Suspiro cansado mientras miraba el cielo del atardecer, sentado en una banca del parque con Hikaru en brazos y la maleta aun lado.

La verdad es que quería llorar pero ya estaba muy grande para eso, había llevado a su pequeño a casa pensando que sus padres tras explicarles lo que paso le apoyarían y todo estaría resuelto pero al final su viejo ni siquiera le dejo explicar que pasaba y lo hecho de la casa.

Gracias a su madre había podido quedarse una noche y empacar todas sus cosas y sus papeles importantes lo cual resulto en una triste maleta y sus papeles en la misma bolsa donde iban los de su pequeño.

¿Que se suponía haría ahora? Apenas cumplía la mayoría de edad, había tenido muchos planes para su futuro como ir a la Universidad, trabajar en diversos lugares, viajar y ahora... ¿Que tenía que hacer? No sabia ni donde se quedaría esa noche.

— ¿Kaminari?— La extraña voz pensó que seria dios respondiendo a sus plegarias.

— ¡Oh dios dime que hacer! —

— Bueno no soy Dios pero si necesitas algo puedo ayudarte — Le respondió y al fin miro a la persona que le hablaba .

Todoroki Shouto había sido su compañero en su primer año de preparatoria y habían sido ¿Amigos? Quizás, ambos eran los "populares" de la escuela y para evitar malas compañías y amigos falsos terminaron hablando entre ellos todos los días, claro hasta que Todoroki se mudó y paso los siguientes dos años solo.

— To... Todoroki, perdona ignorame años que no te veía ¿Veniste a visitar a tu familia? Se que te mudaste a la ciudad —

— Oh pues algo así, y tu... ¿Que paso Kaminari? Te ves mal —

Sus ojos se humedecieron pero sonrió tranquilo para después explicarle suavemente lo de su nueva realidad, claro, había dicho que Hikaru era su hijo ni Shouto sabia que era homosexual, nadie sabia ni debía saberlo.

— Kaminari es obvio que no es tuyo sus ojos son mas oscuros al igual que su cabello, tienen diferentes tonos —

— Bueno bro no hay nada que hacer no iba a dejarlo en ese lugar, además hoy fui a que me firmara todo ya es mi hijo, pero estaré bien estuve trabajando hace no mucho así que por hoy un hotel estará bien, ya poco a poco me acomodaré —Se había tranquilizado hablando con su viejo amigo.

Recordar la cálida escena de ellos dos hablando en la azotea para evitar a los demás le relajaba, Todoroki siempre había sido bueno escuchando y nunca lo juzgó por nada, su amigo no tenia interés en el romance de ningún tipo por lo que nunca le preguntó el porque no salia con nadie.

Todoroki era del tipo que escuchaba y trataba de aclarar todo.

— Kaminari... ¿Quisieras una nueva vida en la ciudad?—

—¿Que?—

— Kaminari yo encontré mi vocación joven sabia que quería dedicarme a la fotografía y hay quien reconoció mi talento, actualmente viajó mucho y voy a muchos lugares del mundo, pero tengo un departamento en la ciudad, casi no estoy porque normalmente regreso a ver a mi familia solamente ¿No te gustaría vivir allí? Podrías verlo como un trabajo, yo te pagaría por cuidar mi casa, me ayudarías mucho — Ofreció como si fuera lo mas normal del mundo.

Kaminari apretó mas al pequeño en sus brazos y dudo ¿En serio? ¿Asi de fácil se resolvía su vida?

— Pero... —

— Hay un pero Kaminari, te ofrezco esta oportunidad pero hay una condición, quiero que vayas a la universidad —

— ¡¿Que?!—

— Tenia un lugar en la universidad de la ciudad pero por mi trabajo estaré estudiando en linea, pero es una buena universidad, quiero que aproveches el lugar, no voy a dejar que el niño crezca y su padre no tenga estudios, además deberes conseguir un buen trabajo los fines de semana, tu deber ahora es convertirte en un buen hombre para ese niño —

—Justo eso pensé que diría mi padre, curioso que seas tu quien me lo digas... Oye Todoroki ¿Eres mi héroe? — Río alegre mientras le miraba cálido para después recibir un golpe en la frente.

— No, soy el del pequeño, se lo que se siente tener una familia así Kaminari, por eso no pienso abandonarlo y pues estabas en el paquete — Trato de bromear Todoroki causando que su amigo riera por ello.

Miro al pequeño dormido entre sus brazos y sonrió, era un tipo con suerte, demasiada pero Todoroki tenia razón.

No debía depender de su suerte y tentarla, ahora le tocaba trabajar duro para ser una mejor versión de si mismo.

Lo que supo después de eso fue que estaba en la camioneta roja de Todoroki (Que por cierto también le tocaba cuidarla) viajando a la ciudad.

Miro por la ventana el paisaje que dejaba atrás, nunca había dejado antes su pueblo natal, todo seria nuevo y de alguna manera estaba aterrado por ello pero debía ser fuerte.

Por primera vez en su vida tenia algo por lo que esforzarse de verdad.