❁ Capítulo 11: Me gustas
Jung Kook
No pasó ni un minuto de haber estacionado mi vehículo para ver salir a YugYeom. Estaba a punto de salir de mi auto y gritar su nombre para que se percatara de mi presencia cuando caí en cuenta de su acompañante. Era una bonita chica e incluso podía reconocerla, pues su cabello lacio y largo con esas prendas diminutas, pero muy bonitas, siempre iban a ser propios de EunJi, una de las tantas chicas con las que salí en mi tercer año.
Me quedé quieto, prácticamente me encogí en mi asiento mientras veía como mi mejor amigo y ella platicaban y se reían de algo, que seguramente, no me causaría gracia a mí, pues EunJi fue de aquellas que no tenían temas de conversación y que sólo se preocupaban más por el físico que por las tareas. Aún sigo sin creer cómo es que está en su último año de universidad, si es que terminó reprobando dos cursos en su primer año.
Fui testigo del beso en la mejilla que se dieron y solo cuando ella se fue junto a un grupo de chicas que recién salía de la universidad fui capaz y tuve la valentía de salir de mi auto y apoyarme en este.
YugYeom no tardó demasiado en reconocer mi auto y aunque mi mente ya sabía que él me iba a sonreír, no sé por qué en este momento lo único que hacía era entregarme un ceño fruncido.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó YugYeom una vez que se situó delante de mí.
- ¿Qué estabas haciendo con esa chica? - pregunté con claro interés. YugYeom miró hacia el grupo de amigas que ya iba saliendo del campus de la universidad y luego me miró a mí.
- Aún no has contestado mi pregunta.
- Tú tampoco.- contraataqué, a lo que él se cruzó de brazos.- Está bien, está bien, tú ganas, bebé.- me burlé, tratando de agarrar una de sus mejillas y estirarla; sin embargo, él lo impidió al golpear mi mano. Me sorprendí mucho por su actuar, pero preferí olvidarlo.- Decidí visitar la prisión de la que salí el año pasado.- observé la fachada de la universidad y reí. - Ahora sí, contéstame.
YugYeom dejó caer sus brazos y me apartó de un empujón para así subirse a mi auto con mucha confianza.
Negué con la cabeza y solo me quedó rodear el auto y subir por igual.
- La invité al baile de graduación.-dijo finalmente, después de haber quedado en ir a un local de hamburguesas a petición suya.
- ¿A EunJi? - dije más que sorprendido, a lo que mi mejor amigo solo asintió sin tomarle más importancia al asunto, cuando en realidad, este era de suma relevancia. - Pensé que te quedarías por siempre solo, con tus videojuegos y Coco.
- Invitar a una chica a salir no significa que vaya a casarme con ella, dejar mis videojuegos y botar a mi mascota a la calle... - dijo un poco alterado, casi como si quisiera demostrar su molestía.- no soy como tú.- susurró y aunque quise darle la contra, preferí simplemente ignorarlo hasta llegar al restaurante.
Nos sentamos uno delante del otro mientras veíamos la variedad de platillos en la carta y aunque me hubiera gustado decir que me sentía alegre al estar nuevamente con mi amigo después de un mes de no habernos visto, tengo que ser sincero y decir que todo era incómodo.
- Eso es todo.- dije sonriente antes de devolverle la carta al mesero.
YugYeom dejó a un lado su celular y me miró directamente hacia los ojos.
- Bien, dime, ¿Qué es lo que sucedió con Na Eun?
- ¿De qué estás hablando? - pregunté claramente ofendido.
- Dejémonos de idioteces, Jung Kook, tú solo me llamás para hablar de Na Eun, sus problemas y tu inseguridad para sentar cabeza, así que mejor suéltalo y acabemos con esta farsa.
Quise darle la contra, decirle algo, pero preferí callar por unos segundos y luego asentir.
- Dentro de un mes, Na Eun y yo iremos a América para recoger a nuestro a hijo.- lo solté y creo que hacerlo me hizo sentir menos culpable conmigo mismo por no desear tanto ese momento como Na Eun. Ella estaba emocionada, pero yo no sentía nada.
YugYeom me miró por unos segundos, para luego bajar la mirada y tomar su celular, mirando solamente la hora, pues apenas lo encendió.
- Ya deberías decirle que simplemente no quieres ser papá, que no te sientes preparado y que posiblemente jamás lo estés porque en el fondo lo único que haces es reprimir al niño que llevas dentro. - dijo directamente, sin filtro alguno dirigiéndome una mirada llena de frialdad.- Simplemente termina con ella...
- ¿Cómo puedes decir eso? Eres mi amigo, deberías estar aconsenjándome en vez de decirme todo esto...
- ¿A qué te refieres con todo esto? Sabes que es la verdad, sabes claramente que esa mujer no te conviene, que aunque la ames, ella seguirá siendo estéril y su sueño de ser madre seguirá en pie y por tanto seguirá insistiendo, ya sea contigo o...
- ¿¡Qué te sucede!? - prácticamente grité, llamando la atención de otros clientes. YugYeom se disculpó de inmediato.- ¿Por qué la odias tanto? - susurré luego de pensarlo mucho, pues ya estaba cansado de sus palabras crueles.
- ¿De qué estás hablando? Yo no la odio. - dijo indiferente y carente de expresión.
- Es obvio que la odias, siempre que no encontramos, solo te encargas de hablar mal de ella o de recalcar que no puede tener hijos... ¿Por qué? Solo dime por qué la odias y te aseguro que...
- Yo no la odio.- repitió descaradamente.
Tuve que inhalar y exhalar dos veces para controlar mis ganas de golpearlo.
- ¿Por qué, YugYeom? ¿Por qué Na Eun no te cae bien? Solo dímelo, ella es una buena persona, una gran chica y por más que...
- N-no puedo.- susurró, cerrando sus manos en puños y bajando la mirada, exactamente hacía sus rodillas.
- ¿Qué? - susurré sin entender muy bien.
- ¿Cómo te puede agradar la mujer que está con la persona que te gusta? - susurró y entonces me sonrojé y por sobre todo, sorprendí, pues aquello sí lo había entendido perfectamente.
- YugYeom... - susurré. Él levantó la mirada y sonrió apenas.
- Me gustas... - susurró, para luego tomar su celular y salir prácticamente corriendo del restaurante.
Estaba a punto de dejarlo ir, pero preferí seguirlo, no sin antes dejar el dinero de lo que no comimos.
- ¡YugYeom! - grité, tomando su mano para detenerlo. - ¿Hablas enserio? - traté de buscar su mirada, pero él me evadia y trataba de irse, por lo que me atreví a susurrar lo que siempre guardé en lo más profundo de mi ser.- Tú también me gustabas.- solté su mano y aunque tuve el presentimiento de que se iría, él no lo hizo, al contrario, me dio la cara... una cara sorprendida.
- No te burles de mí, Jung Kook.
- No lo estoy haciendo.- dije de inmediato.- Antes me gustabas demasiado, a tal punto de tratar de sacarte celos de cualquier forma, incluso con todas esas chicas con las que salí, pero ni aún así tú me veías... tú solo me veías como un amigo.
- N-no era así, yo...
- Olvídalo, YugYeom, eso quedó en el pasado y ahora yo tendré una familia, sentaré cabeza, me casaré y... y todo ese gusto que sentí, que tú sientes terminará siendo un chiste que nos contemos cuando...
- No, Jung Kook, tú tal vez veas esto como un chiste o una buena broma, pero yo sí sé lo que siento y lo que verdaderamente quiero, así que mejor acabemos con todo esto. Tú quieres seguir viviendo dentro de la familia perfecta, a pesar de que no seas feliz y ten por seguro de que eso no es lo que yo quiero, no para mí, para ti o para cualquier otra persona.
Quise detenerlo nuevamente cuando dio media vuelta y comenzó a caminar lejos de mí, pero simplemente no pude.
No pude y tampoco lo hice, solo subí a mi auto y emprendí camino hacia la casa que compartía con Na Eun, necesitaba verla, pero no sabía por qué, pues gran parte de mi cuerpo no me exigía verla, al contrario, lo único que quería era ir detrás de YugYeom y hablar con él... pero solo eso, solo quería, no podía.
↪Nota de autor:
Espero que les guste este fragmento de YugKook.
Imagen en multimedia:
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