El reencuentro
Un día Gray bajó a la Tierra sin el propósito de encontrarse con Natsu, él solo deseaba caminar por el bosque, pero para su sorpresa comenzó a llover... "es invierno, es natural que llueva" se repetía el Dios en su cabeza preocupado de que fuese la niña de la lluvia.
Mientras caminaba comenzó a sentir un aura oscura a lo lejos ¿quién poseía esa aura?, ¿Por qué esa aura lo atraía? ¿Por qué seguía caminando? ¿Por qué no se alejaba?
Después de caminar unos minutos vio a una mujer sentada en una roca, una mujer que se le hacía muy conocida... era Juvia.
El Dios quería huir, pero sus pies se controlaban solos, incluso su boca se movió sola, provocando que de esta saliese:
-Hola Juvia...-
Juvia lo observó fijamente, su rostro no reflejaba esa felicidad que tanto tenía cada vez que lo veía, la sonrisa que le daba solamente a él ya no existía, sus eran de un azul tan sombríos y deprimentes, que el mismo Gray se deprimía.
¿Por qué tiene ese rostro? Pensó Gray con un sabor amargo, esperando no ser el causante de esa mirada.
-Buenas tardes, Gray-san hace mucho tiempo que no nos vemos...- ¿Juvia no le había dicho Gray-Sama? se preguntó sorprendido Gray.
-Sí, hace unos cuantos ¿siglos?- Dijo Gray con una sonrisa forzosa.
-Juvia está sorprendida de haya venido al bosque- Dijo Juvia triste, pero seguía con esa mirada vacía.
-¿Por qué no vendría?- Dijo Gray extrañado por el tono de voz de Juvia.
-Porque el bosque es donde siempre se junta con el Emperador, y bueno ya que él...- Dijo con los ojos llorosos, -Murió, pensé que no volvería a pisar este bosque-
Gray abrió los ojos impactado, ¿Natsu murió? ¿Su amigo se murió? ¿Quién lo mató? Él era tan fuerte Gray, era casi imposible hacerlo... solo un Dios podría.
Fullbuster sabía que Juvia no mentía, ella jamás podría mentirle de esa manera.
-¿Quién lo mató?- Preguntó intentando no provocar una fuerte nevada en Magnolia.
-Se suicidó hace dos meses atrás...- Dijo provocando que la lluvia se volviese más potente.
Gray no pudo creerle, era obvio que era una mentira, ella se estaba burlando de él.
-Tiene sentido que no le crea a Juvia... pero estoy segura de que cualquiera se hubiera matado por tal pecado que cometió- Dijo Juvia con una mezcla de sentimientos, tristeza, ira, decepción.
El Dios tragó fuerte, el rostro de Juvia no mostraba ni una pizca de mentira, ahora Gray estaba impactado, ¿qué pecado hiso su amigo?
-¿Qué fue lo que hiso Natsu?- Dijo con la voz tiritona.
-Mató a su Alma Gemela- Soltó Juvia, Gray podía notar lo furiosa que se veía.
¿Su amigo mató a alguien? Mató a su propia Alma Gemela, Gray sabía que su amigo estaba cada vez más con un aura oscura, pero jamás creyó que éste hiciese semejante barbarie.
-Nadie la conocía, ni si quiera su nombre... si Juvia hubiera estado presente, la hubiera intentado salvar- Dijo soltando un suspiro.
La lluvia cada vez era más torrencial, transmitía ira, solamente ira... sus ojos azules estaban rojos.
-¡¿Por qué lo hiciste?!- Dijo observando el suelo, porque ella sabía que su alma estaba siendo torturado en el infierno.
Gray soltó un suspiro amargo, él no podía arreglar lo que hiso su amigo, él tal vez era un Dios, pero le faltaban siglos para lograr utilizar esas habilidades, además no sabía el nombre de ella, por lo tanto, prefirió cambiar el tema al notar que le afectaba demasiado.
-Y Juvia ¿Por qué estás en el bosque?- Preguntó Gray extrañado, Juvia por lo que sabía no viajaba al bosque desde aquel día en que él... dijo esa estupidez.
-Para no estar en el inframundo, a Juvia no le agradan los Demonios, el único con quien hablaba era con el Emperador y ahora que murió está sola, así que Juvia prefiere quedarse en la Tierra- Dijo la peliazul sin mostrar emoción alguna.
Al Dios le provocó un fuerte dolor en el pecho, Juvia estaba sola en este mundo... ¿Qué podía hacer el Dios para que ella no estuviese sola?
-Gray-San, no mire a Juvia con lástima- Juvia le frunció el ceño.
-Lo siento, es que no puedo creer que no estés en el inframundo con tu gente- Dijo Gray sin entender cosa que a Juvia le enfureció.
-No se como son en Fairy Tail, pero ten por seguro que en el inframundo no somos unidos entre todos, no andamos con juegos de que somos amigos, ya que los Demonios nos traicionamos cuando se nos de la gana- Dijo Juvia furiosa, le alteraba que Gray estuviese al lado de ella.
El Dios la observó y se entristeció por las palabras de Juvia, ¿tan mal se llevaba con los Demonios?
"¿Me voy ahora antes de que sea tarde?" "No la puedo dejar sola sin nadie en el bosque, sería muy cruel" "No tiene amigos" "Saben que, de ahora en adelante seré su amigo... ¿por qué no me gusta la palabra amigo?" Esos eran todos los pensamientos que se le venían a la cabeza a Gray.
-Me tengo que ir... ¿Qué dices si nos vemos mañana?- Dijo Gray esperando a que Juvia se le lanzase encima y le dijese Gray-Sama.
-Sería un gusto...- Dijo sin ninguna gota de alegría.
-Nos vemos mañana- Dijo Gray sorprendido porque Juvia no fuese... Juvia.
-Adiós...- Dijo la peliazul sin la típica sonrisa que le daba a Gray al despedirse.
Ese día es uno de los que más a detestado Gray, descubrió que su mejor amigo asesinó a su propia Alma Gemela, para luego suicidarse y por último la niña de la lluvia, ahora se la encontró de nuevo como una mujer sexy y fría como el hielo, que ya no lo trataba como antes.
Una parte de este Dios quiere recuperar esa sonrisa y la singular manera de actuar, pero ¿por qué quiere que Juvia vuelva a ser así? ¿Extraña a su psicópata personal?
-¿Qué es este sentimiento?- Pensó Gray mientras le daba una última mirada.
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