❁ Capítulo 14: Terminar
Capítulo dedicado a: Kenia_Maya ♥
JungKook
— Entonces cuando NamJoon tocó la cuna, esta se rompió.— Escuché la estruendosa risa de mi primo y de inmediato volví a la realidad. — y tuvimos que pagar por tres cunas, en vez de dos...
— Pero tú no tendrás trillizos.— susurré. SeokJin me miró de reojo y se detuvo, por lo tanto, yo también me detuve, al igual que el carrito de compras.
— Siquiera me estás escuchando.— dijo con claro enojo.
— Claro que sí.— dije de inmediato en mi defensa. SeokJin frunció el ceño y colocó una de sus manos en su cintura. Claramente era una pose intimidadora.
— Entonces dime de qué estaba hablando y por qué NamJoon y yo pagamos por una cuna demás.
— E-eso es... — solté un suspiro y continué avanzando. SeokJin también lo hizo.— Es claro que no te escuché, SeokJin, lo siento.— miré los estantes y tomé uno de los cereales favoritos de mi primo y sigo uno, porque Jin tenía como cinco cereales favoritos.
— Estás muy distraído y no sé a qué se debe.— él se adelantó y comenzó a buscar otros de sus cereales. Yo solo me detuve a su lado, esperando a terminara con sus compras semanales. — ¿Donde están? ¿Dónde están? — comenzó a susurrar mientras seguía en su búsqueda.
Por mi parte preferí encender mi celular y ver si es que YugYeom me había mandado algún mensajes y no, absolutamente nada de nada. Desde aquel día, en el que tuvimos un pequeño desliz, todo se complicó y tal parece que él no quería ni verme o siquiera hablarme por mensajes. Ya había pasado un mes y para este punto creía que ya no volveríamos a ser los amigos de antes.
Estaba a punto de apagar el celukar, cuando de repente un mensaje llegó y este era de NaEun. Ella me pedía vernos dentro de media hora en el departamento, para escoger la cuna para nuestro futuro bebé. Cualquiera diría que estaba emocionado, pero yo no; después del problema que tuvimos aquel día que le confesé que no estaba listo para tener hijos, pensé que todo se había acabado para nosotros, pero a la semana siguiente dejó de ignorarme y me pidió que viéramos a un psicoterapeuta, para tratar nuestros problemas de pareja, sin embargo y apesar de que quería decirle que lo nuestro ya no daba para más, terminé aceptado su propuesta y yendo a las terapias de pareja dos veces por semana.
— TaeHyung me miró tan mal que por un momento pensé que me odiaba o en el peor de los casos, que me quería muerto. Fue algo muy doloroso para mí, en especial porque lo quiero mucho, tanto como quiero a estos pequeños.
Volví a realidad cuando escuché el nombre de TaeHyung y rápidamente giré los ojos. Me estaba cansando de ese nombre, en especial porque siempre ofendía a mi primo favorito.
— No entiendo por qué no le das su espacio a ese chico. Se nota que no te quiere cerca y creo que estando en su lugar, yo tampoco te querría.
SeokJin me miró más que ofendido y al final terminé disculpándome.
— Yo siempre me hago querer.— dijo con su típico tono de divo.
— Pero apenas eres un año mayor que él...
— Lo dice el chico que tiene que venir con su primo embarazado al centro comercial para comprar el nuevo videojuego que casualmente su novia le prohíbe jugar.
Miré más que enojado a mi primo y terminé suspirando. SeokJin tenía razón, mi vida apestaba, a pesar de tener una carrera y prontamente una familia.
— Por cierto, ¿Cómo van con los preparativos para la llegada del bebé? — SeokJin cambió de tema y no pude estar más agradecido.
— Bien.— dije apenas.
— ¿Y con YugYeom? ¿Pasarán la noche juntos?
Abrí mis ojos en par y negué de inmediato.
— ¿De qué estás hablando? Yo le soy sumamente fiel a NaEun.— dije demasiado rápido para mi gusto es incluso, para el de mi primo.
— Yo no insinúe nada que tenga que ver con un encuentro sexual, primito.— dijo esta vez en un tono burlón.— Yo solo deduje que ambos pasarían la noche juntos ya que siempre buscabas refugio en casa de tu amiguito cuando NaEun no te dejaba jugar tus videojuegos... — Tragué grueso y solté un suspiro. — pero me has hecho dudar, así que suéltalo de una buena vez.
— Recuérdame nuevamente la razón por la que estoy de compras contigo.— dije en un tono casi monótono.
SeokJin rio.
— Porque tu novia le quita toda la diversión a la vida y piensa que ha estás listo para ser padre, cuando en realidad de lo único que quieres ser padre es de tu consola.
Definitivamente no podía darle la contra, pues mi primo me conocía mejor que nadie, incluso podía decir que me conocía mejor de lo que yo me conozco.
Continuamos de compras poco después de que le inventé una excusa barata con respecto a mi nerviosismo y por más que no me lo creyó, traté de convencerlo.
— Sabes que odio las pizzas.— dije más que asqueado de estar en la zona de comida rápida.
— Yo no tengo la culpa, la culpa la tiene ese pequeño niño de la fila que me provocó con su pizza americana.
Rodé los ojos y preferí seguir a mi primo, pues no tenía nada que hacer.
SeokJin se tomó su tiempo para escoger entre la pizza hawaiana y la americana y cuando decidió que quería ambas, pude respirar con normalidad; sin embargo al inhalar por tercera vez sentí un asco tremendo, algo que jamás había sentido y sin poder controlarlo, todo vino a mi boca.
Está demás decir que SeokJin me miró con asco y al final con odio, pues no solamente le hice pagar por sus compras, sino también disculparse con los trabajadores del lugar y además, pagarles para que estos dejaran de vernos con mala cara.
Estuve todo el tiempo callado, pues así lo pidió mi primo cuando empecé a darle explicaciones y solo cuando subimos a mi auto y se colocó el cinturón de seguridad me preguntó qué es lo que realmente había sucedido.
— Y-yo... Tú bien sabes que odio las pizzas, no tolero ni una y... y el olor fue demasiado fuerte y...
Alzó su mano y con eso supe que debía callarme.
— Me debes mil wons y solo arranca que te aseguro que verte vomitar en el pasillo solo despertó nuevamente mis náuseas y ahora lo único que quiero es llegar a mi casa y tomar un té.
Dejé a SeokJin en su casa y le ayuden a bajar todas sus compras, además de llevarlas a su cocina. NamJoon no se encontraba y lo agradecía tanto, no solo porque no me llevaba del todo bien con él, sino porque SeokJin tocó un tema que realmente era algo incómodo para mí.
— Si tan sólo no estuvieras con NaEun ahora mismo te llevaría a la clínica para que te hagas una prueba de embarazo.
Y las ganas de vomitar regresaron, pero esta vez no fue por el asco.
— No puedo creer que hayas vomitado solamente por unas pizzas que siempre has tolerado. Tienes que ir a un doctor, JungKook, esto no es nada normal.
SeokJin empezó con su discurso de madre protectora y cuando apenas pude le puse de excusa la cita que tenía con NaEun para irme. Él me dejó ir y lo agradecí demasiado, pues no me parecía algo gracioso estar hablando sobre embarazos, menos conmigo.
Al llegar a mi departamento esperé tranquilidad y unas horas de sueño, pero lo que me encontré no me gustó para nada o mejor dicho, lo que escuché no me agradó.
NaEun tenía amigas de la universidad, cimo cualquier otra chica, algunas veces se reunían para contarás los últimos chismes o en todo caso, para comprar ropa. Conocía muy bien a SuYong, ella era la mejora amiga de mi novia, siempre estaban en contacto y muchas veces venía a casa para tomar el té o en otras palabras, para contarle los últimos pormenores a mi novia.
SuYong estaba en casa, la escuché apenas entré, estaba acercándome a la cocina y tenía intenciones de saludarlas y excusarme con NaEun, pues tenía demasiado sueño como para escoger la cuna de nuestro hijo; sin embargo, no logré anunciar mi llegada, pues cuando iba a entrar, escuché el nombre de SeokJin salir de los labios de esa chica.
— No puedo creer que estés con el primo de ese chico.— el odio se notaba en su tono de voz.— es una abominación...
— SuYong, por favor, no digas eso. — NaEun trató de defender a mi primo y digo trato, porque al final...— JungKook no es nada parecido a su primo afeminado.
— Afeminado es poco ¡Por dios! No puedo creer que ese chico pueda engendrar, cuando tú, teniendo todo lo necesario para darle una buena vida y una familia ejemplar a un niño, no puedas. Es injusto, es horrible, todo es culpa de esa abominación de...
— ¡Ya llegué! — preferí interrumpirlas a seguir escuchándolas, pues era realmente horrible todo lo que decían de mi familia.
NaEun me abrazó y me di un beso de bienvenida. SuYong solo me sonrió apenas y yo hice lo mismo. Cuando apenas pude me disculpé con mi novia y su amiga, y me fui a dormir.
No pasaron ni diez minutos cuando sentí un beso en mi mejilla. Al abrir lentamente los ojos me encontré con la sonrisa radiante de NaEun.
— Hola dormilón.— dijo en un tono muy cariñoso.
— Hola.— dije apenas, tratando de levantarme.
Ella se apartó y buscó en el armario su pijama o al menos, eso es lo que creía.
Me levanté apenas para ir al baño, mientras escuchaba a NaEun hablar sobre una entrevista que había leído en una revista de entretenimiento.
— Puedes creer que ese tipo comenzó a hablar sin desvencia alguna, no puedo creer que tu primo lo tenga que soportar y peor aún, llamarlo hijo... es que en verdad me da asco verlo.
Y eso fue suficiente.
— ¿Entonces te parece asqueroso ver a mi primo con un vientre de seis meses? — NaEun me miró algo sorprendida y antes de que pusiera excusa alguna, continué.— ¡Contéstame! ¿Te da asco que ellos puedan embarazarse y tú no?
NaEun frunció su ceño y se me acercó tanto como pudo.
— No me levantes la voz, JungKook, no voy a tolerar tus arranques de machito.
Abrí mis ojos en par y entonces la cólera me invadió. La agarré de ambos hombros y pico me importó que sea una mujer.
— ¡Contéstame! ¿Acaso te da asco mi primo?
NaEun me miró con determinación y antes de que dijera palabra alguna, sabía su respuesta.
— ¡Sí! ¡Sí me dan asco, incluso tu primo me da asco y tú bien sabes la razón! ¡Tú más que nadie sabe la razón por la que me dan asco! — comenzó a llorar y la solté.
Me alejé tanto como pude y en medio de su llanto, por más ganas que tenía de decirle que ella no merecía ser madre, me quedé callado y solo tomé mis maletas junto a mis pertenencias.
Esa misma noche decidí salir de ese lugar. Esa misma noche también decidí terminar mi noviazgo con NaEun.
Datos:
SeokJin ya cumplió los seis meses.
Nota del autor:
El capítulo va dedicado a una personita especial que siempre está al tanto de la historia. Bebé, te lo mereces.
Chicas, ustedes también se merecen este capítulo y muchos más, así que si quieren una dedicación para los siguientes capítulos, solo digan la pareja que quieren leer en ese capítulo y listo. ♥
Nos vemos preciosuras.
Imagen en multimedia:
https://pin.it/3wfwwrzlnykopo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top