I have proof, tell me the truth
Se quedó mirando la herida, no podría usar pantalón por mucho tiempo, debería estar buscando algunas curitas pero el solo hecho de pensar en caminar hace que le duela, de todas formas tenía que buscar alguna manera de comprarlas, el lugar que estaba más cerca era a unas cuantas cuadras, no debía ser tan difícil llegar ahí, infló las mejillas y se estiró buscando la forma de levantarse sin ningún problema, porque si lo hacía de una sola iba a llorar tanto que de seguro se inundaría la casa, frunció los labios y con ayuda de la silla logró hacerlo.
Habían pasado dos horas desde que llamó a Momo y se siente bastante preocupada por la rara actitud de la mayor, porque cree que tal vez esta pasando algo que no le ha querido decir, porque ese cambio de personalidades tan drástico la hace pensar, miles de preguntas están en su cabeza, es muy bien sabido que ninguna tiene ni tendrá respuesta, lo único que esperaba que no pasará es lo que ha estado sospechando desde hace un tiempo, no es una chica demasiado celosa, de hecho cree que es más flexible de lo que debería, al punto en el que le da igual con quién trabaje Hirai.
El problema es que sabe que hay algo más que está pasando, quiere investigar o encararla que es lo que se merece por los raros cambios que tiene de actitudes que por más que ya esté acostumbrada a ello le duelen, tanto que siente que no puede respirar cada que eso sucede, porque no es tan fuerte como parece, tiene un corazón muy blando el cuál le pertenece a alguien que parece que está dos días feliz y vuelve a su rara personalidad, esa que a nadie le gustaría enterarse que tiene.
Había algo que casi nunca decía pero era una cosa que no dejaba de dar vueltas en su cabeza y es que tiene mucho miedo de salir lastimada, otra vez, el traumada que Jungkook le dejó es tan grande que muchas veces cree que las personas son como él, no hay nadie en este mundo que no la haya hecho sentir rara, como si la estuviera usando, bueno solo Mina pero ella no cuenta nunca fue un objetivo amoroso o algo por el estilo, no sabría qué pasaría si se entera que es peor de lo que se estaba imaginando.
Su cabeza le decir que debía dejar de exagerar las cosas que todo estaba bien, que no debería preocuparse porque cada que lo hace es por algo que no tiene sentido, no tiene por qué estar así, tarde o temprano se sabrá las razones por las que Momo cambia de esa extraña manera y cuando eso pase estará ella para ayudarla en lo que sea que necesite, tiene que dejarlo así antes de que sus pensamientos le hagan una mala pasado, no sería la primera vez que la hacen cree lo peor de los demás, como siempre tan negativa que hasta en su novia desconfía.
Mordió su labio inferior y se dispuso a caminar hacía la mesita de noche en donde estaba la llave del auto, cerró los ojos y suspiró, verdad que lo había llevado al taller por una falla, apoyó la cabeza en la pared y se encogió de hombros, caminar ni iba a ser algo tan malo, espera que su rodilla no haga nada raro si no tendrá que ir a un hospital para que la ayuden, no quiere gastar dinero en algo que pudo prevenir, así que se acomoda como puedo el suéter que está levemente manchado de sangre y abre la puerta.
Al hacerlo se queja por los radiantes rayos de sol que le pegan directo a los ojos, le encantaban los días así pero tampoco deseaba quedarse ciega, miró un poco hacia atrás para percatarse que amos perritos movían la cola y hacían ruido, como si estuviera tristes porque se va, se acercó a ella y sonrió. "Ya vuelve, solo tengo que comprar algo y regreso tan rápido que ni recordarán que me fui". Ladraron y dieron varias vueltas, de seguro era un si, así que cerró la puerta e inhaló con los ojos cerrados.
Habían dicho que llovería pero lo duda, con el sol que hace de seguro a las gotas no le dan tiempo ni siquiera de salir, es que se evaporan, un calor infernal que hace que todo su cuerpo se sienta pesado, tal vez es por salir con un suéter tan grande como ese, ella era la que iba a evaporarse, frunció las cejas y suspiró, debía ser fuerte y determinada, no miedosa, así que con todas sus fuerzas se colocó en posición de partida, mirando hacia la derecha, la calle era bastante larga pero al finalizar iba a llegar a su objetivo.
Acomodó su cabello para luego darse leves palmaditas en los muslos dándole ánimos para que estuvieran más fuertes, eso era lo que necesitaba para parecer flash, infló las mejillas y en tan solo dos segundos salió corriendo, apretaba el abdomen debido al dolor al igual que los puños con tanta fuerza que tenía miedo que se rompieran, todo demasiado fuerte y brusco, pero eso no pasaría porque iba con todo la determinación del mundo, más allá de cada cosa que podía llegar a controlar con tanta habilidad como eso, frunció los labios y miró hacia delante, no fue tan buena idea.
Se quedó viendo el único auto que iba a pasar, de seguro lo manejaba un señor muy mayor porque no entendía como podía ir tan lento, se mordió el labio y se cruzó de brazos, en su cabeza lo único que estaba era salir corriendo y pasarle por encima al auto pero no podría hacerlo, además de que le está comenzando a dolar, incluso más de lo que le dolía antes de tomarse la pastilla. "Duele". Bajó la mirada y acerco la mano, nunca pensó caerse de esa forma pero conociéndose era más común de lo que parece.
Cruzó la calle y se detuvo unos segundos apoyando la mano en la ventana de una cafetería, le dolía demasiado y no quería caminar, ya se estaba volviendo insoportable al nivel en el que lo único que quería era dormir para ver si así no sentía dolor, cerró los ojos con fuerza y ahogó un grito cuando estiró la pierna, debía ser más cuidado y hacerle caso a Mina, estar siempre al pendiente del sueño, no de otras cosas que no eran tan importantes como su salud, apretó un poco su muslo y se acomodó mejor.
Por alguna extraña razón sintió que debía desviar la mirada a aquella cafetería, ya que tenía mucha hambre, no sería mala idea entrar, tal vez tomar un buen café, no como los que ella hace que no quedan tan buenos como le gustaría, relamió sus labios y suspiró, no tendría por qué estar ahí, se tuvo que quedar y esperar a Momo así podría comer o pedir algo, se apoyó y siguió caminando, más lento de lo que le gustaría pero era lo que le tocaba, se sentía tan tonta, tendría que buscar la forma de llegar más rápido, apretó los dientes y caminó dos pasos más.
Sus ojos se abrieron como platos al ver lo que estaba pasando frente a ella, ahí se encontraba Momo sentada viendo algo en su laptop a su lado una mujer, quería ver quién era pero se le hizo imposible, estaba de espaldas, pensó que era su secretaria no tendría problema con ella porque sabe que no le hará nada, es lo que Hirai le dijo, además de que confiaba en la mayor, no la creía capaz de algo como engañarla o cosas por el estilo, tenía un gran corazón y la amaba, eso fue lo que le dijo.
Se lo ha estado diciendo y demostrando en innumerables ocasiones así que no debería estar dudando de nada de lo que le ha dicho, eso sería caer muy bajo, apretó los labios y buscó la forma de taparse para que no vieran que se encontraba ahí, sería una gran vergüenza que crean que se está volviendo loca además de que eso traería problemas a la relación, ahora mismo lo único que ronda por su cabeza es la razón por la que no le dijo que se encontraba ahí, pudo hacer y así le pedía algo, no estaría mal.
La forma en la que se lo dijo también le preocupaba, tan arisca, como si estuviera enojada con ella por alguna razón o que algo la estuviera atormentando, no entendía que era lo que estaba pasando y le preocupaba porque se supone que Momo siempre le ha contado la verdad pero ésta vez ocultó algo que considera es importante, está con una chica que no tiene ni la menor idea quién es, demasiado cerca para que sea su secretaria, sabe que esa chica no se le acerca porque no le gustan esa clase de cosas, entonces es otra.
Tal vez sea una colega y está sacando las cosas fuera de contexto pero es que tanta cercanía, la pelinegra sonreía y le ponía la mano en el hombro, eso no era tan normal como quisiera, se puso a pensar y negó con la cabeza, es algo que ella hace con Mina así que todo está bien, debería seguir caminando para comprar algo para dejar de sangrar, si, es lo que tiene que hacer no espiar a su novia porque cree que ésta está ocultando algo que por nada del mundo le quiere decir, volvió a mirarla y se sintió bastante mal.
Si eso llegará a pasar pero al revés le molestaría que la mayor estuviera espiandola porque eso sería un grave y gran indicativo de que no le tiene confianza cuando no es así, ella confía plenamente en todo lo que le dije, no tiene por qué estar dudando porque se aman y ya se lo demostraron, además de que si la estuvieran engañando no sería tan descarada en estar en un lugar público, cerca de su casa y de esa forma tan descarada, tan cerca que si se mueve un centímetro se pueden besar, ¿y lo si hacían?.
"Por favor". Susurró, sus ojos llenándose de lágrimas y una gran presión en el pecho que no la dejaba respirar, no lo podía negar, parecía que estaba haciendo exactamente eso y le dolía tanto. "Tú no me rompas el corazón". Tenía las pruebas suficientes para pensar en eso, ahora quería la verdad y era algo que iba a conseguir porque cuando Momo pisará la casa le iba a preguntar, tal vez era más invasivo de lo que alguna creyó que sería en la vida pero tenía dudas, necesitaba aclararlas porque si no estaría toda una vida ocultando eso, no va a volver a pasar.
Se dio media vuelta y volvió a casa, debía hacerlo para pensar en lo que acababa de ver y que creía que pasaba, no quería terminar una buena relación pero si la estaba engañando, no lo pensaría, solo la dejaría porque no va a dejar que nadie la usa, se niega a volver a repetir la historia, esa que la destrozó, que todavía sigue afectandola al punto de que todo le da miedo, tanto que hay veces que hasta estar sola en casa lo considera un peligro, espera con todo su ser que lo que esté pasando no sea lo que tiene en la cabeza.
Miró por encima de su hombro a la cafetería y suspiró, se veía más feliz y sonriente de lo que ha estado con ella desde que se mudó, así que de seguro era alguien bastante importante incluso más que ella y le dolía porque se creyó las veces que decía que nadie era más importante, que nadie más la haría tan feliz como ella lo hace, aún pensando que se está equivocando se siente mal, porque aún así siente que nunca llegará al nivel de Momo, es mucho más de lo que puede llegar a merecer.
Cómo me gusta el drrrrrrrama, sorry no me maten pls.
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