Extra

Mi único amigo era el príncipe del inframundo Natsu Dragneel, él nunca se burló y me apartó por estar con tal maldición, pero me sentía de cierta manera sola, algo me faltaba, o mejor dicho alguien, y ese alguien era Gray Fullbuster...

Recuerdo como si fuera ayer cuando lo conocí, como siempre la estúpida lluvia me seguía, lo cual provocaba molestias a todos, pero ¿Qué podía hacer? yo tenía esa rara maldición y no podía ser liberada... estaba maldita.

Quería jugar con Lisanna, por lo tanto, fui a su casa... la empapé, su rostro todavía me causa escalofríos, pero que se le podía hacer, yo también estaría molesta, pero gracias al Dios Zeref justo estaba Mirajane, la cual me pidió que fuera a ver a Natsu que estaba en la Tierra.

¿Tierra? No comprendía por qué Natsu viajaba constantemente a la Tierra, había rumores de que se reunía con un ser de los cielos... un miembro de Fairy Tail.

¿Por qué nuestro príncipe tiene un amigo de ese lugar tan raro? Es una amistad rara... una amistad en la que me vi envuelta para mi desgracia.

Nuestro príncipe estaba en el bosque, un lugar fascinante, el cual se vio estropeado por culpa de mi acompañante eterna, la lluvia.

Cuando aparecí frente a ellos vi como el príncipe estaba enojado, ignoré por completo a su acompañante, hasta que sentí bien su poder, él era un Dios.

Apenas vi su cabello negro y sus ojos supe que él debía ser mío a toda costa, en especial cuando dijo:

"Mi nombre es Gray Fullbuster..."

Gray, tu vas a ser mío... eso fue lo que pensé y me arrepiento, ¿cómo pude ser tan estúpida? Bueno, tan solo tenía 10 años.

Recuerdo que era una acosadora, lo sabía inconscientemente, "Gray-Sama" ¿Por qué tan tonta? ¿por qué me denigré saltando en sus brazos sabiendo que para él yo solo era una molestia?

Es doloroso recordar los esfuerzos inútiles que hacía para llamar su atención, los pasteles que le horneaba y que éste recibía de mala gana... el mundo adora hacer sufrir a los Demonios.

Aléjate de los Dioses, son seres caprichosos que son bastante parecidos a los Demonios, pero tienden a hacer el bien la mayoría de las veces, no comprendo la admiración a tales individuos, al final de cuenta son unos egolatras que les encanta ser alabados por los seres humanos y los seres mágicos.

Cómo olvidar el día en que me rompió mi corazón, tan solo tenía doce y él catorce.

"Juvia, lo siento no puedo corresponder tus sentimientos"

Es cierto, pero ¿Por qué tuviste que poner una estúpida escusa?

"¿Por qué?"

Porque no me amaba, ¿Por qué no me di cuenta?

"Porque yo soy un Dios y tu un Demonio, yo pertenezco al cielo y tu al inframundo, es un amor imposible"

¿Por qué no dijiste que no me amabas? me hubieras ahorrado semejante dolor.

"Juvia buscará algún método para dejar de ser un Demonio, para así vivir con usted en el cielo"

Que patética fui, un Demonio viviendo en el cielo, un Demonio con oportunidad de ser amado, es imposible, ni siquiera entre nuestra propia raza nos enamoramos, simplemente buscamos a alguien para tener estabilidad e hijos, nada de amor, solo lujuria y procrear, ni siquiera sentimos amor fraternal, somos fríos.

¿Yo amé a Gray o fue una ilusión? ¿Me sentí atraída por su energía y su poder?

Es triste la realidad, yo soy una de las pocas criaturas del inframundo que sintió un amor real, que se ponía nerviosa al verlo, que con tan solo una mirada de él me hacía pensar que podía ser otro ser, un ser lleno de alegría y sin desear el mal... pero él amor no siempre es correspondido, yo no fui correspondida.

¿Por qué fui rechazada indirectamente de esa manera? ¿Por qué me sigue doliendo esas palabras? ¿Qué hice?

Esas palabras que rompieron mi corazón.

"Es excesivamente cargante, me estresa cada vez que me dice "Gray-Sama", está loca y..."

Por primera vez me sentí como un Demonio, por primera vez deseé torturar a un ser, matar a quien había amado...

El tiempo pasó y dejé la Tierra, mi único amigo era Natsu, pero mi mejor amiga era la soledad.

Me llevaba mal con todos, en especial con Lisanna, siempre me atormentaba porque por mi culpa causaba que todo se empapase por la lluvia.

Pero mi soledad aumentó cuando Lisanna llegó un día con una herida en el rostro, no paraba de sangrar, no cicatrizaba, por lo tanto, había sido un ser mágico el causante de esa herida, y para la desgracia de ella le quedaría una horrorosa cicatriz.

Me sentí tan feliz, gocé ver su dolor, y como no, ella era narcisista, pobre de ella... tendrá una desagradable cicatriz.

Todos esos repulsivos pensamientos delatan lo que soy, un maldito Demonio, jamás podré cambiar.

No quise ayudarla, que Mirajane ayudase a su hermana, ¿por qué la ayudaría? ella nunca se ha comportado bien conmigo, por mi que se muera desangrada... ven, yo debía ayudarla a pesar de lo mal que me trataba, pero me fue imposible, no soy esa niña que controlaba sus sentimientos, no desde el día en que Gray me rechazó.

Todavía no puedo olvidar al Emperador Natsu, tenía sangre en su ropa, podía sentir en el muerte, la muerte de un ser puro...

Esas palabras que me dejaron en shock, mi preciado amigo jamás podría haber hecho algo así.

"¡Por tu culpa maté a mí alma gemela!"

Alma Gemela, un Demonio consiguió a su otra mitad, nuestro Emperador logró lo imposible, pero la mató...

"Juvia vete inmediatamente de aquí"

Fueron las últimas palabras que me dijo, a los pocos meses nuestro Emperador se suicidó lanzandoce a un volcán.

A las semanas después decidí, aunque todavía no comprendo el por qué, vivir en ese bosque donde mi corazón fue arrancado y pisoteado. Vivía en paz, no había ninguna criatura que se molestase por mi lluvia, era feliz, a quien engaño me sentía triste y sola, pero ¿Qué podía hacer?

Pero un día la soledad volvió a esfumarse, con la aparición del joven Dios que conocí, aunque ya no era joven, ahora era más alto y sus rasgos más masculinos, tenía sus músculos más formados, pero sus encantadores ojos no seguían provocandome ese extraño palpitar, ya no lo amaba, pero en el momento en que dijo dos pequeñas palabras volví a sentirme con vida.

"Hola Juvia" 

Solo me saludó, y ya sentí por un breve instante mi corazón palpitar.

Pasó el rato y conversamos, le expliqué sobre lo que ocurrió con el Emperador, Gray se veía muy molesto, pero también pensativo.

La conversación había terminado cuando éste se tenía que ir, de nuevo volvería a estar sola, eso fue lo que pensé  hasta que me dijo:

"Me tengo que ir... ¿Qué dices si nos vemos mañana?"

Era mentira,  otra vez estaba jugando, los Dioses juegan con los corazones, ellos disfrutan hacerlo porque son lujuriosos, en eso nos parecemos, después de todo los Dioses y los ángeles son más propensos a convertirse en Demonios, que cualquier otro ser... porque aunque nadie lo crea ellos son más débiles de mente, lo sé ya que hay muchos ángeles que viven en mi mundo por ser pecadores.

Al día siguiente decidí ir al inframundo a comprar nuevas cosas para mi pequeña cabaña, no me preocupé por la hora, Gray no iba a ir al bosque, ¿Por qué iría? de seguro por lástima, a quien engaño, el ni siquiera me iría a ver, de seguro es una mentira para darme esperanzas.

Todavía no me lo puedo creer, cuan llegué al bosque estaba allí parado Gray-Sama, vino, él vino a verme.

¿Juvia?- Me preguntó Gray-Sama

-Juvia pensó que usted no vendría- Dije intentando no sonar feliz.

-Te dije que vendría- Me respondió con una brillante sonrisa.

Y de esa manera me di cuenta de algo, para mi desgracia yo nunca lo dejé de amar, estaba dolida y enojada, pero mi amor por él era real y nadie podía destruirlo, porque mi corazón le pertenece, es raro, pero estoy segura que fui creada para estar con él, o al menos mi corazón y mi alma.

Yo se que no me ama y jamás me amará, intentaré ser su amiga, no deseo enloquecer ya que no deseo alejarlo, quiero seguir viendo el sol, porque para mi él es el sol que jamás he visto, el cual  siempre será en mi corazón Gray-Sama, pero en el exterior solo será Gray, un Dios miembro del Reino de Fairy Tail.

Es lo único que pido Dios Zeref, no me prives de mi amor por él, yo se que es imposible tener una relación con Gray-Sama, ya que él no me ama, pero solo su sonrisa me hace sentirme viva. 

Por último solo puedo decir: Yo Juvia Lockser soy una estúpida masoquista cabeza dura, que jamás cambiará. 




Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top