Cap. 1

Notas: Este fic está inspirado en un rol compartido con FerniDessu, la dueña del Oc's Ethan Thompson y la mente maestra detrás de esta idea. Yo solo lo transcribo y soy dueña de esta versión AU de Dylan Peterson.

El Au Hardcore es propiedad mía. La versión original de tal personaje pertenece a SweetyGirl90.

La trama es totalmente original, no se aceptan adaptacciones sin permiso. Avisar por favor.

Advertencia: Este fic contiene yaoi (ChicoxChico). Si no te gusta, eres libre de no leer.

Sin más que agregar, comencemos.

¿Qué eres para mí?

Cap. 1: Chocando sin tregua.

_¡Hey chicos! ¡Fue divertido! ¡Los veo luego! -fue despidiéndose del resto del equipo de futbol.

¿Quién diría que incluso en un lugar como aquel practicaran deportes? Ya no parecía tan malo estar allí.

En su vieja escuela estaban llenos de nerds sin talento ni fuerzas para nada; puros niños mimados que ni se acercaban a un miserable balón por temor a romperse alguna uña.

Pura manga de inútiles.

Y hablando de inútiles... Sonrió de lado al vizualizar a algunos metros a su "adorable" compañero de cuarto. Al parecer, se había límitado a solo trotar un poco, pero incluso eso parecía peligroso para el castaño, puesto que apenas lograba mantenerse en pie con la ayuda de otro chico castaño y de ojos claros.

Jeffrey Parker creía recordar que se llamaba.

Otro que no debería estar aquí.

En serio...Si ese par eran los delicuentes de hoy en día, seguro que a sí mismo lo veían como algún tipo de terrorista nacional o algo peor.

Bueno, no importaba. Mejor iba a saludarlos¿No?

_Oh Dylan~ Jeffy~ -canturreó al acercarse, riendo sin pena al ver la expresión del primer aludido.

El "cariño" era tan perceptible.

_¿Qué quieres ahora? -gruñó el agotado castaño, apenas siendo contenido por su acompañante para no saltarle a la yugular a su compañero.

No es que al más joven le agradase el francés, sino que tenía jaqueca y el par lo empeoraba.

Desde el día que tuvo la desgracia de conocer a Ethan, su vida se había vuelto una pesadilla. ¡El condenado nunca lo dejaba en paz!

No podía dormir tranquilo, le robaba sus cosas, cada vez que se lo encontraba veía como fastidiarlo, ni siquiera podía tomar una maldita ducha sin sus absurdos comentarios!

Maldito...

_¡Oye! ¡Cálmate! ¿Por qué tan agresivo? ¿Es porque no te dejé dormir anoche? -rió picarón.

No podía evitarlo, ver la cara enrojecida por ira de Peterson era muy gracioso.

_Perdone mua... Prometo ser más amable contigo si quieres~

Tampoco se resistía a ser algo coqueto; ya veía que el de ojos grises no podía ni tolerar ni manejar bien aquel tipo de comentarios... lo cual lo incitaba más a usarlos.

_¡YO TE VOY A DAR TU "AMABLE" CTM! -si no fuera porque se estaba muriendo del cansancio, el azabache lo creía capaz de lanzarse a morderlo.

Típico del PuppyCat.

_Oigan, imbéciles. Si van a pelear, que sea lejos de mí...-trataba de "calmar" las aguas inútilmente el tercero, sin mucho éxito. El desagrado mutuo era muy palpable en aquel par, por lo que temía el inicio de otra gran guerra campal.- Los maestros los regañarán y no iré a alegar por ustedes.

_¿Pelear? Pero si solo estoy hablando. El Puppycat es quién está tan alterado...

_¡NO ESTOY ALTERADO!

Jeffrey rodó los ojos al notar como la mirada chocante del par casi echaban chispas.

Parecen cavernícolas...

Otro día más y seguían odiándose al parecer.

Suspiró.

No tienen remedio.

#######Dormitorios. 07:46 a.m.##########

Cierto castaño iba mascullando por lo bajo mientras ponía todos patas arriba de nuevo.

¿Dónde mierda estaban sus boxers ahora?

Frunció el ceño. Ni hacía falta pensar mucho para saber quién debía ser el ladrón.

Si esto es una broma de ese frantuche de mierda, le va a pesar...

Desde que llegó no paraba de tocar sus cosas sin permiso, lo llamaba con apodos ridículos, no lo dejaba en paz por sus absurdas bromas y mariconadas... Simplemente lo estaba volviendo loco.

Y hablando de Roma...

No pasó por alto el sonido de la puerta abrirse, permitiéndole a su "adorado" compañero de cuarto ingresar.

Volteó con furia hacia éste, rugiendo su reclamo al instante.

_¡Muy bien, Thompson! Ya te divertiste. ¡Ahora dime donde pusiste mi ropa!

El azabache por su parte mostró cierto grado de sorpresa, aunque ese brillo burlón en su miraba lo delataba como culpable.

¿Quién más podría ser de cualquier modo?

_¿Ehhh? No sé de qué me estás hablando Puppycat~ ¿Puede que la falta de sueño te este afectando? -lo picó, ganándose otro gruñido en respuesta.

Te la estás buscando, Thompson. Lo sabes.

_¡Yo te voy a dar tu falta de sueño si no respondes! -gruñó con un puño amenazante. Se notaba que no se contendría a lanzársele encima si no cuidada su lengua pero...

Era Ethan. Nunca podría contra su propio genio.

_¿Tú me quitarás el sueño? ¿Qué? ¿Me dejarás follarte al fin?

Y así... Dió inicio a otra guerra campal.

Ethan entendía y aceptaba perfectamente el por qué era tan detestado por el contrario. Se habían hecho ver la vida a cuadritos desde que se conocieron.

No podían culparlo. Peterson no había disimulado desagrado al conocerlo tampoco.

.

..

...

_Así que... Seremos compañeros desde ahora ¿No? -intentó romper el hielo mientras desempacaba.

El aludido no había dicho palabra desde que fueron presentados en la dirección y lo guío hasta allí.

Era incómodo.

_¿Eh? Si...Eso parece...-murmuró el castaño sin apartar su mirada de su libro. Ethan nunca esperó esto.

_¿Qué clase de delicuente lee libros? -comentó sin pensarlo. No había querido sonar ofensivo pero...

_Uno que terminó aquí por casi estrangular a alguien; por lo que agradecería que siguieras tu vida y no te entrometas en la mía.-sentenció sin más.

...Al parecer Dylan no tenía mucha paciencia ni sentido del humor.

_¿Disculpa? -Bien. No llevaba ni 5 minutos allí y ya quería golpearlo- Pues lo siento por molestarte con mi presencia, su real "Mimadez". No creí que aquí hubieran puros "delicados". No debo ser digno para una charla ¿No, Puppycat? -el ver aquel tic en el ojo del contrario le indicó que se habían marcado al final.

Aquella primera noche allí; también sufrieron su primer castigo compartido. Al parecer iba contra las reglas cargarse a piñas con tu compañero de habitación.

...

..

.

El inicio de su rivalidad era simplemente un mal chiste se le mirara por donde se mirara. Incluso para él era tonto seguir luego de meses aún molestándose por ello pero... Tampoco podía evitarlo.

Ver la expresión enfuruñada del PuppyCat se había vuelto algo demasiado adictivo para dejarlo sin más.

Era culpa de Dylan por ser tan fácil de fastidiar. Era un mojigato y se avergonzaba tan fácilmente que casi parecía hacerlo adrede.

Esa mezcla casi le incitaba a molestarlo; a la vez que terminaba siendo la causa principal de seguir repitiendo el ciclo.

Ethan...A veces tú mismo te buscas problemas...

Y sabiendo esto, tampoco nadie podría culpar a Dylan; o eso pensaba hasta que él hijo de puta se las devolvía, como eventualmente sucedió.

Al final de todo el misterio de la ropa terminó resuelto en cuanto el castaño encontró sus boxers adornando los ventiladores de su salón; sin embargo no estuvo dispuesto a dejarlo así... Y vaya que Ethan lo supo cuando al despertar al día siguiente no podía moverse y vislumbró en la puerta a un sonriente Peterson junto a una engrampadora; presumiblente robada de algún profesor.

Mierda.

_¡Buenos días, compañero! ¿Incómodo? ¡Qué bueno! -saludó con el más sobreactuado tono alegre posible-

_Pues he estado mejor...-sonrió de lado mientras intentaba moverse. Lo había engrampado al colchón con su ropa (muy poca) y un par de sábanas.-¿Siempre acostumbras inmovilizar a los demás? Qué fetiche más curioso...

_Solo a los idiotas que no me dejan dormir y tocan mis cosas. Yo que tú, agradecería que no hice lo mismo con tu boca y tu "amigo" -sonrió malicioso hasta casi perturbar ligeramente al contrario. El chico se veía capaz de hacerlo si andaba en sus "días"-Pero en fin... al menos esto parece ser la respuesta a mi problema contigo... Si no puedes moverte, puedo estar tranquilo. Adiós~

_¡No! ¡Espera...! -gruñó al oir la puerta cerrarse- Hijo de...

No pudo contener su risa. El PuppyCat al fin mostraba sus garras y colmillos.

Bien jugado, PuppyCat. Muy bien jugado.

Le daría el crédito merecido al menos... cuando lograra salir de allí...

#####Días después#####

Hoy estaba de un mejor humor. Luego del incidente con los boxers y la engrampadora las cosas se habían calmado ligeramente, aunque para cierto joven de ojos grises aquello no fuera del todo claro.

_En serio, Dylan ¿No crees que estás algo paranoico? -comentó Jeffrey mientras trataba de comer la especialidad del día: Pizza vegetariana.

Toda una herejía.

Asco... ¡No somos putos conejos!

_No lo conoces, men. -bufó el aludido mientras miraba su plato con cautela al igual que la misma mesa. Uno nunca sabía si el chistocito francés no había colocado algo por ahí- Está tan tranquilo... Demasiado... ¡No puedo confiar en él! -chilló al borde de un ataque de nervios.

_Ugh... Tal vez se aburrió de esto y decidió que no valía la pena seguir...-se encogió de hombros mientras daba un primer mordisco con desagrado.- ...¡Esto no merece ser llamado 'pizza'!

Jeffrey siempre lo escuchaba; y desde su punto de vista todo este asunto con el nuevo solo le parecía un resultado de falta de cerebro en aquel par de idiotas. Ambos eran demasiado orgullosos como para dar su brazo a torcer; y por ello seguían con lo mismo después de tantos meses.

_No creo que se haya aburrido... Estoy seguro que solo está esperando el momento en el que baje la guardia y ...¡Zaz! ¡Me la va a devolver junto a una humillación pública! ¡Es un genio y un hijo de perra! -murmuró, a la par que tomaba uno de sus emparedados asado (nunca comería esa herejía de vegetales) tan solo para quitarle parte del queso y el jamón; y colocarselo al trozo de pizza de su amigo- Ten. Tal vez así sepa mejor.

_¡Oh! -dió otro mordisco, sonriendo levemente aliviado por el sabor- ¡Eres un genio Dylan!

El aludido rió un poco y siguió su almuerzo.

_Nah...No fue nada.

De algún modo extraño, ambos castaños se habían vuelto amigos al poco tiempo de conocerse, a pesar de que a simple vista no parecieran tener mucho en común, además de ser unos asociales tragalibros. Sin embargo, el de ojos celestes era amable en comparación de muchos de allí (al menos para quienes le caían decentemente, al resto del mundo los odiaba), por lo que Dylan no tardó en congeniar con él.

Nunca había tenido amigos antes, y el encontrarlos, aunque sea en un lugar como aquel, lo aliviaba.

Jeffrey era como él, alguien que no tenía pinta alguna de pertenecer a aquella institución; sin embargo, igual que el mismo Dylan, tenía sus motivos para terminar allí...

_Y como te decía, quizás Ethan...¡Oh! ¡Mierda! ¡Es ese idiota de nuevo! -detuvo su "consejo motivacional" apenas vislumbró en la entrada de la cafetería a su "adorable" compañero de cuarto- Te veré luego. Si pregunta, nunca me has visto.

Dylan no ocultó su mueca de diversión al ver al joven acercarse.

Mitch Olson

Un joven azabache desteñido en púrpura y de ojos del mismo tono que Jeffrey, aunque más oscuros; a simple vista un chico dulce y sonriente, pero todo un dolor de culo en cuanto a comportamiento. No sabía a ciencia cierta que hizo para terminar allí, pero los rumores indicaban que colocar una bomba apestosa en la sala del director de su otra escuela y partile la cara a una alumna tuvo mucho que ver.

Y siendo como era, no le sorprendería. Ese lunático era un terror para los profesores de allí.

Estaba seguro que no existía maestro alguno que no haya pasado por sus ojos sin recibir al menos unos alfíleres en sus sillas de su parte.

Tragó grueso, Mitch no era alguien que anhelaras como enemigo.

_Hola Dylan... ¿Has visto a Jeffy? No lo he podido saludar hoy~-saludó una vez cerca, sin evitar sentarse junto al mayor y abrazarse a su brazo- ¿Cómo has estado? Hace mucho que no hablamos...-ronroneó, incomodándolo, aunque sabía que no iba en serio.- Si eres bueno, tal vez considere ayudarte con el frantuche ese.

Dylan bufó.

No era idiota, era el culo de Parker el que corría riesgo allí.

No tenía nada en contra de los homosexuales, y la vida sexual ajena no podía importarle menos; pero suplicaba que lo mantuviesen al margen de esto. A estas alturas ya no podía manejar ese tipo de cosas.

Había renunciado a ello hace tiempo.

Además, si había algo que detestaba, era el cómo Mitch le recordaba incómodamente a Ethan. Seguía sin entender por qué rayos pasaba aquello, pero por su propia salud mental era más fácil evitarlo por ahora.

Ya no sabía si era paranoia o estúpidez. Tal vez ambas; daba igual. Eso no borraba que no quería deberle favores al hijo de Satanás.

No era su enemigo, aunque era difícil saber si en verdad eran amigos también.

Y mejor dejar esa duda al aire...

_Oye Dyl, ¿Me estás escuchando? -insitió el peli-teñido, luego de notar que el mencionado llevaba rato sin emitir palabra.

_¿Eh? Sí. Claro...Solo que...-calló de golpe cuando los parlantes dieron un anuncio para todos.

Peterson frunció el ceño y se levantó, safándose de Mitch al fin cuando éste gruñó por lo que oían; listo para largarse de allí.

Había olvidado ese anuncio mensual.

Día de cartas.

Él único día del mes en el cual cada estudiante recibía todas las postales, paquetes o cartas que algún familiar o amigo habría podido mandarles. Si bien, había permiso de llamadas toda la semana, esto era algo mejor.

Aquí, todos tenían oportunidad de entenerarse de cosas más personales sin temor a ser oídos, recibir algun tipo de provisión (ropa, cepillos, libros) o obsequio por días festivos o cumpleaños. Aunque sea una señal para indicar que su vínculo con el mundo exterior seguía allí.

El mejor día del mes para todos... excepto Dylan Peterson.

_ Ay, olvidé que era hoy...¿Dylan? -lo llamó, luego de evitar caer por el brusco movimiento del contrario. En cualquier otro momento lo hubiera regañado pero... Lo conocía. Este día del mes siempre se ponía así- ¿Estarás bien? ¿Seguro no quieres venir? Tal vez me envíen papitas de nuevo y...

_Estoy bien. Solo iré a tomar aire -lo cortó, con una sonrisa suave- Diviértete. Yo...quiero estar conmigo mismo por un rato...

Mitch entendió y bajó la cabeza con pesar. Desearía poder ayudar, pero no había caso.

_Te veré luego, supongo...-lo despidió hasta verlo desaparecer entre la multitud. Suspiró. Bueno, quizás encontraría a Jeffrey para ir junto a él- Oh, Jeffy~ No te escondas de mí~

Arqueó una ceja al no ver señal alguna del aludido

Bueno. Ya lo encontraré...

Suspiró, apresurando su paso. También estaba ansioso de ver que recibió esta vez.

####Recepción. 01:45 p.m.####

Todos esperaban a que el hombre del correo terminase de una vez de meter la cantidad de cartas y paquetes para iniciar a tomar la larga lista; perfecto para que cierto castaño lograra escabullirse, tomar lo suyo y regresar antes de que Mitch lo alcansase.

Puede que ello tomara toda la tarde y parte de la noche. Eran demasiados.

Fue en medio de todo eso que lo vió...

¡El frantuche!

_¿Ethan?

_¿uh? ¡Jeffrey! ¿Qué hay? Llegué algo tarde para esto, pero pude salvarme de esa pizza asquerosa al menos -rió sin pena alguna.- ¿Y el PuppyCat? Creí que siempre almorzaba contigo...

Había estado pensando por varios días sobre cómo devolverle lo de la engrampadora y al oír el anuncio, la idea de meterle alguna trampa para ratones en algún sobre y mezclarlo entre sus cartas lo tentaba.

¡Oh, si! ¡No la verá venir! Se auto-felicitó sin notar la expresión del más joven.

El azabache no lo molestaba ni nada parecido; solo creía que poseía a veces una lengua bien filoza y tenía algo que irritaba a Dylan muy rápido.

Lo normal.

Y mientras no lo molestara a él, perfecto.

_¿Uh? Bueno... Él nunca viene a esto de las cartas...-respondió vagamente. No creía profundizar a detalle.

Era un asunto personal del otro castaño, no había porqué hablarlo.

_¿Ah, no? -arqueó una ceja sin entenderlo del todo; pero antes de preguntar más, ya vió al chico alejarse.

Ya lo habían llamado y por lo que veía, recibió muchas botanas.

Rodó los ojos, pensando que Jeffrey solo se refería a que Dylan no venía cuando había mucha gente o que simplemente pedía a alguién más que le llevase sus cosas luego.

Lo creía un niño mimado. Era muy posible.

Sin embargo, cuando la lista terminó sin escuchar el nombre de su compañero de cuarto, supo que se había equivocado.

_Oiga...-se acercó al cartero. Éste solo lo miró cansado, se notaba que le urgía irse- ¿No hay nada para un tal "Dylan Peterson"? ¿De verdad... no?

_Lo siento niño. Si no está en la lista, significa que no recibió nada -respondió el hombre, encogiéndose de hombros y alejándose al fin; sin percatarse que había dejado al fránces con un nudo en el pecho.

¿Uh? Bueno... Él nunca viene a esto de las cartas...

Miró sus propias cartas y paquetes. Si lo pensaba, llevaba allí meses y nunca pasaba mes sin recibir alguna cosa.

Así mismo, nunca veía a Dylan con nada nuevo ni esperando por la lista. Recién se había dado cuenta de ello luego de tantos meses...

¿Uh? Bueno... Él nunca viene a esto de las cartas...

Traducción real: Dylan nunca recibe nada.

Soltó una risilla amarga.

Soy un idiota.

######Balcon sur. 09:45 p.m.#######

Observaba hacia la nada, disfrutando del silencio y de la calma.

Siempre todo allí se tornaba aún más silencioso de lo usual 'esa' vez al mes; lo cual agradecía para estar más relajado mientras gozaba de algo de paz.

No es que despreciara la compañía o ruido en su totalidad, solo que había aprendido a apreciar momentos de soledad en la mayoría de ocasiones.

Aquel balcón tan alejado era uno de los pocos lugares que se lo ofrecía, por lo que se había vuelto de sus lugares secretos y favoritos de la institución.

Allí no habían alumnos ni profesores ni Ethan ni familia ni ningún tipo de estrés. Solo silencio que le permitiría pensar claramente antes de volver a su habitación.

Suspiró, observando la hora en algún reloj del pasillo.

Ya casi era hora de dormir. Todo eso de las cartas ya debió haber terminado y al fin podría volver a su cuarto sin ver a medio mundo hablando y preguntando del asunto.

Estúpideces...

Gruñó y se dispuso a regresar sus pasos perezosamente.

¿Y qué si nunca recibía nada? ¿Y qué si nunca lo llamaban? ¿Y qué si parecía que su familia se olvidó de que aún existía? ¡Eso era solo asunto suyo!

Ya ni dolía pensarlo, solo era una realidad que aprendió a aceptar, al igual que su estadía en ese agujero.

Apenas llegó a su cuarto, se lanzó sin pensarlo a su cama. Ni se había molestado en fijarse en si Ethan se encontraba o no. No estaba de humor para aguantarlo y solo ansiaba dormir.

Sin embargo, al poco rato de ir acomodándose para para ello, notó un sobre en su mesa de noche.

¿Uh? ¿Y eso?

Estaba casi completamente en blanco y no traía más escrito que un "Para: Dylan P." . No había nada que indicase quién lo había dejado allí.

Dudó por algún rato, creyendo que se trataba de alguna mala broma del azabache; pero a la vez lucía tan simple e inofensivo que lo hacía descartarlo.

Al final, la curiosidad fue mayor y abrió el tonto sobre.

Lo que encontró dentro, no pudo más que sacarle una sonrisa...

######Dormitorios. 08:46 p.m.######

Esa noche, para cuando Ethan Thompson regresó de la cena y vislumbró a su compañero dormido junto a un par de envoltorios de los dulces del sobre, supo que tal vez hizo su buena acción del mes.

El PuppyCat le sienta mejor dormir con una sonrisa.

No. No es que comenzara a amistarse con el gruñón de su compañero. Lo veía díficil.

Solo que... Bueno. Era atlético y tantos dulces lo engordarían... Mejor compartir ¿No?

O al menos prefería pensar eso por ahora, mientras caía en su propia cama y se unía al sueño.

Suficiente por hoy.

Notas finales: Holi! Espero que esta historia corta les guste.

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