Parte 11.-

Amar es cuestionar, nunca dar por sentado.

¿Cuál era la razón por la que, en un principio, Taehyung inició una relación con Joon Seok?

No lo recuerda, esa es la absoluta verdad. Es eso en lo que piensa mientras ve las calles pasar a través del cristal del taxi que Jungkook y él abordaron hace unos diez minutos, en dirección al hospital en el que su novio está internado luego del ataque de Yoongi. Taehyung incluso se atreve a repasar la pregunta en su mente, mordisqueando su labio inferior cuando sigue sin encontrar una respuesta convincente.

¿Fue porque Joon Seok era atractivo o porque le hizo sentir importante? ¿Fue porque lo puso como su primera prioridad o porque le hizo creer que no había nadie en el mundo como él? O fue... ¿Fue porque Joon Seok no dudó nunca en dedicarle su tiempo y cariño cuando sintió que todos a su alrededor tenían vidas más prósperas y felices que la suya?

Taehyung no puede decidirse, tal vez fue de todo un poco.

Tal vez fue el hecho de que Joon Seok llegó en un momento de su vida en el que no hallaba respuesta a las mil y una preguntas que se hacía, que llegó a sacarle sonrisas cuando todos los demás no tenían el tiempo suficiente como para salir a cenar o caminar con él. Tal vez fue porque le hizo sentir que él, el torpe y excéntrico Kim Taehyung, realmente le importaba a alguien.

De todas formas, ¿importa la respuesta en ese momento de su vida?

Taehyung se sentía incapaz de darle la espalda a su novio cuando había sido víctima de algo que él había causado. Sentía la culpa asentarse en el fondo de su estómago cada vez que piensa en Yoongi o en la noche que pasó con sus brazos alrededor de alguien que no es el hombre con quien tiene una relación; y es una lucha interna porque se trata del amor que siente por Yoongi como su amigo y el profundo amor que siente por Jungkook como todo lo que el menor significa para él contra la culpa de hacerle daño a quien le ha dado tanto.

¿Cómo vivir con esos sentimientos amortiguando sus pensamientos?

.- Hyung, ¿está todo bien? – la voz de Jungkook es un murmullo suave mientras la mano del menor se posa sobre su rodilla, dedicándole un apretón suave – Has estado muy callado.

Taehyung no es capaz de mirar su bonito rostro, temeroso de encontrarse con sus ojos de bambi mirándole preocupados: .- Sí, sólo pensaba...

.- ¿Puedo saber en qué? – el tono del menor no cambia, pero su mano abandona su pierna para entrelazar sus dedos con los suyos y Taehyung siente que va a llorar porque es como si sus manos estuviesen hechas para estar juntas – Tal vez pueda ayudarte en lo que está pensando o sólo... escucharte.

¿Dónde estabas antes, Kookie? ¿Por qué no me escuchaste antes?

Las preguntas se amontonan en su garganta, pero Taehyung se siente incapaz de pronunciarlas por miedo. Hay tanto que quiere decir, que quiere preguntar y reclamar, pero desconoce sí tiene derecho a ello. Fue él, al final, quien decidió alejarse de Jungkook de manera voluntaria, incluso sabiendo que su corazón se marchitaría lentamente sin la presencia de la mariposa más bonita de su jardín, sin la sonrisa del menor para adornar sus paisajes, incluso los más tormentosos.

Piensa entonces en la confesión de Jungkook, en los sentimientos qué dice tener por él...

.- ¿Por qué sólo hasta ahora?

La mano del menor no le suelta, sus dedos en cambio le dan un apretón producto de la confusión que le provoca su pregunta: .- ¿Qué...?

.- Por qué, Kook, por qué me miras sólo hasta ahora – hay reproche en su voz, pero Taehyung se siente incapaz de controlarlo, así como es incapaz de detenerse cuando ya se ha girado para mirar el rostro bonito de Jungkook, quien le mira consternado - Ahora que estoy roto... ahora sí soy digno de ti. Que irónico.

Hay veneno en sus palabras, Taehyung lo sabe.

Lo sabe porque, así como cualquier puede decir que él es víctima de los tratos y las palabras de Joon Seok, Taehyung también ha aprendido a hacer daño con el tiempo. Ha aprendido a herirse a sí mismo con cada reproche que se hace para justificar los tratos de su novio y es la primera vez que los dedica a alguien más que su imagen en el espejo.

Jungkook no le suelta, aunque sus bonitos ojos de bambi sí se cristalizan: .- ¿Te parece irónico, hyung? A mí también, ¿sabes?

No esperaba esa respuesta y está seguro que su rostro lo confirma cuando una sonrisa pequeña se posa en los labios del más pequeño. Jungkook niega con la cabeza, la mano que tiene entrelazada con la suya se alza en alto, jalando con ella su brazo para que sean sus manos entrelazadas lo único que Taehyung pueda ver con claridad.

.- Te he visto desde hace muchos años, TaeTae – la voz del menor es de nuevo un murmullo, sólo que temeroso – Es irónico que sólo te des cuenta hasta ahora.

El mayor niega con la cabeza casi de forma automática: .- ¿Por qué me mientes?

.- No te miento – es el turno de Jungkook de negar, bajando su mano para que el mayor pueda ver de nuevo sus enormes ojos brillantes, esos ojos que nunca le han ocultado nada y en los que Taehyung sólo puede encontrar el universo – Taehyung, te he visto desde siempre. Pero supongo que me acostumbré a amarte de una forma silenciosa, pensé que estaba mejor así... sin que mis estúpidos sentimientos de adolescente interrumpieran lo más valioso que tenía: tu presencia en mi vida.

Taehyung desvía la mirada, tratando de despejar de su mente las palabras de su novio que regresan a él con tanta fuerza que, por un momento, se pregunta sí Joon Seok no está a su lado repitiéndolas: "eres demasiado poca cosa como para que alguien cómo él te mire", "eres tan extraño, Taehyung. ¿Cómo alguien te querría?", "Para Jeon Jungkook no eres más que un juguete. Vas cuando quiere, ¿cuándo está él para ti? Nunca."

.- N-no estuviste ahí – susurra entonces, un sollozo atravesándole el pecho de golpe mientras se zafa del agarre y se encoge ligeramente sobre sí mismo – Cómo quieres que te crea sí cuando te necesité... no estabas ahí.

Jungkook le sostiene por los hombros, agachándose en su lugar para mirarle el rostro cubierto en lágrimas: .- Lo siento, lo siento tanto, TaeTae... y-yo no sabía...

.- T-te necesitaba t-tanto... - solloza con la voz rota y en murmullos, poco le importa que el taxista presencie esa escena, no cuando siente que algo dentro de él se ha roto para siempre y no tiene control ya de nada - ¡N-no estabas ahí! ¿Por qué? ¿Por qué no estabas ahí?

.- No lo sabía – le responde de inmediato el menor, su voz también a punto de quebrarse en un sollozos que Taehyung no sabe sí puede manejar – Nunca me lo dijiste, hyung... nunca me contaste qué estaba pasando.

.- ¡Debiste saberlo! – le reclama con brusquedad, empujándolo lejos de él al mismo tiempo que el taxi frena frente a la entrada de urgencias del hospital - ¡Debiste estar ahí porque me conocías mejor que nadie! ¡Me fallaste!

Taehyung no le da tiempo a nada, tan sólo abre la puerta y sale tan rápido como sus piernas lo dejan. No es ni siquiera consciente de sí quiere entrar al hospital y enfrentar lo que sea que tengan qué decirle sobre el estado de Joon Seok, tan sólo quiere huir, alejarse de eso que parece quemarle en el pecho con tanta fuerza y amenaza con dejarlo sin aire.

Cree que es Jungkook, pero la verdad es que quiere huir de sí mismo.

.- Espera, e-espera... - la voz del menor suena agitada, rota mientras su mano se enreda en su muñeca, deteniéndolo a mitad de la entrada del pabellón de ambulancias – Déjame hablar, por primera vez... déjame hablar.

.- No quiero escucharte – le corta, negándose a girarse hacia él por temor a caer en algo que desconoce, que no puede controlar - ¿Para qué escuch... escucharte?

.- ¡Porque nunca lo has hecho! – Jungkook no grita, pero su volumen sí aumenta considerablemente a la vez que le gira para mirarlo, sin esfuerzo ni daño – Hyung... lo lamento. No sabía por lo qué estabas pasando, pero no puedes... no puedes culparme por ello. Nunca hablaste conmigo y tampoco... tampoco te fijaste alguna vez en que yo también sufro, ¿crees que eres él único en el mundo, Taehyung?

El mayor sacude la cabeza: .- Basta...

.- ¡Nadie está 24 horas para el otro! ¡Todos tenemos momentos malos y buenos! A veces al mismo tiempo que el otro... Nadie puede poner por encima de sí mismo a otros – Jungkook exclama, soltándolo a la vez que se lleva las manos al rostro, tratando en vano de detener las lágrimas que han comenzado a caer por sus mejillas sonrojadas - ¡Nadie! El amor no funciona de esa forma.

.- Sí amas a alguien, vas a estar siempre para él – le rebate, desviando la mirada – No puedes amar a alguien sin dar todo de ti, sin ponerlo de primero.

.- ¿Dar hasta quedarte sin nada? Eso no es amar – el tono de Jungkook disminuye, Taehyung ni siquiera nota cuando el menor da un paso atrás - ¿Quién te ha metido esas mentiras en la cabeza? Amar es apoyar, acompañar y crecer juntos...

Taehyung no lo piensa, tan sólo lo dice: .- ¿Tú qué sabes? Nadie te ha amado.

.- Tienes razón, nadie me ha amado – Jungkook le dedica una sonrisa, incluso sabiendo que los ojos del mayor están fijos en el suelo – Pero sí he amado. A ti.

.- Deja de mentirme...

.- Cree que lo quieras, Taehyung – le espeta entonces el menor, desviando ahora él la mirada hacia un lado, tratando de detener en algo las lágrimas – Pero deja de ser un iluso. Jamás estamos siempre para una sola persona, es imposible. Amar es muchas cosas, pero nunca debe ser abnegación ciega.

Ninguno dice nada por un largo rato, el sonido del mundo moviéndose a su alrededor es lo único que pita en sus oídos antes de que Taehyung se decida a dar media vuelta y caminar lejos de él. No quiere pensar en sus palabras, ni siquiera quiere pensar en sí le ha herido de alguna forma con lo que le ha dicho. Porque le ha mentido: "yo si te he amado".

.- T-tú... lo estás d-decidiendo – la voz de Jungkook le detiene, es un susurro roto que le dice que el meno sigue llorando – Y-yo nunca... nunca te podría hacer elegir. Es tu corazón... p-pero, TaeTae...

.- ¿Qué estás... queriendo decirme? – consigue controlar su tono, sonar distante.

Jungkook ahoga un sollozo antes de responder: .- Q-quiero ayudarte, q-quiero sanarte... n-no para que seas mi novio, t-tan sólo para que estés bien.

.- Nadie... te ha pedido que hagas eso.

.- E-entonces... - la pausa se le hace eterna, los sollozos son quebradizos y Taehyung se esfuerza en no imaginar el rostro del menor envuelto en llanto – Me encargaré de m-mí... No te volveré a molestar y s-sanaré.

Taehyung se muerde la lengua, se detiene a sí mismo se girarse e ir hacia él para abrazarlo, para susurrarle que nunca ha querido lastimarlo, que le dejé sanar a su lado. En cambio, traga saliva con fuerza antes de habla por miedo a que se quiebre en llanto: .- Nun... nunca te he lastimado. Te ilusionaste solo.

.- Lo sé... yo decidí seguir aquí. Pero ya no más.

El silencio lo envuelve un instante. Un breve instante antes de que se obligue a sí mismo a comenzar a caminar. No hay nada que pueda decirle, no hay palabras que puedan siquiera expresar la mitad de lo que la tormenta dentro de él parece querer gritar. En cambio, hace lo que se había dicho a sí mismo que debía hacer: alejarse de lo que hace que su pecho duela, de lo que hace que se le vaya el aire.

Taehyung le deja atrás, de pie en la acera y con la voluntad de hierra de no girarse en ningún momento para ver el bonito rostro de Jungkook cubierto en lágrimas.

Sin embargo, cuando las puertas del área de urgencias del hospital se cierran tras su espalda, Taehyung no sabe a dónde ir. Sus pies se sienten pesados y su mente abrumada por la cantidad de pensamientos que van de un lado al otro. Conoce el camino hacia el ala donde dejó a Joon Seok, pero se siente incapaz de ir hacia allí.

En cambio, por primera vez en más de un año, Kim Taehyung sólo quiere correr lejos de él. 

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