— ¡Estúpida! ¡Estúpida! ¡Estúpida! — grita mi disque tía.

—  ¿Sí, señora? — contestó como siempre, ya que si no me van a castigar, aunque pensándolo bien, ella por todo me castiga.

— ¿Por qué Mierda no contestas rápido? — pregunto enojada

— Perdóneme señora, estaba tendiendo la ropa — dije sabiendo que no importaba que estuviera haciendo siempre paraba castigada

— Puta, sabes que debes venir rápido, si yo te llamo — dijo enojada

— Sí señora, lo sé, perdóneme —

— Imbécil sabes tú castigo

Solo asintió, y voy obediente aunque sé que me dolerá mucho el castigo, pero, prefiero que ella me castigue ya que no toca mi cuerpo cuando no quiero.

No me he presentado bien, perdóname, soy Lekya R. No creas que no quiera decirte mi apellido, ya que es este.

Vivo con mi tía, su esposo y sus hijos idiotas, ya que mis padres me han dejado a mi suerte desde que tengo memoria. Ella comenzó así un día cuando me vio desnuda frente a su marido, siendo honesta yo no sé por qué se enojó, si solo obedecía órdenes como lo he hecho desde que tengo memoria, esta vez era la primera vez que "tío" y "primos" me tocaron y me prohibieron gritar o hablar mientras me tocaban todo el cuerpo, día en que comencé a sentir náuseas cada vez que los miraba.

Estoy en la pared cuando viene mi tía, con un bote de agua, hielo y piedras pequeñas, cada piedra y hielo se colocan dependiendo de cuánto más tarde y mi edad, hoy en total si no estoy mal son 30 piedras y hielo, ella los arroja 3 veces y tengo prohibido moverme o llorar.