Alerta: Capítulo aburrido hay partes necesarias para la historia pero si quieres ver lo único "importante " adelanta casi al final.
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Izuku estaba sentado en la parte trasera del auto con la cabeza agachada y los pies flojos, gruñía de vez en cuando a la vez que trataba de aguantar el sermón por parte de su mamá, al parecer lo de la pelea no se lo tomó muy bien.

Inko: (molesta) Desde pequeño te lo he dicho Izuku, la violencia es mala, es de gente bruta, que necesidad había de llegar a los golpes? porque no hablaste con el?

Izuku:...

Prefería simplemente quedarse callado como siempre, al fin y al cabo, es una discusión sosa.

Yagi: Vamos Inko, tiene que aprender a defenderse, ese chico se lo buscó.

Era inevitable que su papá se sintiera un poco/muy orgulloso, al recibir la noticia tuvo que fingir la sonrisa.

Inko: Pero él se rebajó a su nivel, además, para eso estas los supervisores no?

Yagi: Esa clase de personas sólo entienden a golpes Inko.

Inko: Pues que se los den sus padres.

Yagi/Izuku: (Gruñido)...

Inko: Ash* igualito a ti...

Yagi: Lo bueno que no se parece a ti...

Inko: (le brota una vena) Grr...

Por la discusión familiar ambos padres no notaron que pasaron al lado de un puticlub de bajo mundo, el letrero era una simple pizarra, la fachada eran unos simples ladrillos, algunas putas estaban en el techo, una porquería.

No era la primera vez que Izuku  veía un lugar así, pero le sorprendió un poco ver por el rabillo del ojo una cabellera púrpura entrando tranquilamente, mirando a los lados antes de abrir la puerta. Giro la cabeza atrás para comprobar pero la chica ya había entrado. 

...

Los minutos pasaron y después de una extensa y chistosa discusión, se estacionaron frente al lugar deseado.

Yagi: Bien llegamos.

Inko: Luego hablaremos de esto.

Aparcaron frente una gran casa de dos pisos la cual emanaba un aura deprimente y lúgubre. Izuku dio un suspiro antes de preparase mentalmente para lo que se venía.

Entraron confiadamente, cruzaron el pasillo lleno de macetas con flores artificiales hasta llegar a la sala, y ahí estaban...  Su familia, esperándolos. Abuelos, tíos, primos y nietos, en fin.

En cuanto entraron Izuku sintio que su barrera corporal era picada por miles de agujas, sintiendo la mirada caer sobre ellos por una fracción de segundo antes de ignorarlos nuevamente.

Un malestar estomacal le empeoraba la situación. Uno por uno saludo a todos los que estaban.

Tía: Hola Inko, Yagi, hola Izuku.

Tío: Como estas Izuku?

Primo: Aún haces dibujos? Genial.

Prima: Hola Izuku.

Niño: OdA iDutU :)

Que saludos más fingido eh hipócritas, el único saludo sincero fue el del niño, pero su mamá tuvo que arruinarlo.

"Se llama Izuku ñimini ñimini"

El único al que el pelinegro se alegraba de ver era a su abuelo, un viejo canoso de baja estatura que siempre tenía un bordón en su mano derecha. El era su única familia en todo este grupo de hipócritas, el único que lo veía como un nieto. Se acercó para saludarlo con una pequeña sonrisa.

Torino: Como estas greñudo Jeje.

Izuku: Bien abuelo.

Torino: Que bien, llegaste justo a tiempo para comer, anda, vamos a la cocina, agarra y te sientas junto a mi.

Izuku: Está bien.

X: Genial, a comer!

Todos fueron a la cocina para atascarse de comida, ya que sólo ah eso venían. Bueno, tampoco era tan exagerado, a simple vista se veían como una familia normal, hablaban, bromeaban, reían, pero... En fin. Lo normal en todas las familias, supongo.

Las horas pasaban e Izuku se sentía cada vez más aburrido, sentia los ojos nublados y el cuerpo cansado, en cualquier momento se desconectaría del mundo pero una voz lo saco de su sueño aburrido.

Tío: Voy a ir al mercado, quieres ir Izuku?

Izuku: (pensando) Claro, para que yo cargue las bolsas.

Torino: Jeje, anda greñudo, me traes un chocolate.

Lo pensó por unos segundos, la verdad no quería ir, pero si se quedaba aquí caería dormido.

Izuku: Ok.

Ambos salieron y subieron al auto del hombre, ninguno de los dos dijo una palabra en todo el camino, el único ruido existente era el de las llantas chocando con piedras.

Izuku veía por la ventana sin importarle nada en específico, iban demasiado rápido y no se veía bien el panorama, pero por una fracción de segundo fijo su atención en un callejón donde había dos siluetas rubias, un par de chicas de grandes pechos.

Izuku las recordó perfectamente, estaban de espaldas con un cigarro cada una, parecían están hablando con otra figura la cual estaba oculta en lo profundo, pero también era una mujer.

Izuku: (pensando) Que mierda? Son ellas, acaso es algún tipo de mafia? Mafia de ninfomanas?

Pensó por unos segundos recordando el día en que se encontró con ellas dos, pero se aburrió y siguió divagando.

Al llegar al mercado Izuku vio que era un edificio grande de dos plantas, lleno de personas.

Izuku: (pensando) Si pasara un temblor...   Morirían más de mil...

Caminaban por los largos pasillos de puestos y chucherías mirando que más podían llevar, obvio el cargaba las bolsas. En su pantalón guardo el chocolate que su abuelo le había pedido, para el eso era lo más importante.

Al cruzar por una intersección vio a unos cuantos metros a Yui e Itsuka hablando y riendo mientras comían unos helados.

Decidió ignorarlas pero segundos antes de marcharse, ellas giraron un poco la vista y lo vieron. Al principio él creía que igualmente lo ignorarían, pero grande fue su sorpresa cuando lo saludaron amigables.

Yui sólo movió su mano mirándolo inexpresiva, pero Itsuka...  Antes ni si quiera hablaban, y ahora le MANDA UN BESO?!

Se quedó sin habla, pero no lo demostró, si Itsuka hacia eso es porque tenía algo entre manos, pero esta estúpida si cree que podrá manipularlo o algo así, como a los demás chicos que los tiene de esclavos.

Tío: Izuku, no te quedes atrás :)

...

...

...

Izuku bajo del autobús unas cuantas calles antes de su casa, decidió irse el solo ya que sus padres tenían planeado quedarse una noche aya, pero el no lo soportaría, se volvería loco. Por esa razón prefirió tomar el autobús de regreso.

Su madre al principio no quería, pero logro convencerla.

También le preocupaba su perro, probablemente tendría hambre, ahora Zeus era su única compañía y no lo sé haría sólo.  Abrió la puerta asia el patio con el paquete de croquetas en la mano, listo para darle de comer.

Pero se sorprendió al ver al perro masticando un gran trozo de carne tranquilamente, era peludo y grandes. Se acercó preguntándose que era.

Un gato. Al parecer estaba comiendo lo que parecía ser un gato, su cuerpo estaba desmembrado y casi irreconocible pero se notaban ciertos rasgos felinos. 

Se arrodilló junto a él y lo acarició dulcemente mientras seguía comiéndose al animal. Como lo habrá atrapado? 

Izuku: De donde lo sacaste?

Zeus sólo lo miro unos segundos y lamió el aire soltando un aullido, luego siguió comiendo.

Izuku: Supongo que ya no quieres esto.

Tomo la bolsa de comida para perros y se levantó para entrar a su casa, siempre dejaba la ventanilla de la puerta trasera abierta para poder abrirla, entro y lo guardo en un estante de la cocina.

Subió a su habitación y al abrir la puerta vio algo que preferiría no haber visto, el brillo de sus ojos desaparecio por unos instantes antes de ver lo que pasaba. Al parecer un gato se había metido por la ventana abierta, y ahora estaba dormido sobre una pila de papeles rasgados, papeles de su libreta de dibujo.

Inconscientemente apretó los puños hasta que las venas brotaron, rechino los dientes y rasgo la mirada. El gato estaba tranquilamente dormido sobre un boceto de un auto con asientos pegajosos.

Izuku: Mal... MALDITO GATO!!!

Se arrojó contra el animal intentando agarrarlo pero se le fue, rasguñando un poco su brazo, era mucho más ágil y rápido que el pero eso no evito que lograra atraparlo luego de unos minutos. Tomo al animal de la cadera y el cuello para evitar los rasguños, respiraba difícilmente, estaba cansado por la persecución pero su ira no bajaba.

Izuku: Maldito animal... Maldito animal...

Se dispuso a sacar al gato para dárselo a su perro, pero cuando giro su cabeza vio la cocina y algo se le cruzo por la mente.

Izuku:..... Microondas...

Se detuvo unos segundos pensando lo que dijo, se auto castigo un poco por pensar algo tan cruel, por más inexpresivo que sea tenía sentimientos, pero si lo piensas bien, no había nadie en su casa, podía hacerlo sin problemas, pero...

Nunca le gustó dañar animales, siempre trato de cuidar las pocas mascotas que tuvo, pero este maldito gato... No sabía porque se enojo tanto, al fin de cuentas era una simple libreta, no era para tanto, una simple libreta.

.

.

.

Pero ya estaba frente al microondas. 

Rápidamente abrió la puerta y forcejeo con el gato el cual maullaba y zarpaba como loco, se retorcía y empujaba intentando liberarse pero no fue útil. Izuku ya había cerrado la puerta y enchufado el cable.

Sin pensarlo presiono incontables veces el botón de inicio encendiendo su interior, el gato chillaba y arañaba el cristal pero no servía de nada, la máquina seguía haciendo su sonido característico mientras Izuku veía todo detenidamente.

Luego de un par de minutos el interior explotó en sangre, el microondas soltaba un poco de humo y el lugar olía horrible, el líquido rojo hirviente escurría por las bordes de la mesita manchando el piso.

Tomo un poco de tiempo pero logro limpiar todo, metió el electrodoméstico en una bolsa negra y la amarro bien, tirándola frente a la casa junto con otras bolsas para disimular.

Ahora, como le explicaría a su madre que averió el micro? 

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Se que no es muy interesante el capítulo pero ojalá los ayude a pasar el rato :)

Sinceramente este capítulo lo tenía listo desde hace un tiempo pero no lo publicaba porque no me convencía.

Prometo que el próximo será más interesante.

No soy mucho de hacer personajes así que simplemente puse "tío" "tía" y así. Aunque siento que quedo sin chiste.