VIII
En el castillo Kuja
- Hebihime, ¿A qué se debe tanto alboroto?- le pregunta la peliplateada con extrañeza.
- Trafagar Law y el hermano mayor de Luffy hicieron aparición en la isla- responde con sorna, estaba de muy mal humor para elogiar a tal hermano mayor que tenía su amado.
- ¡¿Acaso Portas D. Ace está vivo?!- pregunta exaltada, era imposible que lo estuviese.
- No me refiero al difunto Ace- aprieta los puños- Al parecer hay un tercer hermano que se suponía que había muerto hace mucho tiempo, pero que, luego de mas de dos años de la muerte de su hermano Ace, le dió por aparecer de nuevo, con la explicación de que un noble del mundo lo atacó siendo niño y por un milagro sobrevivió pero perdió la memoria hasta tiempo después de lo ocurrido en Marineford- explica rápidamente, su serpiente albina se acomoda de modo que la azabache se sienta sobre ella. Se encontraba alterada, molesta, triste y culpable, no le había hablado así a su amado desde hacía mucho tiempo, desde el momento que se enteró de la verdad de su oscuro pasado.
- Si es un hermano de Luffy... ¿Por qué estas tan alterada Hebihime?- le pregunta Nyonba- Hace mucho que no te iba tan molesta.
- Es por el hermano de nombre Sabo... me irrita saber que estuvo navegando por el mundo mientras todo eso acontecía en el cuartel general de la marina- camina por la habitación intentando calmarse pero el simple recuerdo del rostro del rubio le alteraba mas los nervios- Aunque me cuesta mas que no me irrite la idea de que no tuviese memoria y la mayor causa de todas es que fuera un noble del mundo el que hubiese ocasionado eso- los ojos de la que alguna vez la salvó la siguen- Ordené que abandonaran el país al final del día, de lo contrario, lo vería como traición.
- ¿También a Monkey D. Luffy y su tripulación?- le pregunta con tono neutro.
- Si ellos deciden irsen con ellos no pienso detenerlos, así puedo avisar a las piratas Kuja para que regresen a la isla.
- Hebihime, ¿Estás consciente de lo que dices?- le pregunta caminando y parándose sobre la serpiente azulada que le servía de bastón, quedando más alta- Estabas muy ilusionada con tenerlo en la isla durante tanto tiempo.
- Lo sé Nyonba- le da la razón, apoya su cabeza en el dorso de su mano izquierda- Supongo que es por la molestia del momento, no me gustaría que Luffy se fuese pero si decide hacerlo no puedo detenerle.
- Piensas de forma razonable, poniendo en un costado a tus propias emociones, ten cuidado con lo que deseas Hebihime- le advierte muy seria- Las palabras son el arma más grande de cualquier ser humano, no vaya a ser terminen siendo ciertas las que acabas de mencionar.
- No puedo mantenerlo amarrado para que esté a mí lado y eso lo entiendo, él tiene sus propios sueños, aspiraciones y aventuras, mientras él sea feliz yo lo seré también- su interlocutora notaba en su mirar azulada el dolor que le causaban esas palabras.
- El querer la felicidad de otra persona puede atraer consigo dolor y sufrimiento, ¿Estas dispuesta a pasar por ello de nuevo y quizá esta vez no pueda haber esa cura que te ha mantenido a flote todavía?
- No lo deseo, pero, una emperatriz de corazón débil no puede seguir con su título, ¿No crees?- pregunta la azabache- Tendrán que elegir a otra para que pueda protegerlas a ustedes y al país.
- ......- la anciana Nyonba queda sin palabras que pudieran demostrar lo conmocionada que se sentía.
- Estaré en mi habitación, por favor, que nadie entre en ella, no siquiera Luffy a no ser que cambie mi orden- se levanta de su silla, su serpiente cambia su postura y comienza a acompañarla a la habitación.
........
- ¿Luffy?- le llama la navegante, este la ignora, el azabache sigue mirando hacia el lugar por donde la emperatriz emprendió su marcha y se alejó de todos, por el lugar que se alejó de él.
- Oe Luffy...- lo llama Usopp preocupado- ¿Te encuentras bien?
- .......- no responde.
- ¿Por qué se le ha bajado tan de repente el ánimo?- se atreve a preguntar el rubio mayor, mientras mira la espalda de su hermano menor.
- Parece que no has entendido lo que ocurre aquí- le habla Law al ver que los Mugiwaras ignoraron su pregunta- La emperatriz está enamorada de Mugiwara-ya y al parecer, es mutuo, de lo contrario ella no te habría reclamado de la forma en la que lo hizo y Mugiwara-ya no estaría en ese estado.
- ....¡¿Eh?!- exclama desviando la vista de su hermano para posarla en el ex-shichibukai y luego volverla a posar sobre Luffy, así sucesivamente un par de veces.
- Luffy no estaba mintiendo cuando dijo que quería a la emperatriz- habla la ojiazúl mirando con pesar a su capitán- Las cosas se solucionarán, no hay razón para que te preocupes demasiado Luffy- dice con calma para intentar sacarlo de su trance.
- Robin tiene razón- le apoya el pequeño reno- Intenta calmarte Luffy- le pide.
- .....Hancock.....- es lo único que sale de sus labios.
- Este idiota está más ido que cejas rizadas cuando entra en coma por sus estúpidas hemorragias- habla con fastidio el espadachín.
- ¡Cállate cabeza de alga!- le grita furioso- ¡Luffy está pasando por su primera decepción amorosa!- se le acerca de forma peligrosa al peliverde- ¡No podemos dejar que cometa una bestiali....!- se ve interrumpido por un fuerte grito venir de su capitán.
- ¡¡HANCOCK!!- grita a todo pulmón y lleno de sentimiento, algo dentro de sí no lo dejaba tranquilo, necesitaba verla y saber que todo estaba bien.
- ¿Te refieres a eso Sanji-san?- le pregunta el músico al cocinero este se cabrea más.
- Tengo que darle muchas lecciones a este idiota- se refriega el puente de la nariz en un intento vano de relejarse un poco.
- ¿No creerán que saldrá corriendo hacia...?- en un momento de despiste de todos, el azabache estira sus brazos y se impulsa con sus brazos como si fuera una resortera en dirección al castillo Kuja, dirigen sus miradas a un lugar vacío- Olvidenlo, eso no fue nada super de su parte.
- Lo mejor es dejarle sólo- les dice la arqueóloga- Hay que dejar que Luffy lo resuelva él mismo.
- ¿Estas segura Robin?- cuestiona la pelinaranja, la ojiazúl asiente- El otro punto a tratar es...- voltean a mirar a los otros presentes- Son estos dos.
- Habrá que esperar hasta que los ánimos disminuyan- aconseja Law- O cumplir con la orden de la emperatriz.
- Sería lo más aconsejable...- entrecierra los ojos Usopp mirando de reojo hacia su izquierda, donde unas amazonas los observaban escondidas.
Una gran carcajada se escucha en el lugar, todos voltean a ver al responsable de la risa, observando al portador de la mera mera no mi, extrañados por su reacción no anticipada y esperada.
- ¿Qué tiene tanta gracia?- le pregunta Brook a Sabo.
- Sólo recordaba viejos tiempos...- mira hacia la gran masa de agua extensa por todo el mundo- Si Ace lo hubiese visto no se lo hubiera creído, ni siquiera por medio de palabras, Luffy ya no es un niño así que puede tener todas las aventuras que quiera, pero mientras no olvide lo que es importante, nunca cambiará.
- ¡Supeeer!- exclama Franky emocionado- He deseado escuchar lo que hicieron siendo niños- la mirada del rubio se conecta con la de los Mugiwaras- ¿Nos contarás esa super historia?
- Es algo extensa, pero supongo que tenemos algo de tiempo.
Todos toman asiento sobre el césped, incluido Law, quien tenía una breve pizca de curiosidad por la vida de Mugiwara antes de conocerlo.
........
- Estoy agotada- suspira viendo su amplia recámara vacía, su única compañía era su fiel serpiente albina Salomé, quien, al percibir la inquietud de su ama, se arastra un poco hacia atrás- Espero de que se vayan y no tenga mas problemas con Luffy- camina por la habitación, hacia la puerta que da al balcón, toma la perilla de la puerta y la abre.
Sale al balcón sintiendo la brisa golpear contra su rostro y piel desnuda, su largo cabello azabache bate con el viento, camina hasta la mitad del balcón mirando hacia el horizonte, hacia ese océano, lleno de hombres que siempre quieren el poder, riquezas, que siempre quieren más, los cuales solo tienen en la mente dominar y moldear el mundo a su antojo. Un ligero escalofrío recorre el cuerpo de la mujer, ese sentimiento de impotencia al tener flashes de ese pasado que tanto quería olvidar, pero, nunca lograba conseguirlo. Baja la mirada hacia su pueblo, se recordó que todo eso lo hacía para protegerlas tanto a las amazonas como a sus hermanas, un grito en la lejanía la hace levantar la mirada, queda de piedra al ver al único hombre que logró llegar hasta su corazón, viniendo hacia ella, ayudándose con los tejados y sus brazos.
- ¡¡¡¡HANCOCK!!!- le escucha gritar, sin poder evitarlo se sonroja violentamente, su labio inferior tiembla por los nervios, pero, antes de perder la razón, recuerda lo que había hablado con la anciana Nyonba.
Retoma su postura, viendo como este llega al balcón, quedando sobre la baranda del balcón, Luffy la observa desesperado, cosa que la toma por sorpresa. Baja de la barranda quedando frente a frente con ella, aunque este sea mas bajo que ella, pero no tanto como lo era antes. La bella mujer lo observa, hace el intento vano de estar serena y no alterarse por ningún motivo. Va a hablar pero este le corta.
- ¿Qué te ocurre?- le pregunta serio- Creí que te caería bien Sabo, ¿Por qué has reaccionado de ese modo?
- ¿Viniste hasta acá para preguntarme eso?- le responde con una nueva pregunta, atónita, al no esperarse que fuera tan directo.
- ¡Me importa saber por que has rechazado a mi hermano!- responde a la defensiva- ¡¿Qué ocurrió Hancock?!- exige saber.
- Lo mejor hubiese sido que no dijera nada- susurra desviando la mirada, mira algo fijo por unos segundos, se ve obligada a reaccionar al sentir las manos del ojimarrón sobre sus hombros.
- ¡No pienses en cambiarme el tema!- le impone- ¡Hancock me importas demasiado y no quiero que estés peleada con mi familia!, ¡Mucho menos conmigo!- su fuerza de voluntad se quiebra en mil pedazos, como si fuese un cubo de hielo impactando con el suelo. Esta niega intentando aclarar sus ideas, le mira a sus ojos demandantes.
- Es mejor que te vayas- responde, Luffy la suelta impactado por sus palabras- No quiero causarte más problemas, así que es mejor que tú y tu tripulación se marchen.
- ¡No lo haré!- niega decidido, eso alarmó a la shichibukai- ¡No voy a dejar que tomes decisiones que solo me conciernen a mí!
- Por favor Luffy.... entiende....- se ve interrumpida al sentir los brazos de Mugiwara.
- ¡NO!, ¡NO TE VOY A PERMITIRLO!, ¡NO ERES QUIEN PARA DETERMINAR ELLO!- su agarre se intensifica, pero no lástima a la bella mujer frente a él- ¡DIME LA VERDAD!
- ¡Estoy molesta con él!, ¡Si!- le responde soltando la sopa, era la primera vez que perdía una discusión con un hombre- ¡No me interesa que hubiese perdido la memoria!, ¡Debió estar ahí para tí cuando ocurrió lo de Ace!
- ¡Lo creíamos muerto!- le responde a la defensiva- ¡Han pasado más de 12 años desde su supuesta muerte!, ¡A Ace y a mí nos dolió demasiado su muerte!, ¡Cuando mi hermano murió creí que ya había perdido todo!, ¡Gracias a Jinbêi fue que no perdí la cordura por completo!, ¡Ahora descubro que realmente no perdí a mi otro hermano!, ¡Entiendelo por favor!, ¡No fue decisión de Sabo nacer como un noble!, ¡Él quería ser libre!, ¡Ir por el mundo siendo alguien libre que no tuviera que seguir las ordenes de nadie!, ¡Los tres lo queríamos!- los ojos azules de la azabache lo observan intranquilos, era la primera vez que discutían por la familia del Mugiwara.
- ¿Libertad?- frunce el ceño- ¡¿Lo recuerdas no!?- exclama dolida- ¡Conoces mi historia!, ¡Por ahora puedo ser libre!, ¡Pero esa marca...!, ¡La marca en mi espalda no me lo permite!, ¡Tú eres un alma libre al igual que tú tripulación y tu hermano!, ¡Yo puedo parecer ser libre... pero no lo soy!
- ¿Estas de esa forma por la libertad?- le pregunta extrañado.
- ¡No es por eso!, ¡Admito que antes fue por dejarte sólo mientras sufriste la muerte de tu hermano!, ¡Pero luego que mencionó al Tenryuubito...!- aprieta los puños- ¡Lo comprendo!, ¡Pero aún así tengo rabia!
- ¿Es por el Tenryuubito?- ella no responde- ¡Si es por ellos no volverán a hacerte algo!, ¡Te lo prometo!
- Déjalo así Luffy- dice esta en un susurro- Ya no importa, me he molestado por una tontería.
- Hancock- la llama- ¡Oe Hancock!, ¡Mírame a los ojos!- de forma descarada la toma del mentón y levanta su rostro, la ojiazúl se sonroja completamente, los labios le tiemblan- ¡Ellos no volverán a hacerte daño!, ¡No mientras esté vivo!- los ojos marrones de su amado muestran decisión y rabia- ¡Haré lo posible para que seas libre!
- ¿Para que sea libre...?- murmura pérdida.
- Te lo aseguro, confía en mí.
- Luffy...- se le abalanza y lo abraza con fuerza, las lágrimas se hacen presentes, este le corresponde, abrazándola con fuerza, sin deseos de soltarla- No quiero ocasionarte proble...- la interrumpe.
- ¡No lo digas Hancock!- la regaña- Eres muy importante para mí, nunca me causarías problemas.
- Eres el hombre con el corazón mas puro que he conocido, por favor nunca cambies- dice entre lágrimas.
- No llores por favor y menos si soy el causante- le pide.
- Lo siento...- se disculpa- No puedo evitarlo...
- Tranquila por favor- acaricia su espalda, toca con sus dedos la parte descubierta de la espalda de la shichibukai y queda estático por un momento.
La piel de la bella mujer era suave y tersa al contacto, muy cálida, vuelve a pasar sus dedos sintiendo algo nuevo revolver su estómago. La azabache rompe el abrazo y se separa de él.
- Ve con tu hermano y tus nakamas- le dice mientras limpia sus lágrimas.
- ¿Estás segura?- le pregunta no muy convencido.
- Por supuesto, vinieron a buscarte y ya te he arrebatado mucho tiempo- se atreve a posar una de sus manos en su mejilla izquierda- Los veremos en la cena y no quiero que Trafagar Law esté aquí al final del día.
- ¿Quieres que Torao se vaya?- le pregunta sintiendo la cálidez de la mano de la ojiazúl en su rostro.
- Si Luffy, no quiero a más hombres en esta isla, tú eres una excepción a esa regla y tus nakamas fueron aceptados a estar aquí porque eres su capitán.
- ¿Eso quiere decir que Sabo también?
- Lo lamento.
- Está bien, comprendo- toma la mano de esta con firmeza- Shishishi, te veré esta noche- le sonríe ampliamente, causando que el corazón de la emperatriz se acelere.
- Te estaré esperando- le sonríe con calidez- Pasa el tiempo que puedas con tu hermano.
- Shishishi eso haré- aprieta un poco mas la mano de la shichibukai para soltarla y alejarse- Nos vemos pronto- se despide y se va.
- Eres un alma libre... a comparación de mí, yo no puedo serlo mientras tenga esto marcado en mi piel... Sólo seré un obstáculo en tú vida.... y no quiero eso- una lágrima se desliza por su mejilla derecha.
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