V

Hancock se separa de su amado avergonzada.

- Shishishi- ríe al ver el rostro de la emperatriz- ¿Vas a comer?

- Adelantate- le sonríe- Tengo que atender unos asuntos, no quiero que estés aguantando hambre.

- ¿Segura?- ella asiente- De acuerdo, pero si te demoras mucho vendré a buscarte.

- Está bien, ve tranquilo- este asiente sonriendo y sale de la habitación- ¿Cómo decirle que fuí citada por el gobierno mundial....?- murmura para ella misma- Y que justamente es cuando sus nakamas van a Sabaody...- camina por la habitación- Tendré que pensar en algo para ayudarle y que no se den cuenta de su presencia estando conmigo- entra al baño echando seguro como Nyonba le recomendó, se despoja de su ropa, ya le había pedido a Enishida que preparara su baño, entra en el agua relajándose al instante- Luffy...- suspira como chica enamorada.

........

- ¡Luffy!- lo saluda la rubia de las piratas Kujas- Creíamos que no vendrías a almorzar.

- Estaba esperando a que Hancock llegara- se sienta en la mesa- ¿Los demás ya comieron?

- Ah sí- responde Sweet Pea- No hace mucho se retiraron del comedor- ponen sobre la mesa variedad de comida, en especial, carne, ya que sabían que era la favorita del sombrero de paja- Parece que salieron del palacio y están caminando por el pueblo.

- Genial- responde con la boca llena de comida, sus tres servidoras, toman asiento y le hacen compañía.

- Así que ya se van dentro de poco- dice Aphelandra con su tono de voz suave.

- Si- afirma mientras sigue comiendo.

- Que mal- dice Margaret desconcertada- Es muy divertido tenerlos aquí, en especial a tí Luffy.

- ¿Prometes regresar cuando seas el rey de los piratas?- le pregunta Sweet mirándolo.

- No se preocupen chicas- traga la comida que tenía en la boca- Yo estaré aquí por seis meses mas.

- ¿Lo dices en serio?- pregunta Aphelandra con emoción.

- Shishishi si- contesta sonriendo.

- Me alegro mucho- dice la rubia- ¿Pero no se supone que se irían cuando esta semana culminara?

- Si, pero mis nakamas me han pedido seis meses lejos del mar y las aventuras, así que por eso me quedaré aquí, Hancock ya me ha dado el permiso.

- ¡Estupendo!- exclama Ahpe con alegría- ¡Puedes ayudarnos a cazar y hacer otras cosas!

- Suena divertido- se lleva otro bocado a la boca.

- ¿Siguen aquí?- menciona una voz ajena al lugar- Oh, Luffy, no te había visto- el mencionado voltea a ver a Hancock.

- ¡Hola!- saluda con la comida en la boca.

- Heibihime-sama- se levantan las tres- ¿Desea que le sirvamos su comida?

- Por favor- les pide, Luffy mira su vestimenta, era de un color diferente a la que le había visto usar antes, era un vestido de color azúl marino de dos piezas, abierto en la parte inferior desde la cintura hasta el final del la vestimenta, dejando un poco al descubierto su escote y con las insignias de las Kujas de un color verdoso, toma asiento al lado del Mugiwara- Luffy, tengo que decirte algo- este voltea a verla mientras se lleva un pedazo de fruta a la boca- He sido citada por el gobierno mundial- detiene el avance de su brazo- Es un problema importante y han citado a todos los Ouka Shichibukai y tengo que asistir aunque no lo desee- las tres chicas aparecen y le dejan a su señora su respectiva comida y se retiran del lugar despidiéndose del hombre de goma.

- ¿Cuándo te tienes que ir?- le pregunta el de ojos marrones.

- El mismo día que tus nakamas van a Sabaody- este la mira con seriedad- Tengo plazo de tres días como máximo desde esa fecha, para llegar al cuartel general, mis hermanas están rumbo a Sabaody y deben volver antes de la fecha ya les he avisado, lo malo, es que un Vice-almirante es el que vendrá a recogerme, si los ven, se creará un gran caos en el país y no puedo permitir eso.

- Parece que el viaje se aplazará un día más- responde comprensivo- No puedo dejar que algo malo les pase ni a ti, ni a las chicas ni a mis nakamas.

- Gracias por comprender- dice con una ligera sonrisa- Es demasiado todo esto.

- En realidad son muchas las molestias que te hemos causado, en especial yo- dice con tono de disculpa.

- No son ninguna molestia, sabes que haría cualquier cosa por tí- le desvía la mirada sonrojada, Luffy sonríe.

- Gracias Hancock.

- ¿Por qué me agradeces?- pregunta confundida.

- Por todo shishishi- sus ojos marrones miran las facciones del rostro de la mujer frente a él- Por todo lo que has hecho por mí- la ojiazúl no puede evitar sonreír avergonzada.

- Haría cualquier cosa por tí Luffy... "Incluso si eso me cuesta la vida"- la ultima frase la piensa, no estaba segura de decirla frente a él ya que ella tenía mucho que proteger.

- ¡Bien!, ¡A comer!- exclama lleno de felicidad.

.......

- ¡¿Cómo puedes ser tan insensible con Robin-chawn?!- le grita al espadachín.

- ¡¿De qué estás hablando?!- le responde molesto- ¡¿No he hecho ni dicho nada?!

- ¡Por eso mismo!- lo encara- ¡Deberías ser mas atento!

- ¡Ya deja de quejarte por lo que hago o dejo de hacer!- lo enfrenta poniendo sus manos en sus espadas.

- ¿Qué estos nunca dejarán de pelearse entre ellos?- habla la navegante cansada al oír la nueva discusión.

- Si dejaran de hacerlo perderían su esencia Nami- le habla la arqueóloga- Ya sabes que ellos nunca se han llevado bien y siempre andan compitiendo entre ellos.

- De eso estoy consciente pero es demasiado... No llevamos ni media hora aquí afuera y ya han peleado como cinco veces... Quizás debí irme con Chopper o Usopp- se lamenta dramática, el rubio la escucha y deja a un lado a ex-cazador de piratas y corre donde ella.

- ¿Sucede algo Nami-swam?- le pregunta preocupado.

- ¿Eh?- reacciona y niega con su cabeza y sus manos- No ocurre nada.

- ¡Oeeeeee!- escuchan un grito a lo lejos- ¡Chicoooooosssss!- miran por todos los lugares buscando la voz la cual se oía cada vez más cerca- ¡Por aquiiiiiiiiii!- miran hacia su espalda y ven a su capitán volando hacia ellos, el peliverde pega un grito al no tener tiempo de esquivarlo y recibe el impacto cayendo ambos al suelo.

- ¡¿Qué diablos te pasa animal?!- le grita Zoro quitándoselo de encima.

- Ay no, otra vez este tipo- dice decepcionado el cocinero- ¿Qué es lo que quieres?- le pregunta impaciente.

- ¿Sigues molesto Sanji?- se levanta del suelo, unas chicas que iban pasando por ahí lo saludan y este corresponde el saludo con una sonrisa- Ya no importa, quería avisarles que el viaje se pospuesto un día.

- ¿Qué?, ¿Por qué?- le pregunta Nami consternada.

- Hancock tiene que reunirse con el gobierno mundial ese mismo día y si nos llegan a ver en la isla le causará problemas y no quiero eso, así que zarparán al día siguiente en el barco de las piratas Kujas shishishi- les explica brevemente los acontecimientos.

- ¿Zarparán?- rectifica esas palabras la pelinegra- ¿Qué no vendrás con nosotros?

- ¿Ah?- voltea a mirarla- No, yo me quedaré aquí- la mandíbula del rubio cae al suelo y la pelinaranja no se cree lo que escucha- No pienso pisar Sabaody, si llegan a verme se causará un gran alboroto y no podrán irse tranquilos, además, ya le dije a Hancock que me quedaría con ella estos meses, shishishi.

- Oye, cejas rizadas- lo llama el espadachín sonriendo con malicia- Cierra la boca que te entran moscas.

- ¡¡Tú cierra la boca!!- le gruñe- No podré estar cerca de este idiota para vigilarlo ya que debo estar con mi querida Nami-san... ¡¡Oye idiota!!- lo toma del cuello de su chaleco desabotonado mostrando su pecho y su cicatriz- ¡Más te vale tratarla con el respeto que ella se merece!- le advierte con voz neutra.

- Si, voy a dormir con ella cada noche y no pienso alejarme de ella shishishi- ahora era el turno de Zoro para sorprenderse y Robin ríe con suavidad.

- Mientras se comporte sin causar problemas todo estará bien- habla la ojiazúl tratando de eliminar el ambiente tenso del lugar- Calmate Sanji, Luffy estará bien aquí- el rubio no dice nada y solo aspira el humo de su cigarrillo y lo expulsa por su boca.

- Hay que decirles a los demás- menciona Nami, mirando el lugar, arruga el entrecejo cuando ve a unas chicas amontonadas mirando hacia ellos, miran a alguien en concreto y se ríen- Que chicas más extrañas.

- ¡Hey!, ¡Luffy!- lo llama el espadachín- ¿Vienes con nosotros?

- Emm si, eso creo shishishi- empiezan a caminar por el país, las chicas siguen amontonándose, lo cual llama la atención de los nakamas del sombrero de paja, se miran entre sí confundidos sin entender del todo la situación, el pelinegro camina tranquilo sin prestar atención a su entorno.

- No les parece que esto es un tanto...- indaga Sanji.

- ¿Extraño y fuera de lugar?- termina la frase la arqueóloga sintiéndose un tanto incómoda.

- Demasiado...- menciona la navegante mirando a su alrededor- ¿Ya notaron que están mirando a Luffy?

- Todas lo hacen- responde Zoro- ¿Acaso todas están locas por él?

- Eso sería imposible marimo- responde Sanji con seriedad- El hecho de que hubiera sido el primer hombre en caer en esta isla, deja mucho por decir- suelta el humo del cigarrillo por su boca.

- Y que fuera un hombre de goma... Las haría pensar que...- la ojiazúl se lleva una de sus manos al mentón pensativa- Todos los hombres son de goma, además Luffy se ha ganado el cariño de todas ellas.

- En especial el de la emperatriz- habla Nami con voz algo neutra, la situación la estaba molestando.

- ¡Oigan chicos!- su capitán los llama- ¿De qué tanto están hablando?- los cuatro se miran quedando en silencio.

- Reprendiendo a el marimo este para que sea mas atento con Robin-chan.

- ¡¿Qué?!- exclama el peliverde.

- ¿Atento?- menciona el azabache un poco confundido.

- Ambos son iguales de bestias y poco educados- ambos insultados lo fulminan con la mirada- El ser atento con una dama, es estar al pendiente de ella por si algo le incómoda, le preocupa, le causa malestar, le asusta, etcétera, estar enfocado en ella para que no esté pasando un mal rato estando al lado del hombre- toma su cigarrillo y lo aleja de su boca- ¿Entienden idiotas o tengo que dibujarselos para que entiendan?

- Por supuesto- responden con una cara seria y algo pérdida.

- ¡Bastardos!- les grita y los golpea en la cabeza- Aún no entiendo como es que puedo aguantarmelos a ambos.

- No eres el único que piensa eso- suspira cansada la navegante, agita su cabello.

- ¡Chicos!- les llama una voz aniñada y muy dulce, como el dulce de chocolate.

- Chopper- le sonríe Robin al verle siendo acompañado por lo demás- Los estábamos buscando.

- Nosotros también- responde Franky mirando a sus nakamas- Oh, Luffy estaba con ustedes.

- Si, nos ha encontrado- habla serio el rubio.

- Voy a cortarlo en cuadritos...- gruñe el espadachín, en cambio el pelinegro se levanta y ríe.

- Robin- le llama su capitán- Comentales lo que harán dentro de una semana, shishishi.

- ¿A que te refieres con eso Luffy-san?

- Como digas- responde obediente la pelinegra- La emperatriz pirata Boa Hancock ha sido llamada por el gobierno mundial, justo el día en el que nos vamos, a ella la viene a buscar un Vice-almirante para escoltarla, si nos llegamos a cruzar, la emperatriz tendrá problemas y por ello, partiremos al día siguiente- les informa, el peliverde se posa a su lado, la ojiazúl apoya su cabeza sobre su hombro.

- Si es para evitar problemas, supongo que es lo mejor- habla el francotirador.

- Luffy-san, ¿Estas preocupado por la seguridad de la emperatriz?- le pregunta el músico de la banda.

- Por la de ella, la de las chicas y la de ustedes- responde serio ante la pregunta, no dejaría que la pelinegra de ojos azules entrara en problemas, después de todo, estaba en deuda con ella por todo lo que hizo hacia él.

- Si son tus órdenes- habla el carpintero de cabello celeste- Estaremos super de acuerdo en cumplirlas.

- Shishishi- ríe con una gran sonrisa- Gracias por entender.

- ¿Qué hacemos Luffy?- le pregunta el doctor.

- No lo sé...

- ¿Qué tal si hacemos un torneo de zumo entre nosotros?- propone Usopp.

- ¡Suena genial!- exclama el azabache.

- Si piensan hacer eso...- les habla el cocinero de forma intencional- Que sea lejos del pueblo, no quiero que se metan en problemas por sus estupideces.

- Por mi está bien- dice con ternura el renito- ¿Qué dices Luffy?- este asiente sonriendo ampliamente.

- ¡Vamos!- sale corriendo y sus compañeros en travesuras lo siguen. El carpintero y el músico los siguen de igual modo pero a paso moderado.

- Al menos ya tienen como entretenerse- menciona la la ojimarrón- ¿Alguna idea de que hacer?

- ¿Qué te parece si vamos a ver que ropa podemos conseguir?- le propone Robin con una sonrisa.

- Suena bien para mi- voltea a ver a sus acompañantes- ¿Vienen con nosotras o irán a otro lado?- estos se miran con odio.

- Al diablo, las acompañamos- dicen al unísono, el espadachín suspira mirando alrededor.

-¿Ya lo notaron?

- ¿El cambio tan drástico en el ambiente?- pregunta el cocinero al darse cuenta que las chicas que los rodeaban desaparecieron.

- Exacto.

- ¿En serio es por nuestro capitán?- se pregunta la navegante en voz alta pensativa y asombrada.

- No quiero pensar en ello- se jala el cabello el rubio- Ya suficiente tengo con que este marimo me altere los nervios.

- ¡¿Qué?!- toma sus katanas- ¡Te cortaré en pedazos cocinero pervertido!

- Otra vez no...- suspira cansada la pelinaranja- ¿Nos vamos Robin?

- Me parece bien- comienzan a caminar dejando a sus parejas atrás, mientras tanto, estos de siguen gritando y amenazando.

........

- ¡Eso no es justo!- se queja como niño pequeño el azabache- ¡Franky ya es un grandote por naturaleza, no valía la pena que compitiera!- se cruza de brazos molesto.

- Era lucha de forma libre Luffy- intenta explicarle el francotirador- Podía entrar si quería a competir.

- ¡Por su culpa he perdido!- sigue quejándose. Los demás presentes en la mesa sólo hacen caso omiso a sus quejas.

- Para ser un idiota es un mal perdedor- habla Zoro tomando el vaso con sake que le han ofrecido las piratas Kujas.

- Todos son iguales- le corrige Nami- Ninguno acepta la derrota.

- A la próxima le ganaré a Franky- dice decidido.

- Estaré super listo para la revancha- acepta el desempate en contra de su capitán.

La cena culmina en un ambiente calmado y de cero tensiones en el lugar. Los Mugiwaras comieron y bebieron como si estuvieran celebrando, las piratas Kujas que los servían lo notaban, haciendo lo posible para que no les faltara la comida y la bebida. El capitán de la tripulación se tomó unas buenas copas de sake, quedando algo prendido sin llegar al estado de embriaguez, en cambio, sus nakamas, la mayoría estaba pasada de copas, de tal forma, que entre las chicas que eran las más cuerdas, el espadachín, el doctor y él, los llevaron arrastrados como costales de papas a sus respectivas habitaciones, a excepción de la arqueóloga, la cual hizo empleo de su habilidad para trasladarlos, la situación podría considerarse penosa, de tal forma, que no querían que la emperatriz los viera en tal situación, pero eso a Luffy no le importaba en lo más mínimo. Ya estando instalados, el azabache se despide de sus nakamas consientes y corre a la habitación de la shichibukai, esa noche se sentía lleno de alegría y lleno de energía, no sentía ni una gota de cansancio, lo único que deseaba era llegar a la habitación de la bella mujer, acostarse con ella y de alguna forma, satisfacer ese extraño deseo de abrazarla y de tenerla entre sus brazos. Mientras corría, se preguntaba si eso era obra del alcohol que circulaba en su organismo, pero de igual manera, no le importaba, solo quería verla.

........

Hancock se disponía a entrar a su habitación luego de pasar un buen tiempo mirando hacia la luna, queriendo buscar en su brillo lunar la respuesta de lo que ella tanto anhelaba. Por alguna extraña razón, detuvo su camino y vuelve a su sitio en el balcón de la habitación, dándole un vistazo a su isla y nación, pensando en lo tanto que ha estado batallando para mantener el lugar seguro sin ningún rastro de guerra. Sonríe al sentir la brisa golpear sus brazos y piernas desnudan, su cabello siendo controlado a la merced del viento frío, este la hacía entrar en razón en ocasiones en las cuales, el sombrero de paja vivía en su pensamiento. Retoma su camino a la habitación, al entrar, siente una mala vibra en el lugar así que se pone alerta. Camina por el lugar sin bajar la guardia, busca con la mirada a cualquier atacante posible, ve a su serpiente Salomé acostada por la cama muy calmada y serena, lo cual la sorprende aún más, ¿Cómo era posible que su fiel compañera no se hubiera percatado del peligro?. Entrecierra sus ojos azules al escuchar un sonido a su espalda, se voltea, no sin antes preparar un "Pistol Kiss" de emergencia. Lo dispara cuando ubica al enemigo, pero, al escuchar el grito de su posible agresor casi cae desmayada por su equivocación.

- Lu...Luffy...- menciona su nombre en un susurro.

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