Prólogo
Notas: Este fic está inspirado en un rol compartido con FerniDessu, la dueña del Oc's Ethan Thompson y la mente maestra detrás de esta idea. Yo solo lo transcribo y soy dueña de esta versión AU de Dylan Peterson.
El Au Hardcore es propiedad de mía. La versión original de tal personaje pertenece a SweetyGirl90.
La trama es totalmente original, no se aceptan adaptacciones sin permiso. Avisar por favor.
Advertencia: Este fic contiene yaoi (ChicoxChico). Si no te gusta, eres libre de no leer.
Sin más que agregar, comencemos.
¿Qué eres para mí?
Prólogo
No podía creer que esto estuviera realmente pasándole...¡Vamos! ¡Debía ser algún tipo de broma de muy mal gusto o algo así!
¡¡Era imposible que fuese real!!
_Papá... Por favor, dime que todo esto fue una broma y que en realidad me estás llevando a tomar un helado...-casi suplicó, aunque la mirada del aludido junto a la de su madrastra le respondió lo que temía.
Iban muy en serio aunque doliera pensarlo.
_Lo sentimos mucho pero...-comenzó a hablar aquella mujer, a la que aprendió a amar como una madre- ...es por tu bien ¿Si? No queremos que te metas en más problemas...
No queremos que te pongas en riesgo.
El azabache ahogó una queja y fijó su vista a la ventana del carro.
Ni siquiera terminaba de entender por qué lo estaban castigando de esta forma.
Bueno... Sí, lo habían arrestado en una fiesta por cargar con algo de éxtasís ...Y puede que en otra haya bebido sin ser mayor de edad pero... No era para tanto.
¡Por Dios! Su prima había incendiado un carro de la policía mientras andaba con sus locuras alienígenas y nadie la envió a ningún internado.
Esto es tan injusto.
Ya casi podía ver la mirada de su amiga en plan de "Te lo dije". Había sido tan ingenuo al creer que algo como esto nunca le pasaría, pero mirénlo ahora.
Lo que había iniciado como la primera salida al parque desde que abandonó el hospital, se había transformado en su viaje rumbo a su nuevo "hogar" por el próximo semestre ...Y quizás por el resto de su secundaria y preparatoria.
Instituto correpcional juvenil de Los Ángeles.
_Hijo...Entiendénos.-trató de razonar su padre, mientras ya a lo lejos lograban vizualizar la amplia y bien asegurada institución. ¡Con un demonio! ¡Ese lugar tenía hasta un alambrado eléctrico!- Este último susto que nos diste de verdad nos hizo pensar y... La verdad es que no tienes límites y tememos que algo peor te suceda. Solo estamos preocupados por ti. Tampoco nos hace feliz perderte durante los años escolares...
El mencionado no dijo nada al oírlo. ¿Qué podía decir? Ellos tenían la razón aún si su enojo actual le dijera que exageraban.
Habían sido muy comprensivos y pacientes hasta ahora, no merecían su desprecio.
_Lo sé...-murmuró sin cambiar su vista.
Ya solo faltaba que se estacionaran y su nueva vida allí daría inicio.
Tan...pintorezco. Una mini cárcel en donde pasaría el 95% del año, con derecho a visitas solo cuando la institución lo aprobara, llamadas semanales y sin poder salir jamás.
El "paraíso".
Las ansias sí que lo mataban.
_Yupie...
Serían los años más largos del resto de su vida; eso ya era un maldito hecho.
#############
Tenía su vista fija al techo mientras entre sus manos jugueteaba con un par de calcetas que salvó de la lavandería de pisos abajo.
Aquella maldita cárcel podría tener toda comodidad posible para asegurar una vida normal, pero no dejaba de ser lo que era.
Una puta cárcel.
Odio este lugar.
Frunció el ceño y observó la segunda cama que tenía a un lado suyo. Se encontraba vacía y pegada a la suya para mayor comodidad para sí mismo; y si por él fuera, preferiría que siguiera así.
Tener todo para él solo era el único placer de estar allí y pronto de arruinaría.
A la mierda todo.
Maldijo por lo bajo a la supervisora y al director; además de a su posible nuevo "compañero".
Aún no lo conocía pero ya lo odiaba con todo su ser.
Ojalá no existiera.
No le importaba si resultaba justo o no; tampoco el no saber a que tipo de persona se enfrentaría a partir de esa tarde lo era.
Se rehusaba a aceptar a esta persona en su vida, y no dudaría en hacersélo saber. No era nadie más que un extraño con el que se vería obligado a compartir el aire en contra de su voluntad por algunos años.
Adiós privacidad.
Adiós espacio vital.
Adiós vida cómoda...y hola nuevo fastidio.
No pensaba mostrarse amable con quién; estaba seguro; solo le traería problemas.
No volveré a ser un tonto juguete.
Con su llamada en los parlantes; supo que el inicio del cambio estaba allí.
Suspiró y se puso de pie mientras esperaba la llegada de lo inevitable. Ya no había nada por hacer.
Qué el infierno comience.
Notas finales: Holi! Espero les haya gustado. Esta corta historia apenas inicia~♡ Los leo luego!
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