19: Naturaleza demoníaca
Lisette
Grito de dolor, sintiendo los colmillos de mi agresor en la piel de mi cuello demoniaco. Hago sonidos agonizantes, hasta que el bicho que me muerde, de repente, me suelta, cayendo al suelo. Tiene una daga clavada en el centro de su ojo, esas que son antidemonios. Giro mi vista, entonces visualizo a Kiew, saliendo de una ventana. Tiene un arma, la cual la carga con ese tipo de cuchillos. Él lo sabe, conoce quién soy.
―¿Cuñado? ―expreso, aturdida.
Como es de pocas palabras, solo se aproxima y observa el cadáver de Anatoly. Percibo sus emociones de frustración. Una vez que me percato que el otro demonio, también fue asesinado por él, cambio de forma a la humana, entonces Kiew me tira su chaqueta.
―Cúbrete.
Me sonrojo.
―Perdón. ―Rápido, me ajusto su ropa.
Él avanza, entonces lo sigo. Veo que apunta con su arma al girar en la esquina de la casa, así que me apresuro a ir a su lado. Asthur esquiva su disparo, luego visualizo a Anthony levantarse del suelo. Al ver a su hermano, corre a abrazarlo.
―Oh, cielos, estás vivo.
―Lo que sea. ―Se aparta.
Kiew es más borde que Anthony, pero en sus emociones se nota feliz, así que sonrío por su encuentro. No dura mucho, soy envuelta por una larga cola, entonces me hallo atrapada por Asthur.
―¡¡Suéltame!! ―chillo y gruño―. ¡¡Te arrepentirás!!
No llego a cambiar, pues siento un pinchazo en mi cuello, así que pierdo el conocimiento.
Anthony
―¡¿Qué crees que haces?! ―le grito a Asthur.
―La oferta sigue en pie. Además, seamos sinceros, Lisette entenderá más de demonios conmigo. En realidad, no importa, siempre y cuando, consiga mis pagos. ¿Quién será más rápido? Tú o mi cliente.
Kiew intenta dispararle, pero Asthur lo esquiva, salta la reja, luego a un árbol cercano, entonces los perdemos de vista.
―Necesitarás esto ―declara mi hermano, entonces me entrega su arma―. Deshazte del imbécil, yo ya me encargué de los demás ―avisa.
Asiento, entonces salgo corriendo fuera de la casa. Voy en busca de mi auto, para ir directo a la cabaña de Asthur. Si cree que puede llevarse a mi esposa, está muy equivocado. Me siento extrañado, yendo a salvar a un demonio, pero ya no importa, voy a ir por ella.
Lisette
Despierto, entonces me levanto rápido del suelo. Visualizo a Asthur, leyendo alguna especie de libro, el cual desconozco su origen. Miro mejor el lugar, es una casita pintoresca, aunque con muchas armas y una jaula, la cual está vacía.
―Si preguntas por qué no te encerré ―acota, manteniéndose en su sillón―. La hubieras roto. ―Se ríe.
―¡¡Te voy a golpear!! ―amenazo.
Vuelve a reír.
―No soy un demonio inexperto como los que atacaron tu mansión.
―Igual te dio miedo el arma de mi cuñado ―sugiero.
―No, me retiré para que no te enfades conmigo. No te necesito alterada por matar a tu cuñadito.
―¿Y a Anthony? ―Enarco una ceja.
―A él lo quiero vivo, hablé con su padre y me reveló lo que representa, así que estoy esperando que intercambie contigo.
―¿Y qué representa? ―Inclino la cabeza.
Aleja sus ojos del libro, entonces me mira.
―¿Por qué no te preocupas por lo que tú eres?
―Ya te dije que estoy maldita ―aclaro.
―Te lo aclararé de esta manera, tú no tienes un demonio dentro, tú eres un demonio.
―¡¡No es cierto!! ―insisto―. ¡¿Quién es Uxío?!
―El demonio al que mataron para que fueras uno ―revela.
―¿Qué?
―No estoy enterado de los detalles, pero eso es lo que eres, una versión más barata de un demonio.
―No inventes.
Se levanta y me sobresalto. Bufa, cansado.
―Déjame que te lo explique mejor. Tus padres querían un hijo, así que se metieron en cosas muy turbias. Algo así como esos rituales de mierda, esos que son bien perturbadores. Torturaron a un demonio y se llevaron su vida, para crear la tuya.
―Mis padres no son crueles.
―¿En serio? ―Enarca una ceja.
No le respondo a su pregunta, solo me pongo a la defensiva.
―¡¡Mientes!!
―Mi cliente... ―continúa―. No tiene nada contra ti, pero quiere a su amigo de regreso. Eran inseparables, y ahora solo existes tú. Qué tragedia, ¿cómo van a sustituir lo perdido? Y aquí estamos.
―Yo no tengo la vida de Uxío ―insisto.
―¿Segura?
―Bueno, en mi cumpleaños... ―Muevo la cabeza―. Lo que sea, ¿cómo me deshago de esta maldición?
Se ríe.
―Ni idea, eres un demonio, yo no lo vería como algo terrible.
―Tú eres malo.
―Está en mi naturaleza. ―Camina a mi alrededor, como acechándome, y se aproxima, despacio―. Y en la tuya también, ¿o acaso no te encanta olfatear a tu maridito? Se te hace agua la boca de solo pensar en su carne.
Me cubro los oídos y me alejo.
―¡¡Cállate, esos pensamientos son del diablo!!
―Ah, pero lo disfrutas, ¿cierto? ―Se relame los labios―. Cuando saboreas a tus víctimas.
―No... ―Lo miro de reojo, bajo las manos, lento, sintiendo miedo de mí―. Bueno, sí, pero no le digas a Anthony, lo asustaría.
―Te asusta, pero te encanta. Deberías aprovechar, dejar que esa pureza sea tu arma. Una vez que lo hagas, descubrirás tu habilidad especial.
¿Cómo él con el veneno?
―Yo... ―Trago saliva―. No quiero ser una pureza engañosa.
―¿Segura? ―insiste.
No quiero admitirlo en voz alta, pero en el fondo, creo que tiene razón, me encanta ser un demonio. Incluso perseguir a Anthony fue divertido. He sido encandilada por la más horrible naturaleza, pero no concibo poderlo gritar al mundo. Eso sería aceptar algo cruel y despiadado. No sé si estoy lista para esa verdad.
Algo que quiero destacar, es que el personaje menos esperado (Kiew), es el que ayuda a Lisette, técnicamente, dejó de ser un personaje de relleno en este capítulo.
Por otro lado, ya se dijo el título de la novela 💖
Saludos, Vivi.
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