#13 an eye for an eye

Seonghwa y Hongjoong estaban en silencio. Yeosang estaba sentado en la parte de atrás de la camioneta con Wooyoung en sus brazos, acariciaba su cabeza suavemente temiendo que los golpes hubieran sido tan fuertes como para dejar secuelas.

Las piernas de Yeosang estaban empapadas de sangre y las lágrimas de sus ojos no habían dejado de bajar. Su corazón latía con fuerza, estaba irritado, dolido, confundido.

Jamás esperó volver a vivir lo mismo, tener a Wooyoung sagrando entre sus brazos había sido una pesadilla recurrente y no se había recuperado de ello aunque los años ya habían pasado.

―¿C... Cómo, cómo está? ―preguntó Hongjoong inquieto por el silencio.

Yeosang tardó varios segundos en hallar su voz y respiró hondo, juntó su frente con la de Wooyoung apretándolo suavemente.

―Está inconsciente, me habló por un rato, pero no ha vuelto a... ―dijo Yeosang, carraspeando, miró por un momento la cara pálida de Wooyoung y sus ojos se humedecieron nuevamente, su voz se quebró y sollozó―. Le dije que no lo hiciera. ―Desvió la mirada hacia la ventanilla y sus ojos se perdieron―. Él insistía en que tenía que sacar a alguien de su cabeza, yo conocía a los bailarines así que no hubo problemas al principio... Era peligroso que tanta gente supiera...

Seonghwa miró por el espejo retrovisor y se arrepintió inmediatamente de haberlo hecho, desvió la mirada hacia Hongjoong y apretó sus puños sobre sus rodillas. Si tan sólo hubiera tomado a Minhee a golpes, si hubiera reclamado todo el dolor que había en su corazón, quizás habría salvado a Wooyoung de pasar por ello.

―Este idiota. ―Yeosang se calló y acercó su rostro al mayor nuevamente, pegando sus frentes.

(...)

Yeosang se apoyó en la pared tomando grandes bocanadas de aire antes de poder incorporarse y tomar valor para entrar a la casa. Dejó a Wooyoung con Hongjoong y Seonghwa con mucho pesar y fue hasta su casa para buscar algo, necesitaba pensar muy bien qué hacer y no dejarse llevar por el odio era difícil.

Dio dos golpes con su puño en su pecho e ingresó a la casa, para su sorpresa, todos los miembros seguían parados en el pasillo; San estaba sentado en el suelo, atado con una camisa de fuerza improvisada.

―¿Qué pasó? ―Su pregunta fue escueta.

Yunho miró a San y luego a Yeosang, estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados sobre su pecho. Lucía cansado, pero molesto.

Todos en la casa suspiraron al ver la mancha de sangre en sus jeans. Yeosang se removió incómodo.

―El idiota de ahí empezó a gritar que Wooyoung se prostituía... San quería entrar.

Yeosang bufó y se acercó a San, sus manos quemaban y estaba seguro de que arremetería con cualquiera que le hiciera enojar.

―¿Se te olvida que el idiota está armado con un cuchillo? Pedazo de imbécil.

San mordió sus labios y desvió la mirada. Él mismo había limpiado el charco de sangre con sus propias manos mientras oía las barbaridades que Kang Minhee escupía, no pudo soportarlo. El sólo saber que había lastimado tanto a Wooyoung hizo que su sangre hirviera de cólera, si sus amigos no lo hubieran atado, habría entrado ahí y habría destrozado a Kang Minhee.

Yeosang se agachó a su altura y comenzó a desatarlo, ante la mirada confundida del resto.

―Chicos, tienen que hacer algo por mí... ―Yeosang se incorporó y ayudó a San a levantarse―. Jongho, ve con Mingi a la habitación más alejada de aquí, no escuchen nada. Yunho, San... ¿pueden venir conmigo?

Mingi negó con la cabeza rápidamente y Jongho sujetó su mano.

―¿Por qué no podemos quedarnos? ―preguntó el menor, sin saber porqué Yeosang quería que se fueran.

―No quiero que vean ni escuchen lo que voy a hacerle a ese hijo de puta.

Jongho cerró la boca y asintió, tironeó de la mano de Mingi y ambos se fueron a la habitación en el ala opuesta de la casa, la que pertenecía a Hongjoong. San y Yunho miraron a Yeosang con confusión.

―¿Yeo? ―La pregunta de Yunho fue pasada por alto.

Yeosang abrió la puerta con la llave que seguía puesta en la cerradura e ingresó a la habitación, San y Yunho le siguieron tras darse una rápida mirada.

Kang Minhee estaba sentado en el suelo con la espalda apoyada en la cama, jugaba con la navaja con la mirada perdida. Cuando escuchó que la puerta se abrió, ni siquiera alzó la vista, sólo rio sin gracia.

―¿Qué te causa tanta risa? ―preguntó Yeosang monótonamente.

Minhee miró al mayor y se paró, era notablemente más alto que todos allí y rio. Apuntó a Yeosang con su navaja y luego señaló la cama, las sábanas blancas estaban cubiertas de manchas rojas.

Yunho sintió arcadas, San por el contrario, no se atrevió a mirar otra cosa que no fuera a Kang Minhee.

Yeosang asintió, ya estaba preparado mentalmente para lo que vería en la habitación. Las gotas de sangre en el suelo tampoco pasaron desapercibidas.

Yeosang, con ambas manos en los bolsillos, se acercó a Minhee sin importarle que tuviera una navaja y de un rápido movimiento, sacó el revólver calibre .42 que hace mucho tiempo no usaba.

―Tira esa bonita navaja al suelo, y patéala hacia ellos.

El rostro de Minhee se puso pálido y acató la orden inmediatamente. Miró entre Yunho y San pidiendo ayuda, pero ambos miembros lucían tan sorprendidos como él.

―Muy bien. Ahora, siéntate.

Minhee resopló, sin embargo, no pudo hacer nada más que sentarse nuevamente en el mismo sitio en el que estaba.

Yeosang se agachó a su altura sin moverse de su lugar y apuntó a Minhee con el revólver nuevamente.

―¿Sabes hace cuánto tiempo soy el amigo de Wooyoung? ―preguntó Yeosang arrastrando las palabras―. Probablemente unos seis o siete años, cuando lo conocí, pensé que yo sería la persona que lo debía cuidar.

Minhee le miró con aburrimiento, aunque no dijo nada y escuchó.

―Unos meses antes de debutar, Wooyoung y yo salimos a beber. ―Yeosang parpadeó un par de veces y rio por lo inútil que se sintió en ese momento―. Un barman idiota se acercó a nosotros y trató de ligar, pero Wooyoung lo mandó al demonio. Cuando volvíamos a casa, un tipo me sujetó por detrás y el barman se llevó a Wooyoung a un callejón.

La mirada de Yeosang se perdió por un momento y tanto San como Yunho se colocaron a su lado y apoyaron sus manos en su espalda. Las manos de San temblaron y un nudo se formó en su garganta, era obvio hacia dónde iba esa historia.

―No pude hacer nada porque era débil ―gruñó Yeosang, la rabia en sus palabras casi distorsionaba su voz―. Los gritos de Wooyoung pidiéndome ayuda me perseguían en mis peores pesadillas... Cuando esos tipos se fueron, corrí hacia él y estaba sobre un charco de agua sucia y su propia sangre. ¿Sabes qué fue lo que hice, Minhee? Dos meses después volví a ese lugar, busqué al barman... ¿Conoces ese dicho? ¿Ojo por ojo? Enterré un hierro oxidado en su trasero y le corté el pene con un cuchillo de cocina, ni siquiera pudo gritar.

Minhee tembló sobre su propio trasero e intentó levantarse, pero Yeosang volvió a apuntarle con su revólver automáticamente y Minhee se quedó helado. Sudor frío bajó por su frente.

―Es difícil hacer eso con una celebridad como tú ―Yeosang bufó rascando su cabeza con su mano libre―. Wooyoung me dijo que ibas a decirle su secreto a todo el mundo. Estabas chantajeando a mi mejor amigo y luego hiciste todo esto... ¿Sabes lo que sería capaz de hacerte?

Yeosang dejó salir una risita histérica e hizo uso de toda su fuerza para no enterrarle una bala en el cerebro; no, eso sería demasiado rápido para una basura como Minhee.

―Yunho, tráeme la cámara fotográfica que está en esa repisa. ―Yeosang tomó la cámara que Yunho le alcanzó―. Ahora vamos a hacer una cosa, Minhee. Tú tienes un secreto de Wooyoung y ahora yo tendré uno tuyo.

Minhee frunció el ceño.

―Comienza a quitarte la ropa ―señaló encendiendo la cámara con una mano, al ver que Minhee no lo hacía, gritó―. Hazlo, ¿¡qué esperas!?

Minhee alzó una ceja y alzó el mentón en su dirección.

―A pesar de la historia que me contaste, no te atreverías a dispararme.

Yeosang caminó hacia él rápidamente tras dejar la cámara en el suelo y tomó a Minhee del cabello, tironeando de él con fuerza. La boca de Minhee se abrió por el dolor en su cuero cabelludo y Yeosang colocó el cañón entre sus labios.

―¿Me estás tomando el pelo? ―gruñó sobre su rostro, apretando el revólver contra su cara―. ¿En serio estás dudando? Te haría trizas en este momento, quiero cortar todos tus malditos dedos que se atrevieron a tocarlo y arrancarte el pene. ¿Sabes por qué no puedo hacerlo? Eso metería en problemas a todos los que me importan, eso podría a esos dos de ahí atrás en una situación que no merecen.

Minhee jadeó sintiendo la pólvora quemada en sus labios y negó rápidamente con la cabeza. Miró a San y Yunho quienes observaban atentamente la situación y con sus ojos pidió ayuda.

―Sin embargo, no están aquí de adorno. El más alto es uno de sus amigos y golpea muy fuerte ―señaló a Yunho con la cabeza y luego a San―, y el otro con cara endemoniada es su novio, y está muy enojado por lo que hiciste. Ellos te darán la paliza de tu vida si no haces todo lo que te pido.

Yeosang lo soltó y volvió sus pasos hasta la cámara. Minhee comenzó a quitarse la ropa hasta quedar completamente desnudo.

San gruñó al ver la sangre entre las piernas de Minhee.

Yeosang buscó en el cajón de Wooyoung un paquete de toallas húmedas y se lo lanzó a Minhee para que pudiera limpiar toda la sangre. Notó el teléfono de Wooyoung encendido, la grabadora de audio seguía corriendo.

―Sani, pásame ese desodorante blanco.

Minhee terminó de limpiarse y miró a los tres hombres frente a él preparándose mentalmente para cualquier tipo de tortura.

―Arrástrate hacia esa pared. ―Señaló Yeosang hacia la pared blanca cerca de la puerta, así nada en la habitación podría delatar que fuera de Wooyoung.

Yeosang le apuntó con la cámara y tomó dos fotografías una vez que Minhee acató la orden.

―Ahora en cuatro, apunta tu trasero hacia la cámara, por favor, lleva ahí tus dedos ―canturreó e hizo caso omiso a la mirada molesta de Minhee―. Ve cambiando de posición, no aburras. Hazme una sonrisita, vamos.

Minhee se tragó todas sus palabras y se obligó a sonreír ante cada fotografía. Estaba desnudo, y su cuerpo entero temblaba.

―Y... Yeosang, ¿qué haces?

La pregunta de Yunho fue ignorada por un par de segundos. 

―Este es nuestro secreto. Si Minhee dice algo sobre Wooyoung, estas fotografías estarán por la Internet ―dijo tranquilamente sin dejar de tomar fotografías―. No te cohibas, te ves bien.

Yeosang tomó el desodorante a su lado y se lo pasó a Minhee.

―Ponlo en tu culo, apresúrate, no tenemos todo el día.

Minhee gruñó con fuerza, pero llevó el desodorante a su ano y sonrió para la foto. Se sentía humillado y quería acabar con esto rápidamente.

Yeosang bufó, no se sentía satisfecho. Se levantó y, poniendo la mano sobre la de Minhee, empujó con fuerza el desodorante dentro de su ano. Un fuerte grito llenó la habitación y Yeosang no se tardó en tomar más fotos.

―¿Duele, verdad?

La voz de Yeosang se apagó por un momento y Minhee asintió rápidamente, unas lágrimas gruesas bajaron por sus mejillas. Su rostro se había desfigurado producto del dolor que aquel desodorante, más grande que su propia muñeca, había causado al abrirlo.

―Me gusta nuestro secreto, Minhee. ¿No te parece justo ahora? Sólo tienes que mantener silencio, no es difícil, si cumples, no te haré nada más... O sí. No lo sé. Todo depende. ¿Eso te pone nervioso? ―rio pateando su pierna con fuerza―. A partir de hoy deberás dormir con un ojo abierto.

Minhee asintió varias veces con la cabeza.

―Está bien, está bien ―Minhee gritó y trató de llevar sus manos al desodorante, sin embargo, Yeosang las pateó evitándolo―. No diré nada, te lo juro. Ya basta...

Yeosang miró a San y Yunho y señaló a Minhee con la cabeza.

―¿Ustedes están de acuerdo en que quede así? ―preguntó Yeosang, en su voz aún había rabia―. No es suficiente para mí.

San ni siquiera podía hablar. Toda la nueva información desde la hora y media que estaban ahí había hecho agujeros en su pecho y sus ojos se habían empapado de lágrimas varias veces, su pecho dolía. Un grito de ira estaba atorado en su garganta, Yunho lo había sujetado varias veces para que no saltara sobre Minhee. Sus ansias por abrirle la carne a pedazos era inhumana y si no fuera por el plan de Yeosang quizás habría hecho algo horrible sin importarle nada más.

San dio un rápido vistazo a la cama y luego a las toallas húmedas manchadas de sangre.

―Lo que quisiera hacerte ni siquiera es humano ―murmuró San mirando fijamente a Kang Minhee, se incorporó y caminó hasta él―. Así que ten la seguridad de que algún día, no importa qué tanto tiempo pase, iré por ti. Te cazaré como a un animal, así que escóndete, huye ―susurró cerca de su cara y sus dedos amagaron con tomar la garganta de Minhee―. Te aconsejo que desaparezcas, porque no sé cómo reaccionaré cuando vea a Wooyoung.

Minhee asintió apretando sus labios entre sí.

―Me iré de Seúl, lo juro.

05112021

No sé, me gustó pero queda raro ajhdhshs Amo a Yeosang :(

Quizás suba el próximo mañana, o no, ahre se creía Yeosang jajajaaj

q les parece????

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top