20: Negocios y un velorio
Anthony
Llego a la cabaña de Asthur y como es de esperarse, sale apenas estoy cerca de su puerta. Alzo el arma que dispara dagas antidemonios, la cual me proporcionó mi hermano y estoy listo para lo que sea.
―Ovejita. ―Sonríe.
―Regrésame a mi esposa.
―Tenía entendido que no la querías ―se burla.
―Eso no te importa.
―Cierto, me incumben más los negocios. La oferta sigue en pie, ¿me darás tu alma? Estoy muy interesado en esta.
―¿Dónde está Lisette? ―Ignoro su pregunta.
―¡¡Anthony!! ―Sale la mencionada de la casa―. ¡¡Vete, es peligroso!!
―No te preocupes, todos sabemos aquí que no puede hacerme daño.
―Puedo comerme un asqueroso pastel. ―Pone la garra en la cabeza de mi esposa―. La carne de demonio es un asco, pero quizás lo intente.
―¡¿Me llamaste asquerosa?! ―replica la rubia―. Qué desagradable.
La mira un segundo, luego la empuja hacia adelante.
―Váyanse, me aburren, un humano normal me daría más pelea.
Bajo el arma y entrecierro los ojos.
―Sabía que no habías terminado el trato con tu cliente ―afirmo al ver que no le ha hecho ni un rasguño.
Se ríe.
―¿Crees que soy tan estúpido de perderme un buen negocio? Tardaste mucho en darte cuenta, incluso aunque te lo advertí. La próxima vez, usa bien tu cabeza, pues sino decidiré arrancártela.
Me apresuro antes de que cambie de opinión, tomo el brazo de Lisette, entonces nos vamos rápido de allí. Subimos al coche y comienzo a conducir directo a la mansión. Siento que todo esto no ha acabado, este delirio solo está comenzando. Iniciando por recordar la muerte de Anatoly. Además, todavía debo decirle a Lisette lo de sus padres. Si no es que Asthur se me adelantó primero. No se la ve afectada, así que calculo que no lo ha hecho.
―Anthony, debo contarte lo que encontré en la oficina de tu padre.
―Dime ―expreso, tranquilo, mientras mantengo la vista en la carretera.
―Anthony... ―Traga saliva, parece nerviosa―. El suegro no es tu padre, eres adoptado, vi tu documento de adopción.
El vehículo se frena, haciendo un derrape, cuando la vista se me nubla. Recupero la compostura, luego arranco el coche otra vez.
~~~
Es de día, en el velorio de Anatoly. Gaudel Nikolav decidió hacerlo en el mismísimo patio trasero en donde murió. Ya ni quiero decirle "padre", pues ni siquiera lo es. Soy adoptado, todavía no puedo creerlo. Debería alegrarme, siempre odié formar parte de esta familia, en la que la libertad no existe y ahora resulta que ni soy parte de esta. Aunque mi hermano no tiene la culpa de que esté pensando esto en su velatorio. Quizás hubiera hecho un chiste, él era así de alegre y burlón. No sé si se merecía o no la muerte, pues no era ningún santo, aun así, lo quería.
Su esposa llora delante del ataúd, un cura de Norville, el padre Scarman, se le acerca para darle sus condolencias. Giro mi vista a Lisette, la cual está sentada en la banca a mi lado y llora desconsolada. Obviamente, no es por Anatoly, le afecta nada más porque tuvo que enterarse del fallecimiento de sus padres. Sus cuerpos fueron hallados masacrados, no quedó casi nada de estos. El arrogante de Asthur dijo la verdad.
―Vámonos de aquí. ―Le ofrezco mi mano a Lisette.
Se limpia las lágrimas y acepta mi gesto.
―De acuerdo.
Ella asiente, entonces abandonamos esta triste fachada, llena de mentirosos, y nos adentramos en la casa, para dejar de estar en este mal ambiente.
Después de lo que ocurrió, luego de aquella noche fatídica, ahora todo es diferente, ya nada será igual.
Dato random: Si leíste Entrégame tu alma, sabrás que hay un demonio extra en este capítulo, pero si no es así, les presento al padre Scarman JAJAJA
Me pregunto, ¿cuánto falta para que Asthur deje de aparecer en Pureza Engañosa? Ya casi concluye su papel en esta historia, pero como todavía su cliente no apareció, no me adelantaré a nada.
¿Será como dice Anthony? ¿Cambiarán las cosas a partir de ahora? Lo descubriremos.
Saludos, Vivi.
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