No me gusta demasiado usar traje, pero lo de mañana es una ocasión especial. O al menos eso se ha hartado de decirme Anabel, que me ha "hecho el favor" de comprarme un esmoquin antes de que yo pudiera retractarme de ir a ese estúpido festival.

—Te queda bien.

Me giro para verla aunque no lo necesito. Su voz es imposible de confundir, por no hablar de su imagen reflejada en el espejo de cuerpo completo que hay en mi armario.

—Sabes mejor que nadie que no me gustan estas cosas, Reb...

Ella sonríe y se me acerca. Me plancha con las manos la chaqueta del esmoquin, centrada en ella misma, en sus propios pensamientos. No levanta la mirada.

—Ya verás como te lo pasarás en grande. Yo estaré por allí, cuando no me toque inaugurar el festival, así que búscame. Yo haré que todo esto sea inolvidable.

Me guiña un ojo con picardía. Tengo que bajar la cabeza para que no note que estoy bastante rojo, aunque es inútil. Soy más alto que ella.

—Esta semana ha pasado volando. Ya es mañana...

—Sí, y la verdad es que tengo muchas ganas de que acabe. Aún no me puedo creer que Carlos y yo vayamos a presentar a Sweet California como artistas invitadas a cantar en la apertura de la YoutubeCome.

—Estoy muy orgullosa de ti. Estás avanzando.

Me sonríe, apretando los labios. Parece que quiere decirme algo, pero no se atreve.

—Dani quiere hablar conmigo. —Finalmente... ¿qué?—. No tengo idea de qué quiere, pero parecía nervioso por teléfono, así que le he dicho que mañana temprano nos veríamos.

—¿Estás segura? —Tuerzo una ceja. Ella fue la primera en quejarse de que yo hablé con él. Tengo que dejar atrás tanto celos.

—Sí... Solo espero que no sea nada malo, quiero empezar el día con buen pie.

Me sigue acariciando los bordes de la chaqueta. Finalmente, su mirada se cruza con la mía y por una vez soy consciente de lo cerca que estamos. Bajo la cabeza un poco cuando...

Ding, Dong...

Cierro los ojos con fuerza. Anabel va a acabar conmigo.