ணChanglix ▪︎Stray kids▪︎ண

Si a Félix se le preguntaba ¿Cuál era su mayor motivación para despertar cada mañana?, él seguramente diría que su familia sin dudar pues ellos eran el motor y el impulso que le ayudaba a realizar uno por uno sus sueños.

Sin embargo, desde que conoció a ese chico de bajita estatura y ojos color negro, podría apostar que todo su mundo se había colocado de cabeza. Pues él jamás se sintió atraído por nadie de su mismo sexo, es más, ahora mismo no estaba completamente seguro de que eso se pudiera llamar atracción.

Aunque en todo momento que lo veía podía jurar que su corazón no le daba tregua alguna ya que cada palpitación era aún más intensa que la anterior. Le robaba los suspiros aun sin proponérselo y no podía dejar de bendecir todos los segundos a su lado.

-¿Qué te pareció?- añadió después de un tiempo Changbin quien permanecía sentado en su estudio de grabación y había puesto pausa a la mezcla de sonidos que se reproducía por todo el lugar. Félix seguía sin responder nada, lo que hizo que el rostro del chico se frunciera en desconcierto.

-¿No te ha gustado?-curioseó inseguro.-Quizá la canción no es tan buena como creí, pero puedo arreglarla y...

El rubio negó con diversión ante lo tierno que lucía, aunque no quería que él pensara que no le estaba prestando la suficiente atención ni mucho menos que creyera que esa canción, en la que sabía se había esforzado demasiado, era fea. Simplemente ocurría que él no podía concentrarse en nada que no fuera aquel chico de ojos lindos, era como si todo dejara de cobrar sentido y solo existiera la perfección ante sus ojos al únicamente verle.

-Lo siento andaba disperso.-expresó con timidez.-Yo creo que la canción es...

Chang dejó a un lado todo para centrarse en lo que el otro joven le estaba mencionando, aunque teniendo una extraña sensación en el pecho al ver que de nuevo este parecía suspirar por alguien más. Alguien más que en definitiva no podía ser él.

-Olvida la canción por un momento ¿Quieres?-le sugirió al sumergir sus ojos con los suyos.-Mejor dime, ¿Otra vez pensando en ese misterioso alguien?

El australiano no pudo evitar el notar el timbre de voz de quien solía llamar Binnie, quizá eran imaginaciones suyas pero por una vez en la vida quería soñar con que él estuviera interesado en su persona. No entendía por qué le agradaba pensar que estaba celoso pero vaya que lo hacía sentir especial.

-Es imposible no pensarle.-colocó una mano sobre su asiento, acercándose un poco a él y mirándole a los ojos con una gran admiración. -Más cuando es un ser humano tan perfecto y hermoso, alguien que se escapa de la realidad y sientes que es el mismo cielo.

-Vaya, al parecer es toda una diosa.-ironizó con algo de enojo.-Ya deberías ir a buscarle para declararte.

Félix formó una sonrisa en los labios, podía sentir el aura pesada del ambiente a causa del aparente mal humor que su compañero desprendía. Tal vez estaba actuando por impulso pero no quería detenerse ahora, no cuando el otro chico parecía estar conectando consigo.

-Cualquiera que te escuche diría que estás celoso querido Soft Bin.-acusó con alegría.-Como...si no quisieras que yo fijara mis ojos en alguien.

El aludido se relamió los labios haciendo su cuerpo para atrás hasta topar en el asiento, debido a que sentía como el rubio lo había acorralado y ahora le acariciaba el labio inferior con ¿Dulzura?

-¿Estaría mal si lo estoy?-Tentó a su suerte queriendo aclarar ese raro panorama.-Puede que lo esté, puede que no. Puede que me des igual...o puede ser que quisiera que solo me vieras a mí.

-Mmm...Vaya, que interesante.-suspiró al sentir su cálido aliento que se empezaba a mezclar con el suyo, abriendo paso a un ambiente sumamente raramente agradable. -Aunque te debo decir que no tendrías por qué temer...pues mi mente, mis pensamientos y todo mi corazón están con una sola persona. ¿Puedes imaginar de quién se trata?

Lo vio negar y antes de que pudiera decir algo más, decidió callar de un solo golpe cualquier duda que tuviera en la mente, no entendía de dónde salió esa chispa de valentía, solo sabía que no quería detenerse, no cuando el muchacho también le demostraba en un solo beso los sentimientos que estuvieron guardando por mucho tiempo.

-Esto, esto... esto está mal.- Chang entre beso y beso protestaba.-Se supone que no nos gustamos.

Félix tomó su barbilla con decoro para detenerse un momento a mirar sus ojos. Sonriéndole con travesura.

-Se suponen muchas cosas baby Changbin, pero aquí lo que importa es lo que nuestros labios expresan encausados por el corazón. -volvió a besarlo con suavidad.-Por eso, solo por hoy... dejemos que ellos sean los que conducen la situación.

Se sumergieron en su mundo ya sin rechistar nada, saboreando el dulce néctar de los labios del otro, ansiando cada vez más de lo que estaba moralmente prohibido. No obstante, a ellos eso no les importaba en absoluto, bien podría entrar el mismísimo jefe de la empresa y cacharlos en esa situación comprometedora pero ellos no se detendrían en lo absoluto.

Era un placer divino que los envolvían desde adentro, mostrándoles el lugar al que siempre han pertenecido pero que por miedo se detenían a explorar. Inmersos en su burbuja de amor, no fueron capaces de escuchar cuando la perilla de la puerta giraba,dándole la invitación a vaya saber qué persona y que definitivamente quedaría impresionado por la nueva relación que ellos mantenían.


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