❁ Capítulo 36: Perdido
NamJoon
Gracias a HoSeok me había enterado que TaeHyung también había entrado en labor de parto. Sabía que mi hijo era fuerte y que iba a poder hacerlo, por lo que no podía estar más orgulloso de saber que mis hijos y mi nieto o nieta compartirían cumpleaños.
Regresé a la habitación de SeokJin apenas terminé de comprar el muffin de ordenar las pizzas, pues al parecer en un hospital no vendían de esas.
Apenas ingresé a la habitación escuché al doctor decirle a mi esposo que pujara y realmente no estaba listo para esto. Cierto que había estado casado antes y que tenía un hijo, pero en ese tiempo era demasiado joven y un idiota que se había obsesionado con el trabajo, por lo que no estuve presente en el parto de Haneul y mucho menos en algunos cumpleaños de TaeHyung. Sin embargo, no podía volver a cometer el mismo error. Dejé la bolsa, donde se encontraba el muffin, en el pequeño mueble de la habitación y fui directamente hacia SeokJin, quien me sonrió de inmediato.
- Señor Kim, no se distraiga por favor. - le advirtió el doctor, a lo que SeokJin se disculpó. - Ahora puje de nuevo.
Jin hizo lo que el doctor le indicó, a lo que este le dijo que volviera a pujar, pues podía ver la cabeza del bebé.
- E-espere un... - y antes de que SeokJin terminara de hablar se vio interrumpido por un estornudo.
- Tenemos a uno. - dijo el doctor. Miré a SeokJin y este rápidamente trató de ver al bebé. - Es una niña.
Me quedé asombrado con lo pequeña que era la bebé y con lo fuerte que lloraba, pero sobre todo con la belleza inigualable que poseía.
- Muy bien, señor Kim, puje de nuevo. - Pidió nuevamente el doctor.
SeokJin apenas vio a la pequeña cuando una de las enfermas se la llevó para realizarle más exámenes. Ni siquiera había descansado como era debido, pero aún así continuó pujando, a lo que el doctor le alentaba a que lo hiciera con más fuerza.
No sé cuántos minutos pasaron cuando el doctor indicó que podía ver la cabeza del otro bebé. Esta vez no hubo estornudo, por lo que SeokJin terminó exhausto para cuando comenzamos a escuchar los gritos de nuestro hijo.
Al niño también lo vimos apenas unos minutos, pues otra enfermera se lo llevó con la misma excusa de hacer más exámenes.
SeokJin de dejó caer, sonriéndome y diciéndome lo feliz que estaba.
- Yo también lo estoy... - susurré, acariciando su cabeza.
- Te amo... - me dijo, para luego cerrar sus ojos por un instante y reír. No lo entendía - Realmente soy feliz, Nam. - me confesó y entonces recién entendí la razón de su sonrisa.
- Tú también me haces feliz, cariño. - dejé un beso en su frente y tomé su mano, haciendo lo mismo: besándola.
- ¿Crees que TaeHyung ya haya dado a luz? - y la simple pregunta me recordó el parto de mi hijo, por lo que luego de dejar otro beso en la mano de mi esposo salí corriendo.
Tuve que ir hasta recepción para preguntar por TaeHyung, la señora de hace un momento me sonrió y preguntó por SeokJin.
- ¿Cómo está? ¿Los bebés son igual de hermosos que él? - y al parecer lo único que le importaba a esa mujer era saber la vida de mi esposo.
- Sí, ya nacieron, pero están pasando por unos exámenes. - dije, sonriendo como bobo al recordar a mis bebés, pues realmente estaba emocionado con la idea de por fin tenerlos en brazos. - Pero ahora quiero saber el estado de Kim TaeHyung.
- ¿Kim TaeHyung? - pareció un poco confundida, pero luego de revisar unas hojas y de preguntarme si yo era algún familiar, a lo que tuve que asentir y decirle que era su padre, volvió a hablar. - Oh, usted es el padre del chico histérico que llegó golpeando a su esposo. - asentí, aunque dudaba que mi angelito golpeara al idiota de su esposo. - También entró de emergencia, se le adelantó el parto y tuvieron que derivarlo al quirófano...
No deje terminar a la mujer para cuando me hallaba corriendo en búsqueda del maldito quirófano. Me tardé mucho, pero logré visualizar a HoSeok con un traje especial, mantenía la mirada fija en algún punto perdido... en realidad parecía algo perdido. Y yo me encontré igual cuando escuché sobre la situación de mi hijo.
Poco después de golpear al esposo idiota de mi hijo lo maldije miles de veces en mi mente. Él había prometido cuidarlo, me había jurado que siempre iba a proteger a TaeHyung y ahora mismo mi hijo se estaba debatiendo entre la vida y la muerte por culpa de ese imbécil.
Lloré en silencio, mientras veía como el señor Jung apoyaba a su hijo y trataba de animarlo, mientras que yo solo tenía ganas de matarlo a golpes.
Habia sido demasiado doloroso perder a mi esposa, había sido un infierno pasar por todo eso, tener que llorar todas las noches a escondidas y tener que recibir ayuda después de haber sido diagnosticado con depresión. Fue terrible todo lo que pasé después de la muerte de Haneul y aunque TaeHyung se encontraba a mi lado no podía... simplemente no podía. No quería volver a pasar por eso, no quería tener que llorar a escondidas y sufrir por otra muerte más... no quería perder a mi hijo, todo menos mi hijo.
Más lágrimas se deslizaron por mis mejillas y entonces maldije el momento en el que le confie la vida de mi hijo al imbécil que ahora estaba llorando en los brazos de su padre. Me maldije a mí mismo por permitir que lo alejaran de mi lado y sobre todo, por haber perdido tanto tiempo sumergido en mi sufrimiento.
Realmente no iba a aguantar, esta vez no. TaeHyung era muy especial para mí, además de ser mi hijo y de amarlo como a nadie, también era el único recuerdo que me quedaba de Haneul, por lo que lo sobreprotegia demasiado y no me arrepentía, pues estando bajo mi custodia nunca había pasado por nada parecido a esto. Sin embargo, en manos de HoSeok estaba pasando de todo.
Estuve tan perdido en mi mente que cuando el doctor salió del quirófano tarde unos minutos en acercarme.
HoSeok y el señor Jung estaban muy atentos y yo solo parecía un alma en pena.
- Fue algo difícil estabilizar al paciente, había perdido mucha sangre... - HoSeok comenzó a llorar con más intensidad y yo solo tenía ganas de matarlo. - pero lo logramos. TaeHyung se encuentra relativamente bien, lo vamos a pasar a una habitación dentro de unos minutos y queremos que esté en absoluto reposo.
HoSeok asintió ante la palabras del doctor e incluso lo abrazó, al igual que el señor Jung.
Solo cuando el doctor dijo que mi hijo se encontraba bien, pude respirar bien. Ni siquiera sabía que estaba aguantando la respiración hasta ese momento.
Esto lo termine anoche, por lo que pude actualizar más temprano. Aún no he escrito el siguiente capítulo, pero definitivamente lo tengo en mente. Gracias por todo, enserio, cada vez estamos más cerca del final y solo me queda decirles que las quiero bastante y me alegra saber que siguen aquí, leyéndome. ♥
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