muchos de ellos habían escuchado las historias entre los mortales sobre los jóvenes que iban por diferentes partes del mundo protegiéndolos. No sabían que esas leyendas hablaban sobre la élite de Caos.

-- ¿Así que nos conocen? – preguntó uno de los chicos con capucha amarilla.

-- ¡Chicos! ¡Somos famosos! – dijo el otro chico de capucha amarilla en tono de burla.

-- Pensé que solo solucionaban asuntos de mortales – habló uno de los semidioses.

-- Si Vacío llega a vencer, los mortales también se perjudican – contestó la chica con capucha morada.

-- Entonces, ¿qué tienen pensado? – preguntó otro semidiós.

-- Le enseñaremos a defender su campamento – habló el chico con capucha verde agua por primera vez desde que llego el grupo de 8 semidioses, y aunque se trataba de mostrar indiferente, aún se podía notar un poco afectado.

-- Así que, ¿creen que lo hacemos mal? – preguntó molesto uno de los semidioses.

--Pues hasta ahora, así parece -- habló ahora la chica de capucha gris, también por primera vez, y un tanto afectada, pero lo ocultaba mejor que el chico --. El campamento Júpiter está casi acabado, ¿no?

-- Créanme, a nosotros tampoco nos entusiasma tanto la idea – volvió a hablar el chico con capucha verde agua.

Ante estas últimas voces ahora fue el turno de los 8 semidioses de parecer sorprendidos, aunque estos lo hicieron de lado mejor que los dos encapuchados.

-- Bueno, basta de hablar de nosotros – la chica con capucha morada -- ¿Ustedes son los líderes de este lugar?

-- Podría decirse, en realidad sería Quirón, pero fue llamado al Olimpo por un asunto urgente – le contestó un semidiós.

-- Bueno, nosotros nos presentamos ¿Qué tal si ustedes nos dicen sus nombres? – dijo el chico con capucha negra.

-- En realidad, no nos han dicho sus nombres... -- intentó objetar uno de los semidioses pero fue interrumpido.

-- Nombres – interrumpió la chica con capucha morada de forma brusca y usando encanto vocal.

-- Jason – dijo un chico rubio, con ojos azules y una pequeña cicatriz en el labio.

-- Piper – siguió una chica con el cabello castaño en una trenza con una pluma y ojos multicolor.

-- Leo – continuó un chico que parecía un duende latino.

-- Hazel – dijo una chica morena con el cabello rizado y ojos color dorado.

-- Frank – continuó un chico que parecía asiático.

-- Nico – siguió un chico con cabello negro, piel oliva y ojos oscuros.

-- Will – dijo un chico con cabello rubio greñudo y ojos azules.

-- Calipso – se presentó la última chica, tenía el cabello caramelo y los ojos almendrados.

La pareja que venía en el barco se vio aún más afectada mientras escuchaban los nombres, y aunque eran buenos ocultándolo aún se podía notar.

-- Bueno, ahora que saben nuestros nombres, sería justo que nos digan los suyos, ¿no? – les dijo Piper

-- Querida, tu encanto no funcionará con nosotros – le contestó la chica de capucha morada sorprendiendo un poco a la chica – Y por si no lo notaron con la capuchas, no podemos decirles nuestros nombres.

-- ¿Por qué no podemos saberlos? – preguntó intrigada Hazel.

-- Son órdenes de Caos – le contestaron al unísono los encapuchados.

-- Genial – escucharon susurrar a Leo por lo que recibió un golpe de Calipso.

-- Bueno, ¿al menos podemos llamarlos con los nombres que les dieron los mortales? – les pregunto Nico.

-- Oh, claro – contestó el chico de capucha naranja – Yo soy Brujo.

-- Sicario – siguió el chico con capucha totalmente negra.

-- Teniente – continuó la chica con capucha roja.

-- Sirena – dijo la chica con capucha morada.

-- Pequeños Demonios – hablaron a la vez los chicos con capucha amarilla.

-- Tormenta – se presentó la chica con capucha gris.

-- Tempestad – habló por el último el chico con capucha verde agua.

-- Bueno, creo que eso sería todo por hoy ¿Hay algún lugar donde podamos quedarnos? – pregunto Teniente.

-- Justo ahora nos encontramos limitados de espacio con los romanos aquí – le contestó Piper.

-- Nosotros usaremos el barco – dijo Tempestad dirigiéndose a los encapuchados.

-- Perdónanos Tempe... -- le dijo uno de los Demonios.

-- Pero no todos podemos viajar con nuestra casa integrada – le siguió el otro Demonio y ambos recibieron una mirada molesta del Tempestad y algunas risas de sus demás compañeros.

-- Podemos hacer ese hechizo con los muertos – dio la idea Sicario dirigiéndose a Brujo después de un momento de pensarlo.

-- Me encanta ese hechizo – le contestó Brujo.

-- Chicos, ¿Qué hechizo? – le preguntó Sirena.

-- Podemos traer a algunos muertos y ellos se ofrecen a hacernos favores – le contestó Brujo.

-- Increíble – hablaron al mismo tiempo Los Pequeños Demonios.

-- No creo que a mi padre le guste la idea – interrumpió Nico su platica.

-- No servimos a los dioses – le contestó Sicario.

-- Servimos a Caos – continuó Teniente.

-- Bueno... Tendrán 3 cabañas muy pequeñas para mañana – dijo Brujo intentado alivianar la tensión.

-- ¿No necesitarán materiales? – preguntó Sirena.

-- No, ellos los consiguen. No tengo ni idea de cómo y la verdad, no estoy interesado en preguntarles – me contestó Brujo.

-- Y se pueden quedar esta noche en el barco – les dijo Tormenta.

-- Asunto resuelto – dijo Sirena y luego se dirigió a los semidioses – ahora sí nos permites, crearemos zombies.

-- Mañana comenzará su entrenamiento. Estén listos temprano – les advirtió Teniente.

-- Oh, esperen, no voy a dejar mi precioso barco aquí – les dijo Tormenta y después el agua del lago comenzó a agitarse hasta que logró mover el barco y lo llevó por el río hasta que estuvo fuera de su vista, supusieron que lo llevó hasta el mar. Después de un momento de silencio volvió a hablar dirigiéndose hacia sus compañeros – Listo.

Los 8 encapuchado se dirigieron al bosque para ver a sus 2 compañeros realizar su hechizo. 

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Bueno pues, gracias por leer. 

No cambie tanto esta parte de la original, aunque ahora me gusta más

No olviden votar y dejar un comentario.

Los quiero🖤. Bye. 



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