La semana pasaba con... normalidad, por decirlo de alguna manera. Pansy, Zabini y Vincent notaban muy decaído a Draco, incluso hasta melancólico, en clases no hablaba, no mostraba entusiasmo ni siquiera por la regularización que Siam les había prometido para el fin de semana, cuando antes era el más emocionado y no dejaba de mencionarlo, esto empezó a preocuparlos, algo malo pasaba con Draco y no sabían cómo ayudar.

¿Quieres ir a practicar con la escoba? ¡Estoy seguro que está vez si te voy a ganar!

.....

Ja, sueña Gregory, Draco es mucho más hábil que tú.

Tu cállate Zabini, nadie te pregunto.

Niños, no empiecen con sus peleas.

Pero...

Ya escucharon a "mamá" Pansy, si no la obedecen los castigará.

¡Tu cállate Theodore!

La pequeña pandilla comenzó a molestarse y bromear, buscando animar a su compañero, pero Draco no quería ser animado, se disculpó y retiro a su cuarto alegando que estaba muy cansado, los chicos le miraron partir sin saber muy bien que hacer.

¿Que es lo que le pasa?

No lo sé, ha estado así desde que su papá vino...¿Le abra dicho algo feo? Ya saben por la pelea con Potter.

No lo creo, el señor Malfoy quiere mucho a Draco y....¡Eso fue culpa de Potter no de él!

Si, pero....tal vez se enojo porque, ya sabes, el papá de Potter es jefe de aurores y tiene tanto peso como el señor Malfoy.

Pues eso es muy injusto, Potter no debería de aprovechar el cargo de su padre para salirse con la suya y...

Bla,bla,bla.

Los chicos empezaron a discutir, mientras Pansy salia corriendo en busca de una solución, le dolía ver a su amigo así de decaído.

Bajo corriendo por las escaleras antes de que estás cambiarán y la llevarán al otro lado del castillo, siguió su camino hasta las mazmorras, donde sus compañeros de sexto tenían su última clase, pociones con el profesor Snape.

Pansy y todos sus compañeros le tenían gran apreció a su jefe de casa y su hijo. Pese a su facha de tipo siniestro y gruñón el profesor Snape era muy amable y bueno con ellos, los aconsejaba y ayudaba cuando lo necesitaban, incluso los defendía de otros profesores y el mismo director, lo mismo pasaba con Siam, todos lo veían como un hermano mayor cariñoso y protector que les aconseja y cuida, ayudándoles en todo lo que puede.

Algo razonable si se toma en cuenta que en esa escuela eran tratados como parias, discriminados en su propia institución y relegados a una esquina.

Las serpientes solo pueden confiar en las serpientes, les había dicho Snape el primer día, cuando los reunio a todos en la sala común para darles la bienvenida, logrando que los de primero olvidarán el temor que se generó en el banquete cuando todos los miraban con...asco.

Con decisión la chica tocó la puerta y espero la respuesta, un ligero pase se escuchó, por lo que no dudo e ingreso al salón.

Señorita Parkinson ¿Que es lo que desea?

Su voz tembló un poco pero aún así se atrevió a pedir hablar con él a solas, los alumnos empezaron a cuchichar, más bastó una fría mirada de Severus para que todos se quedarán callados y volvieran a su tarea.

Volveré en unos minutos, continúen con la posion.

Severus salió a hablar con Parkinson al pasillo mientras los estudiantes seguían su trabajo.

¿Que ocurre Pansy? ¿Pasó algo malo?

El mayor se acerca y acaricia su cabeza, buscando calmarla ya que se ve un poco asustada.

Pansy toma un respiro y se anima a hablar, confiara en su jefe de casa para que ayude a su amigo.

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La cena transcurre normal, los estudiantes ríen y hablan animados sobre los asuntos del día.

Por su parte Draco casi no ha probado bocado, sujeta el tenedor pero no mete nada a su boca, sus amigos le miran preocupados así como un par de ojos plateados y otros negros, pero esperan poder cambiar un poco la situación al final del día.

La cena termina y los chicos se encaminan a sus habitaciones.

Sr. Malfoy, podría acompañarme por favor.

Se sorprenden un poco al ver  a su jefe de casa en el pasillo ¿En qué momento abandono el salón?

Draco se espanta pues el profesor Snape se ve molesto ¿Acaso hizo algo mal? Duda un poco pero accede, Severus se encamina al patio seguido por el rubio, Siam quería ir pero su padre le ordenó esperar y dejar todo en sus manos.

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Los últimos días de invierno dominaban el ambiente, las noches eran frías y pequeñas ventiscas solían adornarlas, esta noche era así.

Draco caminaba tras su profesor, aún con algo de miedo, Severus le llevo hasta el otro extremo del castillo, un lugar cubierto por espinas y arbustos que Draco no conocía.

Se-señor ¿Que hacemos aquí?

Severus le sonrió de medio lado, toma la vela que tenía en sus manos dice un hechizo y está se multiplica alumbrando el lugar, una seña y su alumno se acerco.

Mira.

Susurró mientras señalaba los matorrales.

Draco enfocó su vista ahí donde Severus señala, llevándose una sorpresa agradable.

Había una especie de insectos, muy parecidos a las mantis solo que estos parecían estar hechos de hielo, los animalitos roian las espinas arrancando las del tronco el cual procedían a comer.

Solo aparecen en esta estación, las espinas que arrancan las dejan cubiertas de una saliva, es muy buena para hacer unas pociones de elemento.

¿Pociones de elemento?

Después te explicaré que son por ahora ¿Me ayudas a recogerlas?

Severus le ofrecía unas pinzas y un frasco mientras sonreía de manera más abierta, esto sorprendió y ánimo a Draco, el pequeño no tardó en ponerse a juntar las espinas.

Pasaron unos diez minutos sin decir nada, Draco se divertía mirando a esas creaturas jugar, cuando brincaban de rama en rama soltaban un polvo azul eléctrico muy bello.

Sabes, cuando tenía tu edad descubrí este sitio por accidente, me gustaba salir en la noche a explorar los alrededores.

Severus comenzó a hablar captando la atención de su alumno, le narro una que otra de sus anécdotas infantiles, el como se había perdido un par de veces en el castillo, alguna travesura que realizó sobre algunos maestros. Draco lo escuchaba atentó, feliz por conocer otra faceta de su jefe de casa, después de un buen rato esos dos ya platicaban como amigos.

Quería ganar su confianza antes de preguntar e incomodar al chico.

Draco ¿Puedo preguntarte algo?

¡Claro señor!

¿Ocurre algo? Últimamente estás distraído y sin ánimos ¿Pasó algo? ¿Te peleaste con Potter otra vez? ¿Algún maestro te ha molestado?

El rubio le mira asombrado, pensó que Siam ya le había comentado lo que pasó cuando le encontró llorando en el baño, pero parece que no, el mayor le había prometido no hacerlo y se alegraba de ver que cumplió su palabra.

Severus se percató de la incomodidad de su alumno, así como su nerviosismo y temor.

Está bien si no quieres decirme (le dijo mientras tocaba su cabeza) pero si deseas hablar o te sientes mal, puedes acudir a mi, soy tu jefe de casa Draco, pero también quiero ser tu amigo, eres uno de mis estudiantes favoritos y te quiero mucho, no me gusta verte triste y decaído, si necesitas ayuda no dudes en pedírmelo.

Pequeñas lágrimas no tardaron en aparecer y Draco se volvió a quebrar, Severus se sorprendió un poco cuando el rubio se abrazo a su persona buscando consuelo, después de todo era un niño.

Draco le dijo lo que le afligía y lo mal que se sentía, una parte piensa que es su culpa, su fuera el hijo perfecto que su madre quiere tal vez ella no se sentiría tan descepsionada y su familia estaría bien, si el fuera perfecto Narcisa lo amaría.

Severus lo escucho llorar y decir lo mal que le iba en su casa, las constantes peleas, los desplantes y aventuras de su madre, como los humillaba y recriminaba por todo,.el mayor lo entiende y siente empatía, después de todo el creció en un ambiente similar.

Siente su sangre hervir al oir la actitud de la rubia ¿Cómo se atrevía a tratar a su hijo de esa manera? Ser tan cruel con el y querer culparlo de todo, una madre no debe ser así, una madre debe proteger y anteponer la felicidad y bienestar de su hijo sobre todo, debe velar por hacerlo feliz y el lo sabe, después de todo el es madre.

Lo deja desahogarse y consuela, le da palabras de aliento asegurando que nada de eso era su culpa, el era perfecto así como está, era un buen hijo, un buen amigo y estudiante, el no era el culpable de lo malo que ocurría en su hogar.

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Llegó la media noche y Siam caminaba de un lado a otro como león enjaulado, el quería consolar a su pequeño hermano pero Severus  le dejo en claro que el se haría cargo y que confiara en él.

El chico obedeció muy a su pesar, sabía lo que le ocurrió a Draco y quería ayudar.

La puerta de la sala común se abrió y Severus entró al recinto, el mayor traía  cargando en brazos al rubio, se había quedado dormido después de la charla.

Severus lo llevo hasta su habitación (al ser pocos los alumnos gozaban de habitaciones privadas), ahí le acostó y con un movimiento de varita cambio sus ropas.

¿Cómo está?

....está asustado, tiene miedo y siente que esto es su culpa.

¡¿Qué?!

Es normal, una separación no es fácil, es un niño y como tal lo que más desea es una familia amorosa...como todos.

Con cuidado Siam se acostó a su lado y lo abrazo, le dolía ver a su hermano así.

Necesitara mucho apoyo y cariño (Severus depósito un beso en la frente del rubio) no lo dejes solo, necesita saber que alguien lo quiere.

...jamás lo abandonaré...es mi hermano menor y lo amo.

No pudo evitar ese vuelco en su pecho al ver a esos dos juntos, Severus nunca guardo odio o coraje contra Lucius y su familia, la verdad es que le gustaba mucho el hecho de que Siam quisiera a su hermanastro, después de todo ellos comparte sangre y ese es un vínculo muy poderoso.

Beso la frente de su hijo y se retiró, hablaría con Lucius e intentaría convencerlo de no destruir a su familia, después de todo Narcisa era una Black y la locura estaba en ella, tal vez era esa enfermedad la que le impedía apreciar a su familia y actuar de esa manera tan cruel, pero con suerte y un tratamiento podría hacerla cambiar.

Lo intentaría por el bien de ese pequeño rubio al cual le tenía gran aprecio.

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Continuará...