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Una hermosa joven de cabello castaño se encontraba paseando por un cementerio, buscando cierta tumba, que después de un par de minutos, logró encontrarla.

Se arrodilló y miró con una sonrisa un poco triste, honestamente no le gustaba ir a ese lugar, ya que siempre que asistía, terminaba en un mar de lágrimas.

Pero esta vez, era un tanto diferente.

-Hola cariño, ha pasado un tiempo desde la última vez que vine, lo siento...

Las personas de ahí la miraban con un poco de pena a Ochako, pero eso era lo que menos le importaba en ese momento.

-...Pero, tú sabes que tengo que seguir con mi vida, ¿no?, siempre me lo decías, incluso antes de tú partida...

"Quiero que seas feliz, Ochako."

Los ojos de chocolate de la chica se volvieron cristalinos a causa de las lágrimas acumuladas.

-Yo a él lo amo, pero tú siempre estarás en mi corazón, aunque te fuiste, siento que todavía no me suelto de ti por completo... Espero poder verte en otra vida, estar contigo por siempre, aunque en esta vida, Dios no lo quiso así.

-Sabes, él también te extraña, eras muy importante en nuestras vidas, nos dolió el saber que te fuiste, él perdió a su mejor amigo, y yo, al amor de mi vida.

-Moriste en el deber, eso fue admirable pero... Cuando tú lo hiciste, yo morí en vida...

-... Me iré del país cariño, así que no vendré en un tiempo, estar aquí me hace un poco de daño, ¡No creas que es por tú culpa! Es sólo que... Necesito tiempo para asimilar todo esto, pero tus flores cada semana serán puntuales, ¡te lo aseguro!

Después de un minuto, Uraraka habló.

-Te confieso que... Al principio fue difícil para mi todo esto, el saber que ya no escucharía más tu voz, sentir tus manos acariciando mis mejillas al despertar, el cálido amor que me entregabas incondicionalmente cada día...

-... Duele mucho saber que ya no regresarás, incluso llegué a pensar, que todo esto es mentira... Que si yo te llamaba contestarías, o al llegar la noche, te vería cruzar aquella puerta pero, no pasó eso... ¡Yo sé que tu sueño era casarte conmigo, el mío también! Pero... Simplemente no se pudo realizar ese hermoso deseo que ambos teníamos... perdóname por no cumplirlo...

Las lágrimas caían sobre el pasto, hasta que una mano posó sobre su hombro.

-Shoto...

-Yo sé que duele, no tienes que disculparte con él, conociéndolo... Estoy muy seguro que te perdonaría.- Comentó con una cálida sonrisa. -Yo también lo extraño...

Ochako suspiró, limpiandose las lágrimas. -Este... Es mejor que regrese a la fiesta, ¿vienes? -preguntó, sacudiendo con cuidado el hermoso vestido de novia que tenía puesto.

-En un momento te alcanzo.

Cuando perdió de vista a Ochako, se arrodilló con cuidado hacia la tumba.

-No te preocupes amigo, Ochako estará bien, yo la cuidaré y protegeré con mi vida.- Acarició suavemente la lápida, para dejar unas hermosas flores rosas.- Espero hacerla feliz, justo cómo tú lo hiciste.

Con algunas lágrimas en sus ojos, abandonó aquella tumba, a quién le pertenecía al gran amor de Ochako Uraraka y el mejor amigo de Shoto Todoroki, Izuku Midoriya.

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