I
- Luffy...- suspira su nombre mirando hacia el horizonte, el viento sopla golpeando su rostro y piel desnuda, su cabello azabache y largo danza al compás del viento.
- ¿Me llamabas?- escucha su voz a su espalda y todo su sistema se detiene, el sonrojo habitual aparece sobre sus mejillas al saber sobre él, el viento deja de soplar- ¿Hammock?- da una media vuelta quedando cara a cara frente a él, el sonrojo aumenta al verlo sonreír ampliamente.
- No sabía que estabas cerca- dice nerviosa desviándole la mirada.
- Lo he estado últimamente- dice con simpleza, pero sus palabras son tomadas desde otro ángulo de vista- Quiero hablar contigo.
- ¿E-enserio?- dice nerviosa- ¿Sobre que deseas hablar?
- Últimamente me has estado evadiendo, ¿A qué se debe?- pregunta mirándola fijamente.
- No se de que estas hablando- dice la azabache sintiendo la brisa golpeando su piel, su cabello danza hacia la derecha, la luz de la luna ilumina el rostro de la ojiazúl- Estoy muy cansada, voy a descansar- dice evadiendo el tema completamente, da un par de pasos pero este se interpone en su camino- Luffy, hazte a un lado por favor- dice con seriedad, este se sorprende al escucharla usar ese tono con él.
- No voy a dejarte ir hasta que me respondas- dice este decidido a no dejarla pasar.
- Salome- su leal serpiente aparece, se acerca a ella- Hazte cargo de Luffy- la serpiente se detiene al escuchar la orden de su ama, pero al ver su mirada severa, se acerca al chico y con su cola, amarra los tobillos y muñecas del azabache- No lo sueltes hasta que salga de la habitación- Salome asiente y mira a Luffy retorcerse intentando liberarse.
- ¡Oye!, ¡Hancock!- le grita molesto- ¡¿Por qué haces esto?!
- No deseo hablar contigo por el momento... Luffy- dice tratando de ocultar la emoción de escuchar su nombre ser pronunciado por los labios de su amado- Cuando desee hablarte, yo misma voy a buscarte, por ahora déjame tranquila- le pide y comienza a caminar.
- ¡Hancock!- la llama pero esta ni se inmuta- ¡Hancock!- lo único que obtiene es el eco de los tacones de la emperatriz.
- Lo siento Luffy- murmura en voz baja avergonzada por su actitud frente al sombrero de paja.
- Hancock...- dice en voz baja moviendo sus brazos frustrado.
La emperatriz pirata sigue su camino sintiéndose la peor mujer del mundo, desde que había conocido a Monkey D. Luffy, desde el momento en el cual él la había aceptado a pesar de su penoso y oscuro pasado, nunca había actuado de forma insensible con él, siempre lo apoyó y ayudó como pudo, siempre ha deseado desde el fondo de su corazón, que ese hombre que llegó de la nada a su isla a interrumpir el orden en su reino, la aceptara y la dejara ser parte de su vida, de una forma que no fuera como una simple amiga más para él. Cierra la puerta y se encamina al baño del palacio, exclusivo para la emperatriz, necesitaba relajarse y pensar con claridad, su decisión de mantenerse alejada de Luffy la estaba afectando más de lo que deseaba. Acercó su dedo índice a sus labios, al separarlo de ellos, crea un corazón pequeño y lo hace volar hacia el balcón de su habitación.
......
Luffy deja de hacer intentos en vanos para liberarse, mira el lugar pensando en sus nakamas, lo mejor sería que tanto ellos como él, debían volver al mar y seguir con su camino y sus aventuras, se sorprende al ver un corazón volando hacia él, Salome comprende el mensaje de su señora y deja en libertad al sombrejo de paja. Se arastra de vuelta a la habitación. Se frota las muñecas, se aleja de ese pensamiento y va a buscar a la Shichibukai. Al salir de la habitación se encuentra con las hermanas de la azabache.
- ¡Oigan!- se acerca a ellas- ¿Saben donde esta Hancock?
- Ella acaba de entrar al baño privado de la emperatriz, está muy estresada y no quiere que nadie la moleste- responde la ojiverde.
- ¿Para que la necesitas?- pregunta la pelinaranja.
- Quiero hablar con ella sobre algo importante y de paso... Mencionarle que nos marcharemos mañana de Amazon Lily.
- ¿Mañana?- pregunta sorprendida- Creí que se quedarían una semana mas.
- No quisiera causarle problemas a Hancock- dice este desanimado.
- ¿Problemas?- dice Sonia- A ella le encanta tenerte aquí en la isla, ha estado mas tranquila desde que ustedes llegaron.
- ¿Le encanta tenerme aquí?.
- Lo mejor sería que no se fueran antes de tiempo o eso la dejaría devastada- aconseja Mari.
- Voy a pensarlo- dice el azabache pensativo- Aunque a mis nakamas les agrada estar aquí, en especial a Sanji- se ríe al recordar la reacción del cocinero al ver a tantas chicas en la isla.
- Bien- dice la peliverde- Te veremos en la cena- se despiden y siguen su camino.
- En el baño privado...- dice en voz alta al recordar el como se conocieron él y la bella mujer.
Corre por el castillo Kuja buscando el baño, ahora más que nunca necesitaba estar mas tiempo con ella que antes.
......
Hancock se despoja de su bata de baño dejándola caer sobre el suelo, dejando de vista su cuerpo completamente, en especial su espalda, usa su cabello negro largo y sedoso para cubrirla, entra a la bañera dejando que el agua relaje su cuerpo.
- Como aquella vez...- menciona ella recordando la vez que conoció a su amado.
Cubre su cuerpo completamente con el agua, cierra los ojos y medita respecto a lo que ha pasado en el transcurso de la semana. No puede evitar sonreír al recordar el momento en que el capitán de los sombreros de paja y su tripulación llegó a la costa de la isla en el barco de las kujas, no lo había recibido directamente ella misma, lo habían hecho las guardias del país, aquellas tres chicas que había convertido en piedra por defender al hombre que había roto la regla más sagrada de Amazon Lily. Recordó aquella noche después de cenar que Luffy había ido a verla, pasaron un rato muy significativo para ella, aunque ella no había hablado tanto como el azabache, ella se sintió feliz al oírlo hablar de sus nueva aventuras junto a sus nakamas. Abre los ojos al sentir sus mejillas hirviendo, le costaba manejar sus emociones al estar frente a Luffy, al pensar y hablar sobre él. Sale del agua mostrando su espalda, su cabello húmedo no le ayudaba a ocultar su marca, odiaba recordar su pasado, odiaba recordar que su pasado fue manchado por esa marca y sobre todo, odiaba saber que esa marca había arruinado su vida. Se da la vuelta mirando a la ventana, por el lugar donde él había entrado por primera vez. La puerta se abre con brusquedad y ella no tiene tiempo para ocultar su espalda, voltea a mirar aterrada y se relaja al ver a Luffy. Queda sin habla al darse cuenta del giro de acontecimientos tan parecidos a los anteriores. Se agacha ocultando su cuerpo con el agua.
- ¿Qué haces aquí?- le pregunta ella avergonzada.
- Ya te lo había dicho, quiero hablar contigo.
- Si es del mismo tema no me interesa.
- No, es acerca de lo que ha pasado entre los dos- ella lo mira sin entender- Creo que he comenzado a comprender lo que haces por mí.
- ¿A que te refieres con eso?
.......
- ¿Han visto a Luffy?- pregunta Nami siendo acompañada por Robin.
- No lo hemos visto por un buen rato- responde Zoro- Si no hay algún escándalo, debe estar comiendo o dormido por ahí.
- Eso lo dudo- menciona el rubio prendiendo un cigarrillo- Iré a buscarlo, que se coma el solo toda la comida no lo puedo permitir- se levanta de su lugar y comienza a caminar.
.......
Ambos pares de ojos miran a la otra persona que tienen al frente, Hancock se obliga a controlar sus emociones, pero el verlo tan serio no la ayudaba del todo. Luffy la mira seriamente, queriendo comprender lo que los ojos azules de la azabache le transmitían, comenzaba a comprender lo que ella sentía por él o al menos, lo veía de esa forma.
- Creo que he comenzado a comprender todas las cosas que has hecho por mí desde la primera vez que caí en esta isla- ríe causando el sonrojo de la emperatriz- Yo lo veía como un gesto de amistad de tú parte.
- No tienes porque decirlo- dice ella nerviosa- Se que tú estabas concentrado en tus propios intereses, el que hayas podido venir hasta aquí es suficiente para mí Luffy...- coloca ambas palmas de sus manos sobre sus mejillas, el azabache la observa, entendiendo el porque de su reacción, antes la había visto hacer eso, pero lo veía como algo extraño y normal, ahora era diferente.
- Al decidir venir aquí, lo hice pensando en tí- confiesa provocando que el corazón de la Shichibukai se acelere- Había pasado un buen tiempo sin saber de tí y les había prometido a las chicas que volvería con mis nakamas.
- Siempre serán bienvenidos- desvía la mirada al sentirse tan avergonzada- Y cuentan con nuestro apoyo en lo que necesiten.
De pronto, un grito masculino se escucha resonando en todo el lugar.
......
El cocinero del Sunny caminaba por los pasillos del castillo Kuja mientras fumaba su muy habitual cigarrillo, se comenzaba a molestar al no encontrar a su capitán por ninguna parte, estaba a punto de darse por vencido en su búsqueda cuando oye unas voces salir de una habitación de la cual salía algo de vapor, se acerca al lugar para escuchar mejor lo que decían.
- Al decidir venir aquí, lo hice pensando en tí- reconoce la voz de su capitán, pero se le hace extraño el tema de la conversación, así que decide escuchar un poco más- Había pasado un buen tiempo sin saber de tí y les había prometido a las chicas que volvería con mis nakamas.
- Siempre serán bienvenidos...- abre la boca dejando caer su cigarillo al suelo al reconocer la voz de la mujer mas hermosa del mundo- Y cuentan con nuestro apoyo en lo que necesiten- al darse cuenta que no era producto de su imaginación pega un grito.
- ¡Maldito idiota!- grita llamando la atención de ambos, la azabache se altera al escuchar una voz de más en el lugar- ¡¿Qué diablos piensas que estas haciendo aquí?!- el sombrero de paja reconoce la voz de Sanji y mira hacia la puerta, donde lo ve completamente molesto- ¡¿Cómo puedes ser tan bestia en entrar en el baño de esta bella dama?!
- Ah hola Sanji- lo saluda con naturalidad- Estoy hablando con Hancock.
- ¡Tú!- lo señala- ¡Maldito bastardo ven aquí!
- ¡No pienso hacerlo!, ¡Estoy hablando algo importante con Hanc...!- es interrumpido por la voz de la azabache.
- ¡N-no importa Luffy!- exclama ella nerviosa- ¡Hablaremos más tarde!, ¡Por favor ve con él!- voltea a verla y al ver la angustia en su mirar, comprende de inmediato su temor.
- Bien, voy contigo Sanji- dice este sintiéndose derrotado, después de todo, no quería alejarse de ella.
- "¡Se ha atrevido a verla!, ¡Lo peor de todo es haberlos encontrado aquí hablando tan cómodamente!, ¡No puedo permitir esto!"- decía el cocinero en sus adentros mientras esperaba que su capitán saliera del baño.
El azabache sale del baño y Sanji, sin atreverse a mirar a la hermosa mujer cierra la puerta de un portazo. Luffy lo observa sin tomarle importancia a lo acontecido, el rubio estaba al borde del colapso.
- ¡¿QUÉ DIABLOS ESTABAS HACIENDO AHÍ ADENTRO?!- comienza a gritarle en forma de reclamo por su falta de respeto con la emperatriz del país donde se estaban alojando.
- Ya te lo dije, estaba hablando con...- le lanza una patada que le da de lleno en toda la cara, interrumpiendo su oración.
- ¡NO TE ATREVAS A MENCIONAR EL NOMBRE DE TAN BELLA MUJER!, ¡NO DESPUÉS DE LO QUE HAS HECHO!- le lanza otra patada y lo manda a volar hacia una pared- ¡Siempre creando problemas!
- ¿Qué son esos gritos?- la voz de la nakama de ambos los sorprende.
- ¡Nami-swam!- menciona dando su típico baile de chico enamorado- ¡El idiota de Luffy estaba en el baño de la emperatriz!
- ¡¿Eh?!- exclama sorprendida- ¡¿Qué demonios hacías ahí idiota?!, ¡Debes respetar la intimidad de las mujeres!, ¡Sobre todo de ella!, ¡Que pocos modales tienes!- le grita furiosa.
- ¿Qué tiene de malo?- menciona este acercándose a ellos mientras se pone su sombrero.
- ¡TÚ MALDITO BAS...!- va a golpearlo de nuevo pero la pelinaranja se lo impide- ¿Nami-san?
- Luffy no tiene esa especie de malos pensamientos- suspira cansada- Vamos, los demás esperan- el cocinero mira seriamente a su capitán y luego camina para alcanzar a la navegante.
Al llegar a su lado, la toma de la mano, esta reacciona con sorpresa pero recibe el gesto gustosa seguida de un apretón de manos, el dueño del sombrero de paja mira esa acción con extrañeza. La puerta del baño de la emperatriz se abre y este voltea a mirar hacia su derecha, ve salir a la bella dama con una bata de baño dejándose el cabello suelto y húmedo. Al verlo ahí parado se sonroja, va a decirle algo pero otra voz femenina la interrumpe, logrando así, que las palabras de la azabache se pierdan en su boca.
- ¡Luffy!, ¡Camina!- le grita Nami impaciente.
- ¿Está noche?- le dice Luffy a Hancock como promesa.
- Si, suena bien- dice esta desviando la mirada, este sonreí y corre detrás de sus nakama.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top