քaʀtɛ ²

Pov. General

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-Debes de estar bromeando-dijo el segundo hermano con cierta indignación en su voz.

Hace apenas unos momentos que el pelirrojo había llegado a la mansión Sakamaki, y aunque su idea era pasar desapercibido no tuvo éxito, después de todo, se trataba de un humano al que él inútilmente intentó ingresar a la mansión sin ser descubierto pero que no logro, puesto que sus hermanos notaron la presencia del pequeño.

-No es una broma-dijo el menor con el pequeño en brazos.

-No sabes cuidarte ni a ti mismo, ¿y insinuas cuidar de un bebé?-dijo ahora el cuarto hermano.

El quinto Sakamaki desafío con la mirada a todos los hermanos, sin darse cuenta que dejo de mecer al bebé, quien al darse cuenta de esto, despertó y se echó a llorar.

~Waaaaaaaahhhhh~

-Tsk, lo que faltaba-dijo el menor de los hermanos irritado.

-Callenlo-dijo el primer hermano aún con los ojos cerrados.

-Ne~ Ayato-kun tu bebé esta llorando-dijo con cierta burla el tercer hermano.

-No, ¿en serio?-dijo molesto el pelirrojo, a la par que nuevamente comenzaba a mecer al pequeño.

-Dejalo donde lo encontraste-sentenció el segundo Sakamaki.

-No lo haré-dijo el pelirrojo a la par que se ponía de pie y salía de la sala con el bebé en brazos.

-¡Ayato!-gritó molesto el segundo hermano, en un intento de que éste regresará, lo que claramente no paso.

La sala se quedo en completo silencio por un momento más, claro que éste no duró mucho...

-¿Esto será enserio?-se pregunto el pelilila.

-Esperó que no-dijo el azabache.-Ese bebé sólo traerá problemas-

-Nfu~ no creó que tanto como eso, Reiji-san-dijo el castaño con una sonrisa dibujada en los labios.-En mi opinión, sería algo interesante. Aunque aún me sorprende que Ayato-kun haya hecho algo como esto-.

Después del comentario hecho por el tercer hermano, el lugar se quedó en completo silencio.

✿ฺ✿ฺ✿ฺ

Ayato llegó a su habitación en menos de cinco minutos, y aún con el bebé en brazos ingreso al lugar. Cerró la puerta tras de si, y al instante se acerco a la amplia cama -que muy pocas veces usaba-, donde al instante colocó al bebé, el cual se comenzó a mover algo inquieto por saberse abandonado en tal lugar.

~Uhhmmm~

-No puedo estar abrazandote todo el tiempo, mocoso-dijo el pelirrojo sentándose a orillas de la cama.-También Ore-sama necesita un descanso-.

Al momento se recostó al lado del bebé, quien aún continuaba removiéndose en la cama. Era curioso como apenas hace unas horas se había salido de la mansión por no querer seguir escuchando a sus irrirantes hermanos, y ahora regresaba con un bebé. Eso sin duda era una locura, pero por una extraña razón no pudo evitarlo.

~Waaaaaaaahhhhhhhh~

Nuevamente su llanto con el cual logró cegarlo, aunque ahora no era tan cegante como antes; ahora más parecía un llanto dado por una necesidad, una necesidad que obviamente el pelirrojo estaba ignorando.

-¿Qué ocurre?-preguntó el pelirrojo, como si el bebé fuese a contestarle.

El bebé lloró aún más fuerte, logrando que el pelirrojo se molestará un poco, al momento se incorporó de la cama y giró el rostro hacia el pequeño, para al instante darse cuenta de lo que pasaba.

-Tú...pequeño mocoso-dijo serio el pelirrojo, al momento de ver como una gran mancha de humedad se extendía en la cama.

El bebé se había orinado en la cama.

~Waaaaaaaaahhhhhhhh~

Al momento tomó al bebé en brazos, el cual al sentirse cerca de la persona que le brindó ayuda, al instante dejo de llorar; el pelirrojo con cierta molestia, seco -inútilmente- con la pequeña sábana -ahora estando ésta húmeda- el pequeño cuerpo del bebé, quien se dejo hacer, y al instante lo colocó en el pequeño sofá que también se encontraba en la habitación. Molesto comenzó a quitar la colcha de la cama, lo bueno fue que reaccionó a tiempo, y la mancha no había logrado traspasar el colchón de ésta...aún.

Después de hacer esto, nuevamente tomó al bebé en brazos, y de vuelta, lo volvió a colocar en la cama. El frío del colchón logró ser captado por el bebé, que una vez más comenzó a removerse inquieto, claro que Ayato no lo notó, y sólo le miró -aún- molesto por haberse orinado en la cama.

-Tsk, supongo que no pasará nada si te dejo sólo un rato-dijo aún serio.-Tengo que ir a dejar esto al cuarto de lavado-.

Gruñó aún molesto...al momento de levantar las "gracias del bebé" -las cuales había aventado al suelo-, y al momento salió de la habitación, dejando al pequeño sólo, quien aún continuaba removiéndose al saberse desnudo en un colchón frío.

✿ฺ✿ฺ✿ฺ

Ayato regreso del cuarto de lavado tan rápido como se fue, más sin embargo, conforme más se acercaba a su habitación comenzó a escuchar un par de risas que al momento reconoció, seguido de algo que logró alarmarlo...

~Waaaaaaaaaahhhhhhhh~

Rápidamente corrió lo que le faltaba de tramo, llegando frente a la puerta de su habitación y abriéndola al instante; nada más para encontrarse, con sus dos mellizos votándose al bebé uno al otro, como si éste fuera una pelota. Era notorio que con ese llanto, el bebé estaba dando a entender que no le gustaba lo que le estaban haciendo...

-¿Qué diablos están haciendo, par de idiotas?-gritó molesto el pelirrojo.

-Ne~ Ayato-kun atrapalo-dijo burlón el mayor de los trillizos, votando el bebé hacia donde estaba el menor de los tres.

El bebé -aún llorando- salió volando con dirección al pelirrojo, que al instante reaccionó, y al momento lo tomó en brazos, acurrucando lo.

-Son unos idiotas-exclamó molesto el pelirrojo, a la par que comenzaba a mecer al bebé para calmarlo.-Él no es una pelota-.

No sabía si era consciente de lo que dijo o no, sin embargo, esto logró sorprender tanto al castaño como al pelilila.

-Ne~ Kanato-kun ¿tu que opinas?-habló el mayor de los tres, sin dejar de ver la escena del pelirrojo tratando de tranquilizar al bebé.

-Esto si es en serio ~Ne Teddy-dijo el pelilila mirando a su amigo afelpado.

Ambos chicos se acercaron a donde estaba su hermano, quien aún continuaba intentando tranquilizar al asustado bebé...

-No te enojes, Ayato-kun-dijo el mayor sin siquiera deshacer su sonrisa tan ya caracterizada en él.-Nosotros sólo tratábamos de confirmar algo-.

-¿Confirmar que?-pregunto mirándoles serio el menor.

-Tú dijiste que cuidarías de este mocoso-explicó el trillizo de inmedio.-Queríamos ver si lo que dijiste era enserio, que si de verdad ibas a encargarte de este bebé-.

-Lo hemos confirmado ~nfu, pero aún sorprende un poco que alguien como tú haya tomado tal decisión-dijo el castaño mirando ahora al pequeño bebé.

El pelirrojo les miró serio por otro momento más, mirada que poco a poco se fue aflojando, y ahora sólo les miró de forma neutral, así hasta que decidió mirar al bebé. El pequeño ya había dejado de llorar, y ahora estando acurrucado contra el pecho del pelirrojo, comenzó a cerrar sus ojitos hasta quedarse dormido.

-Sin duda no sabes nada de bebés, Ayato-kun-habló el mayor de los trillizos al notar un detalle no tan insignificante.-Los bebés humanos no deberían porque estar desnudos, y más en fechas como estas-.

-Yo que tú lo abrigaria-dijo el segundo trillizo.-Sino quieres que pesque un resfriado-.

El pelirrojo fruncio el ceño sin poder evitarlo, ambos chicos tenían algo de razón, él no sabía nada de bebés, no sabía siquiera que estaba pensando cuando decidió traerlo a la mansión. Sin embargo, eso no era impedimento para saber como cuidar de ese pequeño "mocoso" -como le comenzó a decir-.

Fue así como, claro...después de haber dormido al bebé, el quinto Sakamaki se la paso investigando todo con relación al cuidado de los bebés. No se detuvo siquiera a pensar porque estaba haciendo todo eso, simplemente lo hizo.

Continuará...         

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