CAP 2: [NUEVO TRABAJO]
Liam tenía una escoba, barriendo el suelo frente a la entrada, reuniendo la basura y moviéndola al recogedor, aunque quedó esa clásica línea delgada de mierda.
Miró discretamente a Samara, que estaba sudando un poco, mientras subía las sillas boca abajo en las mesas, acomodándolas.
El pelinegro dispersó la línea de polvo.
— Ya terminé, Samara — llamó la atención de su nueva jefa
— ¿Eh? ¿Tan rápido? — con su antebrazo se limpió el sudor, mirándolo con sorpresa, ella se tomaba su tiempo
— No fue la gran cosa — se encogió de hombros, aburrido
Samara paseó la mirada por el suelo, no estaba reluciente, para nada, no obstante, ya no había servilletas, vasos rotos u otra basura en el suelo.
— Wow, lo hiciste muy bien — sonrió ampliamente, luego volvió a verlo — ¿Podrías ayudarme con las sillas? —
En respuesta, el chico solo le quitó suavemente la silla, dejándola volteada sobre la mesa
La rubia sonrió, tal vez fue algo grosero, pero al menos le hizo caso, vio el reloj, '9:20pm', no pudo evitar alegrarse, por primera vez en mucho tiempo, saldría 'temprano'.
Ambos lavaron los vasos, limpiaron la barra, y aprovechando el tiempo que quedaba antes de las 10:30 de la noche, ordenaron la oficina.
— ¿La otra mesa para qué? — preguntó sin voltear a verla, mientras con un trapo limpiaba la pantalla algo vieja
— La que estás limpiando es de seguridad, esta es mi 'área administrativa', donde veo precios, ganancias, pérdidas y otras cosas aburridas — ella estaba acomodando los folders con papeles en la otra mesa mencionada
— ¿Por qué en el mismo lugar? — esta vez, volteó para verla, confundido
Samara también se giró, viéndolo con una cara aburrida irónica.
— Bajo presupuesto...¿Recuerdas? — levantó ambas cejas, de forma semi-sarcástica
— Oh...cierto — volvió a su labor, moviendo un poco la televisión para que estuviera alineada
Sin decir nada más, terminaron, dejando todos los artículos de limpieza en su cuarto correspondiente, al que Liam llegó gracias a Samara.
— Bueno, ¿Te parece si empezamos con tu 'entrevista'? — sonrió alegre, estaba muy contenta por la presencia del lindo chico a su lado
— ¿Entrevista? ¿Qué no ya me habías contratado? — con algo de hostilidad, preguntó, odiaba que jugaran con él
En su mente, al final de la hipotética entrevista en su cabeza, Samara le decía que no lo contraría, y se reía de él por haberla ayudado sin antes haber formalizado su contrato.
— Claro, pero es necesario llenar los papeles— caminó hacia la oficina, con Liam siguiéndola
Una vez en la oficina, la rubia tomó la silla, sentándose frente a la mesa administrativa, buscando en un cajón la hoja necesitada.
— ~¿Dónde estás?~ — susurró, cerrando uno de los cajones abriendo otro — ¡JA! Aquí estás —
Sacó una hoja, soplándola un poco, sacando polvo.
Viendo el estado del papel, Liam se planteó seriamente el que desde que este putero remplazó Freadbear's no ha tenido un solo empleado hasta ahora
— Bueno — dejó la hoja sobre la mesa, tomando una pluma — ¿Cuántos años tienes? —
— 22 — dijo sin más, recargándose en una pared al lado de Samara, viendo el papel
Ella lo vio, algo sorprendida, luego anotó.
— Pensé que tenías mi edad — miró el resto de preguntas
— ¿Mmm? ¿Cuántos años tienes? — ladeó la cabeza, agachándose un poco para quedar más o menos a la misma altura
— Uhm, 19 — desvió la mirada ante la cercanía de Liam, mientras un pequeño rubor apareció en sus mejillas, para después solo continuar — Sigamos, ¿Nombre? —
— Liam Palmer — Samara anotó
— ¿Fecha de nacimiento?—
— 23 de noviembre de 1981 —
— ¿Sabías que un año después de tu nacimiento se construyó Freadbear's Family Diner? Y_ — le sonrió, girándose para ver su expresión cansada — ...y no te importa, sigamos — rápidamente giró su cabeza para ver la hoja nuevamente, avergonzada — ¿Cuánto tiempo planeas estar aquí?
— 3 meses...tal vez 2 — regresó a ponerse recto, cerrando los ojos
— ¿Eh? ¿Tanto tiempo? ¿No te interesa ir a algún otro lado? — realmente esto sí que la sorprendió, no esperaba que él se quedara tanto en un lugar así
— Mmm, no realmente, solo estoy aquí para tener donde dormir —
— ¿Por qué? — Liam la miró fijamente, dando a entender que no iba a responder, Samara suspiró, anotando — Bueno, eso es todo, del resto me encargaré yo, deja que te explique lo que tienes que hacer —
Se puso de pie, acercándose a la pared del lado derecho, en ella había una palanca de color rojizo.
— Una vez que sean las 12 de la noche, las luces se apagarán, en el primer cajón — señaló la mesa de seguridad — Hay una linterna, la usarás para darte luz si es que tienes que salir por cualquier motivo —
Liam sacó la linterna mencionada, dejándola sobre la mesa, sentándose en la silla para estar más cómodo.
— Ahora es donde pones atención — Liam la miró a los ojos, luego vio la palanca — Esta palanca cierra o abre las puertas, en caso de que entre alguien no deseado — la jaló hacia abajo, y una puerta metálica ascendió desde el piso — Solo no juegues con ella, gasta bastante energía por lo pesadas que son, el generador no soportará si está mucho tiempo arriba...menos si son ambas — señaló la otra
— ¿Qué tan seguido has tenido que usarlas? — curioso, le preguntó
— No las he usado, me quedo dormida o estoy en mi casa — se rascó la nuca con nerviosismo
— ¿Qué? ¿Entonces quién vigila este lugar de noche? — lo que dijo la rubia fue inesperado, él al menos esperaba que ella se desvelara a diario para vigilar su local, cosa que pensó por esas ojeras que tenía
— ...Nadie...¿Ahora entiendes por qué me puse tan feliz cuando aceptaste? No solo es menos trabajo para mí, también tengo ayuda en la noche...durante el día estoy muy ocupada — se veía aliviada
El pelinegro suspiró, moviendo las manos en señal de '¿Qué importa?'.
— ¿Solo eso? ¿Vigilar que ningún hijo de perra entre? — levantó una ceja
La rubia se le quedó viendo, ahora el rubor en su rostro se desvaneció un poco, 'afilando' su mirada.
— Claro que no...y apreciaría bastante que no utilizaras ese lenguaje...por favor — entrecerró los ojos, preocupada por que su 'príncipe azul' fuera un pendejo
— ¿Qué? ¡ATIENDES UN MALDITO PUTERO! ¿¡Y ME PIDES QUE CUIDE MIS MODALES!? — tal vez se enojó de más, pero le parecía ilógico, con solo ver a los clientes supo que no eran precisamente educados
No porque fuera prejuicioso, sino por las groserías que escuchaba de fondo cuando entró.
Con esta actitud, Samara confirmó lo que temía, suspirando largamente, ese rubor ya no estaba.
— Mira, si haces lo que te digo, podrás comer gratis lo que te dé, ¿De acuerdo? — resaltó sus palabras, dejándole bien en claro que no podría tomar lo que quisiera
.
.
.
.
— Jovencita Samara, por favor, prosiga — cruzó sus piernas, con un rostro serio, viéndola, la idea le agradó, y mucho
Samara ahora se extrañó, ¿Jovencita? ¿En serio la obedeció? Lo pensó mejor, y no pudo evitarlo.
— Je, ¿Cómo qué jovencita? Soy tu jefa — sonrió ampliamente, conteniendo una risa, olvidando por completo el arrebato del chico hace rato
— Pero yo soy mayor — sonrió, aunque él lo hizo de una forma ligeramente retadora, sin ser tan obvio, no sabía cómo era esta mujer, así que por ello podría ser despedido
— Es verdad — desvió su mirada al techo, con una mano acariciando su barbilla, luego sacudió la cabeza — Digo, ¿Continuamos? — se puso más o menos seria, no logrando otra cosa más que verse algo tierna
— ...Por favor — suavizó su mirada, quitando esa sonrisa
Samara sonrió nuevamente, cerrando los ojos por unos segundos, recordando con precisión la información que estaba por decir
— Bien, las animatrónicas permanecerán encendidas, no me preguntes por qué, solo su creador lo sabe — rebuscó en sus recuerdos — Creo que era para mantener su sistema en funcionamiento, desactivando el modo 'Obediencia' para no sobrecargarse, o algo así — se encogió de hombros
— Momento — interrumpió a Samara, que le prestó atención — ¿Modo Obediencia? ¿Eso qué es? — interesado, preguntó
— Oh, bueno, es el estado en que entran para atender — se dio cuenta cuando Liam puso una cara algo disgustada — ¡N-NO ES LO QUE PIENSAS! ¡NO RESPONDEN A PETICIONES SEXUALES! — corrigió rápidamente los pensamientos del pelinegro
No lo culpaba, la primera vez ella pensó lo mismo.
— ¿Y cómo pueden obedecer órdenes específicas? No creo que estén taaan avanzadas, además, ¿Qué hay de la energía? ¿De dónde la sacan?— confundido, preguntó
La rubia suspiró, sobando su rostro, Liam notó la frustración, así que se quedó callado.
— Prometo que te lo explicaré mañana, pero déjame terminar, ¿Sí? — juntó sus palmas, a modo de súplica, con una expresión no tan alegre
— ...Continúa — la comprendió, sabía lo duro que era estar tanto bajo presión
— Bueno, en caso de que ocurra algún problema con ellas, llámame...y eso es todo — caminó para salir de la oficina — Oh, cierto, tu uniforme está ahí — señaló debajo del escritorio — Y... — miró seriamente a Liam — No les hagas nada raro...o habrá consecuencias, ¿Entiendes?
El pelinegro se puso de pie, caminando a su lado para acompañarla a la puerta.
— Tranquila, no haré nada...no me gustan frías jaja — no pudo evitar hacer aquel chiste
— Jhm — Samara contuvo una risita, suavizando su mirada — Eso espero...Liam — abrió la puerta de salida y caminó hacia su auto — Ten cuidado, y trata de no quedarte dormido — entró a su coche, y al poco tiempo, se fue
Liam se quedó solo, cerró la puerta con seguro y miró el reloj en la pared sobre el escenario.
— ~11:20~ — susurró, luego caminó hacia la oficina
Buscó debajo del escritorio, encontrando un maletín, y al abrirlo, encontró una camisa morada, doblada cuidadosamente, se veía bastante limpio a decir verdad.
La tomó y observó un poco, el color no era su favorito, pero por lo menos se veía cómoda.
Olisqueó su propia playera, le llegó un olor algo desagradable, más que nada por el sudor, no la había lavado hace ya unos días.
Se llevó la camisa abotonada al hombro, tomando el pantalón de color morado oscuro, casi llegando a negro.
Cerró el maletín, devolviéndolo a su lugar original, saliendo de la oficina con dirección al baño, que estaba en el pasillo izquierdo.
No le tomó demasiado tiempo, se fajó la camiseta y movió su cuello, escuchando un par de crujidos.
Antes de regresar a la oficina, se aseguró que las puertas y ventanas de la zona principal estuvieran cerradas, hasta que de un momento a otro, las luces se apagaron.
— Entonces ya son las 12 — no se molestó en ver el reloj sobre el escenario, caminando a su oficina
De hacerlo, tal vez se hubiera dado cuenta de cómo la osa café abría los ojos, siguiéndolo con la mirada, con una sonrisa muerta.
Liam abrió su mochila, viendo las cosas que traía.
Un par de mudas de ropa, una foto de él junto a su equipo, un cuchillo de combate...una grabadora, una carta...latas de atún, un poco de agua, pues la mayoría estaba en aquella cantimplora y otra linterna extra, que a su opinión no viene mal tener las 2.
Sacó una lata de atún, su cuchillo y la linterna, dejando guardado el resto en la mochila, que también guardó.
Tomó asiento en la silla, subiendo los pies a la mesa, apuñalando con algo de fuerza la lata por su parte superior, repitiéndolo por un par de ocasiones.
Se hubiera facilitado las cosas si tan solo hubiera jalado el 'abre fácil'.
— ~Casi once años~ — susurró, tomando con el cuchillo algo de atún, llevándoselo a la boca, como si fuera una cuchara o un tenedor
Continuó comiendo con calma, hasta vaciar la lata, bebiendo el agua que tenía y tirándola en el bote de basura.
— Esto será aburrido — quitó los pies de la mesa, prendiendo la tele, y mientras cargaba, vio a detalle el muro frente a él
En la parte izquierda, y lo que más resaltaba, era un gran póster de las 3 animatrónicas, con las palabras '¡CELEBRATE!' encima.
— ¿Y la roja? — se preguntó, recordando a la 'mujer' de la barra
A la derecha, había 3 dibujos, hechos por niños, sin duda, pero llamaron mucho la atención del pelinegro.
El primero era el dibujo de una niña, parada frente a un animatrónico amarillo con aspecto de oso, Liam lo reconoció fácilmente, no pudo evitar sonreír.
Desvió la mirada hacia el siguiente, que era esa misma niña junto a una silueta morada, cosa que el tercer dibujo 'repetía', pues esa misma silueta se encontraba junto a un teléfono.
Liam ignoró los dibujos cuando escuchó el CPU trabajando.
— Veamos — la computadora únicamente mostraba cámaras del restaurante, no había teclado, solo un mouse de un solo clic
Había un total de 11 cámaras, Liam las revisó una por una, para familiarizarse, desconociendo completamente de lo que sucedía en el escenario.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
CON ESTO TERMINAMOS EL SEGUNDO CAPÍTULO, ESPERO Y HASTA AHORA LES ESTÉ GUSTANDO LA HISTORIA QUE ESTOY HACIENDO, COMO SIEMPRE, MI OBJETIVO ES ENTRETENER, TRATANDO DE 'INNOVAR', COMO SEA, ESPERO Y ME ACOMPAÑEN AL FINAL. RECUERDEN USAR CONDÓN, CEPILLARSE SUS DIENTES, OBEDECER A SU GFA Y NO ROBAR. A MI NO ME QUEDA NADA MÁS QUE DECIR MÁS QUE ADIÓS, ASÍ QUE...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top