Jimin un joven shifter lobo Albino, pequeño, muy poco común, él había llegado al parqué, al huir y darse cuenta que lo habían abandonado, al ser pequeño, su manada no confiaba en él, al ser tan solo un niño aún no entendía el desprecio de la gente que vivía con él.

Su madre le dijo que guardara todo, que habían encontrado un nuevo lugar, así que debía esperar como siempre para que sus padres terminarán de empacar, en la noche donde estaban descansando, al pequeño lobo lo vieron dormir plácidamente con una manta y recordaron las palabras del líder.

"Tu hijo solo será una carnada, una presa fácil para cualquiera, ni siquiera sabrá defenderse, y nos van a arrastrar con él, lo desechan o los dejamos atrás" Cuando por fin, amaneció el pequeño Jimin rubio con ojos azules, en su forma humana despertó sólo, encontró una pequeña nota de "cuidate bebé, ya no podemos hacer nada por tí, con amor mamá y papá".

Él sabía que estaba cerca de Arirang y con lágrimas en sus ojos corrió hasta ahí, se transformó en lobo y corrió, sabía que ahí al menos estaría a salvo y no donde se encontraba.

Corrió lo más rápido que pudo, pasó el pueblo y se iba acercando, él quería descansar pero vió una mariposa y su lado infantil no le impidió ir por ella, olvidando a su familia por saltar y jugar.

Pero las riendas del destino ya están planificadas, un albino lobo de casi 13 años no era la excepción, sintió un exquisito aroma y sin dudarlo fue hasta él, sin saber quién era el dueño de aquél endulzante olor, poco sabía de las parejas destinadas pero aun para su corta edad era imposible no cumplirle, aún que era muy poco común una pareja destinada tan jóven, pero para el amor no hay edad ¿verdad?

-¡AYUUUDA! ¡NOOO...SE NADAAAAR!- gritaba desesperado al no poder sentir el suelo.

Jimin trató de pensar rápido, pero cada vez se alejaba más del conejo por culpa de la corriente, más fuerte escuchaba lo que su mayor temor se daba, el sonido de una cascada lo asustaba mucho, no quería perder al conejito, sabía que el parqué estaba en una especie de montaña y entre el frondoso bosque había una cascada que daba con un lago y más bosque.

Al ya no ver camino es su correr, lo alarmó más de la cuenta, su corazón palpito descomunal, el conejo seguía tratando de llegar a alguna roca pero en su desesperación ni siquiera podía mantener la cabeza fuera.

Sabía que, lo que iba a hacer era una locura, pero ¿valía la pena? Su familia lo había abandonado, no tenía nada que perder, pero el conejito, tenía una familia que podía estar preocupado por él, no necesitaba más nada, corrió de frente, agarrando más impulso del que podía y saltó al agua.

El no era un experto nadador, pero sabía cómo mantener la calma, llegó como pudo hasta el conejo que no se quedaba quieto.

-Vamos a...morir, esto...es tu culpa- dijo con dificultad

-Haré lo posible para devolverte a casa, cuando caigamos por la cascada toma mucho aire, no te alejes, la corriente es muy fuerte y si nos movemos demás, podemos golpearnos con una roca, no sería nada lindo, te protegeré, lo prometo.

...

Ambos pequeños Shifter cayeron de la cascada hasta el lago, en un impacto descomunal, Jimin trato de estar consciente y mantener la calma, cuando cayeron por fin, se dirigió al conejo esté estaba desmayado, con cuidado lo llevó a la orilla.

Una vez tocando tierra, transformándose en su forma humana le hizo respiración de boca en boca, una vez el conejito tosio, escupiendo el agua de sus pulmones vió al pequeño ángel frente a sus ojos, pensando que era una alucinación, él cuál cayó dormido.

Jimin volvió a su forma lobuna, la brisa serena le calaba hasta los huesos, y estar desnudo no le ayudaba mucho, cargo al conejito con cuidado adentrándose al bosque, una vez encontró una pequeña cueva entre rocas, decidió hacer una fogata.

Visualizando que no hubiera peligro alguno, temía por el conejito pero debía ayudarlo a calentarse, seguía húmedo por el río.

Estando alerta salió a buscar ramas, vio que empezaba a oscurecer y decidió apurarse, con varias ramas en su hocico, regresó a la cueva, verificó y el conejito seguía durmiendo.

Volvió a su forma humana, colocó las ramas y piedras para hacer la fogata, con un par de piedras medianas logró encender el fuego, vivir en un bosque le dió un poco de destreza para hacer fogatas, volvió a ser lobo, se acercó al conejo y con cuidado lo llevó más cerca de la fogata, tomó posición a su lado para abrazarlo y brindarle calor corporal y lentamente quedó dormido.

....

En un momento de la oscuridad de la noche, el conejo despertó, notando como se encontraban, pero no se asustó a diferencia de la primera vez, a pesar de estar muy cerca, pudo ver que el lobo no era malo.

Recordó que habían caído de una cascada, eso lo alarmó, pero no sentía dolor alguno, estaba bien, y no estaban en la orilla, ni pasando frío.

Ese extraño lobo realmente lo había cuidado, la fogata comenzaba a apagarse, y aún estaba lejos de su familia, un conejito de casi 11 años alejado de sus padres, pero por una extraña razón no sintió miedo.

Tal vez el lobo no era tan malo como pensó, pero él debía volver con su familia, aún no sabía cómo iba a hacer si realmente ese albino lobo era su pareja, debía dejar su madriguera para vivir con él, pero ello le aterraba aún era un niño y aún ni siquiera conocía el nombre del peludo.

¿Qué iban a hacer ambos? ¿Jimin dejaría al pequeño conejo a su madriguera e irse? ¿Pero Jimin no tenía una familia qué sé preocupara por él? ¿Cómo haría? ¿Sería capaz de alejarse de su pequeño conejo? Por qué de algo estaba seguro el conejo no lo quería con él.

Nos leemos en el capítulo 3

Meli_Gonz 💕