capítulo 23. Quiddith.
Comienza la temporada de Quiddith, el primer campeonato de Draco.
El pequeño rubio está nervioso, puede sentir como sus piernas tiemblan y sus dedos sudan, muerde los labios mientras aprieta con fuerza la escoba en sus manos.
Su capitán está dando las indicaciones y estrategias para el partido, su primer partido como buscador, el primer partido de la temporada.
Slytherin vs Hufflepuff.
A estado entrenando toda la semana sin descanso, pero no puede dejar de sentirse ansioso y aterrado.
-bien muchachos, adelante, demostremos que podemos lograrlo, este año la copa será nuestra.
-¡Sí!
El grito emotivo de sus compañeros lo saca de su ensoñación, toma un gran respiro y se prepara.
-¡Andando!
Salen a la cancha, el estadio está lleno, puede escuchar los gritos emocionados de los estudiantes y varios padres de familia.
Esto lo pone más nervioso no deja de apretar la escoba con fuerza mientras mira todo al rededor.
-no tengas miedo enano, lo harás bien.
Unas palmadas de parte de su capitan logran tranquilizarlo.
Por un milagro Draco iniciaría cómo buscador este año, Terrence, el titular, sufrió una lesión en su pierna que lo dejo fuera por un par de meses, Draco es quien obtuvo mejores resultados en las prácticas por lo que, pese a ser de primer año, se le permitió participar en el equipo.
Sorpresas que da la vida.
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-¡Vamos, Draco!
-...
En las gradas Lucius grita emocionado apoyando a su hijo, se sorprendió mucho al enterarse que comenzaría este año como el buscador titular, cosa que lo lleno de orgullo, no tardó en comprarle una ninbus 2000 como premió, prometiendo estar en cada uno de sus partidos.
-hay muy poca audiencia Slytherin
A su lado se encuentra Narcisa, con una cara de desagradó total, había acudido de mala gana a ver el partido, no era aficionada a ningún deporte pero tenía que fingir ser una madre y esposa perfecta si quería seguir al lado de Lucius...al menos por un tiempo.
-si, la asistente a la casa Slytherin ha disminuido con los años, una verdadera lastima.
Narcisa solo enarco una ceja y procedió a mirar a su alrededor.
Los Parkinson, los Groy, los Flint, ahí estaban los Pucey y los Bletchey, así como otras Familias nobles.
Al menos aún había clase en la casa de las serpientes.
Pero enorme fue su sorpresa al girar donde los alumnos y jefe de casa se encontraban, no podía ni queria creer lo que sus ojos veían, ahí, entre los chicos de primero y segundo, se encontraba Severus Snape.
Ese cabello tan negro como la noche, su piel tan clara como leche, vestido con una túnica negra y elegante que le da un aire misterioso y enigmático, no había duda, era el.
-Severus...
Lucius lo confirmo, al girarse a verlo y susurrar su nombre como si fuera lo más sagrado.
Antes siquiera de que la mujer lograra decir algo el grito eufórico de los presentes se escuchó, el partido había iniciado.
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-¡Vamos Draco!
Marcus le gritó al rubio mientras se lanzaba a la carga, deseosos por meter la Quaffle en tantos aros pudiera.
Draco titubeó algunos segundos, parpadeo un par de veces y apretó con fuerza la escoba para lanzarse al frente, tenía que ganar.
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Los gritos eufóricos no dejaban de oírse, los aficionados apoyaban a sus equipos con todo lo que tenían, incluso algunos alumnos de otras casas habían acudido a ver el partido, en especial los equipos contrarios.
Desde las gradas Harry Potter miraba a sus compañeros, eran muy rápidos.
El chico también fue elegido como el buscador de su equipo, pese a no haber terminado la prueba, supone que algo tiene que ver su reputación de representante de la luz.
Sus ojos no se despegaban del rubio, tenía que admitir que Draco se movía muy bien, iba cabeza a cabeza contra Cedric Digory.
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Esquivo una Bludger mientras se eleva por los aires, puede escuchar el viento soplando en sus oídos, su cabello se ha desordenado pese a la gran cantidad de vaselina que le aplicó, por fortuna puede ver perfectamente gracias a los goggles.
El sol está en su máximo esplendor, el calor comienza a ser insoportable, Draco siente como su garganta empieza a secarse por lo que chupa su labio para intentar refrescarse.
Ya han pasado 45 minutos, el marcador está 70 Slytherin 80 Hufflepuff, ninguno de los dos equipos sede terreno, dos de sus compañeros se encuentran mal heridos gracias a la enorme y pesada esfera.
Una Quaffle pasa cerca de su cara, por fortuna su capitan la logra interceptar y con maestría arrojarla al aro logrando empatar el juego, esto alegra y presiona al rubio, tenía que encontrar la snich.
A lo lejos, cerca de las gradas contrarias, Draco logra divisar un punto brillante, una luciérnaga que brilla cual oro pulido, está se mueve en círculos bailando como mariposa.
-¡La snich!
Aprieta con fuerza su escoba y se lanza directo a ella, mientras avanza esquiva a dos de sus compañeros que se han enfrascado en una "pelea" contra los tejones.
La Bludger brinca de un lado a otro, cual pelota de tenis, los bats se mueven con maestría y rapidez, ninguno de los cuatro cede lugar decididos a derribar al contrario.
Por su parte Cedric Digory, que se encontraba en la parte más alta buscando la snich, a logrado divisar a la escurridiza pelota, por lo que se lanza en picada listo para atraparla.
15...12....10...7....5....2...
Dos metros, Draco está a dos metros de obtener la pelota, el joven estira sus dedos, prácticamente la puede sentir en su mano pero...
Una mala jugada del destino, un pequeño accidente.
Ana golpea con demasiada fuerza la pelota, el jugador contrario alcanza a reaccionar y evade la pesada esfera, por lo que está sigue un camino recto directo a Draco.
Sus dedos rozan la esfera más antes de poder cerrar la mano un fuerte golpe en su costado lo hace caer, su cuerpo sale volando mientras es arrastrado por el campo, el uniforme se rasga del costado derecho y el rubio puede sentir un fuerte ardor en su brazo y hombro, antes de ser detenido por la fuerte madera de roble que forma una de las gradas.
El pequeño rubio perdió la oportunidad de consagrarse en su primer partido, la snich voló directamente a las manos de Digory al intentar escapar de Draco.
Un silbido se escucha en todo el campo, Madam Hooch marca el final del encuentro y los Slytherin han perdido.
El pequeño rubio se levanta adolorido, su brazo está lastimado y le arde como el infierno, también le duelen las costillas.
Pese a las lágrimas que escurren por sus ojos y un fuerte zumbido en sus oídos alcanza a escuchar su nombre.
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Poco le importo a Siam entrar en el campo de juego, cuando vio a su hermano caer bajo corriendo las gradas y brinco directo a la cancha.
-¡Draco!
En menos de un minuto llegó hasta este, seguido por Madam Hooch, sin pensarlo lo cargo y se fue directo a la enfermería.
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Por fortuna no se rompió ningún hueso, por lo que aún seguiría en la temporada.
Madame Pomfrey le dió un par de pociones para el dolor y le ordenó descansar, para después sacar a unos histéricos Lucius y Siam que querían llevarlo a San Mungo, no era para tanto.
Ahora se encontraba en la enfermería, con sus amigos, charlando amenamente mientras estos le felicitaban por su actuación, su padre ya se había marchado y el pasaría la noche en observación, a petición del profesor Snape.
Sus compañeros estaban por retirarse cuando la puerta se abrió de golpe y Narcisa Malfoy apareció.
La mujer había esperado para "despedirse" de su hijo.
-¡Mamá, viniste!
Pero la alegría que sintió se esfumó al ver el semblante enojado de esta, sus compañeros retrocedieron espantados cuando Narcisa se acercó a la camilla.
-¡¿Cómo es que no atrapaste la pelota?! ¡Por Merlin, que humillante! ¡Perdiste contra esos inútiles Hufflepuff !
Poco le importaba las heridas del rubio, para ella, el hecho de que perdiera contra los tejones era una vergüenza, por lo que no tardó en recriminar y humillar al pequeño Dragón.
Cada palabra de su madre le dolía en el alma, podía sentir como sus lágrimas bajaban por las mejillas.
Sus compañeros intentaban defenderlo pero la mujer les ordenó callar y salir de ahi con un grito.
-¡Eres una vergüenza, no mereces ser un Malfoy!
Las palabras le dolieron más que la bofetada que está le plantó antes de irse.
Narcisa salió dejando tras de si a un desecho Dragón.
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La noche llegó a Hogwarts .
En la enfermería, en una de las camillas más alejadas un pequeño Dragón llora, las lágrimas escurren de sus ojos cual cascada, mientras abraza con fuerza la almohada, a vuelto a decepcionar a su madre , todo el avance que había tenido en los últimos días se fue por la borda en un solo partido, esto le rompe el corazón.
La noche sigue y el llanto cesa cuando el rubio cae dormido, mañana será otro día y espera todo mejore.
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Feliz año nuevo 🎉
Espero este año les valla mejor y logren alcanzar muchas metas, viajar mucho y lo más importante, consentirse a si mismos.
Perdón por la tardanza, se me junto el trabajo y apenas estoy empezando a agarrar ritmo otra vez.
Pobre Dragón, su mamá de verdad que está loca.
¿Que pasará cuando Lucius se entere?
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