#08 unwanted visits
wooyoung tiene más de una pareja sexual... san y seonghwa apenas se enteran.
El día que Wooyoung mencionó algo acerca de llavar visitas a la casa, ninguno de los miembros tuvo inconvenientes. Además, Wooyoung había alegado que estas "eran muchachos" así que ni siquiera debían preocuparse.
Wooyoung estaba teniendo una habitación para él solo así que gozaba de más privacidad y tampoco es como que fuera demasiado molesto.
Las cosas se empezaron a poner raras cuando San se dio cuenta de que esas visitas siempre tomaban una ducha antes de irse y casi nunca hablaban con el resto. Al principio fueron dos bailarines distintos, dos chicos que trabajaron con ellos hace un tiempo y que habían intercambiado números con Wooyoung.
Luego, fueron Hwang Hyunjin de Stray Kids y Chae Hyungwon de Monsta X quienes solían frecuentar la casa.
San estaba muy sorprendido.
Jongho le había pedido a Hyungwon tomarse una foto y firmarle un álbum; Hyungwon había sido todo sonrisas y amabilidad, y una vez que se encerraba en la habitación con Wooyoung, no salía hasta la noche.
Hyunjin por otra parte, hablaba un poco menos, pero siempre había sido amable. Cruzó algunas palabras con Seonghwa (algo sobre cómo iba Minho). Y siempre salía todo sonrojado.
Seonghwa también notó todo eso. Wooyoung tenía muchos amigos, eso lo sabían desde hace tiempo, pero seguía siendo extraña esa forma tan clandestina de comportarse.
Cuando Wooyoung se percató de que sus amigos estaban siendo entrometidos, Hyungwon y Hyunjin comenzaron a ir a la casa mayormente cuando Wooyoung estaba solo.
Y aquello fue aún más sospechoso para San y Seonghwa.
―¿Saldrán? ―preguntó Wooyoung dando un largo bostezo.
Hongjoong, Jongho y Yunho asintieron ya parados en la puerta de la casa.
―Sí, los llevaré por helados. Yeosang y Mingi nos siguen en un rato, ellos se suponía que iban a avisarte ―Hongjoong tomó su bolso del perchero mientras seguía tratando de ponerse su calzado―, pero todavía no están listos ―rio recordando que los había encontrado acobachados debajo de la cama, totalmente dormidos―. Hwa y Sani se quedan, ¿tú quieres venir?
―Nah, yo me quedo ―dijo monótonamente rascando su barriga, sus ojos abriéndose y cerrándose perezosamente―. Uno de mis amigos viene.
―Está bien. No molestes a los demás con el ruido ―advirtió Hongjoong dándole una sonrisa antes de irse con el resto.
―Sí, sí, cuídense. ―Wooyoung lanzó besos con las manos.
Wooyoung rascaba su cabeza perezosamente, tenía muchas ganas de seguir durmiendo, pero Hyunjin le había dicho que estaría cerca y pasaría por la casa si estaba de acuerdo. Wooyoung nunca le había negado nada desde que comenzaron a hablar y no planeaba empezar ahora.
―Sanie, ¿dónde estás? ―Wooyoung llamó por el pasillo al ver que el mayor no estaba en su habitación.
Una lejana respuesta se oyó y Wooyoung caminó hacia ese lugar, dándose cuenta de que se trataba de la habitación de Seonghwa. Desde que Wooyoung dormía en una habitación individual se sentía solitario, pero había tenido la oportunidad de aligerar el estrés que se le había acumulado gracias a eso.
San era su mejor amigo y este ahora pasaba gran parte del tiempo con Seonghwa, lo que le resultaba raro y molesto. Seonghwa era su crush, no de San.
―¿Qué hacen, chicos? ―preguntó Wooyoung parado en el umbral.
Seonghwa y San estaban echados en la cama matrimonial, muy cerca. La cabeza de San descansaba en el trasero de Seonghwa y su mano subía y baja por su muslo con lentitud. Wooyoung frunció el ceño.
―Vamos a ver unas películas ―dijo San en tono bajo y adormilado―. ¿Quieres venir con nosotros, Young?
Wooyoung negó apoyando la cabeza en el marco de la puerta; quería ir allí con ellos y convertir esa cama en el único lugar en el que podrían habitar, pero esos pensamientos asustarían a sus amigos si se atreviera a exteriorizarlos. Wooyoung estaba enfermo por el toque indecente de Seonghwa en su piel y los roces íntimos de San, pero no podía decir nada de eso.
―No puedo. Hyunjin viene en un rato. Estaremos en mi habitación... ―señaló sin mucho interés.
―¿Tan temprano? ―Seonghwa alzó la cabeza hacia él por primera vez desde que Wooyoung llegó―. ¿Se quedará a almorzar?
Wooyoung negó, aunque no lo sabía.
Había algo de anhelo en la mirada que Wooyoung estaba proyectando, pero ninguno de los dos se percató de eso.
―Pasen linda mañana ―mencionó Wooyoung tras darse cuenta de que ninguno estaba dándole cabida, suspiró pesadamente y caminó hasta su cuarto.
Quizás sí se había apartado de ellos últimamente, y no era gracias a sus nuevas visitas. Wooyoung estaba perdiendo el poco control que tenía. Ya no podía sólo estar ahí y no besar a Seonghwa en los labios, su cuerpo entero se sacudía deseando recibir un poco de ese tacto.
Wooyoung había comenzado a pelear con Seonghwa por su hambre de querer. Estaba necesitado, quería que Seonghwa se interesara en él, que viera que estaba ahí y que lo deseaba. Luego se dio cuenta de que odiaba la idea de que San hablara tan íntimamente con Seonghwa, y no precisamente por Seonghwa, sino por el propio San.
Wooyoung estaba loco por los dos. Quería meterse en esa cama y hacer cosas inapropiadas, pero sus deseos eran egoístas y probablemente le costarían su amistad, por lo que decidió que debía sacarlos de su cabeza.
No pasó mucho tiempo cuando Wooyoung recibió un mensaje de Hyunjin diciendo que ya estaba ahí.
(...)
Seonghwa rodó por la cama y quedó acostado boca abajo. Las mantas se habían enredado en sus piernas y San trataba inútilmente de quitarlas.
―Oye, hyung. ―San dejó la bola de mantas que había formado y se sentó correctamente en la cama―. Tú... ¿no tienes un poco, aunque sea, un poco de curiosidad?
Seonghwa soltó un gemido de gusto al estirarse tras darse media vuelta para ver a San.
―¿De qué hablas?
―Wooyoung y sus amigos.
San alzó ambas cejas como si fuera una obviedad. Seonghwa abultó los labios pensando en el hecho de que Wooyoung había llevado a bastante gente a la casa, pero ninguno de esos habían sido Yeonjun o Changbin, que eran los únicos amigos que ellos conocían.
―O sea sí, pero es muy su asunto ―murmuró Seonghwa, pero el bicho de la curiosidad ya estaba ahí―. Aunque si soy sincero, me dan ganas de espiarlos para ver que hacen.
San sonrió dejando ver sus hoyuelos y Seonghwa rodó los ojos.
―Tú lo dijiste.
Seonghwa se sentó en la cama y miró sus propias manos con algo de pena. Sí quería saber qué tanto hacían, pero si Wooyoung no había contado nada entonces no se sentía con el derecho de espiarlo.
―Vamos, sólo veremos qué hacen y por qué son tan clandestinos ―San insistió, moviendo los hombros de Seonghwa ligeramente―. No creo que sea nada tan terrible.
Habían escuchado la puerta de la casa hacia unos quince minutos, así que Hyunjin y Wooyoung ya estarían en su asunto. Seonghwa mordió sus labios para finalmente asentir.
―Una miradita rápida.
San y Seonghwa salieron de la habitación silenciosamente y caminaron por el pasillo.
―¿Te imaginas que pinten con acuarelas? ―preguntó Seonghwa con una risita adorable, pensando en que ese podía ser el motivo por el que casi siempre se bañaban.
―Oh... ―San suspiró. Los pensamientos más inocentes pasaban por la cabeza de su hyung―. Shh...
San no era tonto. Él tenía la sospecha, por eso quería ver y así sacarse esa duda por fin.
Seonghwa y San llegaron al final de pasillo donde estaba la habitación individual. La puerta ni siquiera tenía pestillo, estaba apenas apoyada sobre su marco y si ambos hacían suficiente silencio, podían oír unos suaves murmullos.
―No... Aguarda, Hyunjin... Está muy... ―La voz aterciopelada de Wooyoung sonó más fuerte de lo usual y San miró a Seonghwa con los ojos abiertos.
Seonghwa abrió ligeramente la puerta procurando no hacer ningún ruido, tan sólo dejando una abertura por la que podían ver.
San apoyó su cabeza sobre la de Seonghwa y buscó rápidamente las figuras de esos dos, encontrándolos en la cama. No se podía ver demasiado por la escasa luz, sin embargo.
―Estás completamente mojado, Wooyoung. ―Hyunjin murmuró en un tono ronco, moviéndose encima de Wooyoung―. ¿Por qué no estás lloriqueando por mi pene como haces siempre?
Seonghwa tapó su boca con su propia mano para no soltar un grito de sorpresa y San apretó sus labios con fuerza.
―Has estado dando vueltas desde que llegué ―Hyunjin bajó la voz, pero todavía era entendible para el par de mirones―, ¿pasa algo?
Hyunjin apoyó su mano sobre la mejilla de Wooyoung y juntó sus frentes. Su pene palpitaba dolorosamente, pero Wooyoung no se veía muy seguro acerca de continuar.
―¿Quieres que me detenga? ―preguntó soltando con cuidado la pierna de Wooyoung que él mismo había afirmado a cadera.
Wooyoung suspiró pesadamente y negó con la cabeza, su cuerpo entero se sentía caliente por la ira y el miedo; en el fondo, no quería seguir fingiendo que estaba olvidando a esos dos, pero tampoco quería detenerse.
Si sacar a San y Seonghwa de su cabeza era tan difícil, Wooyoung terminaría enloqueciendo.
―Perdóname, he estado con la cabeza en otro lado desde anoche ―murmuró Wooyoung acercando a Hyunjin por la nuca, los labios calientes de Hyunjin estaban tan hinchados como los suyos―. Está bien si continuamos.
Hyunjin sonrió y esperó unos segundos por si el mayor cambiaba de opinión. Tras ver que Wooyoung hacía sus intentos por acercarse más a él, Hyunjin finalmente tomó sus caderas nuevamente y continuó frotando la zona húmeda.
Sus dedos estaban empapados, la vagina de Wooyoung palpitaba contra su mano, apretando fuertemente en espasmos que lo sacudieron de repente. Hyunjin sonrió completamente satisfecho y tuvo una gran idea.
Wooyoung ahogó un gemido cuando Hyunjin se inclinó hacia él y pasó la lengua por sus labios vaginales, limpiando todo rastro de fluidos. Wooyoung abrió las piernas de par en par otorgándole así más comodidad al menor; Hyunjin apretó su boca contra la vagina y amasó los glúteos ajenos.
―Sigue... haciendo eso, Jinnie ―murmuró Wooyoung con dificultad, llevando una mano hacia el cabello largo de Hyunjin.
Los gemidos se escapaban de su boca teniendo que cubrirla con otra mano. Sus piernas comenzaron a temblar al tiempo que Hyunjin de comía su vagina.
(...)
San se tiró sobre su cama como peso muerto, Seonghwa apenas había podido llegar a la habitación, estaba en shock. Sus corazones palpitaban rápidamente y sus rostros rojos iban a estallar.
Seonghwa se dejó caer sentado sobre la cama y miró a San con duda. Era una obviedad que ambos estaban enfermos por ponerse duros ante los sonidos de su amigo.
Huyeron despavoridos cuando los gemidos de Wooyoung fueron más difíciles de controlar y aguantar.
―Me toca ―jadeó San parándose de repente.
Seonghwa abrió los ojos con sorpresa y tomó al menor del brazo.
―Siéntate, idiota.
―Hyung, ¿me vas a decir que no sentiste algo bonito aquí? ―San apretó la mano contra su pecho, con una sonrisa enferma que solo asustó a Seonghwa.
―Lo único que vas a sentir será mi pie en tu trasero ―gruñó Seonghwa dispuesto a patearlo si seguía diciendo esas cosas.
―No seas mojigato. ―San mordió sus labios dejando ir su imaginación―. Estás igual que yo.
San llevó la mano al torso de Seonghwa y sin esfuerzo, lo recostó sobre la cama. Los ojos del mayor se entrecerraron y San sonrió colocándose a horcajadas.
―B... Bájate, idiota.
San negó con la cabeza. Todavía podía escuchar los sonidos íntimos y obscenos de Wooyoung en su tímpano.
―Apártame.
Seonghwa no hizo nada por quitárselo de encima, al contrario, apartó la mirada, su rostro colorado.
―Podemos invitar a Wooyoung ―susurró San sobre la piel de Seonghwa―. No me agrada que salga con esos seniors.
Seonghwa mordió sus labios, asintiendo.
(...)
Para la hora del almuerzo todos habían vuelto a casa, Hyunjin y Wooyoung estaban en la sala hablando sobre algo a lo que los demás no prestaron demasiada atención, a excepción de Seonghwa y San.
Los dos mayores estaban cerca, fingiendo que tenían una muy interesante conversación.
―Estaré fuera unas semanas... ―dijo Hyunjin apretando la rodilla de Wooyoung―. ¿Estarás bien?
Wooyoung rio ante la pregunta y negó con la cabeza.
―No podré vivir sin ti ―dramatizó acercándose tanto que besó su mentón disimuladamente.
Hyunjin golpeó una mejilla de Wooyoung repentinamente haciendo que este pegara un saltito, la mano de Hyunjin descansó sobre su pierna y apretó sus muslos. Wooyoung ahogó un jadeo en el hombro de Hyunjin.
―No eres el único amigo que tengo, Jinnie ―murmuró Wooyoung con burla, escaneó rápidamente la sala en búsqueda de algún mirón y tomó los labios ajenos entre sus dientes.
Aunque Hyunjin no se vio muy contento por eso, asintió y dejó el tema.
04112021
Les subo la parte dos ahora mismo
Si no les gustan este tipo de historias (boypussy y ajá) me dicen xfa
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top