Me tenés suspirando como idiota.
La verdad ya me harté de toda esta mierda.
Siendo escoria vomitiva, tan solo respiro
porque no me queda de otra.

Y siento náuseas
porque todo esto es un desastre
y hasta el cuaderno
sabe que la indiferencia es solo
una agradable mentira.

No quiero pertenecerte, no quiero sentirme así
de nuevo.
Quiero que enloquezcas por mí,
quiero salirme de este juego.

Y odio los versos de amor,
estos son de ira.
Quiero clavarme las uñas
profundo en el corazón,
muy profundo
y arrancarme estos sentimientos.

Siendo escoria vomitiva, te pienso
desde que inician las horas de un nuevo día
porque así lo ha decretado algún poema feo.
De mi parte, en mi mente no estarías
y me masturbaría pensando en porno gay
siendo hetero

con tal de olvidar tantas horas perdidas.

Y dijiste que no
tan amablemente
que no te puse pero.

No esperaba una respuesta positiva

pero parece que
eso era otra mentira
hacia mi propia autoestima

porque siento heridas
abrirse y chorrear, me desangré.
Que patética situación,
que patética es mi vida.

Ahora solo queda nadar contracorriente
sin ahogarme
mientras deseo fervientemente
ahogarte.

Y es que te pareces mucho a mi ex...
Debí saber lo que se venía

pero estoy tan jodida.
Me sé las respuestas
porque conozco las preguntas,
me las aprendí de memoria
mientras lloraba en un mar de risas.

La ironía y el humor negro me hacen el día
porque odio escribir sobre el amor
pero lo hago de todas formas; el horror.

Siendo escoria vomitiva,
solo queda negarlo todo
y usar una máscara sin rimas,
mientras miro cómo la escena trágica
se vuelve comedia
y la historia se embarra de lodo.

Y dijiste que no
tan dulcemente...
Que no importa si hoy
estás arruinando por completo mi día.
No te culpo, no es tu culpa.
Todo esto es culpa mía.

No sé cómo reaccionar a situaciones tan aleatorias,

no tengo control sobre mis propias pesadillas...

No me vuelvas a ver,
no digas mi nombre.
Desde hoy, ya no existo en este mundo;
no quiero saber nada.

Estoy tan aburrida de sentir la soledad chupando mis huesos. Estoy tan harta de sentir su respiración en mi hombro. Estoy tan dolida de todo que me aferro a un brillito cualquiera usando las uñas. Tan solo debería abandonarlo todo, quizás debería abandonarme a todo. Es un puto fastidio venir y desquitarme de esto en una hoja vacía, se siente tan inútil hablarle de esto a mi mejor amiga. Y el puto celular es mi testigo, estoy tan harta de todo que perdí de vista las afirmaciones que sí eran mías.

Los escombros de la indiferencia no crean energía positiva, tan solo lo confunden todo y yo soy toda entropía. La ingravidez me partió la puta cara y tu respuesta fue tan clara y rápida que no me diste tiempo de asimilar lo que pasaba. Sentí que me ahogaba cuando la respuesta era tan clara como el agua estancada.

Estamos corriendo en direcciones opuestas y yo sigo siendo tan fácil, tan manipulable, tan niña. No quiero saber nada del proceso, a mí dame las conclusiones en una bandeja de plata adornada con diamantes y joyas caras. Esto de sentir ganas de llorar teniendo retortijones en el pecho es una especie de tortura que amenaza frívolamente con consumirme. Siento que me traga viva.

Y dijiste que no tan amablemente...
Que siento que nada más importa.

Supongamos por un momento que no me has abierto viejas heridas. Que mi rostro está intacto y las canciones de BMTH no me dan ganas de gritarles a todos que me estoy derrumbando de nuevo por algo tan mierda como enamorarme de un evidente espejismo. Todo era un evidente espejismo.

Y me sale sangre de las venas abiertas
tan lentamente
que solo tengo ganas de quedarme dormida
porque es el único sedante que corta la vista.

Así como esta situación, cortando las suturas

de viejas heridas. De viejas heridas...

Soy una idiota que no sabe nadar contracorriente a pesar de conocer el terreno y saber muy bien el tamaño de las piedras que se avecinan.

Y hoy te quiero decir adiós
tan silenciosamente
que no te enterarás de lo que me has hecho
al aparecer repentinamente,
ah.