III
Al escucharlo decir esas palabras, Hancock, la mujer considerada la más hermosa y fuerte de todas, se sentía frágil e indefensa. Nunca en la vida se imaginó que su amado le confesaría tales palabras, no eran concretamente lo que quería oír, pero por algo se podía comenzar. Sus mejillas se tornaron de un rojo vivo, sus labios estaban ligeramente abierto, sus ojos estaban abiertos un poco mas de lo normal y al mismo tiempo, tenían un brillo que los hacía ver más azúles y hermosos. Dejo de lado su comida y se llevó sus manos al pecho, comienza a respirar con algo de dificultad, baja la mirada y la posa en la sábana rosa de su cama, Luffy al ver esto se alarma, deja de lado su pedazo de carne y se acerca a ella. La toma por los hombros.
- ¡Hancock!- la llama asustado- ¡¿Te sientes bien?!- ella no responde, estaba pérdida en su propio mundo, de su boca comienzan a salir algunos quejidos agudos, esto alarma más al capitán de los sombreros de paja- ¡Iré por Chopper!, ¡No vayas a moverte de aquí!- deja de tomarla por los hombros, se levanta de la cama, Hancock al sentir la lejanía de su amado reacciona, lo toma del brazo y lo jala hacia ella, haciendo que este caiga en la cama- ¿Hancock?
- M-me encuentro b-bien...- tartamudea esta muerta de la vergüenza- Por favor, no te vayas...- le pide, su tono de voz sonó más suave de lo normal, esto sorprende al azabache y se queda viéndola, sonríe al verle el rostro sonrojado- ¿Ocurre algo?
- No... solo que te ves bonita- dice sonriendo de oreja a oreja, esta queda mucho más sorprendida al escucharlo decir eso, nunca le había dicho tales palabras. No puede evitar sonreír mientras una lágrima traicionera se desliza por su mejilla, cayendo en la frente de Luffy, este queda serio al verle el rostro- No llores- le dice.
- No estoy llorando- dice a la defensiva.
- Una de tus lágrimas ha caído sobre mí- esta le observa el rostro y ve algo de agua sobre la frente de este, acerca su mano a esa zona y limpia los residuos con la yema de su dedo pulgar. El azabache cierra los ojos al sentir el pequeño roce, abre los ojos cuando su estómago gruñe.
- Es mejor que comas- sugiere la emperatriz alejando su mano del rostro de Luffy, este se incorpora y se sienta, dejando espacio entre ambos. Comienza a comer, Hancock le sigue.
- Quiero dormir hoy aquí contigo- suelta de repente luego de haber terminado de comerse la comida de la primera mesa, Hancock casi se atraganta con el último bocado de comida que se llevó a la boca, con suerte había tragado antes de las palabras de Luffy.
- ¡¿Q-qué?!- exclama apenada y sorprendida de gran manera- ¿E-estas seguro q-que quieres h-hacerlo?.
- Si, no le veo nada de malo- dice con inocencia mientras ríe.
- No se que dirán mis hermanas...
- ¿No puedo quedarme?- dice con voz de niño triste, esto hace que el corazón de la shichibukai lata con mayor rapidez.
- N-no es eso...- niega tartamudeando- No quisiera que tomarán a mal lo que me estas diciendo... Me encantaría que durmieras aquí...
- Si no hay problema entonces me quedaré shishishi- ríe, Hancock cae de espaldas a su cama mirando hacia el techo, nunca se imaginó tal decisión venir de Luffy. Cierra los ojos, escuchando al pelinegro saborear su comida gustoso.
- Nyonba...- murmura el nombre la mujer que ha cuidado de ella por mucho tiempo- ¿Está bien que hago esto?- murmura ocultando sus ojos con su antebrazo.
- Hancock...- la llama Luffy.
- ¿Qué sucede Luffy?- contesta con una pregunta, su tono de voz se escuchaba apagado.
- ¿Está bien que sienta deseos de dormir a tú lado?- pregunta este, ella no se mueve ni aparta su brazo. Luffy la observa mientras toma la bandeja y la deja sobre una de las mesas desocupadas.
- No estoy segura de que esté bien, pero aún así, yo también lo deseo- el no verlo al rostro, le ayudaba a no sentirse tan nerviosa.
- Shishishi- ríe contento- Había olvidado mencionarte...- esta aleja su antebrazo, abre los ojos y los fija en la figura frente a ella- Los chicos me pidieron que dejaramos el mar por seis meses, no estoy totalmente seguro del porque, pero acepté a su petición... Hancock, quería pedirte si podías llevarlos al archipiélago Sabaody después de que termine esta semana.
- ¿Por qué no se llevan el barco?, Les sería más sencillo.
- Los descubrirían de inmediato y no quiero poner la vida de mis nakamas en peligro, ¿Podrías hacerlo?
- Claro, haré lo que tú quieras- dice sonriéndole, al verla sonreír, Luffy siente algo en el estómago, al principio piensa que es hambre, pero luego recuerda lo que había hablado con Nyonba, esas sensaciones se daban al estar con la persona indicada.
- ¡Muchas gracias!- agradece sonriendo, se levanta de la cama de un salto- Iré a decirles a los demás, volveré pronto- se lleva consigo las dos mesas.
- No puedo negarme a nada de lo que me pida, Luffy...- lo ve salir de la habitación- Yo estoy enamorada de tí, anhelo que sientas lo mismo por mí, pero eres un hombre muy extraño, no ves a las mujeres con malos ojos, las consideras tus amigas, nunca has visto a alguna mujer con otros ojos... Eres un hombre muy extraño- sonríe, su serpiente Salome se acerca a su ama, había permanecido alejada en la punta superior de la cama observando a ambos charlar.
........
- ¿Ha dicho que sí?- pregunta Brook para confrimar, su capitán aisente con una enorme sonrisa- Hohoho, es muy amable.
- ¿Le hablaste de forma educada Luffy?- pregunta el rubio endureciendo su mirada.
- Por supuesto shishishi.
- Estas más animado que esta mañana, ¿Qué ocurrió entre ella y tú?- le pregunta el espadachín mientras se sirve algo de zake, la bella mujer de ojos azúles se recuesta sobre este.
- No mucho, bueno los dejo, voy a dormir con Hancock- se da la vuelta para irse pero el cocinero lo detiene dándole una patada por la espalda tirándolo al piso, pone su pie sobre su espalda impidiendo que se levante- ¡Sanji!, ¡¿Por qué diablos hiciste eso?!
- ¡¿CÓMO QUE VAS A DORMIR CON ELLA?! - gruñe este al detectar malas intenciones en su capitan- ¡NO PUEDO PERMITIR QUE LE FALTES AL RESPETO A TAN BELLA DAMA!
- ¡¿Estas hablando en serio Luffy?!- exclama la navegante sorprendida por las palabras del pelinegro.
- Si, quiero dormir con ella, lo he querido desde hace unos días- responde con inocencia, sin entender porque tal reacción de sus amigos.
- ¡¿Qué estás diciendo Mugiwara no Luffy?!- se escuchan unos gritos femeninos, el azabache alza la vista y ve a las hermanas de Hancock frente a él- ¡¿Cómo puedes decir esas cosas tan tranquilo?!, ¡¿Acaso quieres aprovecharte de nuestra anee-sama?!- gruñe Sandersonia dejando salir su lengua parecida a la de una serpiente, se podía notar su enojo.
- ¿Aprovecharme?- pregunta curioso y confundido- No tengo idea de lo que hablas- suelta dejando a más de uno con la boca abierta.
- ¡Luffy es tan inocente con las mujeres que nunca las vería con otros ojos!- exclama Franky.
- Este idiota- se queja Zoro- Definitivamente me ha dado un susto de muerte.
- ¡¿Por qué diablos dices eso marimo?!- exclama el rubio histérico- ¡No podemos permitir que Luffy haga semejante cosa tan imprudente!
- ¡¿Por qué se están quejando tanto?!- exclama el capitán molesto- ¡Sólo voy a acompañarla y de paso dormiré con ella!, ¡Quítate de encima Sanji!- gruñe este molesto.
- Debes admitir que Luffy no le haría nada Sanji- le habla Robin- Es sólo uno de sus caprichos.
- ¡No vamos a permitir que lo hagas Mugiwara!- exclama Marigold igual de furiosa que su hermana.
- ¿Qué es tanto alboroto?- la anciana Nyonba aparece luego de escuchar los gritos.
- ¡Nyonba!- la llama Sonia- ¡Este hombre quiere pasar la noche con nuestra anee-sama!
-¿Pasar la noche?, ¡¿A que te refieres con eso?!- le pregunta alterada la peliblanca, pensando en los motivos de tales acontecimientos.
- ¡Ya se los dije!- alega- ¡Sólo quiero hacerle compañía a Hancock y dormir con ella!, ¡Tengo que ir con ella ahora!
- ¿A que se debe esa decisión tuya?- le pregunta Nyon.
- Quiero a Hancock y quiero estar con ella esta noche, ¡¿Qué demonios tiene eso de malo?!- gruñe levantándose tirando a Sanji hacia una de las paredes con fuerza.
- ¡Hey Luffy calmate!- trata de calmarlo Usopp al verlo tan alterado- Es extraño escucharte decir eso, ¡No todos los días escuchamos que quieres a una chica y más a la emperatriz pirata!
- ¿La quieres?- pregunta Nyonba, las hermanas de la emperatriz quedan sorprendidas de tal forma que no podían hablar.
- Si la quiero, ¡He comenzado a comprender las cosas!
- ¿No crees que te has tardado un poco?- le pregunta Nami con un tono de voz agrio.
- ¡Luffy es muy lento para entender las cosas!- habla Chopper- Pero aún así, es bueno lo que dice.
- Nunca en la vida creí que escucharía esas palabras venir de mi estúpido capitán- dice el peliverde sorprendido.
- ¿Saben donde está Sanji?- pregunta Brook.
- Ha desaparecido del lugar- dice el reno con su voz dulce mirando hacia todos lados- No creo que las palabras de Luffy lo dejen tranquilo.
- ¡Yo ya me voy adiós!- se despide y camina para ir donde Hancock.
- ¡Nyonba!- exclaman ambas hermanas.
- Monkey D. Luffy... fue capaz de mover una montaña como ella y ahora él...- voltea a ver a Sonia y Mari- Esto no le ayudará de mucho al corazón de Hebihime, pero él es el que se está acercando a ella.
- No queremos que vuelva a ocurrirle lo mismo Nyonba- habla preocupada Mari- Fue descabellado lo que ella hizo por Mugiwara no Luffy.
- El amor hace que las personas se vuelvan locas- voltea a ver a los nakamas del sombrero de paja- El que hubieran venido no ha sido una buena idea.
- ¿Acaso está echándonos?- dice con molestia Nami.
- Yo no tengo el poder de echarlos del país, Hebihime es la única que tiene ese poder, nadie va a echarlos, el corazón de una emperatriz es frágil y nuestra emperatriz actual está muy encariñada con su capitán, no queremos que vuelva a sufrir al momento de su partida.
- ¡¿LUFFY HIZO SUFRIR A ESA DIOSA?!- el rubio aparece corriendo completamente loco- ¡¿DÓNDE ESTÁ ESE IDIOTA?!
- ¡Cállate cejas rizadas!- ruge el espadachín.
- El sufrimiento de Hebihime se debió al sentimiento de amor que floreció en ella por Luffy- explica dejando a el cocinero con un aura depresiva.
- Entiendo su preocupación- habla la pelinegra- Pero dudo que ese sufrimiento del que hablan se acerque tan deprisa- les sonríe a las hermanas- Algo me dice que Luffy se quedará aquí por seis meses mas.
- ¿Estas consciente de lo que dices Robin?- pregunta Franky sorprendido por la conclusión de esta.
- Lo estoy Franky- el peliverde observa a la chica a su lado con cierto recelo.
- No me sorprendería- habla la navegante- A Hancock se le nota a kilómetros que le gusta Luffy- el rubio se acerca a la navegante y la abraza- ¿Les molesta que pueda hacer algo que ninguna otra chica ha logrado antes?, ¿Conquistar el corazón de Monkey D. Luffy?- las hermanas se miran entre sí consternadas, entendían el capricho que tenía su hermana mayor con ese hombre, pero no querían verla sufrir de nuevo.
- Es complicado...- dice Mari tratando de eliminar esos pensamientos dolorosos de su cabeza- Sonia-neesama... vamos a descansar- ella mira a su hermana y asienten, se van del lugar.
- ¿Qué les pasa a esas chicas?- pregunta Chopper al verlas tan decaídas y desanimadas.
- Ellas se preocupan mucho por Hebihime- suspira cansada- Descansen- dice y se retira- Eres un hombre con suerte Monkey D. Luffy...
.........
- ¡¿Se los has dicho?!- exclama horrorizada.
- Si- afirma- Me han detenido haciendo muchas preguntas tanto mis nakamas como tus hermanas- al escucharlo mencionar a sus hermanas se pone pálida- Dijeron que era malo que lo hiciera, hasta que me aprovecharía de tí, shishishi- ríe viendo las cosas sin un mal sentido.
La pelinegra se sonroja violentamente, respira hondo y se acerca a este. Luffy al notar la cercanía de la emperatriz borra su sonrisa, va a hablarle pero esta lo silencia con un abrazo, colocando sus brazos alrededor de su cuello y espalda, el sombrero de paja recuerda aquella vez que Hancock lo había abrazado luego de reencontrarse cuando estaban en pleno rescate de las hermanas de esta quienes habían sido rehenes de World. Apoya un poco más su cabeza en el espacio entre el cuello y el pecho de ella, con sus brazos, los extiende y le corresponde el abrazo, posicionando sus brazos por su espalda, era la primera vez que el uno correspondía el abrazo del otro. Al sentir los brazos de su amado rodeándola se estremece, eso le hizo recordar ese abrazo sorpresivo de agradecimiento que Luffy le había dado cuando le hizo entrega de las llaves de las esposas de su difunto hermano mayor, aquel abrazo que había tomado como una propuesta de matrimonio. Luffy le ejerce más fuerza a su abrazo.
- Hancock...- dice su nombre en un susurro.
- Luffy...- responde ella con un tono de voz dulce.
- Te quiero...- los ojos azúles de la emperatriz se cierran de golpe, cuando los abre estos adquieren ese brillo que suele usar para seducir a sus oponentes.
- Gracias Luffy...- agradece sintiendo su corazón satisfecho y feliz- Muchas gracias...- el pelinegro queda confundido al escucharla agradecerle- Me alegra mucho haberte conocido...
- A mí también- se quedan de esa forma entrelazada por unos segundos más, rompen el abrazo y se separan un poco, sin alejarse completamente del otro, los ojos marrones del capitán la observan un momento- No quiero que se terminen estos meses tan rápido- se acuesta en la cama dejando a un lado su sombrero de paja.
- Yo tampoco- suspira mirando hacia el suelo, se levanta un momento y camina por la habitación.
- ¿A dónde vas?- le pregunta Luffy.
- Al baño, no tardo demasiado- abre una puerta y entra en el lugar, cierra la puerta tras ella.
Luffy se recuesta mejor y observa el techo del castillo. Salome se acerca a él y se recuesta a su lado, el pelinegro extiende su brazo y acaricia las escamas de la acompañante de la emperatriz. Sonríe al verla alejarse un poco al sentir su contacto. Deja de acariciarla y de un momento a otro se queda dormido. Hancock entra a la habitación muy distraída, estaba muy nerviosa al saber que el hombre que ha deseado tener desde hace tiempo, dormiría con ella en la misma cama, levanta la vista al escuchar unos ronquidos cercanos, dirige su mirada a la cama y ve a Luffy durmiendo como un bebé, sonríe al verlo dormir, nota que cerca de él está Salome, rodea la cama y sube, se acuesta dejando un espacio prudente entre ella y él.
- Descansa Luffy...- murmura y cierra los ojos esperando a quedar dormida, luego de unos minutos dentro de sus sueños creados por su propia imaginación, cae dormida escuchando algunas palabras.
- Carne... Comer... Hancock...
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