IV

A la mañana siguiente, en la habitación de la emperatriz pirata de Amazon Lily, unos golpes en la puerta hacen despertar a Hancock del mundo de los sueños.

- ¿Anee-sama?- vuelven a tocar- Anee-sama, ¿Te encuentras bien?

- ¿Sonia?- pregunta cuando está más consciente- ¿Quién te ha dicho que me despiertes?- interroga sin abrir los ojos, no tenía deseos de despertar todavía.

- S-sólo quería saber como estabas.

- Me encuentro bien, no ha ocurrido nada grave- se permite bostezar un poco- Retírate por favor Sonia- le ordena con cierta rudeza.

- Como digas Anee-sama...- cumple la orden de su hermana mayor alejándose de la puerta y de la habitación.

Hancock se remueve un poco e intenta dormir, mueve su cuerpo quedando recostada en su perfil izquierdo, mueve su brazo derecho un poco y sus dedos logran captar la textura de algo suave, los vuelve a mover y siente las suavidad entre sus dedos de nuevo, se extraña al sentir esa suavidad y abre los ojos de a poco, para que sus ojos azúles aguamarina se acostumbren a la luz del sol, cuando su vista deja de ser tan borrosa, logra ver a Luffy acostado cerca de ella, estando de perfil mirando hacia ella, pero no directamente a su rostro, mueve sus dedos dándose cuenta que aquella suavidad venía del cabello azabache del chico. Se aleja un poco apenada al verlo tan cerca suyo, hasta donde recordaba, antes de quedarse dormida, había un espacio considerable entre ambos, no comprendía como era que, terminaron tan juntos. Se incorpora y oculta su rostro con sus manos, el sonrojo no se hizo esperar en su rostro, descubre su rostro luego de un par de minutos, mira hacia Luffy y lo ve totalmente dormido, se permite apreciarlo mientras duerme, ve a su serpiente en un rincón alejada de ellos, también seguía durmiendo. Hancock se acuesta de nuevo procurando quedar un poco apartada a él, le observa el rostro un momento y cierra los ojos, queriendo descansar un poco más, los abre de repente cuando siente algo sobre su pecho, casi grita de la sorpresa y el susto causado por la impresión, pero se obliga a mantener silencio o pondría alerta a sus hermanas y eso era lo que menos deseaba. Desciende su mirada y ve el brazo extendido de Luffy hacia su pecho, su rostro se torna del rojo vivo al sentir el rose de los dedos de este sobre la poca piel expuesta de esa zona, acerca su mano al brazo de este con vergüenza y lo aparta.

- Carne... y Hammock...- le alcanza a entender cuando balbucea- Quiero carne... y Hammcok- detiene la retirada del brazo cuando le escucha pronunciar su nombre de una forma incorrecta.

- Cuando despiertes te esperará un gran banquete como desayuno- murmura ella con delicadeza soltando la muñeca de este justo a tiempo antes de que se volteara dándole la espalda, observa la tela rojiza de su atuendo mientras cierra los ojos, no quería que ese momento se terminara por completo.

........

- Al final Luffy si pasó la noche con ella- habla Ussop limpiando su resortera- No apareció en ningún momento por la habitación.

- Ya decía yo que no había armado un alboroto tan temprano- menciona con autosuficiencia- Suele levantarse tarde, pero esto ya es el colmo- con una liga, amarra su cabello en una cola de caballo alta.

- Debe de estar super cómodo en esa habitación- menciona Franky, mientras toma asiento en la mesa.

- Con tal compañía no se me hace raro- bosteza Zoro acomodando sus espadas a su lado. La pelinegra toma asiento a su lado.

- ¿Y Sanji?- pregunta Robin al no ver al rubio en la mesa.

- Se ha quedado en cama- le contesta Chopper- Parece que ha amanecido enfermo.

- Sin ánimos de verle la cara a Luffy-san, yohohohoho- ríe Brook mientras pone su violín sobre su hombro- ¿Quién quiere escuchar una melodía?

- ¡Oie!, ¡Brook!- se escucha el grito de su capitán y todos voltean a mirarlo- ¡Anda toca shishishi!- ríe mientras entra al lugar.

- ¡Hey Luffy!- lo llama emocionado el renito- ¿Cómo te fue anoche?

- Bien, la cama de Hancock es suave y cómoda shishishi- toma asiento en la mesa en medio de Usopp y Chopper, sus compañeros de travesuras.

- ¿Y la emperatriz?- pregunta Nami pasando sus dedos por su cabello.

- Cuando desperté no estaba en la habitación- dice desanimado- Sólo estaba Salome.

- ¿Tanto querías que estuviera a tú lado cuando despertarás?- le pregunta con cierta malicia el espadachín, su capitán asiente.

- Debe de estar ocupada- menciona, las piratas Kujas aparecen y les sirven el desayuno- ¡Gracias chicas!- agradece babeando por la comida frente a él.

- Disfruten la comida- dice una rubia de ojos marrones sonriendo- Avísenos si desean algo más.

- Lo tendremos en cuenta, gracias- agradece la navegante con educación.

- ¡Anee-sama!- se escucha la voz de la hermana menor- Estábamos por ir a dejarte el desayuno en la habitación.

- Gracias Mari, pero no tengo apetito- dice esta con voz fuerte y seria- ¿Dónde está Nyonba?

- Ella está en su residencia anee-sama- le responde Mari ocultando su preocupación por ella.

- Iré a verla, tengo unos asuntos que atender con ella- se da la vuelta y camina para salir del lugar, Luffy la observa irse con un pedazo de pescado en su boca.

- ¿Hammock?- la llama pero esta ni se inmuta, sigue caminando.

- Luffy- lo llama Sonia acercándose a su mesa- No te preocupes por nuestra anee-sama, hay ocasiones en las que no come en las mañanas- trata de excusar la actitud distante de su hermana- Lo mejor es dejarla sola por el momento- el de ojos marrones traga su pedazo de comida y mira el lugar por donde se ha ido la emperatriz, la peliverde lo mira unos segundos.

- De acuerdo- acepta volteando el rostro y llevando un trozo de fruta a la boca, Sonia sonríe ante su comprensión y se retira, Brook aprovecha el momento incómodo y empieza a tocar la melodía que a su capitán tanto le gusta, todos se voltean a mirar y comienzan a comer.

Unos minutos después, el cocinero de los Mugiwaras hace presencia en el lugar, mira a su alrededor y nota a su capitán comiendo como siempre con un gran apetito feroz, camina y se sienta al lado de su querida novia, esta al verle le sonríe tratando de levantarle el ánimo, lo cual no consigue del todo, Nami lo mira extrañada.

- Sanji-kun, ¿Por qué tienes esa cara?

- No dormí mucho anoche- confiesa dejando caer su cabeza sobre la mesa provocando un ruido algo hueco- Nunca creí que me preocuparía tanto por este idiota...- la navegante hace una mueca y acerca su mano al cabello del rubio, comienza a hacerle mimos.

- Ah hola Sanji- lo saluda con naturalidad Luffy mientras come y le roba un poco de comida a los otros.

- Al parecer te has preocupado de más- dice burlón el espadachín.

- No tengo energías para molestarme contigo marimo- bufa con fastidio.

- Come algo Sanji- le recomienda el doctor del barco- Eso ayudará a darte energía y de paso, descansas otro rato.

- Entiendo- se incorpora un poco y recibe el plato de comida que la navegante le alcanza- Gracias Nami-swam- agradece y comienza a comer.

- De nada Sanji-kun- le sonríe causando el sonrojo del rubio- Tuve que apartarte algo, ya que Luffy se ha estado comiendo todo solo.

- Que extraño- dice con cierto desagrado- Nunca puede tener buenos modales, aun no comprendo porque esa bella diosa está interesada en alguien como él- el pelinegro detiene el bocado de comida que se llevaba a la boca- Debería pasar mas tiempo con este idiota para que lo conociera mejor.

- Deja de quejarte Sanji- habla irritado Usopp- Luffy tiene su encanto, extraño encanto el cual hace que las chicas se interesen en él.

- ¿Luffy?- habla burlonamente Zoro- ¿Desde cuando a Luffy le llueven las mujeres?

- Más de lo que imaginas- le responde Franky.

Luffy deja a un lado la fruta que tiene en la mano y se levanta de la mesa, sus nakamas lo ven curiosos y extraños por el repentino detenimiento en su labor de satisfacer su estómago. Margaret y sus amigas se acercaban a la mesa con una nueva bandeja llena de comida, el pelinegro estira su brazo y toma un trozo de carne, da una media vuelta y camina saliendo del lugar.

- ¿Luffy?- lo llama Aphelandra- ¿No quieres comer más?

- Lo siento chicas- se disculpa con la mirada gacha y sin detener su camino- No tengo hambre- sale del lugar.

- Esperen un momento- habla Usopp- ¿Luffy ha dicho que no tiene apetito?- cuestiona con asombro.

- No creo que esa sea la razón Usopp- habla la arqueóloga- Al parecer ha sido uno de sus comentarios- le lanza una mirada acusadora a Sanji y Zoro.

- Espera un momento mujer- menciona el espadachín mientras se refriegra el rostro frustrado- ¿Es nuestra culpa?

- Robin tiene razón- la poya la navegante- Se portaron como unos idiotas con sus comentarios efusivos- les lanza una mirada molesta- Luffy es nuevo en este tipo de temas, no es buena idea matar sus nuevas ilusiones.

- Y es exactamente lo que han hecho- suspira cansado Chopper.

- ¿Hay que ir a buscarlo?- pregunta Brook dejando de lado su violín.

- Lo mejor será dejarle sólo para que piense y reorganice sus ideas- comenta Franky, los demás asienten.

........

El tiempo para el capitán de la tripulación de los Mugiwaras pasa lentamente, terminó yendo a la habitación de Hancock donde no la encontró y tampoco a Salome, el lugar se sentía muy vacío, pero la fragancia de la emperatriz estaba impregnada en toda la habitación, le agradaba sentirlo. Llevaba un buen tiempo acostado en la cama, mirando hacia el techo, no entendía porque las palabras del cocinero de su barco le habían afectado de tal forma, quitándole el hambre, la cual era difícil de saciar para él. Se acuesta de medio lado mirando hacia la ventana, se sentía cansado, aún cuando había dormido de maravilla la pasada noche. Extrañaba a Hancock, le hacía falta verla, quería ir a la residencia de la anciana Nyonba pero su instinto le decía que lo mejor era que no se apareciera por ese lugar y esperara a la emperatriz en su habitación. Estaba inquieto, estar tanto tiempo quieto no era parte de su naturaleza descontrolada.

-"Que extraño- dice con cierto desagrado- Nunca puede tener buenos modales, aun no comprendo porque esa bella diosa está interesada en alguien como él- el pelinegro detiene el bocado de comida que se llevaba a la boca- Debería pasar mas tiempo con este idiota para que lo conociera mejor".

- ....¿Pasar más tiempo conmigo?...- murmura mirando su sombrero- Hancock me conoce, no conoce mi pasado, pero conoce la clase de persona que soy...- el recuerdo de su hermano mayor llega a su mente- Ace...- recuerda aquella vez que él había recibido clases de buenos modales, para agradecerle a Shanks lo que había hecho por él- Si hubiera puesto un poco mas de atención a esas lecciones...- murmura- ¿Qué debo hacer Ace?- le pregunta a la nada, queriendo obtener una respuesta para seguir adelante con sus planes.

- ¿Luffy?- escucha una voz femenina llamarlo, alza la vista y mira a la puerta que da acceso a la habitación de la emperatriz- ¿Qué haces aquí?- le pregunta la pelinegra caminando hacia la cama, al verla una sonrisa se plasma en su rostro- Creí que estarías con tus nakamas.

- Estoy molesto con ellos por el momento- explica llendo al grano- ¡Te estaba esperando!, esta mañana me preocupaste al irte sin decir nada y tampoco comiste.

- Hay ocasiones en que tantas cosas acumuladas sobre mis hombros me quitan el apetito- dice sonrojada desviándole la mirada- Ya ha pasado el medio día y tú tampoco has comido lo suficiente.

- No me ha dado hambre shishishi.

- Hay algo de lo que debo hablarte- dice ella con una fuerte fuerza de voluntad para mirarle a los ojos- Está mañana he enviado a las piratas Kujas al archipiélago Sabaody para que investiguen como están las cosas en el lugar, para que tus nakamas no tengan problemas con la marina al hacer acto de presencia en el lugar.

- Gracias Hancock eres muy amable- le sonríe ampliamente, ella posa su mano derecha sobre su mejilla derecha y deja reposar un poco su rostro en el, con el rubor sobre sus mejillas.

- No tienes porque agradecerme, sabes que cuentas con mi apoyo para lo que necesites- habla para luego ocultar su rostro en sus manos.

Luffy se levanta de la cama y camina hacia ella, Salome entra a la habitación y recta por el lugar hasta la cama. La emperatriz respira tratando de conservar la cordura en sus acciones, debía hacer uso de sus buenos modales y no parecer una colegiala al ver a su amado, retira su rostro de sus manos, cuando siente otro contacto sobre estas, ve al sombrero de paja tomándolas para alejarlas de su rostro, lo mira con espectación y sorpresa, este le sonríe.

- He estado pensando y...- le habla este- Puede que tome en consideración tú propuesta de casarme contigo- la ojiazúl abre los ojos con cierta sorpresa.

- L-luffy...- suspira intentando recuperar el valor para verle al rostro, en especial sus ojos marrones oscuros- Dijiste que no estaba en tus planes, ¿Por qué has cambiado de opinión?

- Me he dado cuenta que cuando llegue el momento de que encuentre el One piece y sea el rey de los piratas, mis nakamas irán a otros lugares, nuestras aventuras terminarán y...- aprieta un poco las manos suaves y delicadas de la pelinegra sin lastimarla- Y no sabré a donde ir, quiero decir que, a donde quiero volver es aquí contigo Hancock.

Ella no puede evitar pegar un pequeño grito de alegría al escuchar tales palabras, el ojicafe la mira con confusión pero luego sonreí al verla reprenderse a sí misma por sus actitudes de niña a la cual le han dado su caramelo favorito.

- ¿E-estas seguro de lo q-que dices?- tartamudea nerviosa.

- Muy seguro shishishi- le sonreí.

- ¡Luffy!- exclama emocionada y lo abraza sorprendiendo al azabache- ¡Me alegra que digas eso!

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