Hiding the pain is not an easy task
Se quedó mirando por la ventanilla del auto bus, sus ojos casi cerrados y sus manos descansando en su regazo, estaba tan cansada que creía que iba a desmayarse en cualquier momento, tendría que esperar a llegar a casa para poder lanzarse en esa gran cama y recibir un fuerte abrazo de su hermosa novia, tuvo que ir a una reunión, que le tocaba a otra persona, no pensó que estarían hasta la media noche, es que cierra los ojos y lo único que ve son estadísticas, números, signos e incluso una que otra palabra de las personas que estaban con ella.
Quiere llorar pero sería extraño que una chica que está pegada a la ventanilla comience a llorar y no le gustaría que alguien se le acerca así que solo se cruza de brazos y se mantiene serena, como le gustaría tener un auto o por lo menos una bici en la que pueda desplazarse más rápido que el transporte público, aunque este cansada y no se sienta bien físicamente su llanto sería por otra cosa, no puede evitar pensar en lo que sucedió hace unos días, Hirai la perdonó y le dijo que era normal por todas las señales que tenía.
Le agradece demasiado que las cosas hay quedado así porque no sabría qué hacer si se queda sola en el mundo, Momo es su todo y se sentiría devastada si la pierda, sobre todo por algo así, a estado demasiado agobiada con ese tema porque no es sólo eso en general si no también la razón por la cuál había desaparecido, lo más probable es que tenga que decirle todo lo que le pasó con sus padres para que pueda entender el por que prefiere no volver q pisar Japón, que lo extraña porque es donde nació, aún así, prefiere estar en cientos de lugares en vez de ahí.
Sus labios se fruncen y forman una raya un tanto chueca, sus ojos lagrimean al recordar lo que sus padres fueron capaces de hacer, siempre la han odiado y es algo que entiende, hasta cierto punto nota que no es tan buena como todos creen, pero aquella niña no merecía eso, me quitaron la felicidad de un solo golpe, nunca se ha podido recuperar de eso y está segura que nunca pasará, ella no volverá a ser la misma de antes, se podría decir que lo agradece hasta cierto punto.
Se niega a ser la misma chica que dejó que hicieran tantas cosas con ella porque pensó que así estaría todo bien, al fin y al cabo no se quería meter en problemas, cuando ya estaba más que hundida en ellos, sin embargo todo eso la convirtió en quién es ahora, que por más que esos fantasmas del pasado la tormenta cuando son pronunciados, tiene una vida feliz en la que puede ser ella misma sin tener miedo a que le llegue a pasar algo malo, porque, aunque es débil en ciertos temas, puede llegar a ser fuerte en otros, tiene que superarlo porque no la dejara avanzar.
Ha pensado en ir a un psicólogo para que la ayude a sobrellevar aquel dolor que ahora mismo persiste y se agranda en su lastimado corazón, llegó de cicatrices y marcas que le hacen saber a los demás que lo que vivió no estuvo para nada bien, ella sufrió tanto que todavía está segura que si llega a pasar Japón no podrá aguantarlo, porque él solo hecho de saber que está más cerca de las personas que le hicieron daño la haga sentir insegura, se odia por ella porque se supone que va a conocer a los padres de su novia.
Siempre ha querido poder ser feliz con alguien y ahora que puede tiene que ser valiente pero es que es difícil, más que todo lo que ha pensado en hacer en toda su vida, es que prefiere subirse a una montaña sin protección que tomar ese avión, si le decía toda la verdad de seguro lo entendería y así podría estar bien el problema es que nunca iba a poder presentarse a los papás de Momo, o por lo menos no por ahora, ya que éstos están bastante ocupados, eso fue lo que le dijo la pelinegra.
Subió la mirada y suspiró al ver que ya iban a llegar, un día bastante difícil en el que tiene millones de cosas en la cabeza y todavía no sabe qué hacer, veinticuatro horas en las que no paró de pensar en eso, tratando de analizar y buscar la mínima cosa que la motive, de verdad y no parezca obligación, a ir, algo demasiado complejo, es que no sabría qué hacer si salen y se encuentra a algunos de sus familiares, sin importar quién sea, no va reacción bien o como se debe y la verdad es que tampoco quiere armar un escándalo.
Lamenta que lo que ha estado guardando por demasiado tiempo tenga que salir a la luz para no volver a ello, porque está segura que si lo hace nada va a acabar bien y todo el mundo que ha estado construyendo se iría a la mierda, porque si sus padres volvían a verla nada saldría bien, no sabría cómo reaccionar, tiene tantos años sin verlo que no sane nada de ellos, se desligó por completo de su familia, si es que podía llegar a llamarla así, porque la detesta y sobre todo a su madre.
Se levantó y salió del auto bus.
La persona que debía cuidarla de todo mal fue la misma que hizo que viviera ese infierno, el frío de la noche hizo que tuviera que meter las manos en su chaqueta, miró hacía ambos lugares de la calle y cruzó, sabe que no va a conseguir a Jungkook porque éste está bajo amenaza por Momo, tal parece que sabe muy bien de lo que es capaz la japonesa cuando se meten con las personas que le importan, pero aún de seguro los recuerdos van a atormentarla si es que llegan a estar en los lugares en lo que ambos estuvieron.
No tiene ni la menor idea de que hacer.
Abrió lentamente los ojos, lo primero que se encontró fueron los grandes y brillantes ojos de su novia quién la recibió con una gran sonrisa parecía que estaba feliz por algo, le gustaría saber el por qué para poder estar feliz porque lo necesita, quiere poder compartir aquella felicidad con la persona que más ama en el mundo. "Buenos días". Sonrió y le dio un pequeño beso en los labios, frunció las cejas y se cubrió de pies a cabeza, todavía tenía la habilidad de hacerla sonrojar con un pequeño beso o más bien un roce de esos que te despiertan, que te hacen amar aún más a la persona.
"¡Ya!". Exclamó y la zarandeó, a Momo le gustaba verla cuando despertaba ya que su rostro estaba levemente hinchado y parecía un tierno hámster pero parece que ésta está bastante avergonzada. "Quiero verte, me gusta hacerlo". Cada cosa que decía empeoraba todo lo que estaba diciendo, quería chillar pero si lo hacía de seguro a la contraria le daría un infarto, con una pequeña sonrisa se acercó a lo que creyó era su oído. "Necesito saber si ya decidiste si vas o no". Había pasado una semana desde que se estaba debatiendo.
Era sábado y lo único que quería estar con Hirai pero parece que estaba bastante decidida en saber cuándo iba a tomar la decisión, era bastante complicado para ella y la única forma de que se diera cuenta era explicándole lo que verdaderamente pasaba, lo único que la hacía pensar por tanto tiempo si ir o no, se sentó y frotó sus ojos para poder estar más despierta tomó las manos de la mayor y las besó, con una pequeña sonrisa la miró, justo ahí Momo se dio cuenta algo no andaba bien.
"Tengo algo que contarte...". Entre abrió los labios, Hirai no quería escuchar, la verdad es que tenía esa idea de que le iba a decir la peor cosa del mundo algo que la dejaría en el suelo y que no podría más pero debía ser fuerte, apoyar a su novia era lo único que tenía en mente, tendría que hacerlo porque así no estaría tan mal, todo, además de que quería proteger a la peli gris así que saber de su vida pasada era un gran avance porque ésta nunca hablaba de ello.
"Puedes contarme lo que desees". Lo sabía, por eso mismo es que iba a confesar la razón por la que temía tanto ir a ese lugar, es que el miedo que tenía era tan grande que cada que pensaba en ello sus manos temblaban, su pasado era lo peor del universo, ella no quería volver a ir porque no quiere sentirse como antes, tan destrozada y sola, porque no tenía a nadie que la ayudaría a salir de ahí y por más que ahora la tenga, siente que si van va a olvidarse de todo, volverá a sentirse así, sin importa que.
"Es simple...". Una sonrisa amarga se dibujó en su dulce rostro. "Mis padres me odian". La pelinegra frunció las cejas, no le cabía en la cabeza que alguien llegará a odiar a una persona como lo es Minatozaki, tan perfecta y generosa, le cuesta creerlo. "Soy una decepción, una vergüenza, algo que no quieren tener cerca". Sus palabras estaban cargadas de dolor pero la naturalidad con la que pronunciaba cada palabra hacía que todo fuera más triste. "Ellos prácticamente me regalaron a ese hombre que me hizo tanto daño". Ni siquiera era capaz de pronunciar su nombre.
Y no tuvo razón para hacerlo porque Momo sabía muy bien de quién se trataba.
"No les importó todo lo que me pasó, solo porque era diferente". Sus ojos se conectaron por unos instantes, cientos de sentimientos y palabras nunca pronunciadas explotaron en cientos de pedazos. "Una asquerosa lesbiana no tiene derecho a nada". Cada cosa que decía, provocaba que su corazón se quebrara, pasó por tanto dolor y no dijo nada, se lo estuvo fallando por tanto tiempo que le sorprende. "Sinceramente no quiero ir a su casa, no quiero que te conozcan...por eso nunca los he buscado no es que están desaparecidos". Desvió la mirada. "Como te dije".
Tal vez si no hubiera mentido todo lo que pasó no hubiera sido nada más que algo alternativo a la verdadera historia que están creando, pero no fue así, gracias a esa mentira, Momo se preocupó y buscó a sus padres por tanto tiempo que terminó abandonando la relación, las cosas pasan por algo solo que eso pudo evitarlo, así no hubiera salido tan lastimada, eso es lo que piensa, es lo que quiere creer.
"Perdoname por mentirte pero no tuve la valentía de decírtelo porque aunque ya ha pasado mucho tiempo me cuesta hablar de el-". Los labios de Momo la callaron, sus labios unidos sin despegarse ni moverse, se quedaron así por unos segundos antes de que Sana se separará lentamente y viera las lágrimas de Hirai correr por su rostro, eso era lo que estaba evitando, hacer llorar a alguien importante por su triste historia con sus padres, esas mismas personas que tuvieron que protegerla pero no lo hicieron, siempre les dio igual sus gritos de ayuda, como los miraba para que la ayudarán, pero no va fueron capaces de hacerlo.
La sociedad es más importante incluso que ella, no querían que las personas los reconocieran como la familia que tiene a una lesbiana, porque les daba repulsión el solo hecho de pensar que su hija estaría viviendo con otra mujer, por eso es que prácticamente se la regalaron a alguien que le hizo tanto daño, no quiere volver a verlos porque sabe que si lo hace va a actuar mal, todo el dolor que ha estado resguardando saldrá a la luz, sabrán todo lo malo que hicieron.
"Pero por ti". Sonrió y unió sus frentes. "Iré a la casa de tus padres para conocerlos".
No tenía ni idea en donde se estaba metiendo.
Ok pero está en #1 en Momo y yo es que...
¡Yo lloro!, muchas gracias por el apoyo que le dan, los votos y comentarios que me hacen reír e incluso llorar, porque yo lloro con ustedes por las tonteras de estas dos que no saben comunicarse bien, de verdad que agradezco mucho que ésta historia haya tenido este gran y hermoso recibimiento.
Besitos en la cola.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top