Parte 8.-

Hay amores que son sólo ilusiones. 

Cuando Taehyung era un niño, soñaba con casarse y tener una pequeña casa en el campo, con niños y un perro jugando en el patio trasero mientras llegaba del trabajo y abrazaba a su mujer por la espalda, dándole un beso en la mejilla del rostro desconocido de la que, en ese entonces, soñaba como la mujer con quien compartiría su vida.

Luego, cuando descubrió que las niñas no eran exactamente de su preferencia, Taehyung tuvo que aceptar que su sueño de la infancia de la casita en el campo, los niños y el perro no se cumpliría con exactitud. No cuando vivía en una sociedad en la que todavía se miraba mal el que dos hombres se diesen la mano o se atreviesen a darse un beso en la mejilla en público.

Su familia le había seguido amando después de que confesase su orientación sexual, rodeándolo de afecto y aceptación que Taehyung sabía, no recibiría en el mundo exterior. Sin embargo, había seguido construyendo ese sueño de compartir su vida con alguien, de ser amado y amar por igual, algo que se construía día a día con la sonrisa de Jungkook.

Porque Jungkook había llegado a su vida a completar su sueño, a ser el rostro que deseaba ver al despertar y al irse a dormir, a ser el cuerpo que deseaba amar en cada ocasión posible y la mano que quería sostener en público sin ningún tipo de miedo. Cuando Taehyung tenía quince años, Jungkook lo había sido todo...

Entonces, ¿por qué había entrado a un hospital dándole la mano a otro hombre? ¿Por qué había corrido junto a la camilla mientras el rostro desfigurado de Joon Seok le mostraba, una vez más, como su sueño de la infancia había terminado por evaporarse para siempre?

¿Por qué seguía ahí, temblando y roto?

Se abrazó a sí mismo con esfuerzo, sintiendo todos sus músculos entumidos y adoloridos por la situación de horas atrás. El golpe en su cabeza no había sido importante y tuvo suerte de que los médicos no pidiesen que se retirase la camisa para la revisión, de lo contrario, habrían notado los morados en sus costados y las marcas de mordiscos que Joon Seok había dejado.

La policía se había ido hace un rato y Taehyung seguía sentado en el mismo puesto donde lo había dejado, con la mirada fija en el panel central donde las enfermeras iban y venían, hablando de cada paciente y su gravedad; lo ignoraban a consciencia. Taehyung ya había sido atendido y la policía no regresaría, sino hasta que su novio recobrara la consciencia, algo que nadie sabía cuándo sucedería.

¿Por qué sigo aquí?

Los sonidos del ala de emergencia no cesaban, inundando su cabeza de miles de estímulos, las voces iban y venían, sobreponiéndose entre ellas, aturdiéndolo a medida que se mezclaban con los sonidos de las máquinas que había en la sala y que funcionaban sobre los cuerpos de los pacientes. Más que personas, lo único que él podía notar eran los sonidos.

Y el frío, lo único que Taehyung es capaz de sentir en su piel es frío.

Es diferente al frío que siente cuando se queda sólo en la cama o que lo atraviesa cada vez que la mirada enojada de su novio se posa en él, es un frío que hiela sus huesos, como si hubiese decidido vivir bajo su piel de ahora en adelante. Taehyung no sabe de dónde proviene porque lo único de lo que puede es consciente es del dolor que le acalambra mientras tiembla.

Sonidos, frío, sonidos y más frío.

Entonces, algo resalta entre todo el barbullo, rompiendo con la burbuja que desconocía, había construido a su alrededor: .- ¡Hyung!

Jungkook está ahí.

Está ahí y no ha tardado más de media hora desde que se atrevió a llamarlo tras haber reunido toda la fuerza de voluntad que le quedaba. Taehyung se estremece ante la imagen de Jungkook en esa helada sala de espera, su angelical presencia rompiendo con el desolador panorama normal de un hospital.

Y Taehyung está tan malditamente feliz y aliviado de verlo.

Porque había sido incapaz de llamar a nadie más. Ni sus padres, ni su hermana, ni ninguno de sus demás amigos; ninguno de ellos sería lo suficientemente fuerte como para sostenerlo y no dejar que se derrumbe, ninguno de ellos sería nunca el pegamento para su descompuesta alma. Ninguno lo sería porque, sencillamente, no eran Jeon Jungkook.

.- TaeTae... - le resulta increíble cómo es capaz de reconocer su voz por sobretodo el ruido del lugar, los labios de Jungkook abriéndose para llamarlo de aquella manera que le llena el pecho de calidez, abochornándolo y haciéndolo feliz al mismo tiempo.

Se levanta tan rápido como le es posible, dejando que los ojos grandes y brillantes del menor le localicen al fondo de la sala de espera, su cuerpo delgado y musculoso escurriéndose entre las enfermeras que vienen y van, así como de los enfermos ambulatorios que rondan las sillas. Jungkook luce un gesto preocupado, su cabello revolotea mientras camina a paso apresurado hacia él y Taehyung atina a hacer lo único que podría y querría hacer.

Abre sus brazos para que Jungkook se cole entre ellos.

.- H-hyung... - la voz del menor se rompe antes de que se lance contra él, el cuerpo de Jungkook encaja a la perfección con el suyo, sus manos cerrándose en la delgada cintura de quien ha sido su motivo de suspiros desde hace tiempo y quien le devuelve el abrazo a la altura del pecho, presionando su cabeza contra la curvatura de su cuello – T-TaeTae...

Hay un sollozo contenido en la garganta del menor, pero Taehyung sólo es capaz de pensar en que el lugar correcto para que ambos estén siempre ha sido los brazos del otro.

Pero Joon Seok... tú amas a Joon Seok... Joon Seok es el único que te ama por sobretodo.

.- Dime que estás bien – la voz de Jungkook brota nerviosa cuando el menor se separa del abrazo, subiendo sus manos a sus mejillas y detallando su rostro con sus ojos inquisidores, pero amigables - ¿Tienes alguna herida? ¿Te duele algo?

Niega con la cabeza, incapaz de formular palabra alguna.

Se ha quedado sin voz mientras observa a Jungkook ahí, sus ojos fijos en los suyos mientras mueve sus pupilas con preocupación. Taehyung todavía rodea su cuerpo con sus brazos, sintiendo el calor de su cuerpo acoplarse a él, alejando aquel aterrador y doloroso frío que lo había inundado desde que estaba en ese lugar.

¿Cómo sería amar y ser amado por Jungkook? Joon Seok siempre le había recordado que él era poca cosa para alguien tan maravilloso como el menor y Taehyung no tenía manera de argumentar contra ello; era torpe, vestía demasiado raro, sus pensamientos a veces se desviaban de camino... sí, Taehyung no era suficiente.

Entonces, ¿estaba mal soñar con nunca soltarlo? ¿estaba mal sentirse como el adolescente de años pasados que pensaba en una casa con Jungkook y un perrito jugando alrededor? ¿Cómo podía un sueño así ser algo malo, ser algo inaceptable? Pero, ¿cómo dejar de soñarlo?

Cómo hacerlo cuando, en ese preciso momento, sólo podía pensar en qué se sentiría tener el cuerpo de Jungkook descansando junto al suyo luego de haberle hecho el amor, en cómo sería levantarse cada mañana y preparar juntos el desayuno, o tan sólo en cómo lucirían sus manos entrelazadas, adornadas por anillos de pareja.

Taehyung ya sabía lo que era amarlo, lo había hecho desde hace mucho tiempo, tanto que ni siquiera podría saber con exactitud cuándo comenzó, pero... ¿Cómo sería amarte y que me ames también?

Los ojos de Jungkook se entrecierran y sus labios se entreabren: .- ¿Hyung?

.- G-gracias por venir – susurra al fin, tratando de alejar todas las imágenes de su cabeza, borrando todos los "y sí..." que no le traerían nada nuevo – No sabía a quién llamar... he estado aquí desde hace unas horas.

Jungkook asiente imperceptiblemente y de pronto, Taehyung siente el frío regresar a él cuando el menor se ha alejado del abrazo, mirando hacia el suelo mientras juguetea con sus dedos. Taehyung no sabe qué ha dicho mal, pero la sensación quema en la boca de su estómago y lo único que desea es volver a abrazarlo.

.- Kookie, yo...

.- ¿Cómo está él? – es lo que termina preguntando el menor, cortándole casi de manera brusca, su postura tensa le hace lucir rígido en su sitio - ¿Está muy... mal? Yoongi está en la estación de policía y sé que depende de cómo esté él para que salga cuánto antes.

Taehyung aspira con fuerza porque efectivamente, Jungkook no está preocupado por Joon Seok, sino por Yoongi y por un instante, Taehyung casi se ve obligado a reconocer que, en el fondo de su ser, también es así para él.

.- Sigue inconsciente, el doctor ha dicho que es posible que despierte en unas horas, pero también que debemos esperar algún tipo de secuela neurológica – le informa al menor, procurando que su voz no se quiebre – Realmente llegó muy mal, tiene el pómulo derecho y la mandíbula fracturados, lo demás son moretones que se irán con el tiempo.

Jungkook asiente con especial atención, ahora levantando sus ojos para mirarlo nuevamente directo a los ojos, su mirada parece una tormenta en el fondo de su ser, pero Taehyung se siente incapaz de reconocer los sentimientos que hay ahí. De pronto, lo único en lo que es capaz de pensar es en lo que sucedió entre ellos, aquella confesión que ronda su mente y su corazón como una tortura.

.- Kookie... - el menor ladea ligeramente la cabeza, dándole a entender que tiene su atención para lo que necesite – Y-yo... quería h-hablar contigo... s-sobre lo qué dijiste el otro día, cuando nos encontramos en la universidad.

Jungkook no desvía su mirada, sin embargo, un adorable rubor se instala en sus mejillas pálidas: .- N-no hay mucho que decir sobre eso, hyung.

¿Qué no lo había? Pero sí Taehyung sentía que iba a explotar sí no hablaba, sino le preguntaba qué tan verdaderas eran sus palabras, qué habían significado sus lágrimas y toda la tensión en su cuerpo. Taehyung necesitaba escucharlo decir que no era a Joon Seok a quien miraba, que tenía, por lo menos, una mínima luz de esperanza.

"Olvídate de él, mi amor. Jeon no te quiere, no de verdad."

Pero, ¿y sí su novio tenía razón?

"¿De verdad, Taehyung? Nadie más se fijaría en ti, eres un alíen o incluso más raro."

¿Podría ser...? ¿Podemos ser, Jungkook?

.- Escucha, Tae... - Jungkook ha retrocedido un paso, sus manos jugueteando la tela de su camiseta negra – Sé que a lo mejor te tome de sorpresa, pero... no mentía, ¿vale? Nunca te he mentido. Sí, te oculté mis sentimientos, tenía miedo porque éramos amigos y...

"Él sólo quiere acercarse a ti sólo porque ya no eres su juguete, quiere separarnos, Tae. Sólo quiere volver a ser el centro de tu vida, no lo permitas, mi amor."

.- No te creo.

Hay una sentencia en su voz mientras baja la mirada, incapaz de sostener la de Jungkook sin perderse en los sentimientos que hay en ella. Quiere aferrarse a las palabras de Joon Seok porque su novio es lo único seguro que tiene, es el único que le ama de verdad y Taehyung ha dado mucho de sí mismo como para retroceder.

Joon Seok no se merecía su duda, no cuando era quien siempre estaba para él.

.- ¿Q-qué? – Jungkook le mira sorprendido, incapaz de comprender qué ha pasado - ¿No puedes tomar en serio mis sentimientos? Nunca te he mentido, soy incapaz de hacerlo, Tae.

.- Sólo quieres convencerme para que haga lo que quieras – sacude su cabeza, tratando de alejar la imagen de Jungkook de su mente, tratando de borrar de la punta de sus dedos la sensación de su piel y su cuerpo junto al suyo – Es una estupidez que tú sientas algo por mí, así como es un estupidez que siquiera creas que yo podría sentir algo por ti.

Jungkook casi puede jurar que su corazón quebrándose resonó por todo el hospital.

Sin embargo, Taehyung no alza la mirada y entonces es incapaz de ver cómo acaba de romper a Jungkook con sus palabras, es incapaz de ver algo más que la punta de sus zapatos y cómo sus lágrimas se estampan en ellas, señal de que él mismo se ha roto con lo que ha dicho, a lo que ha renunciado una vez más.

.- Creo que fue un error llamarte a ti, Jungkook – murmura entonces, tratando de calmar el llanto silencioso para poder alzar la cabeza – Debí haber sabido que sólo te interesa Yoongi, no yo ni el cómo esté mi novio... debí haber sabido que vendrías a querer separarme de él.

El menor guarda silencio, siente sus ojos picar, pero ninguna lágrima resbala por sus mejillas. ¿Podrían atenderlo por urgencias debido a su corazón roto? Jungkook sentía que iba a morirse sí seguía ahí, escuchando a Taehyung hablar, hablar y despreciar sus sentimientos.

.- Vete, Kook... tan sólo regresa por dónde viniste y olvídate de esto...

Taehyung se muerde el labio, dejando morir su voz antes de que se quiebre en un sollozo. Escucha a Jungkook retroceder un paso más y de nuevo sus oídos retumban con los sonidos de las máquinas y las voces de las enfermeras. Es asfixiado por el aire viciado del hospital y se pregunta cómo puede vivir a partir de ese instante.

Por Joon Seok. Me necesita, él es quien me ama...

Los "y sí..." no servían más que para hacerse ilusiones vacías y estúpidas. Joon Seok se lo había dicho, que dejara de soñar con cosas así, que viviera en la tierra y no en la luna, Taehyung tenía que entenderlo de una vez por todas, más ahora que su novio estaba en alguna habitación, luchando por abrir los ojos y volver a su lado.

¿Quiero que vuelvas a mi lado?

Si, si porque Joon Seok era real. Jungkook, en cambio, siempre había sido demasiado hermoso, tan sólo el sueño de un niño y por ello mismo, era completamente irreal.

.- TaeTae... no hagas esto – la voz de Jungkook, su voz suena desesperada y acrecienta sus lágrimas – Ven conmigo a casa, vendremos después a ver cómo está, pero... yo sólo quiero que tú estés bien.

Irreal... irreal.

.- Vete, de verdad... vete. 

Nota copiada: 

Buenas noches.

No es Lu_RoAs quien está escribiendo, ella me ha pedido que publiqué algunos de los capítulos de las historias que tenía en borradores. Ha estado pasando unas semanas algo delicadas y se encuentra en recuperación y con petición suya, publico esta historia.

Lo que sucedió con ella fue una situación más de orden emocional, pero no se encuentra grave ya. Sólo está descansando. Trasmitiré sus buenos deseos si desean.

Igualmente, sobre otras historias me pidió que subiera también cosas, así que si la leen en ellas, pueden estar pendientes. No sé cómo funciona la plataforma bien, así que cualquier error será corregido después.

Gracias.  

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