하나.

Nota del autor, Osea yo. Lmao.

Quiero aclarar que todas las historias omegaverse tienen 'aportaciones' diferentes de los escritores. Es decir, un/una autor/autora puede decir que un alfa tiene que ser alto, y otro autor/autora decide que tiene que ser bajo. No sé sí me he explicado. Pero bue, sigo.

Os cuento un poco sobre mi historia.

Resulta que en la mayoría, la mayoría...no todas ¿vale?, de historias omegaverse, solo suele haber una especie de híbridos.
Pues en la mía no. En el pueblo (Reino) de _____• habitaran de dos tipos.

Bueno, algo más.

Cada animal tiene un rango diferente.

Alfa: Són grandes y fuertes. Su olor suele ser amargo. Les atrae el olor de los omegas, y són muy celosos y protectores. Tienen los ojos ámbar. Són el rango más alto.

Beta: Són muy parecidos a los alfas. Són grandes y fuertes, pero su olor suele ser un poco más dulce que el de los antes nombrados. Igual que a los alfas, les atrae el olor de los omegas. Suelen tener los ojos cafés, marrones.

Omega: Son pequeños, bastante débiles, y muy cariñosos y tiernos con sus alfas. Su olor es dulce. Les atrae el olor de los alfas y los beta. Tienen los ojos azules.

Gamma: Són los más débiles. Suelen ser muy pequeños. Su olor es mucho más empalagoso que el de los omegas. Por eso, ningun alfa o beta, suele ser atraído hacia ellos. Tienen los ojos multicolor.

Deltas: Són igual que los alfas. Por eso, a veces cuesta diferenciarlos. Solo que sus ojos són de un verde muy oscuro, qué, a no ser, que tengas muy buena vista lo confundes con marrón.

Cuando están en su forma humana, tienen las orejas de su animal. Y, sí són chicos, también tienen la cola.

El color de sus ojos solo sale cuando, el animal está en peligro, cuando está en celo, cuando está celoso, preocupado o enojado y cuando su lobo lo está controlando.

¡EMPECEMOS!

Esto de caminar en plena noche, sola, y con la gran Luna llena ocupando una numerosa parte del cielo, no me gustaba para nada.

Mi ciudad era una de las que se reconocían mundialmente por su fama. Pero no el tipo de fama que estáis pensando, sinó, por ser una de las más peligrosas.

Y ser la hija del alfa de tu manada, al cuál le das asco, repulsión y grima...Digamos que, no ayuda mucho.

Un ruido proveniente de unos arbustos hizo que saliera de mis pensamientos y me tensara.

Mis orejas se movian velozmente hacia los lados, intentado descubrir de donde venía ese insignificante ruido. Sin embargo, no lograba encontrar su origen.

Miré por última vez a mi alrededor y cerré los ojos, necesitaba relajarme.

Respiré de forma agitada y reanudé el paso.

Mis piernas aumentaban su velocidad a medida que el ruido de las hojas siendo aplastadas por unas grandes zarpas se aproximaba a mi. Empecé a correr, más y más. Hasta el punto de no sentir mis piernas. Cayendo así en la húmeda tierra y creando alguna que otra herida en mis rodillas y manos.

Un cuerpo pesado se abalanzó sobre mi impidiendo que me moviera. Inmovilzando mi cabeza con mi mejilla pegada al suelo.

Mis ojos se movían histericamente intentado averiguar de quien se trataba. Unas patas rayadas.

Naranja y negro fué lo único que ví, puesto que unos grandes y afilados colmillos se adentraron en mi cuello. Un sollozo lleno de dolor y rabia salió de mis labios.

Mis ojos se abrieron con pánico y una capa de sudor cubría todo mi cuerpo.

Posé mi mano en mis mejillas las cuáles estaban mojadas. Luego, pasé la ropa que cubría mi antebrazo por éstas para secar cualquier rastro de lágrimas que quedara.

—Joder, que susto.— Dije mientras frotaba mis sienes con mis temblorosas manos.

Empujé la manta que tapaba mi cuerpo con mis pies. Me recosté sobre el cabezal de la cama y cruzé mis piernas. Extendí mi mano hasta alcanzar mi móvil el cuál estaba en mi mesita de noche, junto a la lámpara.

Estiré levemente el cable que lo sujetaba para que me dejara más comodidad.

Lo desbloquee, esperando que hubiera algún mensaje.

_'Ninguna notificacion'_

Suspiré, ya sabía que no habría ningún mensaje, pero quien sabe. Algún día, muy lejano, puede que me llegue un mensaje. Aunque sea de mi familia.

Finalmente puse mis dos pies en el suelo aún sentada en la cama.

Busqué con estos mis zapatillas de ir por casa, las cuáles estaban dispersadas alrededor de la cama.

Me levanté, poniendo así, todo mi peso en las viejas y desgastadas zapatillas que ahora envolvían mis pies.

Ya hacía un año que vivía sola, igual que, hacía un año que ese tipo de pesadillas no me dejaban, ni siquiera, cerrar los ojos.

Una corriente de aire frío pasó por la ventana hasta llegar a mi cuerpo el cuál solo estaba tapado por una fina camiseta azul, con un unicornio en el centro, sin mangas y unos pantalones cortos pero anchos.

Inconscientemente froté mis manos contra mis brazos desnudos intentando calentarlos. Y estuve así hasta llegar al piso de abajo.

Cogí una manzana, ésta estaba en un bol encima de la encimera, y la mordí.

Terminé la manzana y me acerqué a la basura. Esta estaba llena, por lo cual, no tuve más remedio que agarrar la bolsa de plástico azul que la cubría e ir a la calle para tirarla en un contenedor.

No fuí consciente de que había salido en pijama a la calle hasta notar todas las miradas de la plaza en mí.

Sé que mis mejillas tomaron un color rosa en ese momento porque éstas estaban ardiendo.

Salí corriendo del lugar con mi cabeza gacha. Hasta que noté que algo tiró de mi brazo y me jaló hacía un pequeño callejón.

No podía verle la cara al sujeto gracias a una capucha que cubría su rostro.

Pude ver de quien se trataba cuando éste se sacó la capucha con un movimiento rápido y ágil.

No podía negar que el chico era atractivo, por qué lo era, y mucho.

Tenía unos labios bastante gruesos, rosados y bien marcados. Una nariz grande con una peca, que encajaba a la perfección. Unos ojos grandes de forma almendrada, de un color marrón oscuro. Casi rozando el negro. Tenía la mandíbula bien definida y unos hombros bastante anchos. Era mucho más alto que yo. Sus orejas, atigradas, tenían un color miel anaranjado y negro. Me dió curiosidad un pendiente de oro, en forma de aro, que colgaba de una de éstas. Su cola se movía lentamente hacia los lados.

— ¿Quien eres? — Dije cuando ví que miraba mis ojos sin decir nada. Pasé mi mano por delante de sus ojos, no reaccionaba. — ¿Hola...? —

Ví que ya estaba devuelta al mundo cuando movió su cabeza rápidamente, negando.

— Hola _____. — Se me quedó viendo otra vez.

¿Como sabes mi nombre? ¿Te conozco? — lo miré con los ojos entre abiertos.

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¿Que piensan sobre esta? Yo prefiero esta historia que la otra...

Me la estoy currando mucho, ah. xD

Gracias por leer. 💜🥺





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